Madinat al-Zahra fue una ciudad palaciega levantada en época islámica por el califa1 Abd al-Rahman III, fundador del Califato de Córdoba. Esta imponente obra, que llegó a rodear entre sus murallas una superficie de 112 hectáreas de terreno, duró aproximadamente unos 25 años desde su comienzo en el año 936 o 940 d. de C. El califa quiso situar aquí su corte y para ello la dotó de las mayores comodidades y lujos con los que poder mostrar a las ilustres embajadas que hasta allí acudieran el enorme poder del que gozaba su estado.
Para su emplazamiento, se escogió un punto situado a unos 8 kilómetros de la ciudad de Córdoba sobre las faldas de los últimos montes de Sierra Morena y desde el que se domina el valle por el que trascurría la importante ruta de comunicación entre Córdoba y Sevilla. Dado la pendiente existente, su construcción se realizó a base de terrazas escalonadas donde la posición de cada edificio mostraba el lugar ocupado por sus habitantes en la ciudad. Así, la parte más alta se reservaba al Alcázar, donde dentro de sus 20 hectáreas de terreno se situaban la residencia privada del califa y los órganos de gobierno. Para la construcción de todo el conjunto se excavó en la roca o se utilizaron rellenos artificiales a los que sujetaban potentes muros.
Su nueva creación significó una transformación del terreno que la circundaba, creándose nuevas canteras, redes de comunicación, huertos y granjas. Se rehabilitó un antiguo acueducto romano y se instaló una nueva red de captación, almacenamiento y distribución de aguas.
Desgraciadamente, esta nueva urbe tuvo una corta pervivencia en el tiempo, siendo destruida por los bereberes, en el año 1010, sin haber llegado siquiera a contabilizar un siglo de existencia.
A partir de entonces, sus ruinas fueron expoliadas y repartidas sus mejores piezas entre civilizaciones, ciudades y religiones muy distantes entre sí y donde hoy podemos encontrarlas formando parte de alguno de sus edificios más representativos. Es el caso de antiguas capitales almohades como Sevilla o Marrakech; de las catedrales de ciudades cristianas como Braga, Gerona o Tarragona; de palacios reales como el del rey Pedro I dentro de los Reales Alcázares de Sevilla. Cuando el santo rey Fernando III reconquista la ciudad de Córdoba en el año 1236, sólo quedan unas ruinas, pobres y esquilmadas, de la que había sido la lujosa ciudad palaciega, centro del poder durante la época de mayor gloria de los árabes en España, el Califato Omeya de Córdoba. Era tanto lo que había existido entre los muros de la arruinada ciudad que durante el siglo XV sus piedras aún siguieron siendo utilizadas en importantes obras, como la construcción del Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso.
Posteriormente, la ciudad fue cayendo en el olvido y no es hasta el siglo XIX cuando se vuelve a tomar conciencia de su existencia, situándola en la Dehesa llamada entonces de Córdoba la Vieja, donde existían importantes ruinas. A principios del siglo XX, en concreto en 1911, se comienza su recuperación, una labor que hoy continúa, ya que de las 112 hectáreas de extensión que ocupaba, como mencionábamos al principio, sólo se han excavado unas 10, correspondientes en su mayor parte a la zona del Alcázar.
El 26 de julio de 1923, todo el recinto fue declarado Monumento Nacional, además de ser reconocida toda la Zona Arqueológica como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía.
A continuación, haremos un recorrido por parte de sus ruinas, no sin antes recordar unos versos del poeta satírico y antibereber del siglo XI al-Sumaysir, nacido en Elvira (Granada):
Me detuve en al-Zahra, lloroso y meditabundo,
para clamar entre las deshechas ruinas.
"¡Oh Zahra -dije- vuelve a ser!"
Pero me contestó: "¿Y acaso vuelven los difuntos?"
Localización: En la Carretera de Palma del Río, a la altura del kilómetro 5,5.
En el año 2009, abría sus puertas al público el Museo de Madinat al-Zahra, inicio para el visitante del recorrido de la ciudad palaciega de Medina Azahara. Con su construcción, se trató de solucionar uno de los mayores problemas que acarrea un yacimiento de tales características y que llevaba arrastrando desde que en 1911 comenzara su recuperación: el acondicionamiento de un espacio en el que albergar todo lo proveniente de los trabajos de investigación arqueológica llevados a cabo en Medina Azahara, así como su exposición museística. De este modo, el primer edificio construido para tal fin pronto quedó pequeño, consiguiendo el actual, con sus casi 7.300 metros de superficie, resolver el problema planteado por la falta de espacio. Así, los arquitectos Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto diseñaron un edificio de tres niveles, dos de ellos subterráneos, que se integraría en el espacio que ocupa, sin dañar visualmente el entorno.
El Museo se podría dividir en tres áreas bien diferenciadas en función del uso al que están destinadas las dependencias que se engloban en cada una de ellas. Así, por un lado, tenemos el área cultural, expositiva y didáctica, en la que encontramos un auditorio; la biblioteca "Manuel Ocaña", abierta a todo el público y destinada a la investigación; un aula didáctica para talleres y actividades escolares; una sala de seminarios y, como no, la exposición permanente, de la que hablaremos con más detalle más adelante. Por otro lado, está el área de conservación e investigación, donde se encuentran los almacenes que guardan las piezas recuperadas en los trabajos arqueológicos en la ciudad palaciega; los talleres de restauración; un centro de documentación; y diferentes espacios de trabajo, tanto administrativo como de investigación, reservados al personal técnico del Conjunto Arqueológico. Finalmente, hay otros servicios, como pueden ser la tienda y la cafetería-restaurante.
En cuanto a la exposición permanente, durante nuestro recorrido por ella podremos acercarnos a la historia de Medina Azahara a través de los distintos paneles y vitrinas expositivas, en las que podremos ver numerosas piezas recuperadas del yacimiento. La exposición está dividida en cuatro áreas diferenciadas en función del tema que se nos plantea en cada una. En el primer bloque, se nos introduce en el contexto económico, político y religioso que se da en el momento en que se funda la ciudad palaciega. La segunda área nos explica todo el proceso de construcción de Medina Azahara, sus consecuencias y su relación con Córdoba capital. El tercer bloque hace hincapié en los habitantes, dividiéndolos en los tres grandes grupos que componían la ciudad: Medina, Mezquita y Alcázar. Por último, en la cuarta área, se nos detalla el proceso de destrucción y expolio que fue viviendo Medina Azahara, así como el inicio de las excavaciones en 1911 y el trabajo que se lleva a cabo desde entonces.
Una vez visitado el Museo, los visitantes podrán tomar allí mismo un autobús-lanzadera que les lleva directamente al yacimiento, que será el que veamos a continuación.
Iniciamos nuestro recorrido entrando al yacimiento por la llamada Puerta Norte, abierta en el centro de la muralla de la ciudad y conectada con el Camino de los Nogales, aquel que comunicaba de manera directa Medina Azahara con Córdoba y a través del cual se abastecía el Alcázar de provisiones (alimentos, materiales de construcción, etc.). El acceso se hacía por un pasillo con varios recovecos; es lo que se llama "acceso en recodo", una estructura común en la arquitectura militar de esta época y que facilitaba el control de la entrada al recinto amurallado. De este modo, al final del pasillo, había un espacio cerrado por un sistema de doble puerta en el cual estaba la guardia que vigilaba la entrada, mientras que la torre anexa servía para acceder al camino en el que se hacía la ronda sobre la muralla.
Con el paso de los siglos, el expolio se cebó con el yacimiento haciendo que se perdieran, entre otros, los sillares de esta Puerta Norte, de tal modo que hoy lo que vemos es una reconstrucción parcial realizada en los años 30 del pasado siglo XX. En la fotografía, en cambio, podemos comprobar cómo el tramo final del pasillo ha conservado el pavimento de piedra original.
Lo siguiente que veremos serán dos Viviendas Superiores, una al lado de la otra. En ambas podremos comprobar cómo las diferentes estancias de la casa se disponían alrededor de un patio central, si bien en una de ellas se eliminaron las del lateral Oeste para construir la calle en rampa que comunica la parte superior con el nivel inferior. El hecho de que las dos casas fueran construidas tan cerca de la Puerta Norte hace pensar que pudieron ser residencia de la guardia del palacio.
En la vivienda del lado Este, podremos ver el patio delante de nosotros; los dormitorios estaban al fondo y a la derecha, lugar éste último donde también había dos letrinas, que detallaremos más adelante; también existían espacios con funciones culinarias, como la cocina que había instalada en el patio y cuyos restos están en el lateral derecho del patio, además de lo que pudo ser una habitación para la preparación de carnes.
Por otra parte, la casa del lado Oeste es la más importante de las dos Viviendas Superiores ya que su función era principalmente residencial. El acceso se hacía a través de una escalera situada en la parte Sur y que en la actualidad está desaparecida. En el centro, vemos el gran patio, mientras que al fondo (lado Norte) se disponía una sala de grandes dimensiones con dormitorios a los laterales, además de una letrina. En los otros tres lados, se dispusieron una serie de habitaciones de menor tamaño e importancia, tanto así que los materiales utilizados fueron de menor calidad, lo cual nos sugiere que quienes las ocupaban no tenían la misma categoría que quienes habitaban en el ala Norte.
Como mencionábamos antes, las viviendas contaban con algunas Letrinas, espacios destinados a su uso como urinario y como lavatorio2. La imagen que vemos en la fotografía se corresponde, concretamente, con una de las letrinas que había en la vivienda superior del lado Este. Con un tamaño de aproximadamente 3,86 x 1,48 metros de superficie, fue construida, como el resto de elementos vistos hasta ahora, a mediados del siglo X. El suelo estaba recubierto de caliza, mientras que la ranura que vemos en el centro conectaba directamente con el canal del desagüe. El agua limpia llegaba de la pila de mármol que hay en el lado Norte, mientras que la sucia recorría el sistema de canalización de sillería3 que hay bajo el suelo del palacio.
Cerca de la zona de las viviendas ya vistas, encontramos el Cuerpo de Guardia, desde el cual se vigilaba la entrada a las viviendas de los aristócratas en la zona Sur. Este espacio fue primeramente ideado como una calzada que llevaba al ala Oeste de la ciudad, aunque después se dividió en dos partes. Al fondo, a la izquierda, se levantó lo que se ha llamado una vivienda de servicio y que estaba destinada a abastecer a este Cuerpo de Guardia; en ella, había un horno y una escalera casi desaparecida por la que se accedía a las Viviendas Superiores. Por otro lado, la otra mitad es posible que sirviera como enlace comunicativo y Cuerpo de Guardia como tal.
Con los años, aumentó la ocupación en la ciudad palaciega, por lo que se hizo necesario dividir el espacio en varias dependencias, subiendo además los muros y construyendo una galería alta sustentada con pilares, dándole el aspecto que vemos en la actualidad y que mostramos en la imagen.
El Patio de los Pilares es una construcción realizada a mediados del siglo X y del que se desconoce la función que desempeñaba dentro de la ciudad palaciega. Se cree que tuvo una utilización residencial, motivada esta apreciación por estar cerca de las residencias califales y ser, desde el punto de vista arquitectónico, uno de los conjuntos más destacados entre las construcciones de Medina Azahara.
El patio está rodeado por pilares cuadrados de formas cuadrangulares5 y presenta unas dimensiones de 27,35 x 28,97 metros. Excepto en el lado Sur, a su alrededor aparecen dependencias formadas por salas rectangulares con alcobas en sus extremos. Frente a las dos piezas situadas dentro de la crujía7 occidental existe, reutilizado como pila de agua, un antiguo sarcófago romano donde aparece el relato mitológico de la caza del jabalí por Meleagro y Atalanta. Estas dos salas presentan un suelo diferente al de las demás y al del patio. En aquellas son losas de mármol blanco, lo que puede señalar su mayor importancia, y en el resto son losas de caliza violácea.
En el extremo Norte de la anterior crujía, existe una importante escalera que comunicaba con la desaparecida planta superior. Finalizamos nuestro recorrido por este patio en el ángulo Noreste, donde, tras un pequeño patio, nos aparecen dos letrinas.
Al Oeste de la zona residencial del Alcázar, se encuentra la Dar al-Mulk, o Casa Real, la vivienda particular del califa Abd al-Rahman III. Su situación en el punto de mayor altura del Alcázar permitía al soberano, desde su desaparecida terraza delantera, de orientación Sur, contemplar el resto del recinto palaciego y observar una gran extensión de la campiña cordobesa y del valle del Guadalquivir.
La planta del edificio se establece sobre un centro formado por tres crujías paralelas donde se hallan amplias estancias con alcobas en sus extremos. Decorando sus paredes, tanto exteriores como interiores, se extienden placas de piedra labradas con ataurique8 adosadas a sus muros. La misma rica decoración que también aparece en las incrustaciones de piedra caliza de color blanco existente en algunos de los ladrillos que hay en el suelo de las habitaciones.
La comunicación con la terraza delantera se hacía mediante dos cuerpos de escaleras, de las cuales sólo quedan algunos restos. Tenían más de 10 metros de altura, lo cual nos puede ayudar a darnos cuenta del magnífico mirador que formaba la desaparecida terraza delantera.
Durante el califato de al-Hakam II (961-976), esta vivienda fue modificada y ampliada para permitir la educación en las tareas de gobierno de su hijo y sucesor, Hisham II (976-1009 y 1010-1013).
Continuamos recorriendo la zona residencial y llegaremos a la llamada Vivienda de la Alberca9, construida al Oeste de la Casa de Ya'far, en la parte privada de la ciudad palaciega. Se caracteriza por ser la única vivienda conocida hasta ahora en Medina Azahara cuyas habitaciones se organizan alrededor de un jardín central, en el cual había una alberca que le ha dado nombre a los restos del edificio.
De ella, se han conservado dos portadas que cierran los lados más pequeños del que sería el jardín. Ambas constan de tres arcos de herradura10, estando los del centro apoyados sobre columnas y los dos laterales sobre pilastras. En la del fondo, podemos ver cómo se cubre por completo de adornos labrados, pudiendo dividirse esta ornamentación en dos partes: en la inferior, había motivos vegetales, mientras que en la superior, los arcos tenían dovelas13 decoradas y lisas alternadas, y en los capiteles14 había hojas de acanto15 y palmetas16. Finalmente, el alfiz17 es una hermosa composición geométrica.
Frente a la Vivienda de la Alberca se sitúa la que, posiblemente, fuera residencia de Ya'far ibn Abd al-Rahman, Primer Ministro (hayib) del Estado califal entre los años 961 y 972, más conocida como Casa de Ya'far. Considerada una de las más lujosas de la ciudad palaciega de Medina Azahara, se pueden distinguir diferentes tipos de espacios, dependiendo de la función de cada uno de ellos. Así, por un lado, tenemos la zona pública, u oficial, lugar destinado al trabajo y que tenía un uso representativo del cargo político que ocupaba. Construida con planta basilical20, a esta parte se accedía por una gran portada cuya decoración era de piedra labrada en la que figuran motivos vegetales. Esta ornamentación de ataurique, así como el mármol usado en el suelo de las diferentes habitaciones, es una muestra de que Ya'far pertenecía a la clase política del Estado omeya.
Por otro lado, están los espacios de la zona íntima y privada, ubicados al fondo de la casa y cuya parte principal es una gran alcoba21 con cuatro alacenas dentro. Para llegar a ella, hay que atravesar un patio enlosado con suelo de caliza y con una pila de mármol en el centro en la que había un surtidor, probablemente con forma animal, que vertía agua. En el lado Oeste del patio, es posible que hubiera entonces una letrina.
Por último, también había una zona destinada al servicio, en la cual vivían y trabajaban las personas que atendían las necesidades del Primer Ministro. Esta parte fue reformada ampliamente, reduciéndose el tamaño del patio al construirse un porche cubierto en su lado Este.
Cerca se encuentran las Viviendas de Servicio que, por su ubicación cerca de la zona de servicio de la Casa de Ya'far, debieron complementar la función de éstas. Al igual que ya vimos en las Viviendas Superiores, las de servicio también son dos (Oeste y Este) y tienen la misma organización con las habitaciones y letrinas dispuestas alrededor de un patio central.
En la vivienda del Oeste, la habitación que hay junto a la letrina, en el ala Este, es posible que fuera usada como almacén o sitio de trabajo, mientras que las dos estancias y la letrina del ala Oeste pudieron pertenecer al funcionario que ordenaba las labores de esta casa. Por otro lado, también había una escalera a la derecha que comunicaba esta zona con la residencia del Norte y con la planta superior del Cuerpo de Guardia.
La otra casa, la del lado Este, presenta una diferencia con la anterior y es la presencia de una cocina entre las diferentes estancias. Ésta era utilizada principalmente para la preparación de los alimentos de las altas personalidades que vivían en la zona residencial del Sur. Las habitaciones que había al fondo del patio formaban una zona de vivienda unificada y en ella vivía el que haría la función de Jefe de Cocina. En cuanto al resto de espacios, destaca el que albergaba el horno, una cúpula de ladrillo construida sobre una base cuadrada de sillares, así como una letrina doble que sugiere la idea de que el trabajo en esta vivienda lo hacían personas de ambos sexos.
Otro de los espacios del palacio son las Caballerizas, construidas para acoger alrededor de 30 caballos que estarían al servicio de los ministros y altos cargos de la administración de la ciudad. Divididas en dos partes, la zona del Este cumplía la función propia de guardar los animales, habiendo un espacio superior construido, probablemente, a modo de pajar. Por su parte, la zona del Oeste estaba al aire libre y el suelo de piedra, así como los desagües, hacen pensar que servía para limpiar las cuadras.
El Edificio Basilical Superior es una gran construcción realizada a finales del califato de Abd al-Rahman III (929-961). Su función original, dentro de la administración del gobierno califal, aún no se ha logrado descubrir, aunque algunas fuentes, sin que se haya podido confirmar aún, sitúan en él la muy importante Casa Militar, Casa del Ejército, o Dar al-Yund.
Dentro del Alcázar, su localización al Este de la Puerta Norte, junto a la muralla de la misma orientación (aunque separado de ella), se encuentra dentro del considerado como sector oficial. Tiene planta basilical y consta de cinco naves paralelas con orientación Norte-Sur y una sexta situada al Sur de éstas, con orientación Este-Oeste, a la que daban las fachadas principales de las otras cinco naves. Las entradas principales de cada una estaban formadas por dos arcos de herradura, excepto en la nave central que eran tres.
Los materiales que formaban y cubrían sus muros y suelos eran sencillos. Las paredes tenían un revestimiento de color blanco, a excepción del zócalo que era de almagra. El suelo de ladrillo que ha llegado hasta nuestros días ha permanecido casi intacto.
Al Oeste del edificio, había diferentes dependencias de servicio y al Este destaca una vivienda con un patio central que debió pertenecer a un personaje de singular importancia dentro del gobierno califal. Ocupando el espacio existente entre la muralla Norte y el salón basilical, discurre un pasillo de comunicación que une la Puerta Norte con esta última vivienda.
Delante del edificio, por su lado Sur, hay diversas salas junto al patio allí existente, muy deterioradas y arruinadas, donde desarrollaban sus funciones los miembros de categorías inferiores dentro del personal de la administración.
La Calle en Rampa está formada por dos tramos, con un cambio de dirección de 180 grados, que descienden desde el patio situado delante del Edificio Basilical Superior hasta el Gran Pórtico. Era un espacio cubierto por una techumbre abovedada, con bancos de piedra adosados a ambos lados del camino a todo lo largo del recorrido y varias puertas que lo dividían en diferentes secciones. El suelo original, pensado para el paso de caballerías, estaba formado como vemos en la fotografía que acompaña a éste artículo, de cuadrados de piedra oscura de la sierra insertados entre sillares de piedra caliza.
El ceremonial de recorrido movilizaba a casi todo el personal de palacio, que se situaba sobre los poyetes22, cubriendo todo este trayecto comprendido en el protocolo para recibir a las nobles visitas.
Y así, llegamos a uno de los elementos más importantes de Medina Azahara: el Gran Pórtico, entrada ceremonial a la zona administrativa y política del Alcázar. Con unas medidas aproximadas de 111,27 x 2,92 x 9,46 metros, su imponente tamaño pretendía sorprender y fascinar a los visitantes. Fue concebido con un total de catorce arcos abiertos, todos escarzanos23 menos el del centro que es de herradura, con una cubierta aterrazada y corresponde al lado Oeste de la Plaza de Armas. En las alas Norte y Sur, se ubicaban varias habitaciones, mientras que el patio era el escenario donde se llevaban a cabo algunos actos militares; es posible que en el arco central del Pórtico hubiera un mirador desde el cual el califa pasara revista a la formación del ejército.
Construido durante los últimos años del califato de Abd al-Rahman III (929-961) o primeros del mandato de su hijo al-Hakam II (961-976), poco después de que estuviera terminado fue modificado, tapiándose cuatro arcos a su derecha (Norte) con el fin de emplazar las habitaciones para la guardia. Además, se construyó una rampa para unir la Plaza de Armas con una puerta que se había abierto en la muralla de la zona Norte.
Continuamos nuestro camino y llegaremos a ver la Mezquita Aljama, o principal, la primera de al-Andalus cuya orientación hacia La Meca es correcta. Iniciadas las obras de construcción de Medina Azahara en el año 936, la Mezquita sería terminada en el año 941. Dividida la ciudad en dos partes diferenciadas, la Medina, o ciudad, y la zona del Alcázar, la Mezquita quedó situada en un espacio intermedio, convirtiéndose en un lugar común. Sin embargo, el hecho de que sobre el terreno esté construida en una parte más baja que el Alcázar viene a dejar claro que el poder religioso está sometido al poder político.
La Mezquita tiene una planta con forma de rectángulo que se encuentra dividida en una sala de oración, que a su vez consta de cinco naves, y un patio porticado. Las cinco naves están cerradas por el muro de la qibla24, lugar donde se sitúa el mihrab25. Junto a la qibla, el califa tenía su espacio reservado, al que llegaba desde el Alcázar por un pasadizo cubierto llamado sabat. Al lado de la puerta principal de este patio, está el alminar26, algo que también se repite en la Mezquita de Córdoba. En cuanto a la decoración, se usarán capiteles sin apenas relieves, así como almenas como elemento ornamental, al igual que en el Alcázar.
Pero no sería ésta la única mezquita que habría en Medina Azahara. Mientras que ésta estaba reservada principalmente a la oración de los viernes, había tres templos más, denominados "mezquitas de barrio", de los cuales tan sólo se ha excavado hasta la fecha (agosto de 2012) el que hay al lado de la muralla Sur de la ciudad palaciega. También merece nuestra atención los restos que hay entre la Mezquita y el sabat, los cuales pertenecen a tres viviendas que, posiblemente, eran usadas por el personal de servicio del templo.
De época más tardía a otras construcciones de la ciudad y levantado entre los años 953 y 957 frente al Jardín Alto, tenemos el Salón de Abd al-Rahman III, también llamado Salón Rico, Salón Oriental, o Salón del Trono. Con unas medidas de aproximadamente 38,60 x 28,13 x 12,51 metros, se trata de uno de los grandes salones destinados a las recepciones políticas llevadas a cabo por el califa.
Su planta es basilical y está formado por tres naves paralelas, separadas por arquerías, y un pórtico de seis arcos que da al jardín, en el que se situaban los estanques. A los lados, hay varias habitaciones longitudinales en cuyos extremos se disponen unas salas de forma cuadrada. Pero lo que más llamará la atención es la magnífica decoración, realizada con placas de piedra labrada fijadas a los muros interiores y a la fachada que mira al jardín.
A día de hoy y en el momento de publicar este reportaje (agosto de 2012), el Salón de Abd al-Rahman III se encuentra en fase de reconstrucción y restauración.
Al Este del Salón y frente al Jardín Alto, se sitúan unas estancias que se han venido a llamar Habitaciones anejas al Salón de Abd al-Rahman III. Este conjunto se limitaba al ámbito residencial utilizado exclusivamente por el califa y estaba dividido en dos partes unidas por el Patio de la Pila. En la zona ubicada en el Oeste, había un pequeño patio central, alrededor del cual se organizaban varias estancias y una letrina que comunicaban con el jardín a través de un corredor, o pasillo. En la zona del Este, se encontraba el Baño privado, del que hablaremos a continuación. Como dato a señalar, destaca el uso de mármoles para los suelos del conjunto, considerándoselas así como estancias nobles.
El Patio de la Pila se sitúa en el centro de las Habitaciones anejas al Salón de Abd al-Rahman III. Es de planta cuadrangular, con unas dimensiones de 5,83 x 7,04 metros y el nombre lo toma de la pila con que cuenta la fuente existente en su centro. Su enlosado es de mármol blanco y está rodeado por un corredor que lo recorre de forma perimetral28. En cada una de sus cuatro paredes existe una puerta que lo comunica con alguna de las dependencias que lo rodean. En su parte Oeste, son varias las dependencias, entre ellas una letrina, y en el Este se encuentra un pequeño baño. En la pared Norte, existe una hornacina con forma de arco de herradura en donde se puede enmarcar la fuente central.
Esta pila es de mármol blanco y se cree que fue reutilizada de una construcción anterior a la de ciudad palaciega de Medina Azahara. Su decoración está formada por cuadrados en cuyo interior aparecen palmetas de estilizadas formas.
El Baño Unipersonal situado al Este del Salón de Abd al-Rahman III, matiene el lujo de los materiales usados en las Habitaciones anejas al Salón de Abd al-Rahman III, destacando la decoración de la Sala caliente con sus labrados tableros29 de mármol. Su planta es la característica en los baños andalusíes, estando formada por tres estancias situadas una a continuación de la otra. Se comienza en la Sala Fría, también utilizada como vestuario; se continúa por la Sala templada, y finalmente, se llega hasta la Sala Caliente, la única que dispone de pila para el baño. Ésta última se sitúa al lado de la estancia que contiene el horno para así aprovecha mejor el calor que despide éste.
El Jardín Alto se encuentra situado al Sur del Salón de Abd al-Rahman III, delante de su fachada principal, sobre una terraza sostenida por contrafuertes. Su planta es del tipo de crucero, en el cual dos andenes30 se cruzan en el centro en forma de cruz, dividiéndolo en cuatro arriates31 situados a una inferior altura, rehundidos con respecto a dichos caminos. Otro andén lo recorre perimetralmente para permitir la comunicación a todos sus puntos. En el centro, donde deberían cruzarse los dos andenes que lo recorren de Norte a Sur y de Oeste a Este, están los restos de un Pabellón alrededor del cual existen cuatro albercas, situadas cada una en un punto cardinal. De ellas partían las acequias34 destinadas al riego del jardín que seguían un trazado paralelo al de los andenes. La situada al Norte es notablemente mayor y su colocación permite el reflejo en sus aguas del Salón de Abd al-Rahman III. Un reflejo que igualmente puede obtenerse del Pabellón antes citado, al tener la misma planta que este salón (tres naves y pórtico) y la misma lujosa decoración (fustes32 rojos y negros, capiteles en mármol blanco y los muros cubiertos de placas labradas).
Este jardín y el Jardín Bajo son los más antiguos de la Península y aunque su actual vegetación no corresponde con la original, sí se han encontrado granos de polen que nos informan de la anterior existencia en ellos de árboles frutales, flores y arrayán, así como de plantas aromáticas, ornamentales, o usadas como condimentos en las comidas (albahaca, hierbabuena, orégano, romero, tomillo, etc.).
Al recorrerlos, veremos en su interior, armados con una infinita paciencia, como si de un inacabado puzzle gigante se tratase, los miles de trozos en que se han convertido los preciados paneles decorativos que un día cubrieron las paredes de estos palaciegos edificios.
La Muralla Occidental del Jardín Alto es más un contrafuerte de la enorme terraza artificial sobre la que se asienta dicho jardín que un elemento defensivo. Sirve además como frontera entre los jardines Alto y Bajo, situados al Este y Oeste, respectivamente, de ella. Sus dimensiones son de 134,36 metros de longitud en sentido Norte-Sur; 4,05 metros de grosor en aquel lugar donde tiene una torre adosada; y 12,3 metros de alto en su tramo de mayor altura.
La muralla tiene los sillares colocados a soga y tizón35 y las torres cuadrangulares se encuentran adosadas a la muralla con una separación constante entre ellas. Destaca la situada en el centro, cuadrada, se cree que maciza y con una alberca de reducidas dimensiones en la parte inferior de su cara Oeste.
Durante la década de los años 60 del pasado siglo XX, se aumentó la altura de la muralla hasta levantarse varios metros por encima del Jardín Alto en las cinco torres situadas en su parte Norte, alcanzando la misma altura que dicho jardín en el tramo Sur.
El Camino de Ronda Bajo recorre, delimitándolo, el lateral Norte del Jardín Bajo y se extiende hacia el Oeste por el mismo lateral del Jardín Alto hasta llegar al Salón de Abd al-Rahman III. En origen, servía para comunicar las terrazas superiores del palacio con el nivel inferior de la Medina; sin embargo, al construirse éste último salón dejó de tener dicha utilidad y pasó a ser un camino por el que, desde el Oeste, llegar hasta él.
Esta calle estaba formada por una rampa que se dividía en dos tramos que presentaban un giro de 180º, al igual que la Calle en Rampa. Igualmente se encontraba cubierta por una bóveda de medio cañón36 y estaba dividida en secciones mediante puertas interiores. Es de destacar en ella que es la única vía de comunicación interior de palacio que ha conservado completas algunas de sus bóvedas, lo que la hace un objeto especial de estudio sobre las techumbres de aquellas construcciones.
Las paredes internas tenían una capa de cal y arena sobre la que se dibujaba un falso aparejo a soga y tizón. Además de este ornamento, en algunos de sus puntos también aparecen dibujos de formas geométricas.
El Jardín Bajo se encuentra situado al Oeste del Jardín Alto y aunque aún no ha sido recuperado todo su espacio original, sí se ha podido observar cómo aparecen varias similitudes entre ambos.
En cada jardín aparece un salón situado frente al centro de su lado Norte y a una mayor altura, lo cual les permitía disfrutar de unas vistas excepcionales; en el Jardín Alto, es el conocido como Salón de Abd al-Rahman III y en el Jardín Bajo aún permanece sin excavar. Delante de cada salón existe una gran alberca donde se podían reflejar cada uno de ellos.
La planta de los dos jardines es del mismo tipo de crucero que mencionamos en el artículo del Jardín Alto y quizás la mayor diferencia entre ellos (salvando la desigual altura a que están situados) es que en el Jardín Bajo las acequias se encuentran en los extremos de los caminos que lo atraviesan en cruz, en lugar de en el centro como sucedía en el otro jardín.
Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑
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- Córdoba (X): siglo XIX, el inicio de la modernización de la ciudad
- Córdoba (y XI): siglo XX, Patrimonio de la Humanidad
- Índice de monumentos de Córdoba
- 1 Califa: Título de los príncipes sarracenos que, como sucesores de Mahoma, ejercieron la suprema potestad religiosa y civil en algunos territorios musulmanes. ↑
- 2 Lavatorio: Acción de lavar. ↑
- 3 Sillería: Fábrica hecha de sillares4 asentados unos sobre otros y en hileras. ↑
- 4 Sillar: Cada una de las piedras labradas, por lo común en forma de paralelepípedo rectángulo, que forma parte de una construcción de sillería. ↑
- 5 Cuadrangular: Que tiene o forma cuatro ángulos. No confundir con cuadrado6. ↑
- 6 Cuadrado: Dicho de una figura plana: Cerrada por cuatro líneas rectas iguales que forman otros tantos ángulos rectos. ↑
- 7 Crujía: Espacio entre dos muros de carga. // Tránsito largo de algunos edificios que da acceso a las piezas que hay a los lados. ↑
- 8 Ataurique: Ornamentación árabe de tipo vegetal. ↑
- 9 Alberca: Depósito artificial de agua, con muros de fábrica, para el riego. ↑
- 10 Arco de Herradura: Arco que tiene más de media circunferencia y cuyos arranques11 vuelan tanto como la imposta12. ↑
- 11 Arranque: Principio de un arco o bóveda. ↑
- 12 Imposta: Hilada de sillares algo voladiza, a veces con moldura, sobre la cual va sentado un arco. ↑
- 13 Dovela: Piedra labrada en forma de cuña, para formar arcos o bóvedas, el borde del suelo del alfarje, etc. // Cada una de las superficies de intradós o de trasdós de las piedras de un arco o bóveda. ↑
- 14 Capitel: Remate superior de la columna o de la pilastra, que la corona con forma y ornamentación que varían, según el estilo arquitectónico a que corresponde. ↑
- 15 Acanto: Planta de la familia de las Acantáceas, perenne, herbácea, con hojas anuales, largas, rizadas y espinosas. // Ornato hecho a imitación de las hojas de esta planta, característico del capitel del orden corintio. ↑
- 16 Palmeta: Ornamento utilizado en arquitectura similar al de las hojas de acanto. ↑
- 17 Alfiz: Recuadro del arco árabe, que envuelve las albanegas18 y arranca, bien desde las impostas, bien desde el suelo. ↑
- 18 Albanega: Enjuta19 de arco de forma triangular. ↑
- 19: Triángulo o espacio que deja en un cuadrado el círculo inscrito en él. // Triángulo curvilíneo de los varios que forman el anillo de la cúpula. ↑
- 20 Planta basilical: Las iglesias de planta basilical tienen una nave principal rectangular separada mediante columnas de las otras naves laterales. Las de cruz latina se componen básicamente de dos naves rectangulares, una más pequeña que la otra, que se cruzan formando una cruz. ↑
- 21 Alcoba: Dormitorio. ↑
- 22 Poyete: Banco de piedra. ↑
- 23 Arco escarzano: El que es menor que la semicircunferencia del mismo radio. ↑
- 24 Qibla: Dirección que apunta hacia La Meca y a la cual los musulmanes deben dirigir sus rezos. ↑
- 25 Mihrab: En las mezquitas, nicho u hornacina que señala el sitio adonde han de mirar quienes oran. ↑
- 26 Alminar: Torre de las mezquitas, por lo común elevada y poco gruesa, desde cuya altura convoca el almuédano27 a los mahometanos en las horas de oración. ↑
- 27 Almuédano: Musulmán que desde el alminar convoca en voz alta al pueblo para que acuda a la oración. ↑
- 28 Perimetro: Contorno de una superficie. ↑
- 29 Tablero: Plano resaltado, liso o con molduras, para ornato de algunas partes del edificio. ↑
- 30 Andén: Corredor o sitio destinado para andar. ↑
- 31 Arriate: Era estrecha y dispuesta para tener plantas de adorno junto a las paredes de los jardines y patios. ↑
- 32 Acequia: Zanja o canal por donde se conducen las aguas para regar y para otros fines. ↑
- 33 Fuste: Parte de la columna que media entre el capitel y la basa34. ↑
- 34 Basa: Pieza inferior de la columna en todos los órdenes arquitectónicos excepto en el dórico. ↑
- 35 A soga y tizón: En una edificación, construir "a soga" es disponer los sillares horizontalmente por su lado más largo para levantar una pared, mientras que "a tizón" es hacerlo por su lado más corto. De este modo, "a soga y tizón" es una combinación en la que los bloques se van alternando uno por el lado más largo y el otro por el más corto. Fue muy usado en la arquitectura hispano-musulmana. ↑
- 36 Bóveda de medio cañón: También llamada "bóveda de cañón". Es aquella bóveda de superficie generalmente semicilíndrica que cubre el espacio comprendido entre dos muros paralelos. ↑
HORARIOS DE APERTURA/VISITA:
LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:
VUELOS: Córdoba cuenta con un aeropuerto, situado a 6 kilómetros de la ciudad, para el tráfico nacional e internacional en el que pueden operar aeronaves de hasta 80 plazas.
TREN: La ciudad está situada en medio de la línea de alta velocidad que une Madrid con Sevilla, contando con varios viajes en ambos sentidos a lo largo del día. Además, tiene comunicación con Málaga, Cádiz y Huelva. En el Sur de la provincia, hay otra línea de ferrocarril que la une con Jaén y Linares.
METRO:
AUTOBÚS: De la Estación Sur de Madrid salen varios viajes diarios con destino Córdoba y al igual en sentido contrario.
COCHE: La atraviesan la carretera radial IV que une Madrid con Cádiz y la carretera Nacional que une Badajoz con Granada. Además hay otras carreteras nacionales que permiten su comunicación con Málaga y la Costa del Sol al Sur, con Jaén al Este y con Puertollano y Ciudad Real al Norte.
BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- Conjunto arqueológico Madina al-Zahra.
- LAAC. Laboratorio de Arqueología y Arquitectura de la Ciudad
- Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba
- Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
- Ayuntamiento de Córdoba
- Centro Virtual Cervantes. El jardín andalusí.
- ArqueoCórdoba
- DRAE