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una Ventana desde Madrid

Parques y Jardines de Madrid

El Retiro, Senda Botánica 7: "La zona de recreo"

Introducción


Varios son los tipos de recorridos que podemos hacer para descubrir el Parque de El Retiro, por lo que hoy realizaremos una de las sendas botánicas autoguiadas que hay estructuradas por el propio parque. En este caso, se trata concretamente de la Senda Botánica 7: "La zona de recreo", la cual discurre por la zona Norte del jardín y tiene una extensión de aproximadamente 1 kilómetro.

Toda esta parte fue desde el siglo XVII lugar de huertas, grandes arboledas y plantaciones de árboles frutales. Ya en el siglo XIX, la Guerra de la Independencia (1808-1814) afectó a todo el parque, incluyendo esta zona, si bien no fue la más destrozada durante la contienda con los franceses. A pesar de ello, durante los siglos XIX y XX se llevaron a cabo diferentes proyectos con el fin de reformar esta parte Norte de El Retiro, los cuales acabaron por darle la imagen con que, aproximadamente, fue llegando a nuestros días.

La primera de estas actuaciones tuvo lugar bajo el reinado de Fernando VII (1808, 1813-1833), quedando una gran parte de este lado Norte integrada en el llamado Reservado. Aproximadamente treinta años más tarde, el paisajista Francisco Viet, jardinero mayor de los Jardines del Campo del Moro, crea un jardín de nombre "Paisaje español", donde se mezclaban varias ideas sobre jardinería francesa e italiana, pero siendo básicamente un jardín paisajista inglés. Y ya que hablamos de sendas botánicas, cabe aquí mencionar que este jardín fue uno de los primeros en Madrid en los que se plantó césped; además, contó con especies como moreras, cedros, falsos ébanos, acacias, catalpas y castaños de Indias.

Pero en el año 1905 se creó la llamada "Zona de Recreo", que le da nombre a la senda que recorreremos hoy, momento en que esta parte Norte del parque adquirió el aspecto con el que ha llegado a nuestros días. Esta configuración se basaba en un jardín formado por paseos llenos de árboles que contaba con varios edificios en su interior destinados al ocio, la diversión y el descanso, como un teatro (hoy desaparecido), el Templete de Música que aún se conserva y varios kioscos de bebidas.

Sin embargo, las continuas reformas que han sufrido los jardines situados al lado de la Calle Alcalá han acabado con algunos árboles plantados décadas de años atrás. A pesar de ello, esta senda cuenta con especies singulares que bien merece la pena conocer. Así, a algunos árboles ya comunes en el parque, como el ciprés, la arizónica, el laurel cerezo, el tilo, el laurel, o la morera de papel, se han sumado otros ejemplares que destacan por ser de reciente plantación en El Retiro, como el árbol de los farolillos, o el parasol chino, y algunos cuyo uso en jardinería es poco frecuente, como es el caso del granado.

No nos retrasemos más e iniciemos esta senda. A lo largo de nuestro paseo, iremos viendo una serie de carteles en los que se nos da información sobre cada uno de los árboles. Éstos serán los que nos sirvan de base para la elaboración de nuestro recorrido en este reportaje. En ellos, podremos encontrar datos sobre la procedencia de las especies; la época de crecimiento de las hojas, de floración y de germinación de los frutos; sus características principales; sus usos; alguna curiosidad; etc.

Localización: Plaza de la Independencia, 7. 28001 MADRID.


Mapa de la Senda Botánica 7: "Los jardines más antiguos"




Senda botánica del Retiro número siete, Árbol de los Farolillos

Senda botánica del Retiro número siete, Árbol de los Farolillos.

Comenzamos este itinerario con el Árbol de los Farolillos (72) (Koleuteria paniculata), originario de Japón, China y Corea, y con un gran uso en la jardinería como ornato. De altura, pueden llegar a alcanzar alrededor de unos 12 metros, siendo la corteza de su tronco de color marrón claro con vetas naranja y de tacto rugoso. En cuanto a las hojas, éstas están presentes de mayo a octubre; pueden medir hasta 35 centímetros de longitud y tienen entre 4 y 7 pares de foliolos1 dentados irregularmente, con uno más en la punta; en el centro, el nervio2 tiene un color rosado.

Las flores de este árbol germinan en junio y julio, formando grandes racimos amarillos de entre 30 y 40 centímetros de longitud, aunque lo que más puede destacar de él son sus frutos, una especie de cápsulas ovoides, ahuecadas y formadas por tres valvas5 que tienen una textura parecida al papel y que las asemeja a los farolillos chinos decorativos, de ahí su nombre. Sabremos que éstos están maduros cuando pasan a tener un color entre rosado y rojizo, siendo su período de nacimiento de agosto a mayo del año siguiente.

Además de como Árbol de los Farolillos, también se le conoce como "Jabonero de China" debido al alto contenido que tienen todas sus partes en saponina, sustancia con propiedades similares a las del jabón; ésta se encuentra sobre todo en las semillas y producen una espuma que puede utilizarse como limpiador.

En El Retiro, hay muy pocos ejemplares, ya que su plantación es relativamente reciente, por ello los que encontremos son árboles bastante jóvenes. La zona del parque en la que hay una mayor población de ellos es donde comienza esta senda, cerca de la Puerta de Madrid.


Senda botánica del Retiro número siete, Granado

Senda botánica del Retiro número siete, Granado.

Avanzamos por el paseo en el que nos encontramos y nuestro siguiente ejemplar es un Granado (73) (Punica granatum), árbol que procede de Asia y cuya altura máxima es de unos 6 metros. Sus ramas están recorridas por espinas y su tronco llama la atención por estar retorcido. En cuanto a las hojas, éstas son alargadas y duras, mientras que las flores son rojas y grandes. El tipo de fruto con que cuenta es llamado "balausta", comúnmente conocido como "granada", y es de corteza dura al exterior con semillas en el interior que están rodeadas por una pulpa rosada y comestible.

El árbol mantiene sus hojas la mayor parte del año, entre los meses de abril y diciembre, floreciendo en junio, julio y agosto, y dando frutos en septiembre, octubre y noviembre.

En torno a este fruto, el cartel explicativo de la senda nos cuenta dos historias, una religiosa y otra mitológica. Por un lado, se relaciona la granada con la fruta prohibida citada en la Biblia. Durante la época medieval, las traducciones emplearon la palabra "malus", que significa "fruta", pero también "manzana" y "granada". Es por ello que algunos estudiosos afirman que la fruta bíblica era la granada, basando esta teoría en que, además, este fruto es símbolo de la fertilidad y de la vulva femenina, por lo que la prohibición de la Biblia giraría en torno al sexo.

Senda botánica del Retiro número siete, Granada

Granada.

Por otro lado, nos cuentan cómo surgió el invierno según la mitología griega. Perséfone, diosa de la fertilidad e hija de Zeus y Deméter, fue raptada por Hades, dios de los infiernos, para que se casara con él, quedando los campos muertos mientras su madre, diosa de la tierra, estaba buscándola. Hades engañó a Perséfone y ella comió cuatro semillas de granada, de tal modo que tuvo que quedarse durante cuatro meses al año en el infierno, tiempo que estaba separada de Deméter y en el que los campos volvían a quedar inertes.

En el parque, hay dos ejemplares de granados, uno donde nos encontramos y el otro en el Jardín de Vivaces.


Senda botánica del Retiro número siete, Ciprés

Senda botánica del Retiro número siete, Ciprés.

A pocos metros del granado, tenemos el Ciprés (74) (Cupressus sempervirens). El que aquí encontramos tiene la forma natural de estos árboles, es decir, de punta de lanza; sin embargo, el tener una copa con ramas tan tupidas hace de ellos que sean muy utilizados en jardines a modo decorativo debido a las diversas formas que pueden adoptar en las podas.

De origen asiático, los cipreses llegan a alcanzar una altura de más de 30 metros y su nombre en latín ya nos da una idea de su característica principal: sempervirens, es decir, que se mantienen "siempre verdes", durante todo el año.

Sus hojas, que, como decimos, se conservan de enero a diciembre, son de pequeño tamaño, midiendo no más de 1 milímetro y superponiéndose unas a otras como si de escamas se tratase, lo que le da ese aspecto tan tupido que mencionábamos antes. Florecen alrededor del mes de marzo, dando los primeros frutos, las piñas (no confundir con las frutas), o "gálbulos", en abril, los cuales se mantienen hasta octubre. Éstas son redondeadas y están formadas por una especie de placas que comienzan a abrirse en otoño, aproximadamente en noviembre, liberando sus semillas, que se diseminan con el viento, durante todo el invierno hasta el mes de marzo.

Su uso ha sido muy variado a lo largo del tiempo. En la Antigüedad, los cipreses se utilizaban en Mesopotamia y en Asia Menor para marcar en el desierto los abastecimientos de caravanas, pasando a ser considerados un símbolo de hospitalidad. Más adelante, fueron plantados por los romanos en las vías por las que se accedía a las ciudades, así como al lado de las posadas. Los griegos, por su parte, asociaron estos árboles al mundo funerario. Ya en tiempos medievales, su forma elevada en dirección al cielo hizo que fuera interpretado como un símbolo espiritual y trascendental de la elevación del alma, convirtiéndose en un ejemplar utilizado habitualmente en los conventos y cementerios, algo que continúa realizándose hoy día, si bien en la actualidad podemos verlos incluso en los pequeños caminos que conducen a la entrada de casas particulares.

Dentro de El Retiro, los tenemos en diferentes zonas, como los que forman el Bosque del Recuerdo y los que hay entre el Palacio de Cristal y la Ría de Patinar, o en los alrededores de los restos de la Ermita de San Pelayo y San Isidoro. También merece la pena ver los que están plantados en el Parterre, todo un ejemplo de árbol ornamental.


Senda botánica del Retiro número siete, Arizónica

Senda botánica del Retiro número siete, Arizónica.

Nos dirigimos ahora a la Plaza de Galicia, donde, en las inmediaciones, encontraremos nuestro siguiente árbol: una Arizónica (75) (Cupressus arizonica), especie original de México y Arizona. Al igual que el ciprés, cuenta con una copa de ramas bastante densas que crecen formando una pirámide alargada. En cuanto al tronco, va ensanchando a medida que pasa el tiempo, pudiendo vivir más de 200 años; el color de su corteza es el púrpura oscuro y, con la edad, se va desprendiendo en tiras.

Las hojas, que conserva a lo largo de todo el año, se presentan en forma de escamas, pudiendo diferenciarlas fácilmente del ciprés porque las de la arizónica tienen un color verde azulado, además de segregar un olor fuerte cuando se frotan. Florece entre los meses de abril y mayo, conservando sus frutos entre marzo y septiembre. Éstos, que acaban transformándose en piñas redondeadas, germinan en los conos femeninos, los cuales son de color verde, mientras que los masculinos son amarillos y se encuentran en los extremos de las ramas.

Senda botánica del Retiro número siete, Piña de la Arizónica

Senda botánica del Retiro número siete, Piña de la Arizónica.

La característica que más llama la atención de las arizónicas es la forma que tienen de sobrevivir. En este caso, y aunque parezca increíble, es el fuego el que favorece la supervivencia de estos árboles, ya que sus semillas permanecen en ellos a la espera de que éste queme las piñas que las envuelve para ser liberadas. No obstante, la proliferación de incendios, especialmente debido a la acción del hombre, pone en peligro su subsistencia.

La rapidez con que crece y la facilidad para podarla han hecho que, durante años, esta especie haya sido usada formando setos, si bien dicho uso ha disminuido con el tiempo, ya que produce una cantidad abundante de polen, de gran efecto alérgico, y, además, es bastante sensible a los hongos, los cuales son frecuentes por la humedad presente en el césped. En la actualidad, los setos suelen formarse con el híbrido ciprés de Leyland, mientras que en Estados Unidos la arizónica es mayormente utilizada como árbol de Navidad.

En el parque, podemos ver varios ejemplares de arizónicas en el Jardín de Vivaces, así como en los Jardines de Herrero Palacios y en los ubicados entre la Puerta de la Independencia y el Templete de Música.


Senda botánica del Retiro número siete, Laurel cerezo

Senda botánica del Retiro número siete, Laurel cerezo.

Desde aquí, nos iremos hacia la Casa de Vacas, donde, en los jardines que hay en el lateral que da al Paseo del Estanque, tenemos un Laurel cerezo, o Lauro (76) (Prunus laurocerasus). Este árbol procede de una zona entre Irán, Turquía, los Balcanes y el Cáucaso, teniendo una función ecológica y un hábitat parecidos a los del loro, o laurel portugués (Prunus lusitanica), de la Península Ibérica.

Su forma es de pequeño arbolito, o de arbusto, y sus hojas, perennes6 y que brotan de abril a noviembre, son grandes, duras y ovaladas, dentadas en los bordes y con un color verde muy brillante por el haz, tal y como podemos apreciar en la fotografía. Sus olorosas y blancas flores germinan en abril y mayo y se presentan en racimos en los extremos de las ramas. Por su parte, los frutos nacen en julio y agosto, con un aspecto similar al de las cerezas, o las aceitunas, y adquiriendo un color negro cuando ya están maduros.

El nombre no debe inducirnos a error, pues no es comestible, como el laurel (laurus nobilis) que usamos como condimento en cocina y que veremos en esta misma senda un poco más adelante. Es más, el laurel cerezo contiene ácido cianhídrico, lo que hace que su olor nos recuerde a las almendras amargas y que el consumo de cualquiera de sus partes sea altamente venenosa. A pesar de ello, las hojas son utilizadas en Asia para aromatizar la leche. En su envés, al lado del nervio central, cuentan con entre 2 y 6 glándulas que excretan una sustancia que capta a las hormigas; así, estos insectos repelen a otros parásitos, a los herbívoro y a las mariposas, evitando de este modo que pongan sus huevos y que, más adelante, las orugas acaben devorando toda la copa. Estas glándulas también proporcionan la conocida como "agua de lauro", de uso medicinal, especialmente en productos para aliviar la tos.

El laurel cerezo se encuentra muy repartido a lo largo de todo El Retiro, pero los ejemplares de mayor tamaño pueden contemplarse en zonas como el Jardín de los Planteles, el Campo Grande y en las inmediaciones de la estatua de Martínez Campos.


Senda botánica del Retiro número siete, Tilo europeo

Senda botánica del Retiro número siete, Tilo europeo.

Atravesamos la plaza en la que se encuentra el Templete de Música y nos vamos en busca del Tilo europeo (77) (Tilia europaea), un híbrido natural del tilo de hoja pequeña (Tilia cordata) y el de hoja grande (Tilia platyphyllos), por lo que tiene características de ambos.

Las hojas, presentes de abril a diciembre, tienen forma de corazón, con el borde aserrado y con un pecíolo7 lampiño8 que mide entre 2,5 y 5 centímetros. El haz es de color verde mate e igualmente carente de pelos, como el pecíolo, mientras que el envés es de un tono más claro y sí que tiene algunos pelillos anaranjados en la zona de las axilas9 de los nervios. En cuanto a las flores, éstas florecen en junio, formando ramilletes de color blanco que agrupan de 4 a 10 de ellas; estos racimos se unen a la bráctea, parte similar a un "ala" con forma de lengüeta que favorece la dispersión de los frutos y que, a la par, está unida a la rama. Dichos frutos, de forma esférica y con 5 pliegues en su parte externa, germinan entre julio y octubre.

Sus copas frondosas, su carácter longevo y su firmeza hacen que los tilos sean muy apreciados desde hace siglos. Los romanos les dieron el nombre de Tilia, denominación que podría derivar de la palabra griega ptilon, que significa "pluma", de acuerdo a la forma ya mencionada de la bráctea. En la actualidad, es posible encontrar ejemplares de tilos como adorno en los grandes espacios al aire libre de toda Europa, siendo quizás el más característico el llamado "Unter den Linden" ("bajo los tilos"), el paseo más famoso de Berlín y en el cual hay más de mil de estos árboles. En cuanto a sus otros usos, las flores y las brácteas con utilizadas para realizar las conocidas infusiones de tila, recomendadas por su efecto relajante, diurético10 y para aliviar la tos.

En el parque, hay varias especies de tilos, pero el más abundante es el de hoja grande, concentrándose en los alrededores del Teatro de Títeres y en la parte Norte del Jardín de los Planteles.


Senda botánica del Retiro número siete, Laurel

Senda botánica del Retiro número siete, Laurel.

No muy lejos, en el entorno de la Puerta de Hernani, tenemos, ahora sí, el Laurel (78) (Laurus nobilis), planta que llega a medir alrededor de los 10 metros de altura, si bien en Lugo hay ejemplares de hasta 25 metros. En el Sur de España, hay laureles en zonas de barrancos húmedos, mientras que en el Norte forman bosquetes, siendo uno de los más destacables el de la isla pontevedresa de Cortegada, conocida también como "la isla de los laureles".

La corteza de su tronco es lisa y con un color gris verdoso, mientras que la copa está llena de hojas con forma de puntas de lanza, verde oscuras en el haz y más claras en el envés; éstas son perennes, lo que hace que la copa sea frondosa durante todo el año. Una planta de laurel puede ser macho o hembra, teniendo ambos la posibilidad de dar flores entre abril y mayo, las cuales se agrupan en racimos de color amarillento. Los frutos aparecen entre los meses de septiembre y noviembre.

En cuanto a sus usos, el intenso aroma que desprenden las hojas del laurel ha hecho que se hayan utilizado durante siglos y hasta la actualidad para condimentar guisos y elaborar escabeches11. Además, también tiene efectos carminativos12, pues su contenido en aceites cineol y eugenol lo hacen ideal para disminuir los gases.

En el cartel explicativo de la senda, se nos cuenta como curiosidad un mito griego relacionado con los laureles. Apolo, enamorado de Dafne, iba persiguiéndola cuando ésta llegó a los pies de su padre, el río Peneo. Éste, para liberarla de Apolo, la transformó en árbol, concretamente en laurel. Fue así como el dios la perdió, pero tomó esta planta como su símbolo.

En el Retiro, los laureles están en varias zonas, siendo muy vistosos los del Parterre por estar podados con forma cónica.


Senda botánica del Retiro número siete, Parasol chino

Senda botánica del Retiro número siete, Parasol chino.

Continuamos hasta llegar al Parasol chino (79) (Firmiana simples), árbol originario de China, Taiwán y Japón, y que, además del parque, también puebla las calles de la ciudad de Madrid, así como las de otros países del mundo.

La altura del parasol chino, perteneciente a la misma familia que el árbol del cacao, puede llegar a los 15 metros y cuenta con una corteza verde grisáceo con puntos pardos y con una copa de forma redondeada. Las yemas13 del tronco son de color rojizo, globosas y peludas, y en ellas crecen las hojas, de gran tamaño y con forma de corazón, con 3 ó 5 lóbulos14 y pelos estrellados en los nervios; éstas salen a lo largo de los meses comprendidos entre mayo y noviembre. Las flores, que germinan en junio y julio, son acampanadas y crecen en racimos con colores amarillo limón o crema, siendo roja la parte del centro. En cuanto a los frutos, éstos aparecen desde agosto y hasta diciembre, tienen un tono dorado y poseen una membrana que asemeja ser una hoja, bajo la que se guardan unas semillas parecidas a los guisantes.

Senda botánica del Retiro número siete, Ramas y hojas de Parasol chino

Senda botánica del Retiro número siete, Ramas y hojas de Parasol chino.

Desde hace siglos, las flores y semillas de los parasoles chinos son utilizadas como parte de la medicina natural china. Los capullos se usan para tratar fiebres, hemorragias y convulsiones, mientras que las semillas se tuestan para realizar una especie de té. La madera, en cambio, ha servido durante muchos años para elaborar instrumentos de cuerda por su buen sonido.

No son muchos los que podemos encontrar en el parque, ya que es una especie que lleva muy poco tiempo entre los ejemplares plantados en El Retiro; por ello, encontraremos un grupo en el lugar donde nos encontramos y uno en solitario tras la Fuente de la Salud.


Senda botánica del Retiro número siete, Morera de Papel

Senda botánica del Retiro número siete, Morera de Papel.

Y a pocos metros del parasol chino y del laurel tenemos la última parada de nuestro recorrido por la Senda 7 de El Retiro: la Morera de papel (80) (Broussonetia papyfera), árbol procedente de Asia que se caracteriza por tener la capacidad de absorber todo el agua que haya en el suelo, por lo que es difícil que otros árboles crezcan a su alrededor. Además, sus semillas germinan con facilidad y sus raíces crecen rápidamente, por lo que está considerada una planta invasora.

La morera de papel llega a medir no más de 15 metros de altura. Su tronco tiene una corteza de un color entre amarillento y anaranjado, y presenta numerosas marcas verticales. Las ramas más jóvenes son pilosas15, igual que las hojas, las cuales tienen una textura similar al fieltro16. Éstas salen entre los meses de abril y noviembre y crecen de forma alterna; son gruesas y poseen un color verde claro por el haz y un tono gris en el envés. Tal y como ocurría con el laurel, la morera de papel también puede ser de dos géneros: el árbol masculino cuenta con flores poco llamativas ordenadas en espigas cilíndricas, mientras que las del femenino llaman más la atención y tienen un color violeta, siendo de forma globosa y contando con pelos. Unas u otras florecen entre abril y mayo. Por su parte, los frutos germinan en verano, entre junio y septiembre, y son unas moras rojas bastante carnosas.

Su uso ha estado ligado desde la Antigüedad al papel, tal y como indica su nombre, y al textil. La corteza interior de esta morera es muy fibrosa, por lo que desde hace siglos se usó en Asia para fabricar un papel artesanal de gran duración y belleza conocido como "washi", o "papel japonés". En Corea, se elabora el "hanoi", un papel con tal resistencia y dureza que se usaba, además de para lo más común, escribir, para la fabricación de puertas correderas y también de armaduras que protegían de las flechas, consiguiendo esto superponiendo varias capas de este papel. Además, la fibra también ha sido usada para realizar resistentes tejidos.

En El Retiro, las moreras de papel las podemos hallar en el Bosque del Recuerdo, tras el Palacio de Velázquez, en el Jardín de los Planteles, en las inmediaciones de la cabaña de los "Amigos del Retiro" y en la zona de la Puerta de Mariano de Cavia.

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Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑

Monográficos del Parque del Retiro


- El Ángel Caído

- Fuente de Cuba

- Monumento a Alfonso XII



GLOSARIO

- 1 Foliolo: Cada una de las hojuelas de una hoja compuesta.
- 2 Nervio: Haz fibroso que, en forma de hilo o cordoncillo, corre a lo largo de las hojas de las plantas por su envés3, comúnmente sobresaliendo de su superficie.
- 3 Envés: Cara inferior de la hoja, opuesta al haz4.
- 4 Haz: Cara superior de la hoja, normalmente más brillante y lisa, y con nervadura menos patente que en la cara inferior o envés.
- 5 Valva: Ventalla. // Cada una de las dos o más partes de la cáscara de un fruto, que, juntas por una o más suturas, encierran las semillas, como en el haba y el estramonio.
- 6 Perenne: Que vive más de dos años.
- 7 Pecíolo: Pezón que sostiene la hoja.
- 8 Lampiño: Falto de pelos.
- 9 Axila: Ángulo formado por la articulación de cualquiera de las partes de la planta con el tronco o la rama.
- 10 Diurético: Que tiene virtud para aumentar la excreción de la orina.
- 11 Escabeche: Salsa o adobo que se hace con aceite frito, vino o vinagre, hojas de laurel y otros ingredientes, para conservar y hacer sabrosos los pescados y otros alimentos.
- 12 Carminativo: Dicho de un medicamento: Que favorece la expulsión de los gases desarrollados en el tubo digestivo.
- 13 Yema: Brote embrionario de los vegetales constituido por hojas o por esbozos foliares a modo de botón escamoso del que se desarrollarán ramas, hojas y flores.
- 14 Lóbulo: Cada una de las partes, a manera de ondas, que sobresalen en el borde de una cosa; como en la hoja de una planta o en el intradós de un arco.
- 15 Piloso: De mucho pelo.
- 16 Fieltro: Especie de paño no tejido que resulta de conglomerar borra, lana o pelo.

DATOS DE INTERES

HORARIOS DE APERTURA/VISITA:

- Horario de Invierno: De lunes a domingo de 06:00 a 22:00 horas.
- Horario de Verano: De lunes a domingo de 06:00 a 24:00 horas.


LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:
TREN:
METRO:

- Estación de Retiro, Línea 2.
- Estación de Príncipe de Vergara, Líneas 2 y 9.
- Estación de Ibiza, Línea 9.
- Estación de Atocha, Línea 1.
- Estación de Atocha-Renfe, Línea 1.

AUTOBÚS:

- Líneas 1, 2, 9, 14, 15, 19, 20, 26, 28, 32, 51, 52, 61, 63, 74, 146, 152, 202, C.

COCHE:


Los datos de horario y comunicaciones se han tomado, en septiembre de 2013, de la información facilitada por el Ayuntamiento de Madrid y corresponden a la totalidad de los Jardines del Buen Retiro, siendo aconsejable tomar aquel medio que nos deje más cerca del punto inicial de la ruta, situado éste al Nordeste del Parque, cerca de la Calle O'Donnell y de la Puerta de Madrid.


BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- María del Carmen Simón Palmer: "El Retiro, Parque de Madrid"; Biblioteca Básica de Madrid; Ediciones La Librería; Madrid, 1991; ISBN: 84-87290-17-5; Depósito Legal: M.10.964-1991.
- Rosario Mariblanca: "Historia del Buen Retiro"; Ediciones La Librería; Madrid, 2008; ISBN: 978-84-9873-006-7; Depósito Legal:M-14934-2008.
- Carmen Ariza Muñoz: "Buen Retiro"; Serie Parques y Jardines de Madrid; Fundación Caja Madrid; Ediciones Doce Calles, S.L.; Primera edición: Mayo 1994; Segunda revisión ampliada y revisada: Octubre 2001; ISBN (Obra completa): 84-89471-13-4; ISBN: 84-89471-16-9; Depósito Legal: M-52.770-2001.
- María Isabel Gea Ortigas: "El Palacio del Buen Retiro (1630-1814)"; La Pequeña Biblioteca de Madrid; Ediciones La Librería; Madrid, 2009. ISBN: 978-84-9873-040-1; Depósito Legal: M-15206-2019.
- Senda Botánica de El Retiro. Ayuntamiento de Madrid.
- Plano e información descargable en PDF de la Senda Botánica de El Retiro. Ayuntamiento de Madrid.
- DRAE

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