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una Ventana desde Madrid

Castilla y León

Segovia: La Cueva de Santo Domingo de Guzmán

Introducción



A finales de 1217, llegan a Segovia los primeros Frailes Predicadores (dominicos). Los motivos por los cuales la eligieron como una de las primeras ciudades españolas para establecerse, junto a Madrid y Guadalajara, siguen siendo desconocidos. Sólo cabe pensar que, dado que la labor de estos frailes es el apostolado, nada mejor para comenzar que los mercados y lugares de trabajo existentes en una ciudad famosa entonces por la calidad de sus lanas y por la fabricación de paños. Además, el lugar escogido para su convento, en las márgenes del río Eresma, al Norte de la ciudad, estaba muy poblado. Otro posible motivo que también se baraja es la existencia en Segovia de un monasterio de canónigos premostratenses de San Norberto, fundado por monjes procedentes de Santa María de la Vid, con los que Santo Domingo de Guzmán había tenido una estrecha relación durante su etapa como canónigo en Osma. Inicialmente y hasta que pudieran tener un alojamiento propio, se instalaron en una casa cedida por Gaspar González de Contreras, labor por la cual tanto éste como sus descendientes fueron nombrados patronos de la iglesia que había de construirse, con el derecho a ser enterrados en la capilla mayor de la misma.

Finalizando el año 1218, llega el Santo a Segovia, permaneciendo en la localidad hasta febrero de 1219, año en que vuelve a Roma. Aunque inicialmente se alojó también en una vivienda particular, en seguida se traslada hasta la que hoy conocemos como Cueva de Santo Domingo, donde durante las frías noches de invierno castellanas se dedicó a la oración y a la penitencia.

Cueva de Santo Domingo, Techo de la Capilla de los Reyes Católicos

Cueva de Santo Domingo, Techo de la Capilla de los Reyes Católicos.

Cuenta la tradición que durante esas noches en la Cueva, el demonio le hizo pasar las mismas torturas sucedidas durante la Pasión de Cristo: fue azotado en la columna, coronado de espinas, crucificado y muerto hasta que la Virgen, tras bajarlo de la Cruz y recogerlo sobre su regazo, lo resucitó. Todos estos sufrimientos mancharon las paredes con su sangre, una sangre que permaneció licuada hasta al menos el año 1566, como así atestiguaron los monjes que rompieron la entrada de la Cueva en busca de la sangre del Santo y la hallaron tan líquida como si acabara de salir de su cuerpo.

Si las noches para Santo Domingo eran de rezos y sufrimiento, los días lo eran de predicación, logrando la conversión de muchos segovianos, sobre todo tras producirse el famoso "Milagro de la Lluvia". Y es que su estancia en Segovia coincidió con una época de sequía que tenía desanimados a los agricultores. Ante esta situación, Santo Domingo elevó una oración a Dios implorando por la llegada de la lluvia, algo que, al suceder rápidamente, hizo que los segovianos lo consideraran un santo y protector suyo, por lo que colaboraron activamente en la construcción del primer convento, fundado en España, de la Orden de los Frailes Predicadores.

El Santo llegó a Roma tan agradecido a las gentes de Segovia que solicitó del Papa Honorio III que dirigiese a la ciudad una Bula de Gracias, algo que así hizo el Santo Padre con fecha de 23 de marzo de 1219.

El monasterio original se construyó a los pies de la Santa Cueva y cuando los Reyes Católicos ofrecieron a los dominicos construirle otro mayor en el centro de la ciudad, éstos declinaron la oferta, solicitando que se hiciera sobre el que ya tenían. Así, se construyó el magnífico Convento de Santa Cruz la Real, que acoge en la actualidad la Universidad SEK de Segovia. Los Reyes Católicos, como señal de respeto, construyeron la Capilla de los Reyes Católicos, adosada a la Cueva.

Durante unas excavaciones arqueológicas sucedidas en 1909, aparecieron los restos del primer monasterio, de estilo románico, fabricado en la misma época, o algo posterior, a la estancia de Santo Domingo en Segovia. En esta construcción, se había utilizado la Santa Cueva como cripta y relicario de la sangre de Santo Domingo.

Durante mucho tiempo, la Cueva fue un lugar de peregrinaje y aunque la desamortización1 del siglo XIX significó un duro golpe tanto para el monasterio como para la Cueva, los dominicos han logrado continuar con la titularidad y el cuidado de la misma.


La Cueva de Santo Domingo de Guzmán



Cueva de Santo Domingo, Puerta de entrada al Jardín

Cueva de Santo Domingo, Puerta de entrada.

Para acceder al conjunto en el que se encuentra la Cueva, atravesaremos primero la puerta situada en el número 12 de la Calle Cardenal Zúñiga, de la que parte un camino empedrado que nos lleva hasta una escalera de granito, al final de la cual está la Puerta que vemos en la fotografía. Esta pequeña entrada, construida en piedra, se encuentra rematada con el escudo de los Reyes Católicos.


Cueva de Santo Domingo, Jardín

Cueva de Santo Domingo, Jardín.

Traspasamos la Puerta y nos da la bienvenida un recoleto Jardín. Este espacio, de planta cuadrada, se ubica entre uno de los muros del antiguo Convento de Santa Cruz y que linda con la Cueva, otra pared revestida de un profuso follaje y un muro con un banco de piedra en el que un mirador nos deja unas hermosas vistas sobre el río Eresma. Cuatro cuartos de césped y árboles en las esquinas forman un cuadrado en el que sendos caminos llevan hasta una cruz de granito situada en el centro y en la que figuran, en los cuatro laterales de su pedestal, el escudo de la Orden Dominica.


Cueva de Santo Domingo, Jardín

Cueva de Santo Domingo, Portada del Santuario.

Al otro lado del Jardín, veremos la Portada del Santuario, protegida por un tejado de madera. Esta bellísima entrada merece toda nuestra atención antes de entrar en el templo. El pórtico, de estilo gótico isabelino2, cuenta, en su parte superior y enmarcado en un arco conopial5, con un medio relieve en cuyo centro está representado Santo Domingo de Guzmán con una cruz cogida con la mano izquierda, mientras que pisa a dos raposas8 (iconografía de la herejía9). Éstas están sujetas por dos perros, símbolo de fidelidad de los guardianes de la Iglesia y el Evangelio. Sus collares llevan escrita la palabra "Inquisitio" y bajo las raposas se puede leer la inscripción "Haeretica Pravitas".

Cueva de Santo Domingo, Detalle de la Portada del Santuario

Cueva de Santo Domingo, Detalle de la Portada del Santuario.

A ambos lados, se encuentran sendos escudos coronados de los Reyes Católicos, en los que están representadas las iniciales de los monarcas Isabel y Fernando. Un brazo sale de cada escudo y sujetan la cruz que porta Santo Domingo, símbolo del apoyo de los reyes a la religión católica y, más concretamente, a la Orden Dominica, la cual se funda para luchar contra la herejía. Además, bajo cada escudo están también presentes los objetos que representan a los Reyes Católicos: por un lado, el yugo y la coyunda10, y por otro, las flechas atadas con una soga. El conjunto escultórico está rodeado por una inscripción de letras góticas que hace referencia a la Inquisición.


Cueva de Santo Domingo, Capilla de los Reyes Católicos

Cueva de Santo Domingo, Capilla de los Reyes Católicos.

Atravesamos la puerta y estaremos en la Capilla de los Reyes Católicos, dependencia que antecede a la Cueva en sí. Construida en piedra, su planta es rectangular, con unas medidas de 9,58 metros por 7,60 metros, y se encuentra cubierta por una bóveda en forma de estrella en estilo ojival, de cuyo centro cuelga una gran lámpara de hierro forjado que da luz a la pequeña estancia.

Cueva de Santo Domingo, Detalle de los Escudos de la Capilla de los Reyes Católicos

Cueva de Santo Domingo, Detalle de los Escudos de la Capilla de los Reyes Católicos.

En cada una de las cuatro esquinas, hay a su vez unas pequeñas bóvedas, mientras que los nervios11 están sostenidos por ménsulas12 en las que están representados, de manera alterna, escudos de los Reyes Católicos, ángeles que sujetan los símbolos de los monarcas del yugo y las flechas, y escudos de los dominicos. Esto refleja, una vez más, el apoyo de los monarcas a dicha orden religiosa.

Cueva de Santo Domingo, Retablo de la Capilla de los Reyes Católicos

Cueva de Santo Domingo, Retablo de la Capilla de los Reyes Católicos.

Presidiendo la capilla hay un retablo barroco realizado en madera policromada que acoge en su centro un Calvario del siglo XVI y de autor desconocido hasta la fecha (enero de 2013). Años atrás, éste se encontraba situado frente a la entrada a la capilla, pudiéndose acceder a la Cueva por dos puertas que había a ambos lados de él. Cuando se cambió a su ubicación actual, dejó a la vista la portada del siglo XVII que podemos ver hoy día y de la que aparece parte a la derecha de la fotografía general de la capilla. De claro estilo clasicista y rematada por un frontón13 triangular partido, su realización está atribuida a Pedro de Brizuela, quien por entonces llevó a cabo algunas obras en el convento.

A la izquierda del retablo, podemos ver, también en la primera fotografía de la capilla, un arco tapiado. Data del siglo XV y se trataba de la puerta por la que se accedía a la escalera que unía la capilla con el Convento de Santa Cruz la Real. Esta escalera era iluminada por un vano que hoy se encuentra tras el retablo


Cueva de Santo Domingo

Cueva de Santo Domingo.

Atravesamos la puerta clasicista y estaremos en la Cueva de Santo Domingo, una capilla interior de planta rectangular de 9,80 por 4,20 metros. Con una altura menor que la Capilla de los Reyes Católicos, la Cueva está cubierta por una bóveda de medio cañón14 recubierta con una armadura15 de madera dorada y policromada de estilo churrigueresco16. Originariamente, las paredes estaban revestidas, hasta una altura de poco más de un metro, con azulejos de Talavera de la Reina (Toledo), los cuales desaparecieron tras una reforma llevada a cabo a comienzos de la década de los 80 del pasado siglo XX.

Cueva de Santo Domingo, Altar

Altar de la Cueva de Santo Domingo.

El altar es del mismo estilo que la mencionada armadura y cuenta con una hornacina que representa una gruta en la que aparece Santo Domingo de Guzmán frente a Cristo crucificado. Tras la hornacina, hay una puerta por la que se accede a un gran espacio rectangular que alberga algunos de los restos del antiguo edificio románico aparecidos a principios del siglo XX.

Cueva de Santo Domingo, Figura de Santo Domingo de Guzmán

Cueva de Santo Domingo, Figura de Santo Domingo de Guzmán.

Próxima al altar, en el muro de la derecha, se abre otra hornacina que acoge la figura de Santo Domingo vestido con el hábito de fraile dominico; la talla, de origen desconocido, ha sido atribuida al escultor Sebastián de Almonacid, por lo que, de ser así, estaríamos hablando de una escultura de entre la segunda mitad del siglo XV y comienzos del XVI. Sobre ella, Santa Teresa de Jesús, en su visita al convento, advirtió a los padres dominicos que la cuidaran, pues, según ella, era muy parecida a la verdadera imagen del santo. Además, aquí se han conservado algunos azulejos como los que revestían el resto de la capilla.

La importancia de este lugar radica en que, siguiendo las indicaciones de los historiadores, la verdadera Cueva de Santo Domingo se encontraría tras esta hornacina, estando la entrada cerrada por un sólido muro.


Cueva de Santo Domingo, Sacristía

Cueva de Santo Domingo, Sacristía.

Finalmente, aún veremos una estancia más antes de marcharnos. Regresamos a la Capilla de los Reyes Católicos y, en el muro opuesto al del retablo, se abre una puerta que da acceso a la Sacristía. Se trata de una habitación que cuenta con las mismas dimensiones que la Cueva (9,80 por 4,20 metros) y que, en ocasiones, sirve como sala para reuniones. Las paredes se recubren hasta media altura con un zócalo17 de azulejos. En el extremo derecho, según entramos, hay un antiguo mueble de madera sobre el que se dispone una talla de la Virgen con el Niño y un cuadro con la imagen de Santo Domingo, mientras que en la pared izquierda, hay una pila19 de piedra; el centro está ocupado por una gran mesa rodeada de sillas.

Y terminamos aquí la visita a la Cueva de Santo Domingo, un lugar en el que, sobre todo, se respira tranquilidad, por lo que merece la pena dedicar aún unos minutos antes de irnos a disfrutar del remanso de paz que es el Jardín y de las vistas que nos ofrece.


* * *

Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑


AGRADECIMIENTOS

Desde "una Ventana desde Madrid" queremos agradecer la atención, la ayuda y las facilidades prestadas por las hermanas dominicas de Segovia, sin quienes no hubiera sido posible la realización de este reportaje. Asimismo, nos gustaría destacar la importante labor de esta comunidad religiosa en el mantenimiento de la Cueva de Santo Domingo, gracias a lo cual podemos disfrutar de su visita en la actualidad.


Santo Domingo de Guzmán

Santo Domingo de Guzmán nació en 1170 en el pequeño municipio de Caleruega, perteneciente en la actualidad a la provincia de Burgos, y murió el 6 de agosto de 1221 en el convento de San Nicolás de las Viñas, en la ciudad italiana de Bolonia, siendo enterrado en la iglesia de San Nicolás, actual Basílica de Santo Domingo, donde hoy día permanece su tumba.

Los padres del Santo, Don Félix de Guzmán y Doña Juana de Aza (beatificada el 1 de octubre de 1821 por el Papa León XIII), pertenecían a la nobleza castellana y fueron padres de tres niños: Antonio, Manés (beatificado el 2 de junio de 1834 por el Papa Gregorio XVI) y Domingo (canonizado en 1234 por el Papa Gregorio IX).

Entre 1177 y 1184, Domingo de Guzmán recibió una exquisita educación moral y cultural, teniendo como preceptor20 a su tío el Arcipreste21 Don Gonzalo de Aza. Es durante estos años, trascurridos en su mayor parte en la localidad burgalesa de Gumiel de Izán, cuando surge en él la voluntad de abrazar la vida religiosa. En 1184, se desplaza a Palencia, donde residió hasta 1198, para estudiar allí en primer lugar la carrera de Artes, formada por Filosofía y Humanidades Superiores. Cuando finalizó estos estudios, en 1190, recibe la tonsura23 y se hace Canónigo25 Regular de la Catedral de Osma, municipio situado en la provincia de Soria. Entre 1190 y 1194, estudia Teología, siendo ordenado sacerdote a la finalización de dichos estudios y elegido como Regente de la Cátedra de Sagrada Escritura, en el estudio General de Palencia. Durante su época de estudiante, en 1191, tuvo el detalle de vender sus libros para, con el dinero obtenido, dar de comer a los pobres en unos momentos de hambre en España.

En 1198, se retira a su Cabildo catedralicio de Osma, en donde de inmediato destaca, y es nombrado presidente de la comunidad de canónigos y encargado del gobierno de la diócesis con la autoridad de Vicario27 de ella.

En 1205, el rey Alfonso VIII designa al obispo de Osma para dirigirse hasta la Corte danesa con motivo de la concertación de la boda del príncipe Fernando. El obispo elige como acompañante a Santo Domingo, motivo por el cual hubo éste de realizar a continuación varios viajes a Dinamarca y Roma, conociendo a su paso por Francia los estragos ocasionados en la fe cristiana por la herejía albigense28, algo que le horrorizó tanto que hizo resurgir en él una anterior vocación misionera. Con la aprobación del Papa Inocencio III, se estableció en la región francesa del Langüedoc, para proceder allí a la predicación29 del cristianismo entre los cátaros30, rehusando durante esta etapa el ocupar las diócesis de Conserans, Béziers y Comminges, para las que fue elegido canónicamente31. Así, llegamos al año 1215, cuando funda en Tolosa (Francia) la primera casa para la Orden de Predicadores que estaba formando para combatir la herejía. Al igual que en las órdenes militares se daban cita cualidades propias de los monjes y de los soldados, en esta nueva orden quiso Santo Domingo que se uniesen las propias de monjes y de los apóstoles. Sus fundaciones no estarían alejadas y aisladas, sino que se situarían cerca de donde hubiera personas a las que formar en la fe en Cristo. De ahí la instalación de los conventos en los arrabales de las ciudades.

La Orden, como Orden de Frailes Predicadores y bajo la regla de San Agustín, obtendrá la aprobación del Papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216 mediante la Bula "Religiosam Vitam". A continuación, en 1217, el día de la Asunción, reúne en el primer convento por el fundado, Nuestra señora de Prouille, en Prouille (Francia), a los dieciséis frailes que entonces le seguían para, a continuación, enviarlos a predicar a España, Bolonia, París y Roma, siendo éste último el lugar escogido por Santo Domingo para desplazarse hasta él.

No es hasta 1218 cuando vuelve el Santo a España, recorriendo entonces Segovia, Madrid y Guadalajara, habiendo pasado antes por la Corte burgalesa del Rey Fernando III "el Santo" para solicitar de él una licencia para la fundación de establecimientos de su Orden.

En 1219, en el que sería su quinto viaje hasta Roma y obedeciendo órdenes del Papa Honorio III, reúne en el convento de San Sixto a las monjas que se encontraban diseminadas por diferentes monasterios de la ciudad, obteniendo para su Orden el Convento y la Iglesia de Santa Sabina.

En 1220, durante la fiesta de Pentecostés, asiste en Bolonia al primer Capítulo General de la Orden, en el que se redacta la segunda parte de las Constituciones, siendo al siguiente año cuando se celebra el segundo capítulo y se aprueba la división del territorio de la Orden en ocho Provincias32.

Este mismo año de 1221 se produce el fallecimiento de Santo Domingo. A su muerte, deja una nueva Orden religiosa en crecimiento, muy bien estructurada y de la que ya existían sesenta comunidades en funcionamiento.



GLOSARIO

- 1 Desamortizar: Poner en estado de venta los bienes de manos muertas, mediante disposiciones legales. Tras varias desamortizaciones, se puso a la venta terrenos y otras propiedades de las llamadas "manos muertas" (la Iglesia y las órdenes eclesiásticas), quienes mediante donaciones y testamentos habían llegado a tener una extensión de terreno sólo inferior a las del rey y la aristocracia. Por estas expropiaciones y ventas, la Iglesia no recibió nada a cambio.
- 2 Gótico isabelino: También conocido como estilo Reyes Católicos, o gótico flamígero3.
- 3 Gótico flamígero: Estilo ojival4 caracterizado por la decoración de calados con adornos asimétricos, semejantes a las ondulaciones de las llamas.
- 4 Estilo ojival: Se dice del estilo arquitectónico que dominó en Europa durante los tres últimos siglos de la Edad Media, y cuyo fundamento consistía en el empleo de la ojiva para toda clase de arcos.
- 5 Arco conopial: El muy rebajado y con una escotadura6 en el centro de la clave7, que lo hace semejante a un pabellón o cortinaje.
- 6 Escotadura: Entrante que resulta en una cosa cuando está cercenada, o cuando parece que lo está.
- 7 Clave: Piedra con que se cierra el arco o bóveda.
- 8 Raposa: Zorra. // Mamífero cánido de menos de un metro de longitud, incluida la cola, de hocico alargado y orejas empinadas, pelaje de color pardo rojizo y muy espeso, especialmente en la cola, de punta blanca. Es de costumbres crepusculares y nocturnas; abunda en España y caza con gran astucia toda clase de animales, incluso de corral. // Hembra de esta especie.
- 9 Herejía: En relación con una doctrina religiosa, error sostenido con pertinacia.
- 10 Coyunda: Correa fuerte y ancha, o soga de cáñamo, con que se uncen los bueyes.
- 11 Nervio: Arco que, cruzándose con otro u otros, sirve para formar la bóveda de crucería. Es elemento característico del estilo gótico.
- 12 Ménsula: Miembro de arquitectura perfilado con diversas molduras, que sobresale de un plano vertical y sirve para recibir o sostener algo.
- 13 Frontón: Remate triangular de una fachada o de un pórtico. Se coloca también encima de puertas y ventanas.
- 14 Bóveda de medio cañón: También llamada "bóveda de cañón". Es aquella bóveda de superficie generalmente semicilíndrica que cubre el espacio comprendido entre dos muros paralelos.
- 15 Armadura: Conjunto de piezas de madera o de hierro, que, ensambladas, sirve de soporte a la cubierta de un edificio.
- 16 Estilo churrigueresco: Estilo de ornamentación recargada empleado por Churriguera, arquitecto y escultor barroco de fines del siglo XVII, y sus imitadores en la arquitectura española del siglo XVIII.
- 17 Zócalo: Friso18.
- 18 Friso: Faja más o menos ancha que suele pintarse en la parte inferior de las paredes, de diverso color que estas. También puede ser de seda, estera de junco, papel pintado, azulejos, mármol, etc.
- 19 Pila: Pieza grande de piedra o de otra materia, cóncava y profunda, donde cae o se echa el agua para varios usos.
- 20 Preceptor: Persona que enseña. // Persona que enseñaba gramática latina.
- 21 Arcipreste: Dignidad en las iglesias catedrales. // Presbítero22 que, por nombramiento del obispo, ejerce ciertas atribuciones sobre los curas e iglesias de un territorio determinado.
- 22 Presbítero: Sacerdote.
- 23 Tonsurar: Adscribir a alguien a la clerecía24, lo que se realizaba mediante el corte ritual de cierta porción de cabello.
- 24 Clerecía: Conjunto de personas eclesiásticas que componen el clero.
- 25 Canónigo: Eclesiástico que tiene una canonjía26.
- 26 Canonjía: Prebenda por la que se pertenece al cabildo de iglesia catedral o colegial.
- 27 Vicario General: Sacerdote nombrado por el obispo, que con potestad y jurisdicción ordinaria le ayuda en el gobierno de la diócesis.
- 28 Albigense: Se dice del hereje de una secta que tuvo su principal asiento en la ciudad de Albi durante los siglos XII y XIII.
- 29 Predicación: Doctrina que se predica o enseñanza que se da con ella.
- 30 Cátaros: Perteneciente o relativo a varias sectas heréticas que se extendieron por Europa durante los siglos XI-XIII, y propugnaban la necesidad de llevar una vida ascética y la renuncia al mundo para alcanzar la perfección. Aunque se suele confundir con los albigenses, son en realidad dos movimientos distintos, habiendo surgido los cátaros como una evolución de aquellos.
- 31 Canónicamente: Conforme a reglas o cánones.
- 32 Provincia: Cada uno de los distritos en que dividen un territorio las órdenes religiosas y que contiene determinado número de casas o conventos.

DATOS DE INTERES

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BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- Miguel Larrañaga, Alejandro Bermúdez, Francisco Egaña, Margaita Arroba, José Gaspar Birlonga, Pompeyo Martín, Sixto Castro: "Arte e Historia en Santa Cruz la Real de Segovia"; Oppidum, nº 1; Universidad SEK; Segovia, 2005, págs.: 143-198; ISSN: 1885-6292.
- Monjas Dominicas de Segovia
- Orden de Predicadores
- DRAE

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