Miércoles, 02 de octubre de 2012
Cierto es que Córdoba tiene muchos rincones en los que disfrutar, especialmente si nos dedicamos a recorrer el casco histórico. A cada paso, el viajero puede encontrar lugares de interés en los que detenerse a conocer su historia, algo que también ocurre con los varios museos con que cuenta la ciudad, a cada cual más interesante. Pero sin duda, hay uno que hará las delicias de los amantes de esa belleza que guarda la artesanía, más aún si con ella se recuperan antiguas técnicas artísticas y decorativas. Nos referimos a la Casa-Museo de Arte sobre Piel, dedicada a los guadamecíes1 omeyas2 y que acoge, en su exposición permanente, la obra del artista cordobés Ramón García Romero, quien ha recuperado en sus más de cincuenta años de trabajo esta antigua técnica de arte suntuario3 original de la Córdoba del siglo X, en la época del Califato.
Dividido en cinco salas y un patio, a lo largo de nuestra visita podremos contemplar toda una serie de coloridos cuadros y otros objetos trabajados en piel, material común de la mayoría de las piezas que se exponen en el Museo. Así, además de los ya mencionados guadamecíes, también veremos una serie de cordobanes4 igualmente realizados por García Romero.
Antes de adentrarnos en la Casa-Museo, cabe mencionar que ésta se encuentra instalada en un edificio catalogado por el Ayuntamiento que data del siglo XIX. En el año 1974, el que fuera su dueño por entonces se encargó de restaurarlo debido al mal estado en que se encontraba. Más adelante, en 1995, lo adquiere el artista Ramón García Romero, su actual propietario, quien restaura de nuevo el inmueble y emplaza en él su magnífico trabajo, obra que hoy contemplamos desde que el Museo fuera inaugurado en el año 2006.
Localización: Plaza Agrupación de las Cofradías, 2. 14003 Córdoba.
Atravesaremos la zona de recepción y comenzaremos nuestra visita por la Sala I - El Guadamecí Califal. En ella, podremos acercarnos de manera general a las técnicas más puras utilizadas por los omeyas para trabajar el cuero, como la incisión (parecido a los grabados, con hendiduras sobre la piel), o el punteado (haciendo incisiones y puntos con un martillo y un punzón).
De este modo, en esta sala contemplaremos diversos paneles en los que tendremos un ejemplo de los temas más usados en estos trabajos, como pueden ser las formas geométricas que se repiten a lo largo de toda una obra, o los motivos vegetales y de animales, especialmente las aves, que podemos ver en las fotografías. También hay varias arquetas en las que estos temas vuelven a ser reproducidos. Cada una de las obras va acompañada de un pequeño cartel en el que se nos explica brevemente la técnica usada y los materiales empleados.
Saldremos de aquí e iremos a la Sala II - La Cerámica en el Guadamecí. Aquí, García Romero nos muestra unas obras en las que el motivo principal son los objetos de cerámica, como pueden ser jarras, platos u otras vasijas. Rememora, de esta forma, las cerámicas árabes y, como si de bodegones5 se tratara, el artista ha plasmado estas composiciones en cuero, dotándolas del brillo dorado y plateado y dándoles vida con los colores.
Así, podremos ver cómo los objetos principales se sitúan en un contexto pintado al óleo, quedando el conjunto encuadrado por marcos que también son guadamecíes y que representan motivos geométricos y/o vegetales. Además, podremos ver una nueva arqueta y una hornacina, ambas con mosaicos de cerámica.
Terminamos aquí y, para continuar, atravesaremos el Patio de la casa, en el que se han instalado algunas piezas arqueológicas como son restos de columnas y de cornisas, así como una fuente en la que un surtidor sale de la boca de una figura humana adosada en la pared; el agua que brota de él cae directamente en una pequeña pileta en la que se aprecia, en relieve, una cara igualmente de apariencia humana.
Seguimos recorriendo el Museo y llegaremos a la Sala III - Técnicas, donde veremos, como su propio nombre indica, alguna de las técnicas más utilizadas en la elaboración de los guadamecíes y que comentamos aquí de manera breve:
- Repujado: el relieve se consigue mediante presión o golpes sobre el reverso del cuero, de manera que, al darle la vuelta, quede visible el motivo principal de la obra.
- Rebajado: la técnica es la misma que la del repujado, con la diferencia de que la presión se hace sobre el anverso del cuero, de tal modo que la figura a representar quede, en cierto modo, "hundida" en la piel.
- Incisado: como mencionábamos más arriba, es una técnica similar a la de los grabados, realizándose hendiduras en la piel trabajada.
- Mosaico: El trabajo final está compuesto de varias piezas de cuero (generalmente) que, combinadas entre sí, repiten un mismo motivo.
No mencionamos aquí todas las técnicas, pero sí algunas de las más conocidas y usadas.
Además, también tendremos la oportunidad de conocer los tipos de ornamentación más empleados. Entre ellos, está el plateado y el dorado de las obras, que se consigue aplicando finas láminas en el motivo a cubrir. Otra forma de adornar el trabajo es mediante la técnica del tachonado, consistente en utilizar varias tachuelas metálicas sobre la piel. En cuanto al tema de los colores, lo veremos en la siguiente sala.
Todas estas técnicas las podremos distinguir en las obras que cuelgan de las paredes, así como en varias arquetas. Cada una conlleva la utilización de varios métodos que dan lugar a las maravillosas obras que iremos viendo a lo largo de nuestra visita al Museo.
Continuamos con la Sala IV - Entre Columnas. El cometido de este espacio es el de mostrarnos los instrumentos que se utilizan para la elaboración de cada uno de los trabajos. Así, veremos cómo cada técnica de las anteriormente vistas necesita de una herramienta concreta. En la vitrina que vemos al fondo de la fotografía, podremos observar algunas de las obras del artista, mientras que más abajo distinguiremos los instrumentos que hemos mencionado: punzones, martillos, pinceles, así como los pigmentos necesarios para la elaboración de los colores que adornarán los guadamecíes. Por último, en la vitrina también veremos, abajo del todo, algunas piezas arqueológicas.
Antes de abandonar esta sala, nos detendremos en una de las piezas más especiales del Museo: su libro de firmas, aquel que es entregado a las personalidades de importancia que acudan al Museo. Éste constituye un ejemplo de cómo es necesario emplear varias técnicas para la realización de cada obra. En este caso, se ha utilizado cuero incisado, modelado y repujado. Además, los cuatro remates metálicos, colocados uno en cada esquina, tienen el fin de servir de apoyo, impidiendo que al abrir el libro se estropee la cubierta.
Y así llegaremos a la última estancia del Museo, la Sala V - La Figura en el Guadamecí, en la que veremos dos temas principales.
Por un lado, el uso de los guadamecíes como elementos decorativos en los espacios religiosos. Las primeras noticias de dicha utilización la encontramos a mediados del siglo XIII a través de un frontal colocado en un altar.
A partir de entonces, estas obras serían utilizadas en este ámbito en retablos, relicarios6, retratos, etc. Este uso religioso lo ha plasmado García Romero en las obras que se exponen en esta sala.
Por otro lado, el segundo tema de la sala son las figuras como elemento principal de los guadamecíes. Así, veremos cuadros en los que se representan figuras religiosas tales como la Virgen, o un magnífico San Rafael, patrón de Córdoba. En otra, podremos contemplar cómo un guadamecí es el que sirve de fondo a un Cristo de marfil. Además, en la sala también hay expuestos diversos restos arqueológicos, así como algunas piezas escultóricas religiosas.
Antes de salir, el visitante no podrá pasar por alto la puerta por la que hemos accedido a esta última sala del Museo, pues está elaborada en madera y cuero. Así, vemos aquí un uso más de los guadamecíes y del gran trabajo de recuperación que ha hecho Ramón García Romero para disfrute de todo el que quiera acercarse hasta esta Casa-Museo.
Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑
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- Conjunto Arqueológico de Madinat al-Zahra
- 1 Guadamecí: Cuero adobado y adornado con dibujos de pintura o relieve. ↑
- 2 Omeya: Se dice de cada uno de los miembros de la dinastía que rigió en Damasco el primer califato árabe y posteriormente el emirato y califato de Córdoba. ↑
- 3 Suntuario: Perteneciente o relativo al lujo. ↑
- 4 Cordobán: Piel curtida de macho cabrío o de cabra. ↑
- 5 Bodegón: Composición pictórica que expone como tema principal frutas, verdura, caza, pesca, otras viandas y objetos domésticos diversos. // Género pictórico formado por este tipo de obras. ↑
- 6 Relicario: Lugar donde están guardadas las reliquias. // Caja o estuche comúnmente precioso para custodiar reliquias. ↑
HORARIOS DE APERTURA/VISITA:
LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:
VUELOS: Córdoba cuenta con un aeropuerto, situado a 6 kilómetros de la ciudad, para el tráfico nacional e internacional en el que pueden operar aeronaves de hasta 80 plazas.
TREN: La ciudad está situada en medio de la línea de alta velocidad que une Madrid con Sevilla, contando con varios viajes en ambos sentidos a lo largo del día. Además, tiene comunicación con Málaga, Cádiz y Huelva. En el Sur de la provincia, hay otra línea de ferrocarril que la une con Jaén y Linares.
METRO:
AUTOBÚS: De la Estación Sur de Madrid salen varios viajes diarios con destino Córdoba y al igual en sentido contrario.
COCHE: La atraviesan la carretera radial IV que une Madrid con Cádiz y la carretera Nacional que une Badajoz con Granada. Además hay otras carreteras nacionales que permiten su comunicación con Málaga y la Costa del Sol al Sur, con Jaén al Este y con Puertollano y Ciudad Real al Norte.
BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- Casa- Museo de Arte sobre Piel
- DRAE