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Pueblos de Madrid

El Molar

Introducción



En esta página, visitamos el municipio de El Molar, considerado la puerta de entrada o el primer pueblo de la Sierra Norte. Con una población de 9.759 habitantes, según el Censo de población del 1 de enero de 2023, se extiende a lo largo de 50,30 km2, o 51,1, según la fuente a consultar, de la geografía madrileña y se encuentra situado al Norte de la capital española, a una altitud de 850 metros y a unos 42 km de ella, conforme al tomo III de “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Norte)”. Su nombre, “El Molar”, se cree que se debe a su misma ubicación física, bien por ser un mojón1 entre la sierra y el llano o bien por estar entre muelas2 (cerros). Limita, al Norte, con El Vellón y Talamanca de Jarama; al Este, con Valdetorres de Jarama y Fuente el Saz; al Sur, con Algete; y al Oeste, con San Agustín de Guadalix y Pedrezuela.


El Molar. Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, siglos XV-XVI

El Molar. Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, siglos XV-XVI.

Situado entre tres cerros, su territorio, en el que tenemos sierra, campiña y vega, tiene un relieve ondulado en su extremo Norte, punto éste en el que alcanza su mayor altura con los 887 metros del cerro Carravilla. Precisamente, es en el Norte donde se halla el núcleo de población de El Molar. En cambio, en el Sur, en donde se encuentran la dos vegas de las que participa el término, las de los ríos Jarama y Guadalix, la altura media es de 620 metros. De estas dos cuencas fluviales, situada la primera al Oeste y la segunda al Este del término, pasan por él el río Jarama y sus afluentes, entre otros, los arroyos del Morenillo y de la Casilla; y los afluentes del río Guadalix –aunque no el propio río–, los arroyos de Vargas, de Monteviejo y Barboloso.

Además de estos cursos fluviales, por El Molar pasan los dos canales de agua potable de El Atazar y Bajo de Isabel II.

La vegetación del municipio es, en su mayor parte, la correspondiente a cultivos, pastizales y matorrales. En cuanto a la arbórea, ésta es escasa y se compone de encinares, olmedas y choperas. La primera, localizada en el Monte Viejo y en el Monte de las Monjas, y las otras dos, en las riberas fluviales.

Las carreteras que atraviesan el casco urbano de El Molar son la antigua carretera Nacional N-1, que enlaza por el Norte y por el Sur con la Autovía del Norte, o A-1, y la comarcal M-129, que comunica esta población con las de El Vellón y de Torrelaguna. Hay que señalar que por El Molar, durante siglos, pasó la carretera que comunicaba Madrid con Francia, constituyendo, por tanto, un enclave de carácter estratégico.

Otras vías de comunicación, como son las vías pecuarias, constituyen aquí un testimonio de la importancia que para el término tuvo la trashumancia3. Y es que por el municipio pasan la Cañada4 de los Rileros, la Vereda5 de la Huelga de Perillán y las coladas6 de Casilla, de la Huelga de Taral, del Camino de Velázquez y la del Portillo de Luengo. Además, en la Colada del Camino de Velázquez, se encuentra el descansadero y abrevadero de Huelga de los Carreteros.


Resumen histórico



Atalaya de El Molar, construida en los siglos IX ó X y reconstruida en el siglo XXI

Atalaya de El Molar, construida en los siglos IX ó X y reconstruida en el siglo XXI.

Los restos arqueológicos más antiguos que se conocen en El Molar son los de un enterramiento celtíbero hallado en la zona de Los Tintos. Es decir, de época anterior a la conquista romana de la península ibérica o inmediatamente posterior a la misma. Recordemos que dicha conquista abarcó el período comprendido entre los años 218 a.C. a 19 a.C..


Siglo IX o X

Con excepción del anterior hallazgo arqueológico, y sin descartar que con las debidas prospecciones aparezcan otros, los demás restos aparecidos en El Molar corresponden a la Edad Media. De este período, siglos IX o X, es la Atalaya situada al Sudoeste del núcleo de población, en la carretera vieja del Canal. Ésta formaba parte del sistema defensivo de la Marca Media, una de las tres zonas en las que se dividía al-Ándalus en tiempos del Emirato y el Califato de Córdoba.


Siglo XI

Una vez reconquistada Toledo, la antigua capital visigoda, en el año 1085 y la subsiguiente repoblación castellana del territorio, El Molar pasó a depender del alfoz7 de Talamanca de Jarama.

Siglo XII

En el siglo XII, Alfonso VIII, rey de Castilla entre 1158 y 1214, cedió, en 1188, el alfoz de Talamanca al arzobispado de Toledo por lo que El Molar paso a depender de la M.A.T. (Mesa Arzobispal de Toledo).

Siglo XIII

En el siglo XIII, don Rodrigo Ximénez de Rada, arzobispo de Toledo entre 1209 y 1247, concedió al alfoz de Talamanca de Jarama su primer fuero. Por él, se establecían los impuestos a pagar, el funcionamiento de la administración de justicia y la estructuración del territorio en cuatro cuartos que, posteriormente, serían cinco. El Molar pertenecía al cuarto formado por él mismo y por El Vellón.



El Molar. Ermita de la Soledad, siglo XVI

El Molar. Ermita de la Soledad, siglo XVI.

Siglo XVI

Comenzamos el siglo XVI con el primer documento del que disponemos de dicho siglo, el Censo de Pecheros8 de Carlos I, de 1528. En él, El Molar continúa perteneciendo a la M.A.T. y tiene una población de 130 vecinos10 pecheros. En éste censo, también aparece la siguiente anotación sobre Talamanca y su Tierra:

Dada la fertilidad de la tierra, por la que no pagan renta alguna pues es propiedad del que la cultiva o está tomada gratuitamente de los propios municipales de cuyos fondos muchos pueblos pagan los pechos. Tienen buenos pastizales en los que no se paga herbaje11. Puede decirse que la población en su conjunto es rica dentro de la clase campesina.

Dado que el capítulo correspondiente a El Molar de las Relaciones Topográficas de Felipe II12 se encuentra desaparecido, hay bastante información sobre el pueblo de la que no podemos disponer, al contrario de lo que ocurre en otras poblaciones madrileñas. No obstante, sí sabemos que en 1564 El Molar dejó de depender de Talamanca de Jarama al comprar los vecinos el Privilegio de Villazgo a Felipe II. El precio del privilegio fue de 7.500 maravedís13 por vecino. No obstante, a pesar de separarse de Talamanca, y hasta las desamortizaciones14 del siglo XIX, continuó siendo parte del Común de los Pastos de Talamanca.

En 1574, don Antonio de Equino y Zubiarre y su esposa Catalina Zubiarre, de Azcoitia (Guipúzoca), compraron la villa a Felipe II y pasaron a ser sus señores. En 1577, se deslinda el territorio de El Molar, Talamanca, El Vellón y Valdetorres.

Terminamos esta centuria con el Censo de la Corona de Castilla, de 1591, en el que El Molar tiene una población de 254 vecinos pecheros y dos clérigos.


Siglo XVII

Pasamos al siglo XVII, un siglo un tanto parco en censos y catastros en comparación con la siguiente centuria. Sin embargo, disponemos del Censo de la Sal15, de 1631, en donde El Molar, llamado aquí Villa del Molar, formaba parte entonces del partido de Torrelaguna y tenía una población de 130 vecinos y una cabaña ganadera de 502 cabezas.



El Molar. Ermita de la Virgen del Remolino, la construcción original era del siglo XVIII y ésta, la actual, es del siglo XX

El Molar. Ermita de la Virgen del Remolino, la construcción original era del siglo XVIII y ésta, la actual, es del siglo XX.

Siglo XVIII

Llegamos al siglo XVIII, una centuria de la que hay bastante información disponible gracias a los diversos censos, catastros y descripciones realizados entonces.

Debemos señalar que este siglo no comenzó bien para la población ya que durante la Guerra de Sucesión al Trono Español (1701-1713), librada entre los partidarios de la Casa de Austria y los de la Casa de Borbón, los ejércitos ingleses partidarios de los austriacos entraron y arrasaron la población en 1710.


La primera obra que vamos a utilizar es el Censo de Campoflorido16, de 1712, en donde El Molar pertenece a la provincia de Guadalajara y tiene una población de 71 vecinos.


Continuamos con el Catastro de Ensenada17, de 1753, en el que la localidad pertenece al señorío de los Veroiz y forma parte de la intendencia de Guadalajara y de la vicaría de Alcalá de Henares. Por entonces, El Molar tiene 218 vecinos y 884 habitantes. De ellos, 154 son pecheros, 19 son jornaleros, cinco son pobres de solemnidad y ocho son transeúntes, de los que seis son nobles y 32, viudas pobres. Además, la localidad cuenta con un clérigo secular. Respecto a sus profesiones, entre sus habitantes se contabilizan 278 labradores, 18 jornaleros, nueve pastores, dos albañiles, un herrero, un tejedor de lienzos, un sastre, cinco zapateros y un hortelano.

El pueblo, en aquellos años, tenía ya la Iglesia Parroquial de la Asunción, construida en el siglo XV o XVI; 242 casas, todas ellas habitables; y un hospital para transeúntes con una cama. Entre sus comercios, se mencionan una taberna, una abacería18, una mercería y una carnicería.

En este catastro, también vemos que su producción agrícola entonces era de trigo, cebada, centeno, avena, garbanzos, hortalizas, algunas frutas, uvas y aceitunas, además de hierbas, leña y alguna bellota. También contaba el término con 64 colmenas.

Con respecto a la cabaña ganadera, El Molar contaba, además de con ganado de cerda, con 1.990 ovejas, 892 carneros y diecisiete cabras.


Consultemos ahora las Descripciones del Cardenal Lorenzana19, de 1784. El Molar continúa siendo una villa del señorío de los Veroiz, dependiente, en cuanto a la religión, de la vicaría de Alcalá, y tiene una población de 300 vecinos.

La villa contaba con la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y con la Ermita de Nuestra Señora del Remolino, a la que tanto los vecinos de El Molar como los de los pueblos de la comarca tenían gran devoción. También tenía una escuela, atendida por un maestro de primeras letras, y un hospital para transeúntes, en el que no había ninguna cama.

Sobre la salubridad del lugar podemos leer que:

“[...] el pueblo es mui sano, y en el se crian las gentes robustas, y de buen color por los delicados aires, que le baten [...]”.

Se menciona aquí la Fuente del Toro, de la que leemos:

“Como amedio quarto de legua de la población, hai una fuente mineral, que llaman del Toro, por decirse haberla descubierto un toro, cuias aguas son de las mas medicinales, que puede haber en España; causan maravillosos efectos alos que las usan, iá sea bebiendolas, ó bañandose en ellas [...]”.


El Molar. Fuente-abrevadero

El Molar. Fuente-abrevadero.

En estas descripciones, podemos leer cómo El Molar tenía, al Sur, un monte de encina y quejigo20, así como la dehesa de Abajo, de 700 fanegas21 de tierras barrancosas. También vemos que la comunalidad de pastos que mantuvo con Talamanca en el siglo XVI, al separarse, continúa existiendo:

“Esta villa es comunera de pastos y otros aprovechamientos, con las once, que comprehende el partido de Talamanca, el cual goza privilegio para, que en todo su termino no pueda entrar la Mesta”.

Por entonces, a tenor de su descripción de “como bastante deteriorada”, ya estaba en mal estado la Atalaya andalusí. Igualmente, precisa cómo desde una atalaya se podía ver la siguiente:

“[...] de mediodía a Poniente se vé otra en termino Del Vellón, otra en el de Venturada, y otra en el de Torrelaguna; De manera, que de primera se vé la segunda, y asi succesivamente todas, pudiendose de este modo dar los correspondientes avisos en los tiempos, que era necesario usar de ellas, quando los Sarracenos habitaban en España”.

El término produce trigo y otros granos, algo de aceite de excelente calidad y vino, siendo su cosecha principal la de la vid. La opinión del autor no era muy favorable a la labor de los naturales del lugar al expresar lo siguiente:

“[...] los Olivos son mui grandes, y a poco tiempo siguiente asu plantío crecen mucho, y dan fruto, pero la desidia de estos naturales no fomenta este tan util plantio, y el de arboles frutales, para los que es propio el terreno, los pocos, que hai de esta especie producen buenas, y gustosas frutas, particularmente los perales”.

De la ganadería, son mencionadas aquí las tres granjas, llamadas pajares, que los habitantes del lugar tienen fuera del pueblo. Su utilización es descrita como “[...] para poder con maior comodidad hacer sus labores, y mantener sus ganados bacunos [...]”. Estas granjas eran los Pajares de la Casilla, con veinte casas, junto al río Jarama; los Pajares del Cerro, a una media legua del anterior, con sesenta casas; y los Pajares de los Ardales, a otra media legua de los dos anteriores y de treinta casas. Por entonces, no vivía en ellos de forma continua ningún vecino; en invierno se quedaban “[...] algunos mozos [...]” a guardar los rebaños y en verano se trasladaban “[...] familias enteras [...]” para la recolección de la cosecha.

Sobre su minería, leemos aquí de la abundancia de canteras de piedra “[...] alabastro de varios colores, y blanda de la común para edificar”.

En cuanto a los sectores industrial y comercial, El Molar contaba entonces con varios tornos de hilar lana para la Real Fábrica de Guadalajara. Todo ello estaba a cargo de un maestro que la fábrica había destacado en la villa para enseñar a cardar, hilar, zurcir y recoger las labores. También nos hablan en estas Descripciones de los tres cerros que rodean el núcleo de población y de la existencia en ellos de tres lugares en los que hay cuevas para conservar el vino.


A continuación, consultamos el Censo de Floridablanca26, de 1787, en el que El Molar es descrito como una villa de señorío secular, dotada de alcalde ordinario27, perteneciente a la intendencia y al partido de Guadalajara. Su población, en aquellos años, sumaba 1.023 habitantes, de los que 525 eran hombres y 498, mujeres. Entre ellos había un cura, un teniente de cura29, un sacristán, un escribano, tres estudiantes, 113 labradores, 88 jornaleros, un comerciante, cuatro artesanos, once criados y 799 menores y sin profesión especificada.



El Molar. Gráfico de Población del siglo XVIII

(*) El Censo de Floridablanca (1787) no tiene el número de vecinos, mientras que los de Campoflorido (1712) y Lorenzana (1784) carecen del de habitantes. Sólo el de Ensenada (1752) aporta ambos datos con una equivalencia de 4,049907 habitantes por cada vecino. Esta equivalencia, redondeando el resultado, es la que hemos utilizado para calcular los números faltantes de los otros censos.

Siglo XIX

Nos situamos ya en el siglo XIX, una triste centuria para España. En 1805, se sufrió la derrota de Trafalgar, en la que el país perdió a varios de sus mejores marinos, así como importantes navíos (1805); entre 1808 y 1814, se libró la Guerra de Independencia contra la Francia napoleónica, la cual ocasionó la destrucción de gran parte del territorio peninsular; desapareció casi todo el Imperio Español con la independencia de la América Continental Española a comienzos de siglo y la Guerra Hispano-Estadounidense, de 1898; se desencadenaron tres guerras carlistas (1833-1840, 1846-1849 y 1872-1876); se produjeron numerosos pronunciamientos militares y enfrentamientos armados entre liberales y absolutistas; hubo cambios de dinastía reinante, con la sustitución de la Casa de Borbón por la de Saboya, en la persona, esta última, de Amadeo I (1868-1873), y la Restauración de los Borbones, con la llegada en 1874 de Alfonso XII. Además, entre Amadeo I y Alfonso XII se proclamó la I República, al frente de la cual, y a pesar de su corta duración (1873-1874), se sucedieron hasta cinco presidentes.

En este siglo, al igual que a inicios del anterior, El Molar también sufrió los desmanes del paso de ejércitos extranjeros, en este caso de los napoleónicos que, durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), saquearon la población.

Unos años después, dentro de los enfrentamientos entre absolutistas y constitucionalistas, el general Zayas instaló en El Molar el puesto de mando del ejército constitucionalista que debía de detener –algo que no logró– el avance de las tropas enviadas por Francia para devolver los poderes absolutistas al rey Fernando VII (1808 y 1813-1833). Este ejército francés pasó a ser conocido como “Los Cien mil hijos de San Luis”.



El Molar. Acueducto del Barbotoso, siglo XIX (1855)

El Molar. Acueducto del Barbotoso, siglo XIX (1855).

Tras este apresurado resumen de las desgracias sufridas por el país durante este siglo, pasemos a concentrarnos en El Molar y, para ello, comencemos con el Recuento de Antonio Regàs30, realizado entre 1824 y 1825, en donde El Molar pertenece ya a la provincia de Madrid y tiene una población de 290 vecinos.


Pasamos al Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal (1826-1829), de Sebastián Miñano31. El Molar es señalado en él como una villa secular, perteneciente al partido de Alcalá, a la provincia de Madrid y, en lo religioso, al arzobispado de Toledo. Tiene alcalde ordinario y una población de 282 vecinos y 1.115 habitantes. Cuenta con una parroquia, 220 casas, de las que se señala la existencia de 12 a 15 de “[...] regulares proporciones [...]”, y tres posadas.

Miñano menciona también la Fuente del Toro, opinando sobres sus aguas minerales que “[...] son prodigiosas para muchas enfermedades, si se sabe aplicarlas, y tambien son mortales si se aplican sin conocimiento á las que son contrarias á su virtud”.

Del sector agropecuario leemos que “Tiene una regular granjería de gan. lanar; pero la de vacuno es muy corta, como tambien la cosecha de aceituna, y produce muchos granos y vinos”.

Tras terminar la obra anterior, y antes de comenzar una nueva, pensamos que debemos señalar cómo en este siglo, además de la reordenación territorial del país, de 1833, la supresión de la Mesta33 en 1836 y las desapariciones definitivas de los señoríos en 1837, hubo diversas desamortizaciones, como la de Mendizábal, en 1836, y la de Madoz, en 1855.

Una de las consecuencias de las anteriores acciones fue que El Molar dejó de formar parte de un señorío como venía haciéndolo desde la Edad Media: primero, de uno religioso como era la M.A.T., y luego, de uno secular.


Así, comenzamos el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, realizado entre 1846 y 1850 por Pascual Madoz, leyendo sobre El Molar que éste es ya una villa con ayuntamiento perteneciente al partido judicial de Colmenar Viejo y a la provincia, audiencia territorial y capitanía general de Madrid, así como a la diócesis de Toledo.

Madoz opina igualmente que la localidad tiene un clima sano. Por entonces, el núcleo de población, en el que viven 297 vecinos –1.437 habitantes–, se estructura en diecisiete calles empedradas, la plaza de la Constitución y las plazuelas de Santa María y del Paraíso. En esta trama urbana, se levantan 360 casas, algunas de ellas con corrales y pozos, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, la casa del Ayuntamiento, una cárcel, tres posadas de arriería, un parador para la diligencia que funciona en tiempo de baños, dos hospederías y una escuela de instrucción primaria para niños, con doscientos alumnos, y otra para niñas. Además, el pueblo cuenta con una fuente para uso de los vecinos, las tres ermitas de la Virgen del Remolino, el Santo Cristo y San Cristóbal; la venta de El Molar, situada a la derecha de la carretera que va de Madrid a Francia y la fuente de agua mineral llamada del Toro.


El Molar. Una de las Cuevas del Vino, siglos XIX-XX

El Molar. Una de las Cuevas del Vino, siglos XIX-XX.

Sobre una de las anteriores hospederías, situada en la plaza del Paraíso, el autor hace la siguiente descripción:

“[...] tiene un bonito jardín que sirve de recreo a los huéspedes; y sus habitaciones galiarias y escelentes vistas han sido ya celebradas por cuantos las han habitado [...]”.

Madoz vuelve a señalar la existencia de los tres pajares mencionados antes, los de la Casilla, a una legua34 al Este del pueblo, con 10 casas; del Cerro, a una legua al Sur, con 25 casas; y de los Ardales, a 5/4 de legua, con cinco casas. El primero es descrito como poco sano; el segundo, como muy sano y ventilado; y el tercero, como un terreno muy enfermizo.

Para este autor, el terreno es pizarroso y de mediana calidad; menciona la existencia del Monte Viejo, de algunos olivares y de bastante viñedo con una “[...] uva superior [...]”. La producción agrícola se compone de trigo, cebada, centeno, avena, garbanzos “[...] de superior calidad [...]”, algarrobas, habas, algunos melones y hortalizas, y de aceite y vino. Su cabaña ganadera aún tiene ganado lanar, cabrío, vacuno, caballar, asnal y de cerda, contando con caza de conejos y perdices. En el río Jarama hay abundante pesca, con algunas truchas y anguilas.

En cuanto a los sectores industrial y comercial, El Molar tiene un molino harinero, una tejera, tres tiendas de paños y telas, varias de comestibles y de puestos de vino, jabón y aguardiente; también cuenta con arriería35. Exporta la producción sobrante de frutos e importa aceite, pieles para el calzado y el resto de artículos que sean necesarios en la villa.

El correo se recibe todos los días, excepto los lunes.

Tras acabar su exposición del pueblo, Madoz hace una pormenorizada descripción de los baños de El Molar y de la calidad de sus aguas. Esta reseña la usaremos más adelante, al tratar sobre los propios Baños de la Fuente del Toro.


Pasamos ahora a revisar la Crónica de la Provincia de Madrid, escrita en 1865 por Cayetano Rosell37. En este libro, de información más bien sucinta sobre las distintas localidades madrileñas, leemos sobre El Molar que éste tiene 2.082 habitantes. También hace mención de la existencia, a un cuarto de legua al Noroeste de su núcleo de población, de la Fuente del Toro, un manantial de aguas medicinales junto al que se han levantado unos baños.



El Molar. Ermita de San Isidro, siglo XIX (1894-1896)

El Molar. Ermita de San Isidro, siglo XIX (1894-1896).

El último libro del siglo XIX que vamos a utilizar sobre El Molar es la Guía de Madrid y su provincia que, entre 1888 y 1889, realizó Andrés Marín Pérez38.

Marín comienza su descripción de El Molar haciendo mención a su ubicación, entre tres montañas y en un lugar ventilado y sano. Desconoce el momento de su fundación pero, a tenor de las monedas halladas en sus inmediaciones, establece la dominación o posesión árabe del mismo.

Por entonces, el municipio continuaba formando parte del partido judicial de Colmenar Viejo y tenía una población censada de 520 vecinos y 1.616 habitantes. Contaba con 380 edificios repartidos por las diecisiete calles que lo recorren, así como por la plaza de la Constitución y las plazuelas de Santa María y del Paraíso. En ese momento, el pueblo conserva, en “[...] regular estado [...]”, la iglesia de la Asunción y las ermitas del Remolino, del Santo Cristo y de San Cristóbal.

En esta fecha, poseía dos escuelas elementales para educación primaria dotadas de casas para los profesores, 913 pesetas de sueldo, 306 de retribuciones y 228,28 para material. Igualmente, la localidad contaba con médico, veterinario y farmacéutico.

El Juzgado Municipal se halla instalado en el Ayuntamiento, estando este último formado por nueve concejales, los cuales eligen a su presidente. En el año económico de 1887-88, tuvo unos ingresos de 41.609 pesetas y unos gastos de 38.096.

El término, de una superficie de 5.319 hectáreas39 (ha), 59 áreas (a) y 37 m2, tenía 3.250 ha., 61 a y 59 m2 dedicadas al cultivo de cereales; 1.064 ha, 97 a y 22 m2, al de la vid; y 17 ha, 28 a y 72 m2, al del olivo. Poseía 389 ha, 20 a y 95 m2 de prados; 93 ha, 11 a y 49 m2 de montes; y 98 ha, 39 a y 40 m2 de terreno baldío40.

La cabaña ganadera sumaba 120 cabezas de ganado mular, seis de asnal, 40 de vacuno y 1.200 de lanar.

La industria está formada por la dedicada a la exportación de granos, fabricación de harinas y elaboración de pan, vino y aceite. Además, exporta tejas y otros productos manufacturados. El comercio se reduce a la venta de granos, lana, leche, carnes, cazas y pesca, y a la compra de tejidos y productos de ultramarinos.

El correo se recibe a diario.

Marín Pérez también escribe de la Fuente del Toro, describe el edificio de los baños y menciona los efectos medicinales que estas aguas tenían para las enfermedades del hígado y del estómago.


El Molar. Gráfico de Población de la segunda mitad del siglo XIX

Terminamos el siglo XIX con los censos históricos de población, desde el año 1842, que podemos consultar en el Instituto Nacional de Estadística.

En 1842, El Molar tenía 1.437 habitantes de derecho41 y 297 hogares; en 1857, 2.082 habitantes de hecho y 382 hogares; en 1860, 1.562 de hecho y 361 hogares; en 1877, 1.539 de hecho, 1517 de derecho y 364 hogares; en 1887, 1.585, 1.550 y 458, respectivamente; en 1897, 1.609, 1.590 y 440, en idéntico orden; y en 1900, 1.595 habitantes de hecho, 1.587 de derecho y 440 hogares. Como puede observarse, desde 1860, las cifras de población y hogares varían muy poco.


Siglo XX

Este siglo lo iniciamos consultando la obra, de 1921, la Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia, de Juan Ortega Rubio42. Por entonces, El Molar, conforme al censo de 1910, tiene 1.692 habitantes de hecho y 1.744 de derecho. Aquí, también conforme a las monedas halladas en su término, el autor establece un origen árabe para él.

A Ortega no le debió de gustar mucho la iglesia de la Asunción, a la que asigna como fecha de construcción el siglo XIII y de la que opina que carece de mérito artístico. De su interior, sólo menciona un cuadro, pintado sobre cobre, de la Concepción. Igualmente, cita las tres ermitas de la Virgen del Remolino, del Cristo y de San Cristóbal, mencionando la menor importancia de estas dos últimas.

En cambio, valora positivamente tanto el edificio del Ayuntamiento como las dos escuelas unitarias43 de primera enseñanza, una para niños y otra para niñas.

Se vuelve a citar aquí a la Fuente del Toro, estableciendo que son sus aguas medicinales las que dan fama al pueblo. Ortega Rubio señala que no se sabe desde cuándo se conocen dichas aguas, pero sí que ya en el siglo XVII la concurrencia era grande.

En El Molar, que seguía contando con prados, terrenos baldíos y montes, se cultivaban entonces legumbres, cereales, olivos y, sobre todo, la vid. La ganadería, con escasa presencia de ganado mular y vacuno, se componía de ovejas churras, cuya producción de leche, queso y requesones se vendía en Madrid.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), la localidad vio disminuir su población y tuvo, entre otros daños, la casi destrucción del interior de la Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora y el bombardeo de la Ermita de San Isidro.



El Molar. Antiguas Escuelas, siglo XX (1942)

El Molar. Antiguas Escuelas, siglo XX (1942).

Pasamos al año 1958, con la segunda edición de El Turismo en la Provincia de Madrid, de Antonio Cantó Téllez.

Este autor valora de forma desigual la iglesia de la Asunción, a la que cita como un templo del siglo XIII, construido en un gótico decadente y en estilo románico la parte antigua que da al Norte. Considera que lo único de interés en ella es el pórtico, del año 1596, y la portada principal, de la que afirma que es idéntica a la del antiguo Hospital de La Latina, en Madrid. También valora como bueno el desaparecido cuadro de la Flagelación, quemado durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Por entonces, Cantó sólo cita la existencia de dos ermitas, la de la Virgen del Remolino y la de Nuestra Señora de la Paz, de construcción moderna.

En este libro, leemos también acerca del antiguo Balneario de la Fuente del Toro, estableciendo que esta última era conocida desde el siglo XVII.

El Molar disponía en aquellos años de teléfonos, médico, farmacia, cafés, bares, restaurantes, fondas, posadas, casas de huéspedes y gasolinera.


Continuamos con el Diccionario Geográfico de España, tomo 12, de 1960. En él, la villa de El Molar es un municipio madrileño que pertenece al partido judicial de Colmenar Viejo. Tiene una extensión de 50,14 km2 y una población, aumentando, de 1.825 habitantes.

En aquellos años, se levantaban, en compacto44, 492 viviendas y 379 edificios destinados a otros usos, y en diseminado45, dos viviendas y un edificio de otros usos. El pueblo contaba ya con agua corriente, procedente del Canal de Isabel II, y con alcantarillado; había seis escuelas, un lavadero, un matadero y un centro de higiene. En cuanto a religión, sanidad y veterinaria, en la villa hay un párroco, un médico, una comadrona, un farmacéutico y un veterinario. También se mencionan aquí las aguas clorurado-sódicas, sulfatadas y nitrogenadas de la Fuente del Toro.

Existían 1.000 ha de terreno poblado de acacias, chopos y moreras, propiedad de particulares, en el que también había pastos durante la primavera y el otoño. Con respecto a la fauna del pueblo, ésta se componía de perdices, conejos y liebres.

Veamos, a continuación, con algo de detalle, el sector agropecuario de esta época.


El Molar. Ayuntamiento, siglo XX

El Molar. Ayuntamiento, siglo XX.

Los terrenos de la villa son de tierra arcillosa o arenosas y de poca profundidad, estando su propiedad repartida y existiendo tanto colonos46 como aparceros47. Había 40 ha de regadío y 3.960 de secano. En las primeras, regadas con aguas procedentes de pozos con noria, se cultivaban patatas, tomates, cebollas, lechugas y repollos. Una ha de regadío valía 60.000 pesetas. En las segundas, las de secano, se plantaba trigo, cebada, centeno, avena, algarrobas, garbanzos y melones. Había 300 ha plantadas con vides, cada una de las cuales tenía 1.200 cepas y producía 40 Qm50 de producción. Los olivares sumaban 6 ha y producían 3 Qm por ha. En cuanto a prados, las 500 ha que había se aprovechaban a diente51.

La ganadería molareña contabilizaba 135 cabezas de ganado mular, 35 de caballar, 300 de vacuno, 55 de asnal, 300 de cerda, 6.000 de lanar y 40 de cabrío. Además, el término contaba con 3.000 gallinas (había cuatro granjas avícolas), 50 colmenas y pesca de barbos y bogas.

La explotación minera se limitaba a las minas de arenas y a las canteras de piedra caliza.

La producción industrial estaba representada por una fábrica de cervezas, dos carpinterías, un molino de harina, un taller mecánico y cuatro tahonas52.

El sector comercial contaba con un cine, un salón de baile, cinco tiendas de comestibles, ocho tabernas, tres casas de huéspedes y una posada.

Las comunicaciones del pueblo estaban aseguradas con una estafeta de correos, centrales telefónica y telegráfica, y un servicio de coche de línea que lo comunicaba con la capital. Además, sus vecinos disponían de trece camiones, seis automóviles, dieciocho motocicletas, treinta carros y 65 bicicletas.



El Molar. Gráfico de Población del siglo XX

Durante este siglo, conforme a la información disponible en el Instituto Nacional de Estadística, la población molareña creció desde los 1.587 habitantes de derecho con que acabó el siglo XIX hasta los 4.152 del año 2001, ya en el siglo XXI. En 1910, tenía 1.692 habitantes de hecho, 1.744 de derecho y 401 hogares; en 1920, 1.525, 1.593 y 377, respectivamente; en 1930, 1.763, 1.796 y 439, en el mismo orden; en 1940, 1.718, 1.803 y 437; en 1950, 1.783, 1.825 y 470; en 1960, 1.846, 1.865 y 484; en 1970, 1.914, 1.911 y 521; en 1981, 2.690, 2.384 y 819; en 1991, 2.755, 2.763 y 857; y en 2001, 4.152 habitantes de derecho y 1.440 hogares.

Este aumento de la población tiene sus orígenes a mediados de la década de los años 60, cuando El Molar comenzó a recibir población que había construido en él su segunda residencia.


Siglo XXI

En el siglo XXI, la población ha continuado aumentando. Si en 2001 sumaba los 4.152 habitantes de hecho (ya no aparecen más los de hecho) y 1.440 hogares ya mencionados antes, en 2011, las cifras habían crecido hasta 7.987 y 2.990, respectivamente; y en 2021, hasta 9.305 y 3.409, en el mismo orden. En el último censo del que disponemos en el momento de escribir estas líneas, el del 1 de enero de 2023, la población es de 9.759 habitantes.

En el año 2020, según los datos del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, el PIB per cápita de El Molar fue de 9.942€, inferior al de la zona, de 21.028€, y al de la Comunidad de Madrid, de 32.385€. Por sectores, éste corresponde en un 30,31% a los servicios a empresas y financieros; en un 25,22%, a los servicios de distribución y hostelería; en un 12,18%, a la construcción; en un 5,14%, a la minería; en un 1,52%, a la agricultura y la ganadería; y en un 25,64%, a otros servicios.

Según esta misma fuente, el Indicador de Renta Disponible Bruta Municipal per cápita en 2021 de El Molar fue de 13.852€, superior al zonal, de 16.582€, y al de la Comunidad, de 20.471€.


El Molar. Gráfico de Población del siglo XXI

A continuación, pasemos a recorrer los principales monumentos y puntos de interés de El Molar.




El Molar. Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora

El Molar. Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora.

El primer monumento que vamos a visitar es la Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, situada en la Plaza Mayor, frente al Ayuntamiento. Se trata de un templo de estilo gótico renacentista datado de entre finales del siglo XV y principios del XVI. Tiene los muros construidos con mampostería53, a diferencia de las esquinas y el pórtico que fueron levantados con sillares55. Exteriormente, las paredes del edificio están encaladas, a excepción de las esquinas, los contrafuertes y el pórtico, que presentan la piedra vista.

Esta iglesia tiene planta rectangular, tres naves y una cabecera recta a la que se adosan, por el Norte, la torre-campanario, y por el Sur, una capilla que comunica con la sacristía y con el pórtico, de mayor altura que ambos y reforzada con contrafuertes. La sacristía se halla anexada por el Este de la anterior capilla, es de menor altura que esta última y también tiene refuerzos de contrafuertes.


El Molar. Lateral del Evangelio (Norte) de la iglesia.

El Molar. Lateral del Evangelio (Norte) de la iglesia..

La torre, de planta cuadrada y cubierta por un chapitel59 de pizarra, tiene, aparentemente, un solo cuerpo que, en realidad, son dos. Y es que la altura original de la torre fue elevada añadiéndose un nuevo cuerpo. Como muestra de ello, han quedado los dos arcos cegados del lateral Este. Por encima de ellos, se abren dos nuevos arcos de medio punto60, a la misma altura que los otros dos existentes en los laterales Sur y Oeste, a diferencia del lado Norte, que sólo cuenta con uno. Hay otros pequeños y alargados vanos61 tanto en éste último lateral como en los del Este y el Sur, siendo éstos antiguas saeteras62.

El pórtico, construido en el segundo tercio del siglo XVI, es el elemento más destacado del exterior del edificio. Está formado, en su fachada principal, la Sur, por cinco arcos carpaneles63 apoyados sobre seis columnas con capiteles ornamentados con grutescos64, motivos vegetales, cabezas de animales y niños. Un poyo65 de 1800 se extiende a izquierda y derecha de los dos arcos situados frente a la entrada al templo. El pórtico, lateralmente, se une al templo mediante arcos de medio punto. La cubierta de todo él es de madera.


El Molar. Portada a los pies (Oeste) de la iglesia

El Molar. Portada a los pies (Oeste) de la iglesia.

Tras este pórtico tenemos el lateral Sur del edificio con su entrada principal. Ésta, de notable aspecto, ha sido comparada con la del antiguo Hospital madrileño de La Latina. Y como podemos ver en las fotos que mostramos de ambas, hay cierto parecido entre ellas. Construida con sillares, está formada por un arco apuntado66 con tres arquivoltas67 inscrito en un alfiz70 adornado con hojas de cardo y animales.

A los pies del templo, en el lateral Oeste, hay otra entrada, formada también por un arco apuntado con una única arquivolta.


El Molar. Pórtico de la iglesia

El Molar. Pórtico de la iglesia.

Una vez en el interior de la iglesia, hallamos, además del coro alto situado a los pies, tres naves, siendo de mayor altura y anchura la central. En el lado de la Epístola74, se encuentran separadas por dos arcos de medio punto apoyados sobre pilares cilíndricos con ornamentación de baquetones76 y florones, mientras que en el lado del Evangelio, los pilares son octogonales. En las enjutas79 de los arcos, vemos las armas de Juan Pardo de Tavera, arzobispo de Toledo entre 1534 y 1545.

Las naves se cubren con techumbre de madera a dos aguas80, destacando la central, con los tirantes81 dobles sobre zapatas82, todo ello, igualmente, en madera. Desde la nave central, se accede a la capilla mayor, situada en la cabecera y cubierta por una bóveda de crucería91 apoyada sobre las columnas adosadas de las esquinas. El acceso a ella se realiza a través de un arco triunfal96 apuntado y decorado con baquetones que apoya sobre pilares cilíndricos. También está comunicada, mediante un arco escarzano97, con la capilla de la Epístola.


El Molar. Portada principal de la iglesia

El Molar. Portada principal de la iglesia.

Esta última capilla, comunicada con la nave de la Epístola mediante un arco de medio punto, se cubre con una bóveda de crucería apoyada sobre ménsulas98 con motivos vegetales. Por ésta, se puede acceder a la sacrostía, la cual también tiene una bóveda de crucería.

Durante la Guerra Civil, la iglesia fue muy dañada, quedando casi arrasada en su interior. Por ello, la Dirección General de Regiones Devastadas, en 1945, encargó el proyecto para su reconstrucción a los arquitectos Luis García de la Rasilla y Antonio Cámara.

La Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora se encuentra incluida en el Catálogo de Elementos Protegidos del municipio de El Molar y fue declarada por la Comunidad de Madrid, el 28 de marzo de 2017, como Bien de Interés Cultural en la Categoría de Monumento.

Localización: Plaza de Germán Ortega, 1. 28710 El Molar.



El Molar. Ermita de San Isidro

El Molar. Ermita de San Isidro.

A continuación, y a pesar de estar situadas fuera del casco urbano, pensamos que es interesante recorrer los otros tres templos del pueblo: las ermitas de San Isidro, de la Virgen del Remolino y de la Soledad.

Comenzamos con la Ermita de San Isidro, situada en el Cerro de la Corneja, al Nordeste del núcleo de población. Consultando la web del Ayuntamiento, en la página que dedica a la Procesión en la Pradera de San Isidro obtenemos información sobre este templo. Se trata de una construcción de estilo neogótico-mudéjar construida en el siglo XIX, particularmente entre los años 1894 y 1896, por el arquitecto de origen alemán Joaquín Kremel. Tiene planta de cruz latina99, con la cabecera poligonal, muros de ladrillo y mampostería en cajas con los vanos terminados en arcos apuntados, y tejado a dos aguas. Sobre los pies, rematando el eje de vanos formado por la portada y el hueco situado sobre ésta, hay una espadaña con otro vano rematado por un arco apuntado y con una única campana.

Interiormente, contaba con una decoración en la que se incluía un zócalo100 interior de azulejos de pan de oro, procedentes de la Cartuja de Sevilla, que, con los diferentes daños y expolios, han desaparecido.


El Molar. Cabecera (lateral Nordeste) de la ermita

El Molar. Cabecera (lateral Nordeste) de la ermita.

El coste de su construcción, 60.000 pesetas, fue sufragado por la vizcondesa Ramona Goicochea, dueña del Balneario de la Fuente del Toro, el cual había restaurado. En la web del Ayuntamiento, también leemos que la vizcondesa puso como condición para el pago de esta obra que en su interior alojase la imagen de la Virgen del Remolino, hasta entonces en la ermita del mismo nombre. Esto provocó un enfrentamiento con algunos vecinos en desacuerdo con dicho cambio de sede de la Virgen y fue necesaria la presencia de la Guardia Civil para asegurar su traslado. Lamentablemente, dos años después, se quemaría el templo y, con él, la imagen, de la que sólo se salvarían el rostro, las manos y la imagen del niño. Al parecer, la causa fue unas velas encendidas que los monaguillos olvidaron apagar.

En 1911, la Junta de Labradores reconstruyó el templo y en 1932, se colocó en él la imagen de San Isidro. Sin embargo, pocos años después, en 1936, el templo es asaltado y la imagen del santo, destruida. Durante la Guerra Civil, el templo es utilizado como observatorio y polvorín, lo que ocasionó su parcial destrucción. Un estado en el que permaneció hasta el año 1999, cuando terminó su reconstrucción.

Esta edificación tiene una particularidad que la hace muy valorada por los expertos. Y es que, originariamente, este templo católico se construyó conforme a los cánones de uno protestante, una singularidad que, seguramente, esté muy relacionada con los orígenes alemanes de su arquitecto.

La Ermita de San Isidro se encuentra incluida en el Catálogo de Elementos Protegidos en zona rural del municipio de El Molar.

Localización: Cerro de La Corneja. 28710 El Molar.



El Molar. Ermita de la Soledad

El Molar. Ermita de la Soledad.

Continuamos con la Ermita de la Soledad, situada al Suroeste del núcleo de población. Está datada en el siglo XVI, lo que la convierte en la más antigua de las tres y es un edificio de planta cuadrada, muros de ladrillo y mampostería en cajas, y tejado a cuatro aguas. Actualmente, forma parte del cementerio de la localidad, entendemos que como capilla del mismo.

Al parecer, en 1860, el cementerio se trasladó hasta este lugar desde su anterior emplazamiento, en la calle San Roque, por una epidemia de cólera-morbo.

La Ermita de La Soledad se encuentra incluida en el Catálogo de Elementos Protegidos en zona rural del municipio de El Molar.

Localización: Calle de la Fuente. 28710 El Molar.



El Molar. Ermita de Nuestra Señora del Remolino

El Molar. Ermita de Nuestra Señora del Remolino.

La última que mostramos aquí, pero no por ello la menos venerada101, es la Ermita de Nuestra Señora del Remolino, situada al Sudeste de El Molar. a unos 7 km del pueblo, en la vega del Río Jarama. Fue construida también en estilo neogótico-mudéjar, como la de San Isidro. El edificio original era, cuando menos, del siglo XVIII, y es mencionada en las Descripciones de Lorenzana, de 1784. Debido al estado de ruina en el que se encontraba fue reconstruida a principios del siglo XX./p>

El Molar. Cabecera (lateral Sudeste) de la Ermita

El Molar. Cabecera (lateral Sudeste) de la Ermita.

Este templo, de planta rectangular en lugar de cruz latina, como la de San Isidro, es de una descripción muy similar: cabecera poligonal, muros de ladrillo y mampostería en cajas, con los vanos terminados en arcos apuntados y tejado a dos aguas. Sobre los pies, rematando el eje de huecos que forman la portada y una ventana cegada con arco de medio punto sobre la que vemos una pintura de la Virgen, tenemos una espadaña con un vano cegado y sin campanas.

El emplazamiento de la ermita en este lugar está motivado por ser el sitio en el que, según la tradición, la Virgen se apareció a unos pastores.

La Ermita de la Virgen del Remolino se encuentra incluida en el Catálogo de Elementos Protegidos en zona rural del municipio de El Molar.

Localización: A unos 7 km al Sudeste de El Molar, en la vega del Río Jarama. Coordenadas Google Maps (40.69698, -3.55159). 28710 El Molar.



Atalaya de El Molar

Atalaya de El Molar.

La Atalaya de El Molar se reconstruyó a principios del siglo XXI, su inauguración fue el 23 de noviembre de 2006, de ahí los ladrillos en lugar de la mampostería que rematan el paramento y la cubierta que presenta. Era una torre-vigía del siglo IX o X, levantada a finales del Emirato Independiente de Córdoba (759-929 d.C.) o a comienzos del Califato de Córdoba (929-1031 d.C.). Formaba parte del sistema defensivo de la Marca Media, una de las tres zonas en que los musulmanes dividieron al-Ándalus en tiempos del emirato independiente de Córdoba y el califato, igualmente, de Córdoba. Las otras dos eran la Marca Superior, con capital en Zaragoza, y la Inferior, con capital en Mérida. Ésta, la Marca Media, tenía su capital en Toledo.

Se trataba de un conjunto de torreones levantados en la Sierra de Madrid con objeto de avisar de la posible llegada de ejércitos cristianos por una de las tres entradas del sistema central: Somosierra, la calzada del Puerto de Fuenfría y la calzada de Talamanca de Jarama. Para ello, los torreones estaban dispuestos a una distancia que, mediante hogueras, les permitía mantener comunicación visual para, así, ir avisando de la llegada de los ejércitos cristianos de una torre a la siguiente. Además, las torres solían estar situadas cerca de algún camino, con lo que el aviso podía efectuarse también en persona.


El Molar. Atalaya de El Vellón vista desde la parte superior de la de El Molar

El Molar. Atalaya de El Vellón vista desde la parte superior de la de El Molar.

Las atalayas, normalmente, no tenían un gran diámetro, pudiendo ser éste de unos 6 metros, a pesar de tener gruesos muros de unos 1,5 m. En cuanto a su altura, ésta podía llegar hasta los 10 ó 15 m. La entrada a ella se realizaba por un vano situado a algo más de 2 m de altura (2,25 en la de El Berrueco, con lo que dificultaban el asalto a la misma. Por debajo de éste, la torre podía ser maciza o hueca.

Esta torre formaba parte, con las de El Vellón, Arretabacapas (Talamanca de Jarama, Torrelaguna y El Berrueco, del conjunto de torres-vigía cuya misión era alertar, lo antes posible, a Talamanca de Jarama, entonces una plaza fuerte de al-Ándalus.

La Atalaya de El Molar se encuenta situada junto al vértice geodésico existentente en las proximidades de la Fuente del Junco.

Localización: Carretera Vieja del Canal, Coordenadas de Google Maps (40.71986, -3.60238). 28710 El Molar.



El Molar. Balneario de la Fuente del Toro

El Molar. Balneario de la Fuente del Toro.

A continuación, vamos a tratar del desaparecido Balneario de la Fuente del Toro del que sólo quedan parte del recinto, algún edificio y restos de otros. Para ello, comencemos por hablar de su manantial, cuyas aguas adquirieron la fama de ser curativas. Según la tradición, dichas aguas fueron descubiertas por un toro, enfermo de la piel, que, tras beber y bañarse en una solitaria charca, se curó al poco tiempo. Este suceso ocasionó la popularidad del manantial que había formado dicha balsa de agua.

En cuanto a su antigüedad, la Fuente del Toro y sus curativas aguas ya se mencionaban, en el siglo XVII, en el libro “Espejo cristalino de las aguas de España”, publicado en 1697 por el doctor don Simón Limón Montero, “Cathedratico de Visperas de Medicina en la muy Ilustre, y Docta Universidad de Alcalà de Henares”. Don Simón escribe un extenso artículo sobre ellas que se extiende a lo largo de las páginas 83 a 95 de la citada obra.

“En El Molar Villa del Reyno de Toledo cercana a Tordelaguna, y distáte de Alcalà seis leguas està la fuente del Toro cuyas aguas só muy dignas de recomendació, y alabança por las muchas virtudes, que ensi encierran”.


El Molar. Edificio de los antiguos baños del balneario, actualmente convertido en vivienda

El Molar. Edificio de los antiguos baños del balneario, actualmente convertido en vivienda.

En la siguiente centuria, ya en el siglo XVIII, las aguas adquieren mayor fama, siendo nombradas en varias obras, como las Descripciones del Cardenal Lorenzana, de 1784, en donde podemos leer:

“Como amedio quarto de legua de la población, hai una fuente mineral, que llaman del Toro, por decirse haberla descubierto un Toro, cuias aguas són de las mas medicinales, que puede haber en España; causan maravillosos efectos alos que las usan, ià sea bebiendolas, ò bañandose en ellas [...]”.

Sobre esta fuente, leemos en varias otras obras de los siglos XVIII a XX, destacando, entre ellas, el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, que Pascual Madoz realizó entre los años 1846 y 1850 y en el que, en el tomo XI, le dedica un artículo que se extiende a lo largo de las páginas 456 a 458.


El Molar. Casa del guarda

El Molar. Casa del guarda.

Conforme a su descripción, el balneario estaba situado algo más abajo del manantial y estaba formado por un edificio de forma poligonal de 12 lados. En el centro de éste, estaba el depósito principal y rodeándolo había doce estancias, de las que once eran baños (7 con bañeras y 4 de chorros) y una correspondía al lugar donde estaba la fuente de la que se bebía y un pequeño depósito en el que se recogen las aguas del manantial y está comunicado con los baños y el depósito central. La crujía102 exterior formaba una galería que servía de comunicación entre los distintos baños.

El anterior cuerpo poligonal tenía, a ambos lados, sendos pabellones de planta rectangular en los que había instaladas distintas dependencias del balneario. Así, en el de la derecha, se encontraban la sala de consulta, un despacho, la administración, un tocador y una sala para el médico director de la institución, mientras que en el de la izquierda, estaba el salón de descanso y lectura de periódicos.


Plano de El Molar, de 1892 (POBL280843_1880_MOLAR__EL CC-BY CC-BY 4.0 ign.es)

Plano de El Molar, de 1892 (POBL280843_1880_MOLAR__EL CC-BY CC-BY 4.0 ign.es).

El edificio tiene los muros de mampostería con pilares de ladrillo, un zócalo de sillería y un alero de madera. Madoz expresa que estaba “[...] decorado de arcos de medio punto en toda su estension [...]”.

En el momento de escribir este diccionario, aún no estaban terminadas las obras del balneario; según leemos “[...] no se han concluido aun, pues se están haciendo jardines, y se trata de embellecerlo de modo que no tenga nada que envidiar á los primeros establecimientos de esta clase”.

Unos años después, en 1880, el Instituto Geográfico y Estadístico realiza este plano de El Molar (28042) que mostramos adjunto. En él, la distribución del edificio es parecida, aunque no igual, a la de la anterior descripción de Madoz. Así, los cuartos de baños, marcados con la letra B, son 8 en lugar de 7; los cuartos de chorro, letra CH, son 2 en lugar de 4; hay un “cuarto de gases”, con la letra G; y finalmente, el duodécimo, el de la fuente, con la letra F. El pabellón Noroeste tiene cuatro “dependencias de la casa de baños”, marcadas cada una de ellas con la letra D, y el del Sudeste, un salón de descanso, identificado con las letras S.D.

Madoz continúa extendiéndose con las propiedades físicas, análisis y virtudes medicinales del agua, que no son objeto de este artículo repetir aquí. Sí creemos que es interesante transcribir su opinión sobre su aspecto y sabor:

“Tomada en un vaso de cristal, es sumamente clara y trasparente; mirada en el pilón ofrece un color algo oscuro, el olor es fétido, semejante á cieno ó huevos podridos, y el sabor es enteramente igual, cuyas dos propiedades pierde espuesta al aire por algún tiempo, ú adquiriendo una temperatura alta, haciéndose mas perceptible su olor y sabor en este caso, y cuando las revoluciones atmosféricas, con especialidad en las tempestades y en las épocas del dia de mas calor en el estío”.


El Molar. Guía del Bañista en El Molar

El Molar. Guía del Bañista en El Molar.

En la obra de Marín Pérez, la “Guía de Madrid y su provincia”, de 1888, también indica, como Madoz, la existencia de cuatro baños de chorros, a diferencia del plano del Instituto Geográfico y Estadístico.

En el año 1894, según podemos leer en la página 501 del tomo III de “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Norte)”, los propietarios entonces del balneario, el marqués de Linares y su esposa, Ramona Goicochea –mencionada en otra obra como vizcondesa de Linares–, realizan algunas reformas en él.

En la “Guía del Bañista” en El Molar, de 1897, la disposición interior es algo distinta a la de Madoz. Así, en el edificio poligonal, el espacio del depósito central es ahora la sala de espera para el baño, hay once baños con pilas de mármol con un aparato de ducha por encima. Otras dependencias con que cuenta el balneario, entendemos que en los antiguo salones rectangulares, son el salón de recreo, dotado de piano; la consulta del Médico-Director; un cuarto de reconocimientos; el despacho del Administrador; una sala de espera; y un salón dividido en dos estancias distintas, una destinada a la hidroterapia, con aparatos para duchas circulares, de chorro, lluvia escocesa, etc., y otra, con los instrumentos utilizados para pulverizaciones e inhalaciones.


El Molar. Imagen procedente de la Guía del Bañista en El Molar

El Molar. Imagen procedente de la Guía del Bañista en El Molar.

Además, las instalaciones disponen de otro edificio para calderas y agua caliente, dos depósitos de agua mineral y la Gruta de la Fuente del Toro es una “artística construcción”.

La imagen que aquí mostramos es la que trae dicha “Guía del Bañista”.

A principios del siglo XX, según leemos en la página del Ayuntamiento de El Molar relativa a la Procesión en la Pradera de San Isidro, fue la dueña de los baños, la vizcondesa Ramona Goicochea, quien pagó la construcción de la Ermita de San Isidro, con objeto de que los clientes de los baños tuvieran cercano el servicio religioso.


Plano de El Molar, de 1892 (POBL280842_1880_MOLAR__EL CC-BY CC-BY 4.0 ign.es)

Plano de El Molar, de 1892 (POBL280842_1880_MOLAR__EL CC-BY CC-BY 4.0 ign.es).

Pocos años después, el balneario es comprado por don Argimiro Vaderrama Soto, dueño, a su vez, de los hoteles “La Salud”, en El Molar, y “Lisboa”, en Madrid. El nuevo propietario, en 1923, haría una nueva reforma de las instalaciones del balneario.

Sin embargo, en la década de los 40 de este siglo, el balneario desaparecería tras un incendio que ocasionó su cierre, aunque las aguas seguirían comercializándose algún tiempo más.

En el segundo plano de 1880 que mostramos, con el nombre de Establecimiento de Baños denominado “Fuente del Toro”, se puede observar la finca de este balneario, la situación del depósito, de los baños, de la casa del guarda-jardinero (un edificio éste con muros de ladrillo con mampostería en cajas y tejado a dos aguas construido en 1898), de un estanque, de los retretes y de la caldera.


El Molar. Foto aérea de 1946 descargada de la web de la Comunidad de Madrid NOMECALLES

El Molar. Foto aérea de 1946 descargada de la web de la Comunidad de Madrid NOMECALLES). En ella aún son visibles los muros de los salones rectangulares situados a ambos lados del edificio de baños.

Igualmente, tenemos señalada la posición de varios viñedos, de la huerta, de la alameda y del camino de los coches. En él, no aparece aún la casa del guarda (muros de ladrillos con mampostería en cajas y tejado a dos aguas), construida al Este de la entrada principal, al Noroeste de los baños, unos años después.

Hoy, del antiguo balneario, quedan, entre otros elementos, la gruta artificial que guarda el manantial y varios otros en mal estado, como el edificio central de los baños sin los pabellones anexos, los restos de una fuente o un estanque junto a él, la casa del guarda y algunos de los caminos interiores.

El conjunto de la Fuente del Toro se encuentra incluido en el Catálogo de Elementos Protegidos en zona rural del municipio de El Molar.

Localización: Coordenadas Google Maps (40.73754, -3.57112). 28710 El Molar.



El Molar. Ayuntamiento

El Molar. Ayuntamiento.

Seguidamente, veamos algunos de los edificios institucionales del municipio, como son el Ayuntamiento, las antiguas escuelas o los antiguos cuarteles.

El Ayuntamiento, situado en la Plaza Mayor, frente a la Iglesia Parroquial de la Ascensión de Nuestra Señora, es un moderno edificio de tres alturas cuya planta se adapta a la estructura urbana y a la diferencia de nivel de la superficie, de ahí su peculiar planta pentagonal y las dos o tres alturas que presenta, según el lateral que miremos. Cubierto con tejado a cinco aguas, en él, destaca la fachada Sur, la principal, con su escalinata de acceso, y el conjunto formado por el balcón curvo apoyado sobre cuatro columnas.

Si nos fijamos en este lateral, observamos la curiosidad de que la planta baja tiene las columnas dispuestas en línea recta, por delante de una fachada curva hacia el interior, mientras que en la superior, el balcón es curvo hacia el exterior, con una pared recta detrás.

Siguiendo el eje central que forman la portada principal y la ventana superior, tenemos, sobre el tejado, la característica torre con reloj de muchos ayuntamientos en un estilo un tanto más moderno. Dotada de cubierta a dos aguas, el frontal, con el reloj en el centro, queda enmarcado por un frontón103 partido apoyado sobre una pareja de columnas en cada lateral.

Localización: Plaza Mayor, 1. 28710 El Molar.



El Molar. Antiguas Escuelas

El Molar. Antiguas Escuelas.

Las Antiguas Escuelas fueron obra, en 1942, del arquitecto Luis García de la Rasilla. Dado que en el Diccionario Geográfico de España, de 1960, leemos que en El Molar se habían construido dos escuelas desde los años 40, no sabemos si es que se construyo alguna otra escuela o si ésta era en realidad dos distintas, una para niños y otra para niñas.

Es un edificio de planta rectangular con tejado a cuatro aguas que presenta un segundo volumen, de menor altura, anexo a su fachada Oeste y con una longitud algo menor que ésta. La cubierta de este último, a tres aguas, continúa en el Oeste el tejado del cuerpo principal. Actualmente, vemos en los paramentos del edificio alternar el blanco del revoco104 con los ladrillos vistos de las dos entradas, las esquinas, los demás pilares, la cornisa neomudéjar y el alfeizar de las ventanas. Por debajo de estas últimas, aparecen, al descubierto, los muros de piedra.

En la fachada Este, en la que no hay puertas, sino sólo ventanas con la misma disposición anterior, se une, por debajo de éstas, un zócalo de piedra que recorre todo este lateral y continúa por los Norte y Sur para desaparecer, por la diferencia de altura, en el Oeste.

En el momento de realizar este artículo, las antiguas escuelas son sede de la Escuela Municipal de Música, con lo que no ha abandonado del todo su inicial función de enseñanza, y de la Oficina Municipal de Recaudación.

Las antiguas escuelas se encuentra incluidas en el Catálogo de Elementos Protegidos del municipio de El Molar.

Localización: Calle San Isidro. 28710 El Molar.



El Molar. Antiguos Cuarteles

El Molar. Antiguos Cuarteles.

Cerca de las primitivas escuelas se encuentran los Antiguos Cuarteles, una construcción del siglo XIX realizada en mampostería de granito con las paredes revocadas, con los vanos dispuestos de forma regular y cubierta a cuatro aguas de teja árabe.

Actualmente (julio de 2024), su aspecto es de abandono y, de hecho, ya en el año 2002, en el Catálogo de Elementos Protegidos de El Molar, se mencionaba que estaban en muy mal estado de conservación.

Los antiguos cuarteles se encuentra incluidos en el Catálogo de Elementos Protegidos del municipio de El Molar.

Localización: Plaza de Pedro Gabriel. 28710 El Molar.



El Molar. De arriba a abajo, viviendas rurales en la calle del Remolino, 17 y en la calle Canales, 3

El Molar. De arriba a abajo, viviendas rurales en la calle del Remolino, 17 y en la calle Canales, 3.

Tras los anteriores edificios institucionales, veamos a continuación las viviendas rurales y las viviendas urbanas de El Molar.

Comenzamos con las Viviendas rurales y, para ello, creemos que es interesante mencionar que, en El Molar, debido a su ubicación física, en estas construcciones coinciden características propias de la sierra y de la meseta. Así, las calles de la población suelen ser más anchas que las que cabría esperar en un casco puramente serrano. Igualmente, algunas de estas viviendas rurales tienen balcones y, en ciertos casos, la mampostería revocada.

Datadas de entre el siglo XVIII y principios del XX, la mayoría de ellas son de una o dos plantas y, en el caso de que tengan dos, la superior está destinada a desván o granero. Los muros son de mampostería de granito, mayoritariamente sin revocar, y se cubren con una cubierta a una sola agua, con estructura de madera y teja árabe sin alero. Presentan huecos de fachada irregulares y a veces, en la planta superior, tienen un balcón.

Localización: Calle del Remolino, 17 y calle Canales, 3. 28710 El Molar.



El Molar. Comenzanando por arriba a la izquierda, y en el sentido de las agujas del reloj: Viviendas urbanas en la Avenida de España c/v Travesía de Santa María; Avenida de España, 31; Plaza de Germán Ortega, 10, 11 y 5; y Plaza de Pedro Gabriel

El Molar. Comenzanando por arriba a la izquierda, y en el sentido de las agujas del reloj: Viviendas urbanas en la Avenida de España c/v Travesía de Santa María; Avenida de España, 31; Plaza de Germán Ortega, 10, 11 y 5; y Plaza de Pedro Gabriel.

Las Viviendas urbanas de El Molar, datadas de entre los siglo XIX y XX, suelen ser de dos o tres alturas, con los muros de mampostería revocados, los vanos dispuestos regularmente y la cubierta a dos aguas de teja árabe. Además, cabe añadir que los vanos de la segunda planta suelen ser balcones con recercado, el cual, a veces, es adintelado106 y de piedra. La piedra también es utilizada en los zócalos (en caso de que los tengan) y en la imposta lisa de separación entre plantas.

En la imagen adjunta, en la que mostramos cuatro viviendas urbanas de El Molar, vemos cómo todas ellas tienen los huecos recercados y balcones en la primera planta.

Estas cuatro viviendas urbanas se encuentran incluidas en el Catálogo de Elementos Protegidos del municipio de El Molar.

Localización: Avenida de España c/v Travesía de Santa María; Avenida de España, 31; Plaza de Germán Ortega, 10, 11 y 5; y, Plaza de Pedro Gabriel. 28710 El Molar.



El Molar. Cuevas del Vino del cerro Nordeste

El Molar. Cuevas del Vino del cerro Nordeste.

Las Cuevas del Vino de El Molar están formadas por más de doscientas antiguas bodegas distribuidas en dos cerros, situados, ambos, al Este de la Autovía del Norte A-1. Uno se encuentra al Nordeste del pueblo y el otro, al Sur. En cuanto a su antigüedad y origen, aunque éste puede ser de centenares de años, su configuración actual es más reciente, pudiendo datarse de los siglos XIX y XX, con numerosas intervenciones en los años 50 de este último.

Como podemos leer en la página 505 del tomo III “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Norte)”, estas cuevas no están construidas conforme a una tipología propia del lugar, sino que tienen las características comunes de todas aquellas cuevas utilizadas como bodegas en las zonas vitivinícolas. El motivo de esta utilización es el propio microclima que se crea dentro de ellas, con una temperatura constante y un correcto grado de humedad.

Hay dos tipos de bodegas: por un lado, las llamadas “a flor de piel” y por otro, la evolución de éstas.


El Molar. Cuevas del tipo "a flor de piel"

El Molar. Cuevas del tipo "a flor de piel".

Las primeras, las bodegas “a flor de piel”, están constituidas por aquellas cuevas naturales que, según las necesidades y usos, han sido excavadas y ensanchadas por los habitantes del lugar. La intervención humana queda mayormente señalada por la entrada y el acceso a la cueva. La entrada suele ser un arco de medio punto con dovelas108 de sillarejo109 construido en granito que sirve de contrafuerte al muro, para lo cual se ensancha por la base. En cuanto al acceso, al que desde la entrada se baja por unos escalones, es, normalmente, un túnel descendente de 1 ó 1,5 metros de ancho y unos 2 de alto. Su cubierta tiene forma de bóveda de medio cañón110 y está construida con mampuestos de piedra caliza colocados de canto.


El Molar. Cueva con una construcción exterior reconvertida en restaurante

El Molar. Cueva con una construcción exterior reconvertida en restaurante.

El segundo tipo de cueva se caracteriza por tener una construcción exterior unida a su propia entrada. Esta edificación tiene muros de carga de piedra caliza y una estructura interior de madera constituida por columnas de rollizos111 y vigas de madera cuadrangulares apoyadas sobre los propios muros y pies derechos. La cubierta, con una estructura también de madera, es a un agua y de teja árabe.

En ocasiones, esta construcción exterior puede haber adquirido una mayor complejidad, presentando en su interior una entreplanta, igualmente de madera, extendida perimetralmente sobre todos los muros, excepto el de entrada. La zona central queda despejada y, en ella, se instala un lagar112 del que, mediante un canalillo, corre el mosto de la uva sobre el tinillo113 que lo recoge. Posteriormente, desde la anterior entreplanta, el mosto se vuelca manualmente sobre las grandes tinajas repartidas por esta edificación o es llevado hasta las situadas en el interior de la cueva.

En época reciente, los nuevos controles de calidad del vino han forzado a que los pequeños viticultores tuvieran que unirse en una cooperativa dotada de una serie de medios más adelantados. Ello ha llevado a la conversión de algunas de estas bodegas en restaurantes o mesones, cuando no a limitarse a una producción para uso familiar o interno.


El Molar. Interior de la Cueva "El Bodegón de Olivares"

El Molar. Interior de la Cueva "El Bodegón de Olivares".

La conversión en establecimientos hosteleros, con su apertura a un nuevo tipo de clientela, ha deparado que la visita a alguna de estas antiguas cuevas-bodegas sea una auténtica sucesión de agradables sorpresas.

En julio de 2024, visitamos una de ellas, “El Bodegón de Olivares”, y gracias a la amabilidad de su propietario, en su interior, pudimos ver un auténtico ejercicio de fértil imaginación. Además de las lógicas instalaciones propias de un restaurante, entre los que destaca un comedor de dos plantas con las paredes llenas de libros, hay otras, algunas aún sin terminar, dotadas de sauna o jacuzzi y, quizás, próximamente de dormitorios, con lo que unirá los servicios de alojamiento a los de restauración que ya presta.

Las Cuevas del Vino están incluidas en el Catálogo de Elementos Protegidos del municipio de El Molar.

Localización: Cerros de las Bodegas al Nordeste del casco urbano, coordenadas Google Maps (40.73444, -3.57927). 28710 El Molar.



El Molar. Fuente-abrevadero

El Molar. Fuente-abrevadero.



Aunque en el casco urbano de El Molar no quedan muchas fuentes antiguas, sí hay una, al Este, situada cerca de él.

Se trata de la Fuente-abrevadero levantada en el camino de la Tejera Vieja, junto al Acueducto de la Dehesa.

La fuente, de carácter mural, cuenta con un único caño que vierte su agua sobre un pilón rectangular que, a su vez, la derrama sobre otro más bajo y más estrecho. La menor altura, no así la estrechez, es una constante que se repite en los otros tres pilones con que cuenta hasta sumar los cinco que vemos en la fotografía adjunta.


Localización: Camino de la Tejera Vieja, coordenadas Google Maps (40.73435, -3.57417). 28710 El Molar.


AGRADECIMIENTOS

En “una Ventana desde Madrid (uVdM)” queremos dar las gracias a la Corporación Municipal de El Molar y, en especial, al 4º Teniente de Alcalde y Concejal de Comercio y Turismo, don Fernando Hernández Velasco, quien, además de acompañarnos y mostrarnos algunos de los lugares de más difícil visita, nos dio todas las facilidades para realizar nuestro trabajo.

* * *

Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑



Infraestructura hidráulica del Canal de Isabel II


El Molar. Canal Bajo: Acueducto de Bajada del Morenillo, Almenara de salida del Morenillo y Puente-Sifón del Morenillo

El Molar. Canal Bajo: Acueducto de Bajada del Morenillo, Almenara de salida del Morenillo y Puente-Sifón del Morenillo.

Por el territorio municipal de El Molar, pasan dos importantes canales de abastecimiento de agua que forman parte del Canal de Isabel II, cuya construcción se inició en 1851 para abastecer de agua la ciudad de Madrid. Se trata del Canal Bajo, cuyas obras comenzaron en 1858, y del Canal de El Atazar, iniciado en 1966, para garantizar un constante suministro que el Canal Bajo, después de un siglo de funcionamiento, no podía asegurar, lo que afectaba a la zona baja de la ciudad de Madrid.

Veamos, a continuación, algunas de las obras hidráulicas más señaladas de entre las levantadas en El Molar.



El Molar. Canal de El Atazar: De arriba a abajo, Acueductos de la Dehesa, de los Claveles y de Valdecotón

El Molar. Canal de El Atazar: De arriba a abajo, Acueductos de la Dehesa, de los Claveles y de Valdecotón.

De los acueductos del Canal de El Atazar, no hemos encontrado tanta información como la que más adelante mostraremos sobre los acueductos del Canal Bajo. Sí destacamos, entre ellos, el Acueducto de la Dehesa, de tres arcos y situado muy cerca del núcleo de población, por el Este de él, y los de los Claveles, de 4 arcos, y de Valdecotón, de 5 arcos, estos dos últimos ubicados al Sudoeste del casco urbano y bastante más alejados de él. Como podemos ver en el mapa adjunto, el Canal de El Atazar entra en el municipio de El Molar por el Este de la propia población para, seguidamente, girar hacia el Sudoeste.

Estos acueductos, normalmente, están construidos con hormigón y mampostería, no desentonando así con otras construcciones más antiguas del Canal de Isabel II.

Los acueductos de la Dehesa, de los Claveles y de Valdecotón se encuentran incluidos en el Catálogo de Bienes Protegidos en Zona Rural de El Molar.

Localización: Respectivamente, sobre el camino de la Tejera Vieja, coordenadas Google Maps (40.73439, -3.57447), el Camino del Canal de Isabel II (40.7239, -3.58555) y el Arroyo de Valdecotón (40.72078, -3.59212). 28710 El Molar.



El Molar. Puente-sifón del Morenillo

El Molar. Puente-sifón del Morenillo.

En cuanto al Canal Bajo, de él citamos el puente-sifón del Morenillo, la almenara114 de Salida del Morenillo y los acueductos de la Bajada del Morenillo, del Regachuelo, de la Cerca de Gabino, de la Fuente del Palo y del Barbotoso. Veámoslos con un poco más de detalle:

Al Este de la villa y al Nornordeste del municipio, sobre la línea divisoria entre El Molar y el vecino municipio de El Vellón, tenemos el Puente-sifón del Morenillo, construido en 1854. Es de piedra, tiene una altura máxima de 10 metros y una longitud de 52, y está constituido por cuatro arcos escarzanos de 10 metros de luz115. Tanto los pilares, dotados de tajamares116 redondeados en ambos laterales, como los arcos están realizados con sillares. Por encima del puente, como podemos observar en la fotografía, pasan dos tuberías metálicas. Igualmente, en ambos extremos del sifón, se ven las almenaras de entrada y salida.

El Puente-sifón del Morenillo se encuentra incluido en el Catálogo de Bienes Protegidos en Zona Rural de El Molar.

Localización: Arroyo del Morenillo, coordenadas Google Maps (40.74322, -3.56054). 28710 El Molar.



El Molar. Almenara de salida del Morenillo

El Molar. Almenara de salida del Morenillo.

La Almenara de salida del Morenillo la encontramos a continuación del anterior puente-sifón e inmediatamente antes del Acueducto de Bajada del Morenillo. Habitualmente, las almenaras tienen planta rectangular, muros de mampostería de piedra caliza con refuerzo de sillería de granito en las esquinas y bóveda de cañón. La bóveda se cubre con losas de piedra unidas con cemento hidráulico.

La Almenara de Salida del Morenillo se encuentra incluida en el Catálogo de Bienes Protegidos en Zona Rural de El Molar.

Localización: Coordenadas Google Maps (40.74276, -3.56118). 28710 El Molar.



El Molar. Acueducto de Bajada del Morenillo

El Molar. Acueducto de Bajada del Morenillo.

Junto a la anterior almenara, al Sur de ella, vemos el Acueducto de Bajada del Morenillo, construido en 1852. Al igual que el puente-sifón, es también de piedra, con las dovelas y aristas de sillería, mientras que las bóvedas y entrepaños son de mampostería. Tiene una altura máxima de 11,5 metros y una longitud de 22, y está constituido por cuatro arcos de medio punto de 4,2 metros de luz.

El Acueducto de Bajada del Morenillo se encuentra incluido en el Catálogo de Bienes Protegidos en Zona Rural de El Molar.

Localización: Coordenadas Google Maps (40.74237, -3.56111). 28710 El Molar.



El Molar. Acueducto del Regachuelo

El Molar. Acueducto del Regachuelo.

Más adelante, hacia el Sur, hallamos el Acueducto del Regachuelo, también del siglo XIX. De construcción similar a la de los anteriores (de piedra, con las dovelas y aristas de sillería, y las bóvedas y entrepaños de mampostería), tiene una longitud de 30 metros y una altura máxima de 13, y lo forman cuatro arcos de medio punto con una luz de 6 metros.

El Acueducto del Regachuelo se encuentra incluido en el Catálogo de Bienes Protegidos en Zona Rural de El Molar.

Localización: Arroyo del Regachuelo, coordenadas Google Maps (40.73872, -3.56086). 28710 El Molar.



El Molar. Acueducto de la Cerca de Gabino

El Molar. Acueducto de la Cerca de Gabino.

Seguimos en el mismo sentido anterior, hacia el Sur, y llegaremos al Acueducto de la Cerca de Gabino, construido también en el siglo XIX. Con las mismas características generales de los anteriores (de piedra, con las dovelas y aristas levantadas de sillería y las bóvedas y entrepaños de mampostería), tiene una longitud de 17 metros y una altura máxima de 10,8 metros, y cuenta con tres arcos de medio punto con una luz de 4,2 metros cada uno.

El Acueducto de la Cerca de Gabino se encuentra incluido en el Catálogo de Bienes Protegidos en Zona Rural de El Molar.

Localización: Arroyo de la Cerca, coordenadas Google Maps (40.73451, -3.56264). 28710 El Molar.



El Molar. Acueducto de la Fuente del Palo

El Molar. Acueducto de la Fuente del Palo.

Al igual que en los acueductos anteriores, el Acueducto de la Fuente del Palo lo encontramos al Sur del último. Con las mismas características constructivas que éstos (es del siglo XIX, de piedra, con sillares en dovelas y aristas, y mampostería en bóvedas y entrepaños), su mayor particularidad está en el número de arcos y en la desigualdad de algunos. Con una longitud de 33 metros y una altura de 11, tiene siete arcos de medio punto, de los que tres, los del centro, tienen una luz de 4,2 metros, y cuatro, los de los extremos, de 2,8 metros.

El Acueducto de la Fuente del Palo se encuentra incluido en el Catálogo de Bienes Protegidos en Zona Rural de El Molar.

Localización: Arroyo del Patatero, coordenadas Google Maps (40.72018, -3.56793). 28710 El Molar.



El Molar. Acueducto del Barbotoso

El Molar. Acueducto del Barbotoso.

Terminamos nuestro recorrido por las estructuras hidráulicas de la localidad de El Molar con el Acueducto del Barbotoso, situado al Sursudoeste del núcleo de población, cerca del término municipal de San Agustín de Guadalix. Construido en piedra en el año 1855 y de características similares a las de los anteriores (las dovelas y aristas realizadas con sillares, mientras que las bóvedas y entrepaños son de mampostería), tiene una longitud de 36 metros y una altura máxima de 13 metros, y cinco arcos de medio punto con una luz de 5,5 metros.

El Acueducto del Barbotoso se encuentra incluido en el Catálogo de Bienes Protegidos en Zona Rural de El Molar.

Localización: Arroyo de Barbotoso coordenadas Google Maps (40.70262, -3.59514). 28710 El Molar.



Mapa de los Monumentos y puntos de interés



GLOSARIO

- 1 Mojón: Señal permanente que se pone para fijar los linderos de heredades, términos y fronteras. // Señal que se coloca en despoblado para que sirva de guía. // Piedra o señal que indica las distancias en un camino o en una carretera.
- 2 Muela: Cerro escarpado en lo alto y con cima plana.
- 3 Trashumar: Dicho del ganado o de sus conductores: Pasar desde las dehesas de invierno a las de verano, y viceversa.
- 4 Cañada: Vía para el ganado trashumante de ancho no superior a 75 m.
- 5 Vereda: Vía para el ganado trashumante de ancho no superior a 20 m.
- 6 Colada: Vía para el ganado trashumante de ancho inferior al de la vereda.
- 7 Alfoz: Conjunto de diferentes pueblos que dependen de otro principal y están sujetos a una misma ordenación.
- 8 Pechero: Obligado a pagar o contribuir con pecho9.
- 9 Pecho: Tributo que se pagaba al rey, al señor territorial o a cualquier otra autoridad.
- 10 Vecino/habitante: Como vecino, se contabiliza únicamente al cabeza de familia y cada uno de ellos equivale a 4 o 5 habitantes.
- 11 Herbaje: Derecho que cobraban los pueblos por permitir que los ganados forasteros pastaran en sus términos y por el arrendamiento de los pastos y dehesas.
- 12 Relaciones Topográficas de Felipe II: Las “Relaciones Topográficas de los Pueblos de España” (o “Relaciones histórico-geográficas de los pueblos de España”, según otros autores), realizadas por orden de Felipe II, fue una obra estadística con la que el rey pretendía dar una descripción lo más detalladamente posible de todas y cada una de las poblaciones que existían en los reinos bajo su mandato. Está formada por un total de siete tomos (seis para pueblos y ciudades, y uno monográfico para Toledo) y su original se encuentra en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Su estructura es la de un cuestionario concreto con interrogantes (o capítulos, como se llama en la obra) que tratan sobre diferentes aspectos (demográficos, sociológicos, estratégicos, geográficos y económicos) de las localidades. Estas preguntas debían ser respondidas por una delegación de hombres viejos, sabios o letrados, dando tanta información de cada municipio como fuera posible.
- 13 Maravedí: Moneda antigua española, efectiva unas veces y otras imaginaria, que tuvo diferentes valores y calificativos.
- 14 Desamortización: Desamortizar: Poner en estado de venta los bienes de manos muertas, mediante disposiciones legales. Por medio de varias desamortizaciones, se pusieron a la venta terrenos y otras propiedades de las llamadas “manos muertas” (la Iglesia y las órdenes eclesiásticas), quienes mediante donaciones y testamentos habían llegado a tener una extensión de terreno sólo inferior a las del rey y la aristocracia. Por estas expropiaciones y ventas la Iglesia no recibió nada a cambio. La Desamortización del ministro Mendizábal, llevada a cabo en 1836, fue una de las mayores y obtuvo unos resultados muy alejados de lo que se deseaba: la creación de una clase media en España. Sin embargo, sí fue de gran importancia en la historia de España, al expropiar gran parte de las posesiones eclesiásticas sin recibir la Iglesia, como decimos, nada a cambio. Desgraciadamente, las comisiones municipales encargadas de gestionar los trámites modificaron los lotes de terreno en venta, agrupándolos en grandes partidas que alcanzaban unos precios sólo asumibles por la nobleza y la burguesía adinerada.
- 15 Censo de la Sal: El Censo de la Sal se realizó en 1631, durante el reinado de Felipe IV, como un nuevo impuesto sobre un producto de primera necesidad que iba a afectar a todo el mundo por igual, a diferencia de los impuestos conocidos como servicios de millones, que sólo afectaban a los más pobres, al estar exentos de este último tanto los religiosos como la nobleza. Aunque con el impuesto de la sal debía haber desaparecido el servicio de los millones –con el que se gravaban productos de primera necesidad, como el aceite, la carne, el vinagre o el vino–, esto no fue así y este nuevo tributo tuvo una corta duración de un año, al restablecerse el servicio de millones el 13 de julio de 1632, en sustitución, precisamente, del impuesto de la sal.
- 16 Censo de Campoflorido: Censo realizado en 1712, siguiendo las órdenes del Real Consejero de Hacienda, con el fin de distribuir de forma más justa las cargas asociadas a la Guerra de Sucesión y que constituyó el primer censo de toda España, excepto País Vasco y Navarra. En 1717, tras la orden dada por el Marqués de Campoflorido de concentrarlo en la Secretaría de Hacienda, bajo su mando, tomó su nombre de Censo de Campoflorido.
- 17 Catastro del Marqués de la Ensenada: Con el nombre de Catastro del Marqués de la Ensenada se conoce un censo de la población y de la riqueza de Castilla (con excepción de las provincias vascas, que no pagaban impuestos) realizado con fines fiscales, entre los años 1749 y 1756, por el ministro de Fernando VI D. Zenón de Semovilla y Bengoechea, Marqués de la Ensenada.
- 18 Abacería: Puesto o tienda donde se venden al por menor aceite, vinagre, legumbres secas, bacalao, etc.
- 19 Descripciones del Cardenal Lorenzana: Cuestionario que constaba de catorce preguntas y que tomaba su nombre del que fuera su promotor, el Cardenal Francisco Antonio de Lorenzana y Butrón (León, 22 de septiembre de 1722 - Roma, 17 de abril de 1804), que las mandó realizar en 1784 para de recabar información de todo tipo sobre la archidiócesis. Dichas preguntas debían ser contestadas por los vicarios, jueces eclesiásticos y curas párrocos del arzobispado.
- 20 Quejigo: Árbol de la familia de las fagáceas, de unos 20 m de altura, con tronco grueso y copa recogida, hojas grandes, duras, algo coriáceas, dentadas, lampiñas y verdes por el haz, garzas y algo vellosas por el envés; flores muy pequeñas, y por fruto bellotas parecidas a las del roble. // Roble que todavía no ha alcanzado su desarrollo regular.
- 21 Fanega: Medida agraria que, según el marco de Castilla, contiene 576 estadales22 cuadrados y equivale a 64,596 áreas25, pero varía según las regiones.
- 22 Estadal cuadrado: Medida superficial o agraria que tiene 16 varas cuadradas23 y equivale a 11,226 m2.
- 23 Vara cuadrada: Cuadrado que tiene de lado una vara24.
- 24 Vara: Medida de longitud que se usaba en distintas regiones de España con valores diferentes, que oscilaban entre 768 y 912 mm.
- 25 Área: Unidad de superficie equivalente a 100 metros cuadrados.
- 26 Censo de Floridablanca: Censo del Conde de Floridablanca: Censo realizado por el ministro de Carlos III José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca, entre 1786 y 1787, y al que se considera el primer censo de población española realizado con técnicas modernas. En él, se obtuvo información sobre la estructura poblacional conforme a sexo, edad y estado civil, y una ordenación económica de todas las localidades de España.
- 27 Alcalde ordinario: Vecino de un pueblo que ejercía en él jurisdicción ordinaria28.
- 28 Jurisdicción ordinaria: Jurisdicción que procedía del fuero común, en contraposición a la privilegiada.
- 29 Teniente de cura: Cura auxiliar que ayudaba al propio cura en sus obligaciones.
- 30 Recuento de Antonio Regàs: Investigación estadística de los 120 municipios que entonces formaban la provincia de Madrid que, entre 1824 y 1825, realizó el ingeniero e inventor Antonio Regàs Borrell i Berenguer.
- 31 Sebastián Miñano: Sebastián Miñano y Bedoya (Becerril de Campos, Palencia, 1779 - Bayona, Fracia, 1845) fue, además de escritor, periodista y político, un geógrafo e historiador español, autor del "Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal", una colección de 11 volúmenes publicada entre 1826 y 1829 y que está considerada como la más destacada obra de su tipo hasta la publicación del Diccionario de Madoz32.
- 32 Diccionario de Pascual Madoz: El “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar” es una obra publicada entre los años 1846 y 1850 por Pascual Madoz. Según confiesa el autor, su realización le llevó más de quince años y contó para ello con la labor de veinte corresponsales y más de mil colaboradores. Este Diccionario está formado por 16 volúmenes en los que se describen todas las poblaciones de España, incluyendo en algunos casos su historia.
- 33 Concejo de la Mesta: Junta que los pastores y dueños de ganados tenían anualmente para tratar de los negocios concernientes a sus ganados o gobierno económico de ellos, y para distinguir y separar los animales sin dueño conocido que se hubiesen mezclado con los suyos.
- 34 Legua: Medida itineraria, variable según los países o regiones, definida por el camino que regularmente se anda en una hora, y que en el antiguo sistema español equivale a 5.572,7 metros.
- 35 Arriería: Oficio o ejercicio de arriero36.
- 36 Arriero: Persona que trajina con bestias de carga.
- 37 Cayetano Rosell: Bibliógrafo, dramaturgo, editor, historiador y traductor español nacido en Aravaca (Madrid) en 1817 y fallecido en Madrid en 1833. Oficial archivero de la Biblioteca Nacional en 1844 y miembro de la Real Academia de la Historia en 1856, que entre muchas otras obras, de ellas algunas comedias y zarzuelas, además de traducciones, escribió en 1865 la “Crónica de la provincia de Madrid”.
- 38 Andrés Marín Pérez: Bibliotecario de la Diputación provincial de Madrid y autor, entre otras, de la “Guía de Madrid”, una obra Geográfica-Histórico-Estadística de la provincia de Madrid publicada en los años 1888-1889.
- 39 Hectárea: Medida de superficie equivalente a 100 áreas.
- 40 Baldío: Dicho de la tierra: Que no está labrada ni adehesada.
- 41 Habitantes de hecho y de derecho: Distinción jurídico-administrativa entre los habitantes que están empadronados en un población determinada (de derecho) y los que, en el momento de contabilizar un censo, se encuentran en la misma, estén empadronados allí o no (de hecho).
- 42 Juan Ortega Rubio: Historiador español nacido en Puebla de Mula (Murcia) en 1845 y fallecido en Madrid en 1921. Fue catedrático de historia en la Universidad Complutense de Madrid y publicó, entre otras obras, “Los pueblos de la provincia de Valladolid”, en 1895, e “Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia”, en 1921.
- 43 Escuela unitaria: Escuela, normalmente situada en el ámbito rural, en el que uno o dos maestros deben de atender a un pequeño número de alumnos, de diferente edad y grado de instrucción, durante toda la etapa de enseñanza primaria.
- 44 Edificaciones en compacto: Edificaciones levantadas en un núcleo de población siendo éste un conjunto formado por un número determinado de ellas que forman calles, plazas, etc.
- 45 Edificaciones en diseminado: Edificaciones aisladas.
- 46 Colono: Labrador que cultiva y labra una heredad por arrendamiento y suele vivir en ella.
- 47 Aparcero: Persona que tiene aparcería48 con otra u otras.
- 48 Aparcería: Trato o convenio de quienes van a la parte en una granjería49.
- 49 Granjería: Ocupación, trabajo o actividad de las que se obtiene una ganancia o fruto. // Comercio.
- 50 Qm: Quintal métrico: Peso de 100 kg.
- 51 A diente: Aprovechamiento a diente: Aprovechamiento económico de un terreno mediante pastoreo.
- 52 Tahona: Molino de harina cuya rueda se mueve con caballería. // Panadería.
- 53 Mampostería: Obra hecha con mampuestos54 colocados y ajustados unos con otros sin sujeción a determinado orden de hiladas o tamaños.
- 54 Mampuesto: Piedra sin labrar que se puede colocar en obra con la mano.
- 55 Sillar: Piedra labrada, por lo común en forma de paralelepípedo56 rectángulo, que forma parte de un muro de sillería58.
- 56 Paralelepípedo: Sólido limitado por seis paralelogramos57, cuyas caras opuestas son iguales y paralelas.
- 57 Paralelogramo: Cuadrilátero cuyos lados opuestos son paralelos entre sí.
- 58 Sillería: Fábrica hecha de sillares asentados unos sobre otros y en hileras.
- 59 Chapitel: Remate de una torre, generalmente en forma piramidal o cónica.
- 60 Arco de medio punto: Arco que consta de una semicircunferencia.
- 61 Vano: En una estructura de construcción, distancia libre entre dos soportes y, en un puente, espacio libre entre dos pilas o entre dos estribos consecutivos.
- 62 Saetera: Ventanilla estrecha de las que se suelen abrir en las escaleras y otras partes. // Aspillera para disparar saetas.
- 63 Arco carpanel: Arco que consta de varias porciones de circunferencia tangentes entre sí y trazadas desde distintos centros.
- 64 Grutescos: Dicho de un adorno: De bichos, sabandijas, quimeras y follajes.
- 65 Poyo: Banco de piedra u otra materia arrimado a las paredes, ordinariamente a la puerta de las casas de zonas rurales.
- 66 Arco apuntado: Arco que consta de dos centros situados en la línea de arranque.
- 67 Arquivolta: Conjunto de arcos concéntricos que componen una portada abocinada68.
- 68 Arco abocinado: Arco que tiene más luz en un paramento69 que en el opuesto.
- 69 Paramento: Cada una de las dos caras de una pared.
- 70 Alfiz: Recuadro del arco árabe, que envuelve las albanegas71 y arranca bien desde las impostas73, bien desde el suelo.
- 71 Albanega: Espacio triangular comprendido entre la rosca72 de un arco y el alfiz.
- 72 Rosca: Faja de material que, sola o con otras concéntricas, forma un arco o bóveda.
- 73 Imposta: Hilada de sillares algo voladiza, a veces con moldura, sobre la cual va sentado un arco. // Faja saliente de poco volumen, en la fachada de los edificios, que marca el forjado del piso.
- 74 Lado de la Epístola y lado del Evangelio: En una Iglesia, se llama lado del Evangelio al situado en la parte izquierda desde el punto de vista de los fieles, mirando éstos hacia el altar, mientras que el de la Epístola es el de la parte derecha. Toman este nombre de los lados del presbiterio75 desde donde se lee el Evangelio y la Epístola durante la misa.
- 75 Presbiterio: Presbiterio: Área del altar mayor hasta el pie de las gradas por donde se sube a él, que regularmente suele estar cercada con una reja o barandilla.
- 76 Baquetón: Moldura redonda a modo de tallo o junquillo77.
- 77 Junquillo: Moldura redonda y más delgada que el bocel78.
- 78 Bocel: Moldura convexa lisa, de sección semicircular y a veces elíptica.
- 79 Enjuta: Triángulo o espacio que deja en un cuadrado el círculo inscrito en él. // Albanega.
- 80 Agua: Vertiente de un tejado.
- 81 Tirante: Pieza de madera o barra de hierro colocada horizontalmente en la armadura de un tejado o entre dos muros para evitar un desplome. // Madero de sierra de 14 cm de tabla por 9 cm de canto, cuya longitud es de 3,5 m, 4,4 m o 5 m.
- 82 Zapata: Pieza puesta horizontalmente sobre la cabeza83 de un pie derecho89 para sostener la carrera90 que va encima y aminorar su vano.
- 83 Cabeza: Listón de madera que se machihembra84 contrapeado87 al extremo de un tablero para evitar que este se alabee88.
- 84 Machihembrar: Ensamblar dos piezas de madera a caja y espiga85 o a ranura y lengüeta86.
- 85 A caja y espiga: Técnica utilizada para ensamblar piezas de madera entre sí, sobre todo cuando estas piezas se juntan en un ángulo de 90 grados. Consiste, de forma básica, en una espiga, o saliente de una de las piezas, que encaja en la caja, o hueco, de la otra pieza.
- 86 A ranura y lengüeta: Técnica utilizada para ensamblar tablas de madera por sus cantos, de modo que la lengüeta de una de las piezas encaja en la ranura de la otra.
- 87 Contrapear: Aplicar unas piezas de madera contra otras, de manera que sus fibras estén cruzadas.
- 88 Alabear: Combar, curvar, especialmente la madera.
- 89 Pie derecho: Madero que en los edificios se pone verticalmente para que cargue sobre él algo.
- 90 Carrera: Viga horizontal para sostener otras, o para enlace de las construcciones.
- 91 Bóveda de crucería: Bóveda característica del estilo gótico92, compuesta por arcos que se cruzan diagonalmente en un punto central, o clave, formando nervios95.
- 92 Gótico: Dicho del arte: Desarrollado en Europa desde finales del siglo XII hasta el Renacimiento93 y caracterizado, en arquitectura, por el arco apuntado, la bóveda de crucería y los pináculos94.
- 93 Renacimiento: Movimiento artístico europeo, que comienza a mediados del siglo XV, caracterizado por un vivo entusiasmo por el estudio de la Antigüedad clásica griega y latina.
- 94 Pináculo: Remate piramidal o cónico que en la arquitectura gótica cumple una doble función, estética y estructural.
- 95 Nervio: Arco que, cruzándose con otro u otros, sirve para formar la bóveda de crucería. Es elemento característico del estilo gótico.
- 96 Arco triunfal: Arco que en las iglesias sirve de separación entre el presbiterio y la nave principal.
- 97 Arco escarzano: Arco que es menor que la semicircunferencia del mismo radio.
- 98 Ménsula: Elemento perfilado con diversas molduras, que sobresale de un plano vertical y sirve para recibir o sostener algo.
- 99 Cruz latina: Cruz de forma ordinaria, cuyo travesaño divide al palo en partes desiguales.
- 100 Zócalo: Faja de la parte inferior de las paredes.
- 101 Venerar: Dar culto a Dios, a los santos o a las cosas sagradas.
- 102 Crujía: Espacio comprendido entre dos muros de carga.
- 103 Frontón: Remate triangular o curvo de una fachada, un pórtico, una puerta o una ventana.
- 104 Revoco: Revestimiento continuo con mortero de cal, yeso y en ocasiones cemento, que se aplica en las fachadas sobre un enfoscado105.
- 105 Enfoscar: Guarnecer con mortero un muro.
- 106 Dintel: Pieza horizontal superior de puertas, ventanas y otros huecos, apoyada en sus extremos sobre las jambas107 y destinada a soportar cargas.
- 107 Jamba: Cada una de las dos piezas que, dispuestas verticalmente en los dos lados de una puerta o ventana, sostienen el dintel o el arco de ella.
- 108 Dovela: Piedra labrada en forma de cuña, para formar arcos o bóvedas, el borde del suelo del alfarje, etc.
- 109 Sillarejo: Piedra de dimensiones menores a las del sillar, con una labra menos cuidada y cuyas dimensiones no llegan al espesor del muro.
- 110 Bóveda de medio cañón: Bóveda de superficie generalmente semicilíndrica que cubre el espacio comprendido entre dos muros paralelos.
- 111 Rollizo: Dicho de un madero: En forma de rollo.
- 112 Lagar: Recipiente donde se pisa la uva para obtener el mosto.
- 113 Tinillo: Receptáculo hecho de fábrica, en donde se recoge el mosto que corre de la uva pisada en el lagar.
- 114 Almenara: Las almenaras hidráulicas tienen como función regular, mediante compuertas, el caudal de agua que circula por canales y acequias.
- 115 Luz: Distancia horizontal entre los apoyos de un arco, viga, etc.
- 116 Tajamar: Parte de un apoyo o pila de un puente para cortar el agua y disminuir su empuje.


COMO LLEGAR


AUTOBUS:
INTERURBANOS:
.
- Línea 191: Madrid (Plaza de Castilla) - Buitrago del Lozoya.
- Línea 193: Madrid (Plaza de Castilla) - Pedrezuela - El Vellón.
- Línea 193A: El Molar - Cotos de Monterrey - Venturada.
- Línea 194: Madrid (Plaza de Castilla) - Rascafría.
- Línea 195: Madrid (Plaza de Castilla) - Braojos.
- Línea 196: Madrid (Plaza de Castilla) - La Acebeda.
- Línea 197D: Torrelaguna - El Vellón - El Molar.
- Línea N104: Madrid (Plaza de Castilla) - San Agustín de Guadalix.

CARRETERAS:
Desde Madrid:
- Por la A-1 (48 min; 50,4 km).
- Por M-30 y A-1 (50 min; 53,1 km).
- Por M-12 y A-1 (54 min; 57,1 km).

TREN:

METRO:

METRO LIGERO/TRAVÍA:

Los datos de comunicaciones se han tomado, en septiembre de 2024, de la web del Consorcio de Transportes de Madrid y de Google Maps no haciéndose "una Ventana desde Madrid (uVdM)" responsable de su exactitud o posterior modificación.



BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS


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- “Censo de la Corona de Castilla. 1591. Vecindario”; Instituto Nacional de Estadística; NIPO web 729-16-005-9.

Siglo XVII
- “Censo de la Sal. 1631. Tomo I. Vecindario”; Instituto Nacional de Estadística; Madrid; NIPO: 729-14-022-7.
- Alonso Limón Montero: “Espejo cristalino de las aguas de España”; Francisco García Fernández, Impresor de la Universidad y a su costa; Alcalá; 1697.

Siglo XVIII
- “Censo de Campoflorido, 1712. Vecindario General de España. Tomo I: Manuscritos”; Instituto Nacional de Estadística; Madrid; NIPO web 729-16-003-8.
- “Censo de Ensenada, 1752. Tomo I: Manuscritos”Instituto Nacional de Estadística; Madrid; NIPO web: 729-16-006-4.
- “Censo de Ensenada, 1752. Tomo II: Nomenclaturas”Instituto Nacional de Estadística; Madrid; NIPO web: 729-16-006-4.
- “Censo de Ensenada, 1752. Tomo III: Menestrales”Instituto Nacional de Estadística; Madrid; NIPO web: 729-16-006-4.
- Descripciones del Cardenal Lorenzana. Descripción de los pueblos que comprende la Vicaría General de Alcalá de Henares
- “Censo de 1787 "Floridablanca". Tomo II Comunidades Autónomas de la Submeseta Sur"; NIPO web: 729-16-002-2.

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- Sebastián de Miñano: “Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal. Tomo VI”; Imprenta de Pierart-Peralta; Madrid; 1827.
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Varios
- INE: Instituto Nacional de Estadística - Madrid: Población por municipios y sexo
- INE: Instituto Nacional de Estadística - Alteraciones de los municipios en los Censos de Población desde 1842, El Molar
- Plan General de Ordenación Urbana. Catálogo de Bienes Protegidos
- Nomecalles - El Molar
- Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid - Macromagnitudes y participación social - El Molar
- Ayuntamiento de El Molar
- Ayuntamiento de El Molar | Descubre El Molar
- Ayuntamiento de El Molar | Procesión en la Pradera de San Isidro
- Ayuntamiento de El Molar | Historia
- Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico Electrónico | José Pascual de Zayas Chacón
- G. Fatás y G.M. Borrás: "Dicionario de Términos de Arte"; Alianza Editorial, S.A.; ISBN: 84-7838-388-3, Depósito Legal: M-26.868-1993.
- DRAE

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