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Andalucía

La Catedral - Mezquita de Córdoba (III): la ampliación de Abd al-Rahman II


Ampliación de Abd al-Rahman II


La ampliación de Abd al-Rahman II, o primera ampliación de la Mezquita Aljama1 de Córdoba, fue realizada entre los años 833 y 855 debido al incremento de población habido en Córdoba durante el mandato de este emir que hizo que se quedara pequeño el recinto original de la Mezquita. Durante este emirato, la capital cordobesa vivió una etapa de gran esplendor cultural y artístico que, a su vez, se vio reflejado en el gran auge económico que experimentó la sociedad cordobesa.

La ampliación consistió en una prolongación del edificio hacia el Sur, acercándose al río Guadalquivir, mediante la adición de ocho nuevos tramos a cada una de sus once naves que prolongaban su longitud en veinticuatro metros.

Catedral - Mezquita de Córdoba, Plano de la Ampliación de Abd al-Rahman II

Plano de la Ampliación de Abd al-Rahman II.

Para dichas obras, fue necesario derribar el primer mihrab2 de la Mezquita y el muro de la quibla3. En el nuevo espacio se añadieron setenta nuevas columnas carentes de basa4, procedentes tanto éstas como los capiteles de anteriores construcciones cordobesas, de igual manera a como se había hecho durante la primera construcción de la Mezquita. Algunas de estas columnas tienen fustes de estrías helicoidades5 y otros acanalados, habiéndose construido específicamente para esta ampliación dieciséis nuevos capiteles, realizados en estilo corintio6 trabajado con trépano12. Cuatro de ellos podemos verlos sosteniendo el arco del mihrab de al-Hakam II.

Catedral - Mezquita de Córdoba, Ampliación de Abd al-Rahman II

Ampliación de Abd al-Rahman II.

Durante estas obras, se construyen unos modillones más sencillos, al estilo de los existentes en las naves laterales de la construcción original. Se reutilizaron diecisiete cimacios13 procedentes de la Basílica de San Vicente. Otra labor llevada a cabo fue la ampliación de las azaquifas, o portales de las mujeres.

En la foto, vemos ocho arcos situados en los nuevos tramos correspondientes a la primera ampliación. Al fondo, vemos el antecoro del crucero catedralicio y, a la izquierda, un pilar más grueso de los que se sirvieron para unir la primera Mezquita y ésta ampliación.

Catedral - Mezquita de Córdoba, Columnas del antiguo mihrab de Abd al-Rahman II reutilizadas en el de al-Hakam II

Columnas del antiguo mihrab de Abd al-Rahman II reutilizadas en el de al-Hakam II.


Tras la construcción de otras dos nuevas ampliaciones y del crucero de la Santa Iglesia Catedral, para lo que hubo que derribar más de la mitad de esta fábrica, ha sido de ella de la que menos ha llegado hasta nuestros días. El edificio ha quedado delimitado al Norte por la Mezquita original; al Sur, por la ampliación de al-Hakam II; y al Este, por la ampliación de Almanzor, de tal forma que sólo su muro Oeste ha quedado como límite exterior.


Aunque el mihrab de Abd al-Rahman II fue destruido durante la segunda ampliación de al-Hakam II, las dobles columnitas de las jambas fueron reutilizadas en el mihrab de esta última ampliación, el cual lo podemos ver en la fotografía adjunta a estas líneas.


Localización: Ocupa una manzana entre las calles del Cardenal Herrero, de Torrijos, del Corregidor Luis de la Cerda y del Magistral González Francés. Calle del Cardenal Herrero, 1. 14003 Córdoba.



Capillas y altares en la ampliación de Abd al-Rahman II


Cuando la Mezquita pasó a ser templo cristiano, se instalaron en ella una serie de manifestaciones cristianas en forma de capillas y altares, si bien a nuestros días no han llegado todas las que se construyeron. Veremos, a continuación, las capillas que han resistido el paso del tiempo y que aún podemos ver en la hoy Catedral de Córdoba, estando situadas en el muro Oeste.

Catedral - Mezquita de Córdoba, Capilla de San Antón

Capilla de San Antón.

La primera de ellas es la Capilla de San Antón, o de San Antonio Abad, santo anacoreta14 egipcio nacido en el año 251 y fallecido en 356 a la edad de 105 años. Considerado protector contra la lepra y la epilepsia, así como contra las epidemias de peste que asolaban España en la Edad Media, San Antonio Abad llegó a tener por entonces una gran devoción entre los cordobeses.

Fue fundada por Don Ruy Fernández de Córdoba, primer Señor de Aguilar y hermano de Don Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como "el Gran Capitán". Según el historiador Luis María Ramírez de las Casas Deza, sus patronos fueron los marqueses de Villaseca, en su condición de señores de Belmonte, y en ella están enterrados el trágicamente célebre veinticuatro15 Don Fernán Alfonso de Córdoba, primer Señor de Belmonte, y su segunda esposa, Doña Constanza de Baeza y Haro.

En el interior de la capilla, podemos ver un retablo en madera dorada y datado a comienzos del siglo XVIII en el cual, en la hornacina central, se acoge una talla del santo titular también del XVIII.


Catedral - Mezquita de Córdoba, Capilla de la Santísima Trinidad

Capilla de la Santísima Trinidad.

La siguiente es la Capilla de la Santísima Trinidad, fundada a comienzos del siglo XV, aunque el nombre actual está documentado a partir del año 1741, en un plano de la planta de la Catedral. En su interior, un lienzo que representa la Santísima Trinidad preside el retablo; se trata de una obra de José Saló Junquet, artista catalán que fue director del Museo de Bellas Artes de Córdoba, la cual fue aquí instalada en el año 1864, sustituyendo a un primer relieve de la misma temática. El cuadro, enmarcado en un gran óvalo de madera dorada, se encuentra colocado en el centro del retablo y sobre un manto sujeto en la parte superior por unos ángeles. La parte superior del conjunto está rematada con un frontón16 triangular.

En el suelo, hay una lápida cuya inscripción nos recuerda que los patrones de la capilla son, entre otros, los señores Aguayo y Manrique, y que en su bóveda yacen los restos de Juan de Dios de San Antonino, Hermano Mayor del Desierto y de las Ermitas de Nuestra Señora de Belén y cuyo verdadero nombre era Don Juan de Dios Aguayo y Manrique, Marqués de Santaella y Señor de Villaverde y los Galapagares. Así, en la lápida se nos cuenta la vida de soledad y austeridad a la que se retiró.


Catedral - Mezquita de Córdoba, Capilla de San Acacio y Compañeros y Once Mil Vírgenes

Capilla de San Acacio y Compañeros y Once Mil Vírgenes.

Continuamos y nos detenemos frente a la Capilla de San Acacio y Compañeros y Once Mil Vírgenes. Fue fundada a finales del siglo XIV o comienzos del XV por el entonces obispo Don Fernando González Deza; fallecido en el año 1425, fue sepultado en esta capilla, donde también se encuentran los restos de sus padres, Don Juan González Deza y Doña María Alfonso de Biedma.

De planta rectangular y cubierta semiesférica con adornos de yesería, en su interior podemos ver un retablo de madera dorada fechado en el año 1714 y obra de Teodosio Sánchez de Rueda. En el centro, hay una escultura del titular de la capilla bajo la cual vemos una hornacina que alberga un Ecce Homo17 procedente de Roma y que por su apariencia le ha dado al recinto el sobrenombre de Capilla de la Sangre; ambas figuras son de autoría anónima. Parte de los lienzos que completan el retablo son atribuidos al pintor y músico Juan Pompeyo. A la izquierda, está representada la Anunciación; a la derecha, la Visitación; y arriba, San Pedro y San Pablo. En la parte superior, vemos en el centro a la Inmaculada, a cuyos lados están las imágenes de San Juan de Dios y de Santa Catalina.


Catedral - Mezquita de Córdoba, Capilla de San Miguel

Capilla de San Miguel.

A continuación, pasamos a un espacio abierto que se corresponde con el lugar en el que estaba la antigua Capilla de San Miguel, situada al lado de la Puerta de San Miguel.

En la actualidad, la capilla ha desaparecido y de ella sólo se ha conservado el lienzo que vemos en la fotografía; se trata de una obra del siglo XVIII atribuida al ya mencionado artista Juan Pompeyo y en ella está representado el Arcángel San Miguel.


Catedral - Mezquita de Córdoba, Altar de Nuestra Señora del Pilar

Altar de Nuestra Señora del Pilar.

Como ya comentamos, además de capillas también podemos encontrar algunos altares en esta ampliación de la Mezquita. Uno de ellos es el Altar de Nuestra Señora del Pilar, fundado el 17 de mayo de 1345 y compuesto por un retablo realizado en madera dorada en el año 1742 de la mano de Juan Fernández del Río. El gran óvalo presenta una profusa decoración de hojarasca entre la que podemos ver algunas cabezas de ángeles. Éste enmarca una representación del apóstol Santiago de rodillas frente a la Virgen, tras los cuales se extiende un paisaje de la ciudad de Zaragoza. En los dos óvalos que hay en la parte superior, se indican las indulgencias para quienes recen en este lugar.

Frente al altar, están enterrados los obispos Don Miguel Vicente Cebrián y Agustín y Don Baltasar de Yusta y Navarro.

En tiempos de Enrique II, se dotó este altar con una capellanía18. El motivo estuvo condicionado por una desgracia. Siendo obispo Don Alonso de Vargas, en el año 1374, apareció apuñalado en una calle de Córdoba el arcediano19 Don Alfonso. Los rumores apuntaron a que la orden de asesinato salió del propio monarca, unos rumores que, al parecer, tuvieron su origen en Don Antón Martín, el deán21 de la Catedral. Al enterarse de ello el rey, éste dio la orden de que el deán fuera ejecutado. Tanto el obispo como el cabildo catedralicio creyeron que este castigo era desmedido, así que dieron noticia de ello al Papa Gregorio XI, quien ordenó al monarca que fundara la mencionada capellanía para que, cada día, se diera en ella una misa por las almas del arcediano y del deán. La asignación de la capellanía al Altar de Nuestra Señora del Pilar se llevó a cabo el 23 de septiembre de 1375, nombrándose un capellán y dotándola con 1.000 maravedíes23. Poco después, esta remuneración desapareció; restablecida años más tarde, fue suprimida definitivamente reinando Enrique IV.


Catedral - Mezquita de Córdoba, Altar de la Virgen de la O

Altar de la Virgen de la O.

Finalmente, veremos el Altar de la Virgen de la O, o de Nuestra Señora del Sol, fundado en el siglo XV. Se trata de un nicho 24 de estilo barroco realizado en madera dorada; con forma de arco de medio punto, está rematado por un recargado dosel25. En el centro, alberga la imagen de la Virgen, vestida con un manto de bordes de oro y cubierto de flores de lis; en el centro, vemos la figura de un resplandeciente Sol con el Niño. Bajo ella, hay otra pintura.

El conjunto está protegido con una verja de hierro que se apoya en un escalón de mármol negro y que en su parte superior la recorren varios candelabros.



* * *

Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑


AGRADECIMIENTOS

Desde "una Ventana desde Madrid (uVdM)" queremos agradecer toda la ayuda y la atención prestada por el Cabildo Catedralicio de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, así como al personal que trabaja en sus dependencias.


Abd al-Rahman II


Abd al-Rahman II fue el cuarto emir independiente de al-Andalus y el único no nacido en Córdoba, ya que su nacimiento ocurrió en Toledo, la antigua capital visigoda, en el año 792. Accedió al trono de sus antepasados en el año 822, el cual ocupó hasta el momento de su muerte, sucedida en el año 852 en la ciudad de Córdoba. Aunque su madre, Halawa, no era una de las esposas de al-Hakam I, sino su concubina26 favorita, su acceso al poder no suscitó ningún tipo de problema gracias a la preocupación tomada por su padre, quien, al sentirse enfermo, lo designó como heredero en una ceremonia celebrada quince días antes de su muerte.

Aunque su reinado trascurrió con bastante tranquilidad dentro de sus fronteras, debió hacer frente a las rebeliones de Mérida, en el año 828; de Toledo, en el año 829; y de Tudela, en el año 842, todas ellas sofocadas con bastante facilidad.

En el año 844, sufrió una invasión de normandos quienes, tras ocupar y saquear varias ciudades andalusíes, entre ellas Sevilla, fueron derrotados y aniquilados, quedando un escaso número de supervivientes que se convirtieron a la fe islámica.

En el año 850, se sucedieron en Córdoba diversos actos de exaltación religiosa de los mozárabes (cristianos que vivían en territorio de al-Andalus) tras la condena a muerte y decapitación de Perfecto, un sacerdote cristiano acusado de insultar a Mahoma y que se negó a retractarse de sus palabras. Algunos cristianos continuaron con sus actos hasta después de la muerte del soberano, a pesar de la ejecución de varios de aquellos y de que el emir ordenó a los mozárabes la convocatoria de un concilio28 al que acudieron todos los obispos de al-Andalus y en el que, exceptuando a Saúl, obispo cordobés, se desautorizó la actuación de los mártires cristianos.

En cuanto a sus relaciones con los reinos cristianos, las aceifas (operaciones militares en los territorios cristianos realizadas en verano) continuaron durante su reinado: llegó a arrasar las comarcas de Álava; logró poner en fuga en al menos una ocasión a las espléndidas tropas de Alfonso II; invadió Galicia; conquistó León, a la que destrozó sus murallas; y atravesó Cataluña hasta llegar a la Cerdaña y asediar Narbona.

En el momento de su muerte, dejaba tras de sí un emirato fuerte y cohesionado en el que había fomentado la agricultura, las artes, las ciencias y la industria, habiendo embellecido la ciudad de Córdoba, la cual se había convertido en un centro cultural de primer orden.


La venganza del veinticuatro


La historia que aquí contamos no es una leyenda, aunque los hechos sean tan trágicos que así lo parezcan. Don Fernán Alfonso de Córdoba, veinticuatro de la ciudad y muy amigo del rey Juan II, lo que le proporcionaba una posición distinguida dentro de la Corte de Castilla, estaba casado con Doña Beatriz de Hinestrosa, quien destacaba por su belleza. Sin embargo y a pesar del amor que había entre ellos, la felicidad no era completa, pues tras varios intentos no habían conseguido tener hijos. Por ello, Don Fernán decidió dejar la Corte y trasladarse a Córdoba junto a su esposa. Antes de marchar, el monarca le regaló un hermoso anillo que él entregó a su mujer.

Días después de instalarse en la ciudad, fueron a visitarles sus primos, los comendadores29 Don Fernando y Don Jorge de Córdoba, siendo recibidos con fiestas que la propia Doña Beatriz se encargaba de organizar y presidir, con tan mala fortuna que Don Jorge acabó enamorándose de ella. Coincidió entonces que el veinticuatro tuvo que partir de nuevo a la Corte para entregar al monarca una petición municipal, viéndose obligado a prolongar allí su estancia. Las cartas que recibía de su esposa comenzaron a ser menos frecuentes, a la par que su criado Rodrigo le escribía pidiéndole que regresara cuanto antes. Uno de esos días, tuvo la visita de su primo Don Jorge, quien iba a tener audiencia con el rey. Tras estar con él, Don Fernán habló con el monarca, quien le expresó su enfado por el desinterés que había tenido con el preciado regalo que le había hecho tiempo atrás. Ante la extrañeza del veinticuatro, Don Juan le explicó que había visto el anillo en uno de los dedos de Don Jorge.

Así, pidió al monarca permiso para regresar a Córdoba para recuperar su anillo y su honor, permiso que le fue concedido. Cuando llegó a casa, la imagen de su mujer le hizo dudar de que todo lo que sospechaba fuera cierto y consiguió calmar la ira que llevaba. Al día siguiente, al salir al jardín, el criado Rodrigo le contó que Doña Beatriz y Don Jorge eran amantes. Ese día, Don Fernán organizó una falsa cacería con el fin de dejar a su esposa y sus primos a solas. Por la noche, se escondió en el jardín y vio a Doña Beatriz con Don Jorge y a una prima de ella con Don Fernando, todos ellos cenando y bailando. Cuando las dos parejas se retiraron a sus habitaciones, el veinticuatro entró en uno de los cuartos y mató a su esposa y a su amante, yendo después a la otra estancia y asesinando igualmente a la prima de ésta y a Don Fernando.

Tras huir con su criado, el rey Don Juan II tuvo conocimiento de todo lo ocurrido, otorgándole el indulto por tan desgraciados hechos.


La Capilla de la Sangre


Cuenta la leyenda que el nombre de Capilla de la Sangre le viene dado por un hecho ocurrido en el año 1482 y con el tesorero de la Catedral Don Pedro Fernández de Alcaudete como protagonista. Se dice de él que su religión era en realidad la judía, algo que practicaba en secreto, y que un día del mencionado año, cuando oficiaba una misa, escondió una hostia consagrada30 en su zapato para sacarla de la Catedral y luego utilizarla de manera sacrílega31. Sin embargo, no pudo llevar a cabo su cometido ya que en cuanto la escondió, la hostia comenzó a sangrar, dejando un rastro de sangre cerca del altar y en el recorrido que hizo el tesorero.



GLOSARIO

- 1 Aljama: Se llama así a la mezquita mayor de una ciudad.
- 2 Mihrab: En las mezquitas, nicho u hornacina que señala el sitio adonde han de mirar quienes oran.
- 3 Quibla: Alquibla: Punto del horizonte o lugar de la mezquita hacia donde los musulmanes dirigen la vista cuando rezan.
- 4 Basa: Pieza inferior de la columna en todos los órdenes arquitectónicos excepto en el dórico.
- 5 Helicoidal: En figura de hélice.
- 6 Orden Corintio: El que tiene la columna de unos diez módulos o diámetros de altura, el capitel adornado con hojas de acanto y caulículos7, y la cornisa con modillones8.
- 7 Cauliculo: Cada uno de los vástagos que nacen del interior de las hojas que adornan el capitel corintio, y van a enroscarse en los ángulos y medios del ábaco9.
- 8 Modillón: Miembro voladizo sobre el que se asienta una cornisa o alero, o los extremos de un dintel10.
- 9 Ábaco: Parte superior en forma de tablero que corona el capitel.
- 10 Dintel: Parte superior de las puertas, ventanas y otros huecos que carga sobre las jambas11.
- 11 Jamba: Cada una de las dos piezas labradas que, puestas verticalmente en los dos lados de las puertas o ventanas, sostienen el dintel o el arco de ellas.
- 12 Trépano: Instrumento utilizado en escultura para perforar y lograr hendiduras profundas.
- 13 Cimacio: Miembro suelto, con ábaco de gran desarrollo, que va sobre el capitel, con aumento del plano superior de apoyo. Es elemento medieval casi constante y típico.
- 14 Anacoreta: Persona que vive en lugar solitario, entregada enteramente a la contemplación y a la penitencia.
- 15 Veinticuatro: En algunas ciudades de Andalucía, según el antiguo régimen municipal, alcalde o concejal de ayuntamiento.
- 16 Frontón: Remate triangular de una fachada o de un pórtico. Se coloca también encima de puertas y ventanas.
- 17 Ecce Homo: Imagen de Jesucristo como lo presentó Pilatos al pueblo.
- 18 Capellanía: Fundación en la que ciertos bienes quedan sujetos al cumplimiento de misas y otras cargas pías.
- 19 Arcediano: Dignidad en las iglesias catedrales. // En lo antiguo, el primero o principal de los diáconos20. // Juez ordinario que ejercía jurisdicción delegada de la episcopal en determinado territorio, y que más tarde pasó a formar parte del cabildo catedral.
- 20 Diácono: Ministro eclesiástico y de grado segundo en dignidad, inmediato al sacerdocio.
- 21 Deán: Canónigo que preside el cabildo22 de la catedral.
- 22 Cabildo: Cuerpo o comunidad de eclesiásticos capitulares de una iglesia catedral o colegial.
- 23 Maravedí: Moneda española, efectiva unas veces y otras imaginaria, que ha tenido diferentes valores y calificativos.
- 24 Nicho: Concavidad en el espesor de un muro, para colocar en ella una estatua, un jarrón u otra cosa.
- 25 Dosel: Mueble que a cierta altura cubre o resguarda un altar, sitial, lecho, etc., adelantándose en pabellón horizontal y cayendo por detrás a modo de colgadura. // Antepuerta o tapiz.
- 26 Concubina: Mujer que vive en concubinato27.
- 27 Concubinato: Relación marital de un hombre con una mujer sin estar casados.
- 28 Concilio: Junta o congreso de los obispos y otros eclesiásticos de la Iglesia católica, o de parte de ella, para deliberar y decidir sobre las materias de dogmas y de disciplina.
- 29 Comendador: Caballero que tiene encomienda en alguna de las órdenes militares o de caballería.
- 30 Consagrado: Hacer sagrado a alguien o algo. // Dedicar, ofrecer a Dios por culto o voto una persona o cosa.
- 31 Sacrilegio: Lesión o profanación de cosa, persona o lugar sagrados.

DATOS DE INTERES

HORARIOS DE APERTURA/VISITA:

LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:
VUELOS: Córdoba cuenta con un aeropuerto, situado a 6 kilómetros de la ciudad, para el tráfico nacional e internacional en el que pueden operar aeronaves de hasta 80 plazas.
TREN: La ciudad está situada en medio de la línea de alta velocidad que une Madrid con Sevilla, contando con varios viajes en ambos sentidos a lo largo del día. Además, tiene comunicación con Málaga, Cádiz y Huelva. En el Sur de la provincia, hay otra línea de ferrocarril que la une con Jaén y Linares.
METRO:
AUTOBÚS: De la Estación Sur de Madrid salen varios viajes diarios con destino Córdoba y al igual en sentido contrario.
COCHE: La atraviesan la carretera radial IV que une Madrid con Cádiz y la carretera Nacional que une Badajoz con Granada. Además hay otras carreteras nacionales que permiten su comunicación con Málaga y la Costa del Sol al Sur, con Jaén al Este y con Puertollano y Ciudad Real al Norte.

BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- María Dolores Baena Alcántara: "Guía de la Mezquita - Catedral de Córdoba"; Ediciones El Almendro; ISBN: 84-8005-092-6; Depósito Legal: MA-1084/2006.
- Miguel Sobrino: "Catedrales"; Editorial La Esfera de los Libros, S.L.; ISBN: 978-84-9734-868-3; Depósito Legal: M.41.118-2010.
- Miguel Salcedo Hierro: "La Mezquita, Catedral de Córdoba: Templo universal, cumbre de arte, vivero de historias y leyendas". Obra Social y Cultural de Cajasur, 2000; ISBN: 84-7959-340-7; Depósito Legal: CO 601-2000.
- María de los Ángeles Jordano Barbudo: Tesis Doctoral "Arquitectura medieval cristiana de Córdoba". Universidad Complutense de Madrid. Año 1992.
- Pascual Madoz: "Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico (Córdoba)"; AMBITO EDICIONES, S.A.; ISBN: 84-86074-86-2; Depósito Legal: VA.316-1987.
- Web oficial de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba
- Centro Virtual Cervantes - Mezquita de Córdoba
- Artencórdoba
- DRAE

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