Miércoles, 4 de noviembre de 2020
Introducción
Contenidos
- Introducción
- Resumen histórico
- Monumentos y puntos de interés
- La Ruta de los Oficios
- El Valle de los Neandertales
Pinilla del Valle es una localidad madrileña de 191 habitantes1 y 25,69 km2 de extensión, situada a 1.095 metros de altitud, al NorNoroeste de la Comunidad de Madrid, en el Valle Alto del Lozoya. Limita, al Norte, con la provincia de Segovia, perteneciente a la vecina Comunidad Autónoma de Castilla y León; al Oeste, con Lozoya; al Sur, con Canecia; y al Oeste, con Alameda del Valle. En cuanto al origen de su nombre, si bien no hay dudas en cuanto a que “del Valle” se debe a su localización geográfica, sí las hay en cuanto a la palabra “Pinilla”. Por un lado, se cree que puede estar motivada por el gran número de pinos que existieron en el lugar, pero, por otro, hay quienes piensan, como el historiador Fernando Jiménez de Gregorio (Belvis de la Jara, Toledo, 1911 – Madrid, 2012), que tiene su origen en la planta pinillo2, según leemos en la página 204 de su obra “Madrid y su comunidad. Territorio, Historia, Economía, Sociedad”, siendo ésta la explicación más aceptada, dado que no se han encontrado escritos antiguos en los que se destaque la población de pinos del lugar. Otra teoría también existente, como leemos en la página 31 del libro “Del valle del Lozoya al embalse del Vellón”, de la Colección “Biblioteca Madrileña de Bolsillo / Pueblos y ciudades”, es la que vincula el nombre con los primeros habitantes del pueblo, unos pastores que levantaron sus chozas junto a unas peñas, penilla o pinillas.
El término de Pinilla se extiende en una estrecha franja de terreno de unos 2,5 km de ancho y 10 km de largo que se extiende en sentido Noroeste-Sudeste y queda delimitada por las cumbreras3 que la rodean. Este término municipal tiene sus mayores alturas, con cifras superiores a los 2.100 metros, al Noroeste, mientras que las menores, con cifras inferiores a los 1.100 metros, se dan al Sudeste, por donde es atravesado por el cauce del río Lozoya. Es aquí, en la margen izquierda del río, junto a la presa del Embalse de Pinilla, donde se encuentra Pinilla del Valle, el único núcleo urbano del municipio. Desde allí, y continuando hacia el Sudeste, la altitud del terreno vuelve a subir hasta los más de 1.600 metros.
La vegetación del lugar está formada por monte alto4 y bajo5, con bosques de encina y rebollo6 en este último. Además, otros árboles de lugar son los álamos y los fresnos. A finales del siglo XX, como podemos leer en la página 666 del Tomo IV de la colección “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid”, dedicado a la zona Norte, los pastos de las llanuras comenzaban a presentar un “cierto estado de deterioro” relacionado con la disminución del tamaño del sector ganadero. No obstante, no hay que olvidar que en la zona, a lo largo de su historia, la ganadería, y también el aprovechamiento de los bosques (carbón, leña, maderas para la construcción...), ha sido más importante que la explotación agrícola.
Además del río antes mencionado, hay varios cauces fluviales más en el término, como los arroyos de los Hoyos de Pinilla, de Mataratillo, del Águila, del Canalizo, del Hontanar o del Lontanar, entre otros.
Las comunicaciones de Pinilla del Valle se limitan a la carretera comarcal M-604, la cual atraviesa el término a la altura de la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, o de Santa Marta. Desde ella, mediante un desvío que la comunica con la carretera local M-973, o Carretera de Pinilla del Valle, llamada Calle de la Alegría en Google Maps, se llega al núcleo de población.
Aparte de la anterior carretera, por el municipio pasan distintas vías pecuarias, como la Cañada del Río; las coladas8 del término de Lozoya al de Alameda del Valle, del Camino de Nogalejo y del Camino de las Cañadillas; y el cordel11 de los Pueblos del Valle.
Resumen histórico ▲
Monumento conmemoriativo del VII centenario de la creación de los cuatro quiñones que fueron el origen de las poblaciones de Alameda del Valle, Oteruelo del Valle Pinilla del Valle y Rascafría. Año 2002.
Los orígenes de Pinilla del Valle hay que situarlos, al igual que los de otras localidades de la zona, en la repoblación del lugar llevada a cabo por el reino de Castilla tras la reconquista de Toledo, la antigua capital visigoda, en el año 1085. No obstante, la presencia humana en esta área se remonta a la prehistoria, como atestiguan los hallazgos habidos en los varios yacimientos arqueológicos existentes al Sur del término, en la margen derecha del río Lozoya, y que han dado lugar al nombre de El Valle de los Neandertales.
Continuando con el siglo XI, a finales de él, en el año 1090, se señala la divisoria de aguas de los Montes Carpetanos como el límite del Arzobispado de Toledo, con todo lo que ello representa en cuanto al cobro de diezmos15.
En el primer cuarto del siglo XII, en 1119, los Concejos de la Extremadura Castellana repueblan la Cara Sur de la Sierra Norte, con lo que casi toda ella pasa a depender administrativamente de Buitrago. Sin embargo, esta dependencia sería de corta duración, al pasar, en 1139, todo el Valle Alto del Lozoya a depender de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, una vinculación que se mantendría hasta el siglo XIX, cuando, tras la reorganización territorial de España, de 1833, Pinilla del Valle pasó a depender de Madrid.
A principios del siglo XIV, en 1302, Segovia, a través de sus ordenanzas, dividió el “Val de Lozoya” en las cuadrillas de Alameda, Oteruelo, Pinilla y Rascafría, con la obligación para los que allí comprasen tierra de residir en ellas, construir una vivienda y disponer de caballo propio. Una obligación que incluía los quiñones16, tierras de cultivo cuyas dimensiones variaban según su localización y que serían el origen de las poblaciones del valle (Alameda, Oteruelo, Pinilla y Rascafría). Con estos compradores, sería con los que los caballeros de Segovia Díaz Sanz y Fernando García de Carrión formarían las milicias de cien caballeros destinadas a enfrentarse a las correrías de los musulmanes que, tras haber quedado aislados, se habían refugiado y hecho fuertes en las montañas.
En el siglo XV, en 1442, tras la compra que la Ciudad y Tierra de Segovia hizo de estas tierras a las milicias, Pinilla del Valle pasó a formar parte –junto a las localidades de Alameda, Bustarviejo, Canencia, Lozoya, Oteruelo y Rascafría– del sexmo17 de Lozoya, uno de los diez en los que se organizaba la comunidad segoviana.
En el siglo XVI, según el Censo de Pecheros18 de Carlos V, de 1528, Pinilla del Valle, que aparece sólo con el nombre de Pinilla, tenía una población de 99 vecinos pecheros y dependía de la Intendencia de Segovia, dentro del sexmo de Lozoya. En 1533, conforme a las Vecindades de Segovia, Pinilla continúa formando parte del mismo sexmo y con idéntica cifra de población: 99 pecheros. Terminamos esta centuria con el Censo de la Corona de Castilla, de 1591, en donde Pinilla, que sigue con su dependencia segoviana, tiene 143 vecinos, de los cuales 142 son pecheros y uno, clérigo.
En el siglo XVII, disponemos del Censo de la Sal20, de 1631, y en él, vemos cómo Pinilla, con el nombre de Pinilla del Billar, era una población de 62 vecinos que tenía una cabaña ganadera de 2.413 cabezas. Como podemos observar, conforme a los dos últimos censos, la población de Pinilla ha disminuido en más del 55%, una cifra que puede tener su motivación en la mortandad que provocó la epidemia de peste que asoló España entre 1591 y 1614, y que para algunas localidades representó casi su desaparición. Posteriormente, hubo, además, otra epidemia, esta vez entre 1630 y 1632, lo que, unido a algunas malas cosechas y a las diversas guerras que el Imperio Español libraba en Europa, explica tanto estas cantidades, como vemos a continuación.
Nos situamos ya en el siglo XVIII, el Siglo de las Luces, o de la Ilustración21, una época de la que queda bastante más información sobre muchas de las poblaciones españolas. Así, nosotros comenzamos en el año 1712, con el Censo de Campoflorido22. Según éste, Pinilla se llama entonces “Penilla del Balle”, sigue dependiendo de Segovia y tiene una población de 30 vecinos, la mitad que en 1631 y menos de la cuarta parte de la de 1591.
En la siguiente obra que consultamos, el Catastro del Marqués de la Ensenada, de 1752, Pinilla del Valle, nombrada como Pinilla, es una villa de realengo23 que cuenta –como vemos en la página 667 del Tomo IV de la colección “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid”– con una iglesia con torre, un hospital para acoger a los pobres, un molino harinero, diez eras, una abacería26, una carnicería, una fragua, una taberna y un pajar.
Constaba de 76 vecinos y 289 habitantes27, de los que dos eran clérigos seculares28, 39 pecheros, 18 jornaleros, un pobre de solemnidad29, 14 viudas pecheras y dos viudas pobres. En cuanto a los distintos oficios de sus pobladores, tenemos a 56 labradores, 17 jornaleros, un aprendiz de herrero, tres oficiales y dos aprendices tejedores de lienzos, y un oficial sastre.
Conforme a este catastro, la cabaña ganadera de Pinilla, en manos de seglares30, se componía entonces de 333 cabezas de ganado mayor –284 cabezas de bovino, 40 de caballar, cinco de mular y cuatro de asnal– y 2.953 de ganado menor –2.432 de ovino, 409 de caprino y 112 de porcino–, además de contar con trece colmenas. Mientras, la perteneciente al sector eclesiástico sumaba dieciséis cabezas de bovino, 80 de ovino y ocho de porcino.
Como podemos observar por los oficios de sus habitantes y por la ganadería existente, los motores económicos de la población eran la ganadería y la agricultura.
En 1768, tenemos el Censo del Conde de Aranda32, considerado como el primer censo moderno de población realizado en España. En él, Pinilla del Valle, ya con este nombre, totaliza una población de 266 habitantes (140 varones y 126 hembras).
Más adelante, en 1782, nos encontramos con las Descripciones del Cardenal Lorenzana34, en donde se menciona la existencia entonces en Pinilla de la Iglesia de San Miguel y de dos ermitas, de las cuáles sólo queda ya una, la de Nuestra Señora de la Concepción.
Finalmente, tenemos el Censo del Conde de Floridablanca, de 1787, en donde Pinilla del Valle aparece como un lugar de realengo, con alcalde ordinario35, dependiente de la intendencia y del partido de Segovia. Tiene una población de 251 personas (132 varones y 119 mujeres). Por profesiones, sin contabilizar a los labradores y jornaleros, hay un cura, un sacristán, dos capellanes, tres fabricantes de lienzos y dos criados.
Plano de Pinilla del Valle de 1878 (POBL280900_1878_PINILLA_DEL_VALLE CC-BY 4.0 ign.es) En él vemos, dentro del Ayuntamiento, una dependencia nombrada como escuela.
Llegamos al siglo XIX, una centuria durante la cual España vería destruido su territorio tras la invasión francesa y la subsiguiente Guerra de Independencia (1808-1814); perdería prácticamente todo su imperio colonial tras las guerras de independencia de la América Continental Española, a principios de siglo, y la infausta Guerra Hispano-Estadounidense, en 1898; sufriría tres guerras carlistas (1833-1840, 1846-1849 y 1872-1876); padecería numerosos enfrentamientos armados entre liberales y absolutistas; y, además, soportaría cambios de dinastías reinantes y de régimen, con la caída de la dinastía Borbón en favor de la Casa de Saboya en la figura de Amadeo I (1868-1873), la llegada de la I República (1873-1874) y la vuelta de la Casa de Borbón, en la persona de Alfonso XII, en 1874.
Comenzamos nuestro recorrido histórico por Pinilla con el “Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal” que Sebastián Miñano37 publicó entre 1826 y 1829. En él, tenemos que Pinilla del Valle es un Lugar de Realengo, con alcalde ordinario que pertenece a la provincia y al partido de Segovia, dentro del sexmo de Lozoya, y del arzobispado de Toledo. Totaliza 57 vecinos y 200 habitantes, y cuenta con parroquia y pósito39.
En el segundo tercio del siglo, se produce en el país una serie de importantes cambios administrativos, judiciales y económicos. En 1833, tras la reorganización territorial de España, Pinilla del Valle deja de pertenecer a Segovia y pasa a formar parte de la provincia de Madrid; la desaparición del Concejo de la Mesta entre 1835 y 1836 termina con los privilegios de la ganadería, un sector económico que, a lo largo de los siglos, había tenido una gran importancia para Pinilla; en este siglo, además, se producen diversas desamortizaciones40, como la de Mendizábal, en 1836, o la de Madoz, en 1855, que traen consigo la expropiación y puesta en venta de los bienes de la Iglesia, la primera, y del común, la segunda, con lo que, tras esta última, diversas propiedades que formaban parte del Ayuntamiento pasaron a manos privadas.
En la Desamortización de Madoz –según expresa el libro “La Desamortización de Madoz en el Partido Judicial de Torrelaguna”, del Dr. en Historia de la Universidad Complutense don Vicente Moreno Ballesteros, en su página 8–, se puso a la venta un total de 1.824 fanegas41, unos 11,73 km2, lo que representa, aproximadamente, el 46,65% de su territorio. Igualmente, leemos en esta obra cómo se subastaron prados, tierras y cerros pertenecientes al clero y a propios (el Ayuntamiento), además de una casa, una casa-carnicería y una era de trillar de este último. El valor obtenido por el Estado de esta subasta fue de 119.832,25 pesetas, de la cuales, 13.224 ptas. correspondían a los bienes del clero y 106.608,25, a los de propios. Para quien desee profundizar en el tema –dado el volumen de datos de terrenos, compradores, etc. ofrecido por el autor–, esta interesante obra se encuentra disponible en esta dirección de la Universidad Complutense de Madrid.
Continuemos ahora con el “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar”, publicado por Pascual Madoz entre 1846 y 1850, antes de ser ministro de Hacienda y promulgar su ley de Desamortización. En Madoz, leemos que Pinilla del Valle, o de Lozoya (sic) es un lugar con ayuntamiento que forma parte de la provincia de Madrid, del partido judicial de Torrelaguna, de la capitanía general de Castilla la Nueva y de la diócesis de Toledo. Tiene una población de 50 vecinos, unas 300 almas, y en su núcleo se levantan la Iglesia Parroquial de San Miguel, la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, un ayuntamiento que es, además, cárcel, una escuela de instrucción primaria común para ambos sexos, 54 casas, una fuente de “buenas aguas” y un cementerio.
Según este diccionario, su término posee mucho monte con robles y encinas, una dehesa “grande y hermosa” con abundantes fresnos, y varios prados naturales de excelente heno. Su terreno es de “mediana” calidad y produce cebada, centeno, legumbres, lino, patatas y trigo tremesino44. La ganadería, de la que no aparecen cifras, cuenta con ganado lanar “fino”, vacuno y yeguar. Hay caza de liebres, de perdices (entre otras aves) y de algún jabalí, y pesca de barbos y truchas. Su sector industrial se limita a un molino harinero y a la derivada de la agricultura.
En 1865, Cayetano Rosell45 publicó su “Crónica de la Provincia de Madrid”, en la que Pinilla tiene una población de 266 habitantes y cuenta, al igual que Alameda y Oteruelo, con aguas saludables, prados y sotos, y tiene como principal motor económico la ganadería.
La última de las guías, crónicas y diccionarios geográficos que consultamos en el siglo XIX es la “Guía de Madrid y su provincia”, obra realizada entre 1888 y 1889 por Andrés Marín Pérez46. Aquí, el autor sitúa el origen del pueblo en el siglo XIV: “Tanto sus más antiguas construcciones, como la tradición, que son las fuentes en que podemos apoyar nuestra humilde opinión, están conformes en que el pueblo que nos ocupa es del siglo XIV y debido á los cristianos que en aquella fecha peleaban como buenos por la defensa de su verdadera religión”. Igualmente, asegura como origen de su nombre la existencia anterior de “muchos y buenos pinos”.
Entonces, y según esta obra, el pueblo tenía 52 vecinos y 254 personas. La localidad cuenta, asimismo, con la Iglesia Parroquial de San Miguel, de la que el autor afirma encontrarse en buen estado, a la par que nos informa de que tiene cinco altares y de que en dos de ellos hay “magníficas lápidas sepulcrales con escudos de armas del siglo XV”; con la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción; con una escuela incompleta para ambos sexos, a la que asisten 40 alumnos y en la que la instrucción se da por el sistema simultáneo47; con 60 edificios de “tosca construcción”; y con un cementerio rectangular de 120 m2 de superficie y “pésimo” estado de conservación.
La población carecía entonces en la localidad de servicios médicos, farmacéuticos y veterinarios, teniendo que recurrir a los servicios de los profesionales de otros pueblos.
Veamos ahora los motores económicos de entonces, comenzando por la agricultura, que se divide entre las 210 hectáreas (ha), 14 áreas (a) y 60 m2 dedicados al cultivo de hortalizas, legumbres, frutas y otras plantas de regadío; y las 500 ha, 54 a y 72 m2 de cereales. En cuanto a los montes, “poblados de diversos árboles tan mal cuidados como guardados”, éstos suman 912 ha, 62 a y 90 m2 de terreno. Continuamos con la cabaña ganadera, la cual era de doce cabezas de ganado caballar, 64 de vacuno, 100 de cabrío, 400 de lanar y 100 de cerda. En cuanto a la industria, ésta se limita a la elaboración de pan, la obtención de aceite, vino y queso, la conserva de carnes y la transformación de otros frutos. Finalmente, el comercio se basa en la exportación de lana, leche, carnes y otros productos remanentes, por un lado, mientras que, por otro, importa tejidos, ultramarinos y otros géneros que sean necesarios.
Antes de continuar en el siglo XX, debemos de señalar cómo, durante la primera mitad del siglo XIX, las estadísticas de población, ya que no se pueden considerar censos, no eran de inscripción directa, sino que sus cifras se debían a imputaciones, bien de nivel provincial, de partido judicial o de municipio. Es a partir de entonces cuando se obtienen los datos de población que vemos a seguidamente.
En 1857, según el Censo de la provincia de Madrid, Pinilla del Valle tenía 236 habitantes (135 varones y 101 hembras). En el de 1860, además de los habitantes, 230 (123 varones y 107 hembras), también tenemos las cifras de los que saben leer y escribir: 60 hombres y 5 mujeres; en el de 1877, hay 258 habitantes (148 varones y 110 hembras), de los que 67 hombres y 18 mujeres saben leer y escribir. En el de 1887, tenemos 250 habitantes (136 varones y 114 hembras) y no nos ofrece los datos de alfabetización, pero sí los de nacidos en otra provincia, que en este caso son ocho hombres y once mujeres, mientras que hay una mujer de la que consta su lugar de procedencia. En el de 1897, hay 274 habitantes (143 varones y 131 hembras); y en el de 1900, 289 habitantes (160 varones y 129 hembras).
Nos situamos ya en el siglo XX, una centuria en la que Pinilla del Valle verá disminuir su población desde los 276 habitantes de derecho48 y 289 de hecho de 1900 a los 156 de derecho del año 2000. Durante este período, los hasta entonces sectores productivos tradicionales del pueblo, la agricultura y la ganadería, verán disminuir su peso hasta representar solamente el 2,44% del PIB de Pinilla de 2018. Como vemos en las páginas 34 y 35 del libro “Del Valle del Lozoya al embalse del Vellón”, de la Colección “Biblioteca Madrileña de Bolsillo - Pueblos y ciudades”, si en 1965, el 74% de la población activa estaba dedicado a tareas agrícolas y ganaderas, para principios de los años 80, el porcentaje había descendido hasta el 27%, una disminución que continuaría hasta el 8,1% de 1996.
Pero como en anteriores siglos, situémonos al principio, en particular, en el censo de Pinilla del año 1910, en donde vemos que su población aumenta de los 276 de 1900 a los 312 de 1910, para bajar, diez años después, a los 303 de 1920.
Aquí, es interesante apuntar que en el año 1918 –año de inicio de la pandemia conocida como Gripe Española, que se prolongó hasta 1920–, la mortalidad en España aumentó desde las 465.700 defunciones de 1917 a las 695.800 de dicho año, una subida de más de 200.000 muertes que tiene su correspondencia en el aumento de la tasa de mortalidad desde las 22,4 muertes por mil habitantes de 1917 a las 33,2 muertes por mil habitantes de 1918. En 1919, los datos son de 482.800 fallecimientos y 22,9 muertes por mil habitantes y en 1920, de 494.500 fallecidos y 23,3 muertes por mil habitantes. Como vemos, unos números aún superiores a los de 1917. No es hasta 1921 cuando éstos bajan por debajo de los de dicho año, con unos números de 455.500 fallecidos y 21,3 muertes por mil habitantes.
En 1921, Juan Ortega Rubio49 publicó su “Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia”, en el que Pinilla del Valle aparece nombrada como Pinilla del Valle de Lozoya. Comienza su trabajo sobre el pueblo haciendo mención también a su fundación en el siglo XIV y a la relación del origen de su nombre con haber sido una “tierra de pinos”. Los datos ofrecidos aquí nos hablan de una población de 303 habitantes de hecho y 312 de derecho, así como de contar en el pueblo con la Iglesia de San Miguel, la Ermita de la Concepción, el ayuntamiento y una escuela de primera enseñanza para ambos sexos. Sobre estos dos últimos edificios, señala que “están en relación con la pobreza del pueblo”.
El pueblo cuenta entonces con prados naturales, una gran dehesa y montes de roble y encina; hay caza de liebres, perdices y algún jabalí, así como pesca de barbos y truchas –unos datos estos últimos muy similares a los del diccionario de Madoz, de 70 años antes–. Su ganadería se compone de ganado lanar, cabrío, vacuno y de cerda, mientras que su agricultura produce cereales, patatas y legumbres.
En 1930, los habitantes de Pinilla aumentan hasta 343, una cifra que para 1940, tras la Guerra Civil Española (1936-1939), desciende a 337 para, nuevamente, subir en 1950, con 343.
En el “Diccionario Geográfico de España”, publicado entre 1956 y 1961, Pinilla del Valle tiene una población de 343 habitantes y tiene construidas, en compacto50, 88 viviendas y 104 edificios destinados a otros usos. La localidad dispone en aquel momento de dos escuelas y una fonda, habiéndose construido, desde 1940, un colegio y un puente. En cuanto su atención sanitaria y religiosa, no parece contar el pueblo con ningún profesional que resida en él, al señalarse que éstas se prestan “desde otros pueblos”.
Veamos, a continuación, los sectores económicos del municipio durante esos años.
El sector agrícola cuenta con 40 ha de regadío gracias al agua del río Lozoya y de diversos pozos, y en ellas se cultivan patatas y trigo; y con 150 ha de secano divididas en 30 ha de cebada, 90 ha, de centeno, y 30 ha, de trigo. La hectárea de regadío tiene un valor de 90.000 pesetas, mientras que el de la de secano es de 30.000 pesetas.
El sector ganadero suma 27 cabezas de caballar, 30 de asnal, 580 de vacuno, 120 de cerda, 2.000 de lanar, 30 de cabrío y 530 gallinas. La industria se reduce a un molino harinero y dos tahonas51. Además, en los sectores no cultivados, el término se encuentra poblado de álamos, fresnos y monte bajo, y continúa teniendo pesca –en particular de barbos, bogas y truchas– y caza –de conejos, liebres, perdices, corzos, jabalíes y zorros–.
Sigamos ahora con la 2ª edición de la “Guía de la provincia de Madrid”, de Antonio Cantó Téllez, publicada en 1958. Contemplamos aquí que Pinilla del Valle aparece como una población del partido judicial de Torrelaguna, de 343 habitantes y 155 edificios, cuyos orígenes se sitúan en el siglo XIV y que debe su nombre a haber sido una tierra de pinos. Cuenta con dehesas en donde las arboledas son considerables y los manantiales, abundantes.
Cantó Téllez vuelve a mencionar aquí, al igual que Marín Pérez, lo interesante de los dos altares con sendos sepulcros con escudos de armas de la Iglesia de San Miguel y señala la existencia de dos ventanas aspilleradas52 en su torre, indicando la posibilidad de que hubieran sido de orden defensivo. En cuanto a la Ermita de la Concepción, se nos indica que ésta se encuentra restaurada.
Llegamos a los años 60 del pasado siglo XX, cuando los efectos de la numerosa emigración del campo a la ciudad que se dio en España entre la década de los 50 y de los 80 comienza a notarse en Pinilla con un descenso de población hasta los 302 habitantes. Sin embargo, esta disminución no fue tan intensa como la de la siguiente década, quizás porque entre los años 1965 y 1967 se construyó el embalse de Pinilla, de 38,1 hm3 de capacidad, 480 hectáreas de superficie y dotado, desde el año 1991, de una central hidroeléctrica.
En 1970, vemos cómo la construcción anterior no sólo no significó que aumentara la población, sino que ésta disminuyó en un 34% hasta los 198 habitantes, una tendencia que continuó en 1981 con 137 para revertirse, en 1986, con 141, en 1991, con 156, y en 1996, con 167. Seguidamente, volvió nuevamente a bajar, de manera ligera y continua, hasta los 156 del año 2000. En las siguientes dos décadas, aumentaría hasta llegar a las 215 del año 2012, para, una vez más, bajar hasta las 185 de 2017 y, de nuevo, subir a las 191 de 2019.
En 2018, según el Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, Pinilla del Valle tenía un PIB per cápita de 14,487€, inferior al zonal, de 18.466€, y al comunitario, de 34.917€. Por sectores, el PIB corresponde en un 28,09% a la minería, industria y energía; en un 27,54%, a los servicios a empresas y financieros; en un 19,90%, a servicios de distribución y hostelería; en un 2,55%, a la construcción; en un 2,44%, a la agricultura y ganadería; y en un 19,49%, a otros servicios. El Indicador de Renta Disponible Básica per cápita de 2018 es de 12.371,25€, igualmente inferior al zonal, de 15.238,23€, y al comunitario, de 19.311,58%. A tenor de estos datos, queda claro que el sector agropecuario ha dejado de ser la base económica de Pinilla.
Comencemos ya nuestro paseo por la localidad de Pinilla del Valle.
Monumentos y puntos de interés ▲
Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel. Finales del siglo XV o principios del XVI, con restauración a mediados del XX.
Nuestro paseo por Pinilla del Valle comienza en el límite Noreste del núcleo urbano del pueblo, donde se halla situada la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel, cuyos orígenes pueden hallarse alrededor de finales del siglo XV o comienzos del XVI, habiendo sufrido obras de importante consideración en el XVIII. En los años 40 del pasado siglo XX, la iglesia fue restaurada siguiendo un proyecto de la Dirección General de Regiones Devastadas. En 1949, se reconstruyó el atrio53 y, más recientemente, se renovó la cubierta. Según podemos leer en el Tomo IV de la colección “Arquitectura y desarrollo urbano”, dedicado a la zona Norte de la Comunidad de Madrid, “Existen referencias a su construcción sobre restos de un antiguo castillo, indicando que precisamente la torre de la Iglesia coincidiría con el torreón de éste”.
La fábrica de sus muros son de mampostería54, quedando rematados por una cornisa de bolas, una ornamentación ya vista en otras construcciones de dicha época. La portada de acceso, que se abre en el lado de la Epístola56, bajo un atrio cubierto, es de estilo gótico58 y se compone de un doble arco carpanel64 decorado con motivos animales y vegetales (granadas y hojas de acanto65), y enmarcado por un alfiz66; por encima, en el centro, hay una ménsula70 que sostiene una figura de San Miguel Arcángel, la cual queda flanqueada por sendos escudos, uno de ellos, con una balanza, y el otro, con un jarrón y azucenas.
En la fachada de los pies, había una puerta adintelada71 que, en la actualidad, se encuentra cegada. Sobre ella, se abre una ventana de dintel adovelado73, ornamentado en su centro y con el año “1523” grabado.
La torre, de planta cuadrada, se alza a los pies de la iglesia. Está compuesta de dos cuerpos, con ventanas aspilleradas en el principal y arcos de medio punto74 en el superior, acogiendo las campanas.
En el interior, su planta es rectangular y cuenta con una sola nave dividida en tres tramos y cubierta con bóveda de cañón75 barroca76 adornada con molduras en los dos primeros tramos y lunetos78, en el tercero; a ello, que hay que sumar la Capilla Mayor, quedando separado el presbiterio de la nave por medio de un arco triunfal apuntado. En el lado de la Epístola, se encuentran adosados el vestíbulo y la sacristía, mientras que en el lateral opuesto, a los pies de la iglesia, como decíamos en el párrafo anterior, se alza la torre. También a los pies, en alto y sostenido por una columna toscana79 de piedra, está el coro, que, en este caso, ocupa todo el ancho de la nave.
La Capilla Mayor cuenta en el exterior con unos contrafuertes que refuerzan la cabecera, estando cubierta con una bóveda de crucería de diecisiete claves92 y nervaduras93 góticas de terceletes94 y combados96.
En los altares laterales, hay dos lápidas sepulcrales que son usadas como gradas; la del lado del Evangelio, data de 1503 y es prácticamente igual que la del lado de la Epístola, ésta fechada en 1488 y dotada de una inscripción en su contorno y un escudo floreado central rodeado de ornamentación vegetal.
Torre-campanario, de la que se dice que fue levantada sobre los restos del torreón de un antiguo castillo.
Bajo la torre, se halla el baptisterio97, que se cubre mediante una bóveda de cañón. Aquí, se albergaba la pila bautismal (actualmente, en la Capilla Mayor), realizada en piedra en una sola pieza. Asimismo, merece nuestra atención la pila de agua bendita, también de piedra, datada en el siglo XVI y decorada con las mismas bolas que podíamos ver en la cornisa.
Citan en el libro mencionado anteriormente que, según el “Plano de población de Pinilla del Valle” elaborado por el Instituto Geográfico y Estadístico y fechado en el año 1878, se puede observar en la planta del templo que, en el lado del Evangelio, había dos cuerpos, de los cuales, uno era el destinado al osario98, mientras que el otro se correspondía con una pequeña dependencia que ocupaba la Capilla de la Soledad; ambas construcciones están hoy desaparecidas.
En el año 1983, la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel fue declarada Bien de Interés Cultural y cuenta con una protección integral dentro de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Pinilla del Valle, de 1985.
Localización: Calle Real, 7. 28749 Pinilla del Valle.
En las afueras del casco urbano, se encuentra el otro edificio religioso con que cuenta Pinilla del Valle, el cual hallaremos en nuestro camino cuando realicemos, más adelante, la conocida como Ruta de los Oficios. Se trata de la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, si bien también se la menciona en otras fuentes, e incluso en cartelería de la zona, como Ermita de Santa Marta.
Acerca de esta dualidad de nombres, podemos citar a Luis Bartolomé Marcos y a Ignacio Duque Rodríguez de Arellano, quienes mencionan en su obra “En busca de los términos perdidos. I / Despoblados de la “Sierra Norte” de Madrid” el indicio de la existencia de un despoblado bajo los nombres de El Casar y Santa Marta. Ambos describen este hecho así: “El actual topónimo “Navalcasar”, escrito y pronunciado en esta forma, en 1751 aún se escribía “nava el Casar”, habiendo un camino específico para ir a dicho pago. A unos 250 m. de este sitio se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Concepción, llamada antiguamente “de Santa Marta”, según los vecinos. También se llamaba y se llama “Santa Marta” un sitio del vecino pueblo de Alameda del Valle. La ermita era y es destino de una romería anual y día festivo en el Municipio”.
Construida en el siglo XVII, la ermita ya aparece citada en las Descripciones del Cardenal Lorenzana junto con la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel y con una segunda ermita, esta última desaparecida.
Situada en medio de una pradera arbolada de álamos, queda cercada por una tapia de piedra, algo característico de la zona. Sus trazas, barrocas, y su edificación son muy sencillas: planta rectangular, muros de mampostería enfoscados99 de blanco y sillería como refuerzo de las esquinas. La cubrición se lleva a cabo por medio de un tejado a dos aguas101 de teja árabe, rematándose en las fachadas laterales con una cornisa moldurada de piedra caliza, mientras que en los paramentos de menor tamaño se hace con un alero de teja.
Cuenta con un pórtico sustentado sobre una estructura de madera que apoya en sendas columnas toscanas y que cubre la portada de acceso, abierta ésta en el lado de la Epístola. La portada está compuesta por un frente de piedra caliza que se prolonga desde el suelo hasta la línea de cornisa; asimismo, las jambas van rematadas con impostas molduradas sobre las que apoya el sencillo arco carpanel que hace de entrada. En la clave, se puede contemplar una cartela102 ornamentada con motivos vegetales, figurando otras dos en los laterales, con decoración geométrica, en este caso.
Asimismo, la ermita está provista de una espadaña que se conforma como un cuerpo independiente, si bien se halla adosada al templo, concretamente, en una esquina al lado de la portada. Está construida con sillares de piedra y cubierta por tejas a dos aguas, albergando un arco de medio punto la única campana con que cuenta.
La ermita fue restaurada en el año 1944 y desde el año 1985, está incluida en las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Pinilla del Valle, gozando de una protección integral.
Localización: Carretera M-604, entre los P.K. 19 y 20, frente al cruce de la carretera de acceso al núcleo urbano. 28749 Pinilla del Valle.
El núcleo urbano de Pinilla del Valle ha conservado un buen número de Viviendas rurales y dependencias agropecuarias, en las que la utilización de las casas va ligado al de las actividades agrícolas y ganaderas. De este modo, es habitual, por ejemplo, encontrar huertas anejas a dichas viviendas que servían de apoyo a la economía doméstica, huertas que se complementan con toda una red de acequias103 que las surten de agua para el riego y que recorren los bordes de los caminos de Pinilla.
Cada uno de estos conjuntos suele estar delimitado por medio de cercas de piedra de poca altura. En su interior, se pueden distinguir, principalmente, dos tipos de construcciones: por un lado, el edificio principal, destinado a vivienda, y por otro lado, el auxiliar, que, como decíamos, sirve de apoyo al trabajo agropecuario del municipio y que, a veces, se hallan unidos a las casas, pero no siempre, pues, en ocasiones, pueden aparecer exentos e incluso haber sido edificados en parcelas independientes.
El sistema de construcción que vemos en estas fábricas es siempre la mampostería de gneis o granito, reservándose la madera para la estructura de las cubiertas –las cuales cuentan con tejados a dos aguas de tejas árabes de los que, a veces, sobresalen faldones–, para piezas interiores, escaleras, suelos de la primera planta y carpinterías, empleándose tradicionalmente pino y roble del lugar; de hecho, como se cita en el Tomo IV de la colección “Arquitectura y desarrollo urbano”, dedicado a la zona Norte de la región, “Los vecinos del Valle y Sexmo de Lozoya tenían derecho gratis a toda la madera que necesitasen para las fábricas de sus casas y reparos de ellas”.
Las casas suelen tener una o dos plantas; en este último caso, en el segundo piso, su superficie útil es la que da el espacio libre que deja la cubierta inclinada, sin buhardillas y sin otro cuerpo que sobresalga, nada más que las chimeneas, que apuntan dónde se halla el hogar de la vivienda, lugar alrededor del cual se organizaba el resto de la casa.
Vemos también cómo las duras condiciones climáticas han condicionado las construcciones. De este modo, los huecos abiertos en los muros son escasos, siendo los que hay, además, de pequeño tamaño y sin guardar ningún planteamiento formal. Asimismo, los techos son bajos, para favorecer el calentamiento de las dependencias.
La entrada a las casas se suele hacer atravesando previamente un espacio que, aunque es exterior, tiene carácter privado, pues, en ocasiones, queda separado de la calle por medio de un muro de piedra. A dicho espacio dan, igualmente, los accesos de las dependencias auxiliares anejas (cuando forman parte del mismo conjunto residencial). Generalmente, estas puertas se hallan divididas horizontalmente en dos mitades con el “fin de ser practicables cada una de ellas por separado”; de esta manera, la parte inferior, llamada “zarzo”, es a veces duplicada con una hoja de madera que funciona como complemento de protección.
Varias son, también, las dependencias auxiliares que se encuentran construidas de manera independiente de las viviendas, estando éstas localizadas, sobre todo, en las áreas limítrofes del casco urbano, como por ejemplo, la Dependencia agropecuaria en Calle del Real, 3. De planta rectangular, suelen ser edificaciones sencillas y de buen tamaño, especialmente en lo que a altura se refiere, posibilitando que en su interior hubiera instalados un establo y un pajar en dos niveles. El acceso se lleva a cabo a través de unos portones de madera de grandes dimensiones que permiten la cabida tanto del ganado como de carros; suelen carecer de jambas, aunque sí presentan un gran dintel, tal y como podemos ver en la Dependencia agropecuaria en Calle de las Eras, 1. En una de las dos hojas de madera de la puerta, se abre otra más pequeña que, a su vez, queda dividida en dos mitades horizontalmente, como ya vimos en las portadas de las casas.
Varias de estas construcciones cuentan con una protección estructural dentro de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Pinilla del Valle, de 1985.
Localización: Calle del Real, 3 y Calle de las Eras, 1. 28749 Pinilla del Valle.
La relación de Pinilla del Valle con el agua es muy estrecha y no sólo por la existencia del embalse. Repartidas por el pueblo, podremos encontrar hasta cuatro fuentes de interés. La primera de ellas es la conocida como Fuente del Barrio Bajo, en la confluencia de las calles del Zueco y de los Artistas.
Sigue la tipología de otras construidas tras la Guerra Civil, a mediados del siglo XX, por el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones y ya vistas en diversos pueblos de la Comunidad de Madrid, como Berzosa del Lozoya, Puebla de la Sierra, Robregordo o Prádena del Rincón, entre otros, aunque también cuenta con algunas diferencias con aquéllas.
En este caso, se compone de una pilastra de granito labrado que remata un elemento piramidal de idéntico material. En ella, un caño vierte el agua a una pila inferior de sección cuadrangular y esquinas achaflanadas104 y sostenida por un pie de piedra. Lo que la diferencia de las otras mencionadas es que, aquí, podemos encontrarnos con que, al otro lado, hay un pilón rectangular y de grandes dimensiones casi a ras del suelo que, posiblemente, pudo servir de abrevadero o simplemente de pilón.
Encontramos otra fuente idéntica a la del Barrio Bajo en la Calle de la Cruz que, según la web del Ayuntamiento de Pinilla del Valle recibe el nombre de Fuente de la Cruz.
Localización: En la confluencia de las calles del Zueco y de los Artistas, una, y en la Calle Cruz, la otra. 28749 Pinilla del Valle.
Nos encaminamos ahora hacia el centro del núcleo urbano hasta llegar a la Plaza del Gobernador, donde se encuentra el Ayuntamiento de la localidad.
Se trata de un edificio levantado en el año 1949 en un clásico estilo neopopular, tan característico de las construcciones que se llevaron a cabo durante la posguerra.
Con planta rectangular y dos plantas, se cubre con un tejado a dos aguas, contando con un cuerpo porticado en la parte delantera a base de arcos de medio punto enrejados y, sobre éste, una amplia terraza. En una de sus esquinas, destaca la torre-campanario, cubierta con un tejadillo a cuatro aguas y provista de un reloj.
El inmueble se halla incluido en las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Pinilla del Valle, de 1985, gozando de una protección estructural.
Localización: Plaza del Gobernador, 1. 28749 Pinilla del Valle.
Si antes hablábamos de los edificios rurales y agropecuarios, ahora es el turno de las Viviendas urbano-rurales, modelo que tendría sus inicios constructivos a finales del siglo XIX y, especialmente, durante el primer tercio del XX y hasta los años 50.
En ellas, una de las características principales es que la vivienda empieza a separarse de las dependencias que se destinaban a las labores ganaderas y agrarias. Cuentan, de manera habitual, con dos plantas, además de un sobrado105 en algunas de ellas, como por ejemplo, la Vivienda urbano-rural en Calle del Real, 2. Una parte de la parcela en la que se asientan se halla destinada a jardín o a patio delantero, siempre cercado por medio de una tapia baja cerrada con verja y puerta de forja. Tal y como leemos en el Tomo IV de la colección “Arquitectura y desarrollo urbano”, dedicado a la zona Norte de la región, “en otras ocasiones la edificación se produce entre medianerías y con las fachadas alineadas dando lugar a una estructura de calle urbana”.
De un modo u otro, se trata de inmuebles de trazas sencillas que se cubren con una cubierta a dos aguas de teja árabe y de escaso alero. Los huecos que se abren en las fachadas guardan una cierta ordenación, a diferencia de las viviendas rurales, que carecían de ella. En cuanto a la puerta, ésta suele presentarse centrada y flanqueada con sendas ventanas. Los vanos106 de la primera planta son sustituidos, a veces, por balcones provistos de barandillas de hierro, algo nada habitual hasta ese momento.
Las fachadas se revocan107 en blanco, quedando remarcados los distintos huecos (puerta, ventanas) o las aristas y líneas de imposta con piedra o ladrillo, como es el caso de la Vivienda urbano-rural en Plaza de la Constitución, 1, o la Vivienda urbano-rural en Plaza de la Constitución, 2, si bien hay casas que fueron levantadas completamente con sillería de piedra, ejemplo de lo cual es la Vivienda urbano-rural en Avenida del Río, 43. Otras aparecen con la piedra vista, a modo de mampostería, y recercado de ladrillo en puerta, ventanas y balcones, como la Vivienda urbano-rural en Calle de la Felicidad, 3.
Algunas casas de esta tipología se encuentran recogidas en las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal del Ayuntamiento, de 1985, estando protegidas estructuralmente.
Localización: Diseminadas en el núcleo urbano del pueblo, como las de las calles del Real, 2, y de la Felicidad, 3, las de la Plaza de la Constitución, 1 y 2, y la de la Avenida del Río, 43. 28749 Pinilla del Valle.
A escasos metros del Ayuntamiento, encontraremos otra de las cuatro fuentes que veremos en Pinilla del Valle: la Fuente de la Plaza.
Construida en su totalidad en piedra de granito, consta de una pila de no muy grandes dimensiones a la que vierte el agua un caño que parte de un pequeño murete curvilíneo flanqueado por sendos sillares y coronado por un remate, todo ello, igualmente, de granito.
Localización: Plaza de la Constitución. 28749 Pinilla del Valle.
La última fuente que veremos en Pinilla es la Fuente de los Cántaros, o del Cántaro. Consiste en una pila rectangular en la que, en uno de sus lados mayores, se alza un pequeño pilar de escasa altura que se remata con forma triangular. De ahí, sale el caño que vierte el agua al pilón.
Por otra parte, en el centro, hay una pileta más pequeña que va desde el otro lado mayor del pilón hasta el pilar.
Todo el conjunto está realizado en piedra.
Localización: Calle de la Cruz. 28749 Pinilla del Valle.
Nos desplazamos hacia el límite Noreste del casco urbano del pueblo, donde hallaremos el edificio de las antiguas Escuelas, bajo el nombre de Grupo Escolar “Carlos Ruiz García”.
Se trata de un inmueble construido en el año 1947 “dentro de los planes de escolarización rural de postguerra”, tal y como podemos leer en las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal del Ayuntamiento, del año 1985, donde se encuentra inscrito con una protección estructural.
De planta rectangular, una sola planta y tejado a cuatro aguas, sus muros son de ladrillo enfoscado con zócalo de mampostería, presentando sillares reforzando las esquinas. Los vanos que se abren en las fachadas son rectangulares y guardan una perfecta simetría, teniendo éstos un recercado de granito.
Junto al edificio escolar, hay un frontón de similares características al frontón que ya vimos en Alameda del Valle, con la salvedad de que el de Pinilla se halla cubierto.
Localización: Calle Canal de Isabel II, 1. 28749 Pinilla del Valle.
Antes de encaminar nuestros pasos hacia las afueras del municipio para realizar la llamada Ruta de los Oficios, terminaremos el paseo por el núcleo urbano en un antiguo Abrevadero situado en la plaza que forma la confluencia de las calles de la Cruz, del Chorro y del Estajadero, en las proximidades de la Casa de la Cultura “Jesusa Peña”.
Se trata de un pilón rectangular de considerables dimensiones realizado en piedra casi a ras del suelo, rodeado en tres de sus cuatro lados por una baranda de forja y que actualmente ha perdido su función original.
Localización: En la confluencia de las calles de la Cruz, del Chorro y del Estajadero. 28749 Pinilla del Valle.
Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑
Entre las diferentes rutas que se pueden recorrer en el pueblo, existe la llamada Ruta de los Oficios, a través de la cual podremos conocer, como su propio nombre indica, algunos de los antiguos oficios que existieron en el Valle del Lozoya. Se trata de un recorrido, según podemos leer en la página web del Ayuntamiento de Pinilla del Valle, de 6 km de extensión, 3 horas de recorrido y dificultad baja. Además de los puntos que señalamos a continuación, a lo largo del camino encontraremos distintos carteles con información sobre la fauna del Valle del Lozoya, la ganadería de éste, los espacios protegidos de Pinilla del Valle, el ecosistema del arroyo de los Hoyos, el melojar108 o bosque de robles, los Montes Carpetanos y la riqueza micológica109 del Valle del Lozoya.
Localización: Confluencia de las calles del Chorro y del Canal de Isabel II con la carretera de entrada al pueblo (M-973). 28749 Pinilla del Valle.
Comencemos nuestra ruta por su punto inicial, situado éste junto a la rotonda existente a la entrada del pueblo, donde confluyen la carretera de entrada al municipio con las calles del Chorro y del Canal de Isabel II. Aquí, tenemos representados dos antiguos oficios, el de herrero y el de herrador, los cuáles podían estar desempeñados por una misma persona.
La antigua Fragua del pueblo, donde el herrero desempeñaba su labor, se encontraba situada en el solar donde hoy se levanta la Casa de la Cultura y estuvo funcionando hasta el año 1968, momento en que Gregorio, el último herrero de Pinilla, dejó su labor. Hoy, aunque, la fragua ya ha desaparecido, no ha ocurrido lo mismo con un buen número de sus elementos, como, entre otros, dos grandes fuelles, la pila de la fragua y un yunque. Todo ello se muestra en un moderno “Espacio Expositivo para los Oficios Antiguos” que hay en esta rotonda, donde, junto a los elementos antes nombrados, se exhiben otros muchos en unos expositores nombrados como “Museo de los Oficios”.
De la gran importancia que tenía el oficio de herrero para una localidad de la sierra podemos darnos cuenta si reparamos en el producto de su trabajo y en las dependencias del mismo, como las herramientas metálicas (arados, rastrillos, martillos, tenazas, etc.) para los trabajos manuales, las herraduras para los animales de labor y tiro, o las estructuras igualmente metálicas de los carros.
Con el Potro de Herrar existente junto al anterior Espacio Expositivo, queda reflejado el oficio de herrador, el cual estaba encargado de poner las herraduras, llamadas callos para el ganado vacuno, a los animales de labor y tiro. Para facilitar su labor, disponían del potro de herrar, en el cual inmovilizaban y, en su caso, levantaban al animal hasta dejarlo suspendido. Normalmente, los potros contaban con cuatro o seis postes de madera o granito dispuestos en dos hileras paralelas y de varias varas de madera o metal que, situadas a diferentes alturas, los unen longitudinalmente. En dos postes de una de las cabeceras, se colocaba el yugo, o ubio, para así sujetar la cabeza del animal e inmovilizarlo. Para levantarlo y dejarlo suspendido, se usaban unas cinchas110 que pasaban por debajo de su panza y que eran atadas a las varas inferiores de los postes, las cuales funcionaban como poleas. Además de los anteriores elementos, el potro también tenía otras piedras, o tocones de madera, en donde se sujetaba la pata del animal.
Como podemos ver en la foto adjunta, el potro de Pinilla consta de cuatro postes de granito, de cuatro varas de madera y de dos tocones de este último material.
Localización: Confluencia de las calles del Chorro y del Canal de Isabel II con la carretera de entrada al pueblo (M-973). 28749 Pinilla del Valle.
El siguiente punto de la ruta, La Calera, se encuentra situada muy cerca del anterior. La calera era el horno en el que se fabricaba la cal, un elemento que, hasta no hace demasiado tiempo, era de gran importancia en la construcción ya que con él, mezclado con arena y agua, era con lo que se hacía la argamasa, la cual era utilizada como cemento con el que fijar las piedras de cercas, fachadas, etc. Además de esta función, también tenía otra, que era la de blanquear paredes.
Para la obtención de la cal, en el horno de la calera se iban introduciendo piedras calizas hasta formar su propia bóveda ya que éste estaba abierto. Una vez completado este proceso, se llenaba la parte inferior con un gran volumen de leña a la que se metía fuego para, después, cerrar la puerta del horno con barro. El proceso duraba al menos unos siete días y terminaba cuando se veían las llamas salir por la parte de arriba, señal de que la cal ya estaba lista. A continuación, había que esperar varios días a que ésta se enfriase.
En Pinilla, existieron varias caleras, siendo ésta que aquí tenemos una de las principales y de las que mejor se conserva de toda la región. También fue de las últimas en dejar de funcionar, habiendo estado a cargo, por la información que vemos en el cartel informativo, de la familia Arribas, la cual tuvo varias generaciones dedicada a este oficio. El hecho de que no hubiese muchas caleras en la región estaba motivado por la escasez de piedra caliza, existiendo solamente en una estrecha franja del terreno que va desde la orilla del embalse de Pinilla hasta Rascafría.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.92912, -3.82481), junto a la carretera de entrada al pueblo (M-973). 28749 Pinilla del Valle.
A continuación, nos dirigimos hasta el tercer punto del recorrido, situado a poco más de un kilómetro, El Molino de Navazo, el único que ha existido en Pinilla del Valle y cuya antigüedad data del siglo XVIII. Estuvo funcionando hasta el año 1971 y, en 2006, fue restaurado, recuperándose su maquinaria original y constituyendo, actualmente, un espacio visitable previa cita, mediante llamada telefónica, con el Ayuntamiento.
El edificio, de planta rectangular y con un volumen anexo en la fachada principal, al que da la puerta más pequeña que vemos en la imagen, tiene los muros de piedra y cubierta de teja árabe a dos aguas. Al Oeste del edificio, a la izquierda, según vemos la puerta principal, se encuentra la antigua presa del molino, que también ha sido restaurada.
La función del molino era la obtención de harina para elaborar el pan y el pienso para dar de comer al ganado; el primero se obtenía del trigo, mientras que el segundo se lograba de la cebada y el centeno. Para su correcto funcionamiento, el molinero debía poseer destreza y tener la maquinaria en buen estado, o de lo contrario, se podían ocasionar averías y tener que parar la molienda.
El funcionamiento del molino consistía en dos ruedas de piedra de gran tamaño situadas una sobre la otra; la inferior, o solera, era fija, mientras que la superior, o volandera, giraba circularmente. Ambas presentaban su superficie estriada, con el fin guiar el grano ya molido, la harina, hacia el exterior de la rueda. Para el giro, la piedra superior se hallaba unida a un eje que, a su vez, tenía otra rueda inferior, el rodezno, la cual no era sino una turbina cuyo giro se aseguraba por la fuerza del agua que caía sobre ella. Esta agua procedía, normalmente, de una presa hasta la que era guiada desde el río o arroyo junto al que se había construido el molino por medio un canal: la cacera. Se lograba, así, tener el volumen de agua necesario para mover el rodezno en el momento que se abriese la compuerta que la liberaba sobre dicha turbina. Por ello, aquellos molinos situados junto a arroyos estacionales dejaban de funcionar en verano, como es el caso del arroyo de los Hoyos, de cuyas aguas se alimentaba este molino.
En cuanto al grano, éste se iba depositando sobre un recipiente situado por encima de las ruedas, la tolva, desde donde iba cayendo, poco a poco, hasta el hueco existente alrededor del eje para, desde allí, situarse entre las dos piedras, donde era molido.
Otro elemento importante del molino era la cabria, una grúa de madera con la que el molinero podía levantar las piedras, de más de mil kilos, para el necesario mantenimiento que exigía el gran desgaste que experimentaban con el continúo roce. Por ello, el molinero debía cincelar y redefinir las estrías de su superficie.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.93219, -3.83611). 28749 Pinilla del Valle.
Desde el molino, y tras recorrer aproximadamente medio kilómetro, llegamos hasta el siguiente lugar: La Tejera. Aquí, no esperemos encontrar una construcción o la ruina de la misma; en su lugar, tenemos un panel informativo en el que leemos cómo en Pinilla hubo antiguamente una tejera que dejó de funcionar a principios del siglo XX, no sin antes producir la mayoría de las tejas que se pueden ver en los tejados del pueblo.
Esta tejera era de propiedad municipal y cada años se subastaba su utilización. Estaba situada cerca de la presa del anterior molino y del arroyo de los Hoyos, y su funcionamiento se limitaba a los meses de verano, de junio a septiembre, debido a que, dado que la mayor parte del trabajo se hacía al aire libre, había que aprovechar el buen tiempo.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.9355, -3.83846). 28749 Pinilla del Valle.
El punto hasta el que nos desplazaremos ahora está situado a menos de 900 metros del anterior, en medio del bosque, y para su localización, debemos seguir el camino que marcan los carteles rojos con la leyenda “Ruta de los Oficios” que veremos colgados de algunos árboles y de uno de los cuales mostramos una foto a continuación.
Esta parada está dedicada a El Agente Forestal, profesión en la que sus integrantes se encargan de cuidar el medio natural mediante la protección de los recursos naturales y la conservación de la naturaleza. Es ésta una profesión cuyos orígenes se encuentran en la Edad Media, en el siglo XIII, cuando ya existían los “Caballeros de la Sierra”, unos guardas a caballo que se ocupaban de defender los recursos forestales y los pastos para el ganado.
Varios siglos después, durante el reinado de Fernando VI, se nombra, en el año 1748, a los Guardas de Campo y Monte, con la misión de detener y denunciar a los que talen el bosque, causen incendios o introduzcan ganado en una zona de cultivo. Posteriormente, Carlos III establecería la Compañía de Fusileros Guardabosques Reales, con la función de guardar y cuidar –en relación a caza, pesca, leña y cultivos– de los bosques y montes reales que, básicamente, consistían en los de la actual Casa de Campo y los de El Pardo. En el siglo XIX, serían varios los cuerpos que se encargarían, simultáneamente, de velar por el monte, como la Guardería Real, los Guardas Mayores, los Guardas del Monte y del Estado, y la Guardia Civil. Ya en el siglo XX, durante el reinado de Alfonso XIII, se crearía mediante un Real Decreto fechado el 15 de febrero de 1907 el Cuerpo de Guardería Forestal.
Actualmente, los Agentes Forestales dependen de los gobiernos de las distintas Comunidades Autónomas y adoptan diferentes denominaciones. Concretamente, en la Comunidad de Madrid, sus miembros reciben el nombre de Agentes Forestales y se despliegan en diecisiete comarcas de la región.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.94003, -3.83918). 28749 Pinilla del Valle.
Tras dejar atrás el punto del Agentes Forestal, los carteles rojos de los árboles nos guiarán hasta la ruta del próximo lugar a visitar: La Majada del Pastor. Una construcción que forma parte de la historia de Pinilla del Valle ya que, hasta no hace mucho –mediados del siglo XX–, eran varios los rebaños de cientos de ovejas que en él había.
Una majada era el lugar donde se recogía el ganado de noche y se alojaban los pastores. Están formadas por cercas de piedra seca, esto es, sin argamasa, en las que recoger el ganado y pequeñas chozas en donde se resguardaban los pastores. Estas últimas eran de planta rectangular, con los muros construidos de piedra y de techo bajo, estando éste realizado con ramas, hojarasca y tierra. En Pinilla, llegó a haber hasta una docena de majadas, quedando hoy solamente ésta que mostramos aquí, la cual ha sido parcialmente restaurada.
El oficio de pastor era una ocupación en la que sus miembros solían estar varios días, cuando no meses, lejos de su hogar, sin más compañía que sus fieles perros y el rebaño que guardaban. De día, debían guiar a las ovejas, sin que su rebaño se mezclase con otro y sin perder ningún ejemplar. Por la noche, se recogían tanto ellos como su rebaño en las majadas y en invierno, el rebaño se resguardaba en pajares de gran tamaño existentes en el pueblo. Una profesión tan solitaria dio lugar a una particular producción artesanal de diferentes objetos que reciben el nombre de arte pastoril. La foto que mostramos corresponde a una muestra de éstos que se haya expuesta en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla.
A lo largo del año, los rebaños hacían dos grandes desplazamientos: en invierno, viajaban desde las zonas más altas de la península, el Norte y el Este, hasta las más bajas y cálidas del Sur y el Oeste, mientras que en verano, el recorrido era el inverso, en busca de zonas más frescas. A estos desplazamientos se le llama trashumancia.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.94119, -3.84267). 28749 Pinilla del Valle.
Desde la anterior majada, nos movemos hacia el penúltimo punto de la ruta, La Carbonera, y para ello, como en los últimos puntos, debemos de seguir, durante unos 300 metros, el trayecto señalado por los carteles que cuelgan de algunos árboles. La existencia de carboneras en Pinilla del Valle fue posible gracias a la existencia de bosques de robles melojos de los que se extraía la leña para fabricar carbón.
Para obtener esta leña, dentro de un proceso controlado de poda que no acabase con el arbolado, los bosques estaban divididos en lotes, llamados matas, que salían a subasta cada once o doce años. Los rematantes, como se llamaba a los ganadores de estas subastas, eran los que contrataban a los carboneros, quienes, organizados en cuadrillas, cortaban la leña con que elaboraban el carbón. Una vez obtenido el producto, los carboneros se lo vendían a los rematantes, quienes se encargaban de su distribución y venta, normalmente a grandes ciudades, donde había una gran demanda de éste, dado su uso en la cocina y la calefacción.
El proceso de fabricación de carbón a partir de leña comenzaba por despejar un terreno llano y acercar hasta él la leña que los carboneros, también llamados fabriqueros, habían cortado. En dicho terreno, y alrededor de un palo vertical, se iba acumulando dicha leña, adoptando una forma de cono en un proceso que recibía el nombre de encañar.
Una vez terminado el anterior proceso, el cono resultante se cubría de hojarasca, primero, y de tierra, después. Con el horno ya construido, solo quedaba encenderlo, para lo cual se recubría el vértice del cono (la parte más alta) con un grupo de ramas secas –fáciles, por tanto, de quemar– que se llamaban muñequilla. Además, para permitir la salida de humo, se perforaba con un palo la tierra que cubría el horno y para ver cuándo había terminado de quemarse la leña, se abrían unos huecos en su parte más baja, por donde asomaban las llamas, que al desaparecer avisaban del fin de la quema. Sólo quedaba esperar a que se enfriase el carbón para recogerlo y ponerlo a la venta.
Como podemos leer en el cartel informativo, el oficio de carbonero, o fabriquero, era uno de los más duros, dado que desde que se iniciaba el otoño hasta el 15 de abril, día a partir del cual ya no estaba autorizado el corte de leña, debían pasar mucho tiempo en el bosque cortando y transportando la leña. Para un mejor rendimiento, los carboneros se organizaban en grupos de entre seis y doce personas dirigidas por un mayoral, quien, a su vez, era el encargado de encender y mantener activos los hornos. En Pinilla, llegó a haber hasta doce hornos encendidos a la vez, y para su cuidado, contaban con dos cuadrillas que se iban turnando las 24 horas del día. Por ello, dada la dureza del trabajo, era normal que junto a cada horno se levantase una choza en la que los carboneros pudieran descansar y refugiarse.
La producción de una cuadrilla era de unas 10.000 arrobas de carbón por temporada, esto es más de 100.000 kg, habiendo sido el año 1965 el último en que se elaboró carbón en Pinilla del Valle.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.93998, -3.84129). 28749 Pinilla del Valle.
Desde este último punto, ya sólo nos queda llegar hasta el último, La Pared Seca, que encontraremos a menos de 800 metros. Tanto en nuestro recorrido por esta ruta, como por los alrededores de pueblo, hallaremos vallas y muros de piedra, algunos de ellos con una antigüedad de siglos, delimitando diferentes espacios; una acotación motivada, en gran parte, por el pasado ganadero de Pinilla del Valle. Y es que con estos cercados se protegían prados, cultivos o se definían los espacios dedicados a la extracción de leña –las matas que mencionábamos en el anterior artículo–.
Estos muros de piedra, un ejemplo de arquitectura tradicional, se construyeron normalmente con unas medidas aproximadas de un metro de altura y de 50 a 60 cm de anchura. Para su fábrica, se utilizaban las piedras que se habían ido acumulando en espacios llamados cantizales, con el fin de tener un fácil acceso a ellas. Sin embargo, a pesar de estar colocadas a mano y sin ninguna argamasa (de ahí su nombre de “seca”), no debemos pensar que daba igual el tipo y el orden de su colocación.
En la parte inferior del muro, debían ir las piedras más pesadas y grandes, con el fin de dar estabilidad a la construcción. Por encima de éstas, se colocaban las diferentes piedras acumuladas, excepto a media altura, donde eran unas mayores, llamadas “llaves”, las que se distribuían de la mejor manera posible como refuerzo del muro. Finalmente, cuando se alcanzaba la altura deseada, se usaban otras piedras, éstas planas y de nombre “cobijas”, con las que se perseguían idénticos resultados de rigidez y equilibrio. En cuanto a la rectitud de los muros, ésta se conseguía señalando el tramo a levantar mediante estacas unidas con cordeles.
Tras este último punto, ya sólo nos queda volver hasta la rotonda, que encontraremos a aproximadamente 1,7 km, no sin antes pasar, cuando llevaremos recorrido alrededor de un kilómetro de este último tramo, junto a la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, o de Santa Marta.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.93418, -3.84333). 28749 Pinilla del Valle.
En el término municipal de Pinilla del Valle se encuentran, en el lugar conocido como Calvero de la Higuera, varios yacimientos arqueológicos del cuaternario111 que cobran una especial importancia al ser los únicos de la Comunidad de Madrid en los que se han hallado restos de neandertales112. Además de ello, y como podemos leer en la página 4 del folleto "Parque Arqueológico de El Valle de los Neandertales en Pinilla del Valle", “[...] estos yacimientos contienen algunas de las asociaciones de fósiles vertebrados del Pleistoceno119 Superior120 más completas de la Península Ibérica, lo que, unido a los datos paleobotánicos121 y geomorfológicos122, está permitiendo reconstruir la evolución del paisaje y el clima del pasado en esta región”.
Actualmente, los yacimientos son cuatro, la Cueva del Camino, la Cueva Des-Cubierta, la Cueva de la Buena Pinta y el Abrigo de Navalmaíllo.
La Cueva del Camino fue el primero en ser descubierto (año 1979), por parte de un grupo de paleontólogos de la Universidad Complutense de Madrid. Tras su hallazgo, fue excavado durante los años 80, antes de detenerse los trabajos, ya en la década de los 90. En el año 2002, un grupo multidisciplinar, bajo la dirección del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, retomó la actividad en el yacimiento. Como resultado de estas intervenciones, se hallarían otros tres nuevos yacimientos: el Abrigo de Navalmaíllo, la Cueva de la Buena Pinta, y la Cueva Des-Cubierta.
En la Cueva del Camino se han localizado miles de restos de animales vertebrados pertenecientes a más de cincuenta especies diferentes, por lo que se cree que podría haber sido un “cubil123 de hienas” (pág. 7 del anterior folleto). Esta cueva, además de haber sido, como mencionamos antes, la primera en localizarse, fue donde se encontraron los primeros restos de neandertales, en concreto, dos molares124. Dentro de los varios niveles estratigráficos125 que en ella hay, destacan los datados en 140,5+/-11,3 miles de años, 91,0+/-7,9 miles de años y 74,4+/-6,4 miles de años.
El Abrigo de Navalmaíllo, localizado en el año 2002, es una ceja128 rocosa en la que un grupo de neandertales situó su refugio. En ella, se han encontrado restos de hogares129, elementos de industria lítica musteriense y de animales, siendo muchos más los de herbívoros que los de carnívoros. En esta cueva, hay varios niveles arqueológicos, siendo el más importante de ellos el datado entre 71,7+/- 5,1 miles de años y 77,2+/- 6,1 miles de años (pág. 10 del folleto).
La Cueva de la Buena Pinta, hallada en el año 2003, se adentra unos diez metros en la montaña y era también un cubil de hienas durante el Pleistoceno en el que se han hallado restos óseos fosilizados de grandes mamíferos, restos de cachorros de hiena y algunos elementos de industria lítica, lo que puede señalar la presencia en ella de humanos de forma circunstancial. En 2007, se hallaron dos molares de un neandertal. La datación de los fósiles encontrados está entre 61,6 +/- 5,3 miles de años y 63,5 +/- 5,5 miles de años (pág. 17 del folleto).
La Cueva Des-Cubierta, localizada en el año 2009, constaba de varias galerías comunicadas entre sí y a las que cuyo techo se ha desplomado por a la erosión. Aunque la información disponible de este yacimiento no tiene aún carácter definitivo, destacan el sector en el que han aparecido restos de micromamíferos de hace más de 128.000 años, o los sectores del Pleistoceno Superior con restos de neandertales. Un hallazgo éste, del año 2011, consistente en cuatro dientes –de los que tres son de leche– y un trozo de mandíbula de un niño de entre 2 y 3 años de edad que ha recibido el nombre de la “niña Lozoya” (pág. 21 del mismo folleto anterior) y que podría tratarse de un enterramiento neandertal.
En esta última cueva, también han aparecido trofeos de bisonte, cérvido130 y uro132, y dos cráneos de gran tamaño de rinoceronte de estepa, lo que podría indicar la existencia de un santuario.
Dada la importancia de estos yacimientos, en el año 2005, la Comunidad de Madrid declaró la zona de “Los Calveros” como Bien de Interés Cultural.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.92375, -3.80823). 28749 Pinilla del Valle.
- 1 Habitante: Número de habitantes según el Padrón Municipal del 1 de enero de 2019. ↑
- 2 Pinillo: Planta herbácea anual, de la familia de las labiadas, con tallos tendidos, velludos, ramosos y de hasta 20 cm de largo, hojas perfoliadas, oblongas, partidas en dos o tres lacinias, y flores pequeñas, amarillas, solitarias y axilares. Toda la planta es viscosa, frecuente en la zona mediterránea de España, y despide un olor parecido al del pino. ↑
- 3 Cumbrera: Cumbre. // Cima o parte superior de un monte. ↑
- 4 Monte alto: Monte poblado de árboles grandes. ↑
- 5 Monte bajo: Monte poblado de arbustos, matas o hierbas. ↑
- 6 Rebollo: Árbol de la familia de las fagáceas, de unos 25 m de altura, con tronco grueso, copa ancha, corteza cenicienta, hojas caedizas, algo rígidas, oblongas o trasovadas, sinuosas, verdes y lampiñas en el haz, pálidas en el envés y con pelos en los nervios, flores en amento y bellotas solitarias y sentadas, o dos o tres sobre un pedúnculo corto. Vive en España. // Brote de las raíces del melojo7. ↑
- 7 Melojo: Árbol de la familia de las fagáceas, semejante al roble albar, con raíces profundas y acompañadas de otras superficiales, de que nacen muchos brotes, tronco irregular y bajo, copa ancha, hojas aovadas, unidas al pecíolo por su parte más estrecha, vellosas en el envés y con pelos en el haz, y bellota solitaria o en grupos de dos a cuatro. Se cría en España. ↑
- 8 Colada: Faja de terreno por donde pueden transitar los ganados para ir de unos a otros pastos, bien en campos libres, adehesados9 o eriales10, bien en los de propiedad particular, después de levantadas las cosechas. ↑
- 9 Dehesa: Tierra generalmente acotada y arbolada, por lo común destinada a pastos. ↑
- 10 Erial: Dicho de una tierra o de un campo: Sin cultivar ni labrar. ↑
- 11 Cordel: Según la legislación de la Mesta12, vía pastoril para los ganados trashumantes13, de 45 varas14 de ancho. ↑
- 12 Concejo de la Mesta: Junta que los pastores y dueños de ganados tenían anualmente para tratar de los negocios concernientes a sus ganados o gobierno económico de ellos, y para distinguir y separar los animales sin dueño conocido que se hubiesen mezclado con los suyos. ↑
- 13 Trashumar: Dicho del ganado o de sus conductores: Pasar desde las dehesas4 de invierno a las de verano, y viceversa. ↑
- 14 Vara: Medida de longitud que se usaba en distintas regiones de España con valores diferentes, que oscilaban entre 768 y 912 mm. ↑
- 15 Diezmo: Tributo del diez por ciento que sobre el valor de ciertas mercancías recibía el rey. // Contribución que pagaban los fieles a la Iglesia, consistente en la décima parte de sus frutos. ↑
- 16 Quiñón: Parte que alguien tiene con otros en una cosa productiva, especialmente una tierra que se reparte para sembrar. // Porción de tierra de cultivo, de dimensión variable según los usos locales. ↑
- 17 Sexmo: Sesmo. // División territorial que comprendía cierto número de pueblos asociados para la administración de bienes comunes. ↑
- 18 Pechero: Obligado a pagar o contribuir con pecho19. ↑
- 19 Pecho: Tributo que se pagaba al rey, al señor territorial o a cualquier otra autoridad. ↑
- 20 Censo de la Sal: El Censo de la Sal se realizó en 1631, durante el reinado de Felipe IV, como un nuevo impuesto sobre un producto de primera necesidad que iba a afectar a todo el mundo por igual, a diferencia de los impuestos conocidos como servicios de millones, que sólo afectaban a los más pobres, al estar exentos de este último tanto los religiosos como la nobleza. Aunque con el impuesto de la sal debía haber desaparecido el servicio de los millones –con el que se gravaban productos de primera necesidad, como el aceite, la carne, el vinagre o el vino– esto no fue así y este nuevo tributo tuvo una corta duración de un año, al restablecerse el servicio de millones el 13 de julio de 1632, en sustitución, precisamente, del impuesto de la sal. ↑
- 21 Ilustración: Movimiento filosófico y cultural del siglo XVIII que acentúa el predominio de la razón humana y la creencia en el progreso. ↑
- 22 Censo de Campoflorido: Censo realizado en 1712, siguiendo las órdenes del Real Consejero de Hacienda, con el fin de distribuir de forma más justa las cargas asociadas a la Guerra de Sucesión y que constituyó el primer censo de toda España, excepto País Vasco y Navarra. En 1717, tras la orden dada por el Marqués de Campoflorido de concentrarlo en la Secretaría de Hacienda, bajo su mando, tomó su nombre de Censo de Campoflorido. ↑
- 23 Realengo: Dicho de un pueblo: Que no era de señorío24 ni de las órdenes25. // Dicho de un terreno: Perteneciente al Estado. ↑
- 24 Señorío: Territorio perteneciente al señor. ↑
- 25 Orden: Cada uno de los institutos civiles o militares creados para premiar por medio de condecoraciones a las personas con méritos relevantes. ↑
- 26 Abacería: Puesto o tienda donde se venden al por menor aceite, vinagre, legumbres secas, bacalao, etc. ↑
- 27 Vecino/Habitante: Como vecino se contabiliza únicamente al cabeza de familia y cada uno de ellos equivale a 4 o 5 habitantes. ↑
- 28 Clero secular: Clero que no hace los votos de pobreza, obediencia y castidad. ↑
- 29 Pobre de solemnidad: Pobre que acudía a pedir limosna en las fiestas solemnes. ↑
- 30 Seglar: Perteneciente o relativo a la vida, estado o costumbre del siglo31 o mundo. // Que no tiene órdenes clericales. ↑
- 31 Siglo: Mundo de la vida civil, en oposición al de la vida religiosa. ↑
- 32 Censo del Conde de Aranda: El Censo del Conde de Aranda, presidente del Consejo de Castilla, fue encargado entre los años 1768 y 1769 a los obispos que, para ello, recibieron las instrucciones de que, a través de los párrocos de sus respectivas diócesis, recogieran una serie de datos de éstas en un formulario. Así, los datos requeridos eran las circunstancias personales de todos los habitantes adscritos a las diferentes diócesis: edad (hasta 7, 16, 25, 40, 50 y mayores de 50), sexo y estado civil; además, se debía aportar información complementaria sobre el número de exentos en función de su condición: Hidalguía, Real Servicio, Real Hacienda, Cruzada e Inquisición; finalmente, se enumeraban los eclesiásticos y los sirvientes de Iglesia y de Hospitales. Como resultado general se obtuvo la cifra de 9,3 millones de habitantes, si bien se considera que el Censo de Floridablanca33 (posterior al del Conde de Aranda) es más fiable. Sin embargo, es importante destacar que el Censo del Conde de Aranda es considerado el primer censo, debido a que abarca todo el territorio nacional, además de que, por vez primera, se cuentan personas, no vecinos, a pesar de que omiten los de las tierras de Órdenes Militares; asimismo, y también por primera vez, la población es clasificada por sexo y edad. ↑
- 33 Censo del Conde de Floridablanca: Censo realizado por el ministro de Carlos III José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca, entre 1786 y 1787, y al que se considera el primer censo de población española realizado con técnicas modernas. En él, se obtuvo información sobre la estructura poblacional conforme a sexo, edad y estado civil, y una ordenación económica de todas las localidades de España. ↑
- 34 Descripciones del Cardenal Lorenzana: Cuestionario que constaba de catorce preguntas y que tomaba su nombre del que fuera su promotor, el Cardenal Francisco Antonio de Lorenzana y Butrón (León, 22 de septiembre de 1722 - Roma, 17 de abril de 1804), que las mandó realizar en 1784 para de recabar información de todo tipo sobre la archidiócesis. Dichas preguntas debían ser contestadas por los vicarios, jueces eclesiásticos y curas párrocos del arzobispado. ↑
- 35 Alcalde ordinario: Vecino de un pueblo que ejercía en él jurisdicción ordinaria36. ↑
- 36 Jurisdicción ordinaria: Jurisdicción que procedía del fuero común, en contraposición a la privilegiada. ↑
- 37 Sebastián Miñano: Sebastián Miñano y Bedoya (Becerril de Campos, Palencia, 1779 - Bayona, Fracia, 1845) fue, además de escritor, periodista y político, un geógrafo e historiador español, autor del "Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal", una colección de 11 volúmenes publicada entre 1826 y 1829 y que está considerada como la más destacada obra de su tipo hasta la publicación del Diccionario de Madoz38. ↑
- 38 Diccionario de Pascual Madoz: El “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar” es una obra publicada entre los años 1846 y 1850 por Pascual Madoz. Según confiesa el autor, su realización le llevó más de quince años y contó para ello con la labor de veinte corresponsales y más de mil colaboradores. Este Diccionario está formado por 16 volúmenes en los que se describen todas las poblaciones de España, incluyendo en algunos casos su historia. ↑
- 39 Pósito: Institución de carácter municipal y de muy antiguo origen, dedicada a hacer acopio de cereales, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores y vecinos durante los meses de escasez. // Edificio destinado a guardar el grano del pósito. ↑
- 40 Desamortización: Desamortizar: Poner en estado de venta los bienes de manos muertas, mediante disposiciones legales. Por medio de varias desamortizaciones, se pusieron a la venta terrenos y otras propiedades de las llamadas “manos muertas” (la Iglesia y las órdenes eclesiásticas), quienes mediante donaciones y testamentos habían llegado a tener una extensión de terreno sólo inferior a las del rey y la aristocracia. Por estas expropiaciones y ventas la Iglesia no recibió nada a cambio. La Desamortización del ministro Mendizábal, llevada a cabo en 1836, fue una de las mayores y obtuvo unos resultados muy alejados de lo que se deseaba: la creación de una clase media en España. Sin embargo, sí fue de gran importancia en la historia de España, al expropiar gran parte de las posesiones eclesiásticas sin recibir la Iglesia, como decimos, nada a cambio. Desgraciadamente, las comisiones municipales encargadas de gestionar los trámites modificaron los lotes de terreno en venta, agrupándolos en grandes partidas que alcanzaban unos precios sólo asumibles por la nobleza y la burguesía adinerada. ↑
- 41 Fanega (de tierra): Medida agraria que, según el marco de Castilla, contiene 576 estadales cuadrados42 y equivale a 64,596 áreas43, pero varía según las regiones. ↑
- 42 Estadal cuadrado: Medida superficial o agraria que tiene 16 varas cuadradas y equivale a 11,226 m2. ↑
- 43 Área: Unidad de superficie equivalente a 100 metros cuadrados. ↑
- 44 Trigo tremesino: Trigo que se siembra en primavera y fructifica en el verano del mismo año. ↑
- 45 Cayetano Rosell y López: Bibliógrafo, dramaturgo, editor, historiador y traductor español nacido en Aravaca (Madrid) en 1817 y fallecido en Madrid en 1833. Oficial archivero de la Biblioteca Nacional en 1844 y miembro de la Real Academia de la Historia en 1856, que entre muchas otras obras, de ellas algunas comedias y zarzuelas, además de traducciones, escribió en 1865 la “Crónica de la provincia de Madrid”. ↑
- 46 Andrés Marín Pérez: Bibliotecario de la Diputación provincial de Madrid y autor, entre otras, de la “Guía de Madrid”, una obra Geográfica-Histórico-Estadística de la provincia de Madrid publicada en los años 1888-1889. ↑
- 47 Sistema simultáneo: Sistema educativo en el que los alumnos son clasificados por secciones según sea el nivel de sus conocimientos. ↑
- 48 De hecho y de derecho: Distinción jurídico-administrativa entre los habitantes que están empadronados en un población determinada (de derecho) y los que en el momento de contabilizar un censo se encuentran en la misma, estén empadronados allí o no (de hecho). ↑
- 49 Juan Ortega Rubio: Historiador español nacido en Puebla de Mula (Murcia) en 1845 y fallecido en Madrid en 1921. Fue catedrático de historia en la Universidad Complutense de Madrid y publicó, entre otras obras, “Los pueblos de la provincia de Valladolid”, en 1895, e “Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia”, en 1921. ↑
- 50 En compacto: Edificios situados dentro del núcleo de población. ↑
- 51 Tahona: Molino de harina cuya rueda se mueve con caballería. // Panadería. ↑
- 52 Aspillera: Abertura larga y estrecha en un muro para disparar por ella. ↑
- 53 Atrio: Andén que hay delante de algunos templos y palacios, por lo regular enlosado y más alto que el piso de la calle. ↑
- 54 Mampostería: Obra hecha con mampuestos55 colocados y ajustados unos con otros sin sujeción a determinado orden de hiladas o tamaños. ↑
- 55 Mampuesto: Piedra sin labrar que se puede colocar en obra con la mano. ↑
- 56 Lado del Evangelio y lado de la Epístola: En una Iglesia, se llama lado del Evangelio al situado en la parte izquierda desde el punto de vista de los fieles, mirando éstos hacia el altar, mientras que el de la Epístola es el de la parte derecha. Toman este nombre de los lados del presbiterio57 desde donde se lee el Evangelio y la Epístola durante la misa. ↑
- 57 Presbiterio: Área del altar mayor hasta el pie de las gradas por donde se sube a él, que regularmente suele estar cercada con una reja o barandilla. ↑
- 58 Gótico: Dicho del arte: Desarrollado en Europa desde finales del siglo XII hasta el Renacimiento59 y caracterizado, en arquitectura, por el arco apuntado60, la bóveda de crucería61 y los pináculos63. ↑
- 59 Renacimiento: Movimiento artístico europeo, que comienza a mediados del siglo XV, caracterizado por un vivo entusiasmo por el estudio de la Antigüedad clásica griega y latina. ↑
- 60 Arco apuntado: Arco que consta de dos centros situados en la línea de arranque. ↑
- 61 Crucería: Conjunto de nervios62 que refuerzan y ornamentan las ↑
- 62 Nervio: Arco que, cruzándose con otro u otros, sirve para formar la bóveda de crucería. Es elemento característico del estilo gótico. ↑
- 63 Pináculo: Remate piramidal o cónico que en la arquitectura gótica cumple una doble función, estética y estructural. ↑
- 64 Arco carpanel: Arco que consta de varias porciones de circunferencia tangentes entre sí y trazadas desde distintos centros. ↑
- 65 Acanto: Planta de la familia de las acantáceas, perenne, herbácea, con hojas anuales, largas, rizadas y espinosas. ↑
- 66 Alfiz: Recuadro del arco árabe, que envuelve las albanegas67 y arranca bien desde las impostas69, bien desde el suelo. ↑
- 67 Albanega: Espacio triangular comprendido entre la rosca68 de un arco y el alfiz. ↑
- 68 Rosca: Faja de material que, sola o con otras concéntricas, forma un arco o bóveda. ↑
- 69 Imposta: Hilada de sillares algo voladiza, a veces con moldura, sobre la cual va sentado un arco. // Faja saliente de poco volumen, en la fachada de los edificios, que marca el forjado del piso. ↑
- 70 Ménsula: Elemento perfilado con diversas molduras, que sobresale de un plano vertical y sirve para recibir o sostener algo. ↑
- 71 Dintel: Pieza horizontal superior de puertas, ventanas y otros huecos, apoyada en sus extremos sobre las jambas72 y destinada a soportar cargas. ↑
- 72 Jamba: Cada una de las dos piezas que, dispuestas verticalmente en los dos lados de una puerta o ventana, sostienen el dintel o el arco de ella. ↑
- 73 Dovela: Piedra labrada en forma de cuña, para formar arcos o bóvedas, el borde del suelo del alfarje, etc. ↑
- 74 Arco de medio punto: Arco que consta de una semicircunferencia. ↑
- 75 Bóveda de cañón: Bóveda de superficie generalmente semicilíndrica que cubre el espacio comprendido entre dos muros paralelos. ↑
- 76 Barroco: Dicho de un estilo arquitectónico o de las artes plásticas: Que se desarrolló en Europa e Iberoamérica durante los siglos XVII y XVIII, opuesto al clasicismo77 y caracterizado por la complejidad y el dinamismo de las formas, la riqueza de la ornamentación y el efectismo. ↑
- 77 Clasicismo: Estilo artístico o literario conforme a los ideales de la Antigüedad grecorromana. ↑
- 78 Luneto: Bovedilla en forma de media luna abierta en la bóveda principal para dar luz a esta. ↑
- 79 Orden toscano: Orden que se distingue por ser más sólido y sencillo que el dórico80. ↑
- 80 Orden dórico: Orden que tiene la columna de ocho módulos81 o diámetros a lo más de altura, el capitel84 sencillo y el friso85 adornado con metopas89 y triglifos90. ↑
- 81 Módulo: Medida que se usa para las proporciones de los cuerpos arquitectónicos. En la antigua Roma, era el semidiámetro del fuste82 en su parte inferior. ↑
- 82 Fuste: Parte de la columna que media entre el capitel y la basa83. ↑
- 83 Basa: Asiento sobre el que se pone la columna o la estatua. ↑
- 84 Capitel: Parte superior de una columna o de una pilastra, que la corona con forma de moldura y ornamentación, según el orden arquitectónico a que corresponde. ↑
- 85 Friso: Parte del entablamento86 en los órdenes clásicos que media entre el arquitrabe87 y la cornisa88, en ocasiones ornamentado de triglifos, metopas u otros elementos. ↑
- 86 Entablamento: Conjunto de molduras que corona un edificio o un orden de arquitectura y que ordinariamente se compone de arquitrabe, friso y cornisa. ↑
- 87 Arquitrabe: Parte inferior del entablamento, la cual descansa inmediatamente sobre el capitel de la columna. ↑
- 88 Cornisa: Parte superior del entablamento de un pedestal, edificio o habitación. ↑
- 89 Metopa: En el friso dórico, espacio que media entre triglifo y triglifo. ↑
- 90 Triglifo: Adorno del friso dórico que tiene forma de rectángulo saliente y está surcado por dos glifos91 centrales y medio glifo a cada lado. ↑
- 91 Glifo: Canal vertical poco profundo que decora el frente de los triglifos en los órdenes clásicos. ↑
- 92 Clave: Piedra central y más elevada con que se cierra el arco o la bóveda. ↑
- 93 Nervadura: Conjunto de los nervios de las bóvedas góticas. ↑
- 94 Arco tercelete: Arco que en las bóvedas por arista95 sube por un lado hasta la mitad del arco diagonal. ↑
- 95 Bóveda por arista: Bóveda de aljibe. // Bóveda cuyos dos cañones semicilíndricos se cortan el uno al otro. ↑
- 96 Combado: Que tiene o ha adoptado forma curva. ↑
- 97 Baptisterio: Capilla o recinto donde está la pila bautismal. // Pila bautismal. // Edificio, por lo común de planta circular o poligonal, próximo a un templo y generalmente pequeño, donde se administraba el bautismo. ↑
- 98 Osario: En las iglesias o en los cementerios, lugar destinado para reunir los huesos que se sacan de las sepulturas a fin de volver a enterrar en ellas. ↑
- 99 Enfoscar: Guarnecer con mortero100 un muro. ↑
- 100 Mortero: Conglomerado o masa constituida por arena, conglomerante y agua, que puede contener además algún aditivo. ↑
- 101 Agua: Vertiente de un tejado. ↑
- 102 Cartela: Pedazo de cartón, madera u otra materia, a modo de tarjeta, destinado para poner o escribir en él algo. ↑
- 103 Acequia: Zanja o canal por donde se conducen las aguas para regar y para otros fines. ↑
- 104 Chaflán: Plano largo y estrecho que, en lugar de esquina, une dos paramentos o superficies planas que forman ángulo. ↑
- 105 Sobrado: Cada uno de los altos o pisos de una casa. ↑
- 106 Vano: En una estructura de construcción, distancia libre entre dos soportes y, en un puente, espacio libre entre dos pilas o entre dos estribos consecutivos. ↑
- 107 Revocar: Enlucir o pintar de nuevo por la parte que está al exterior las paredes de un edificio, y, por extensión, enlucir cualquier paramento. ↑
- 108 Melojar: Sitio poblado de melojos. ↑
- 109 Micología: Ciencia que trata de los hongos. ↑
- 110 Cincha: Faja de cáñamo, lana, cerda, cuero o esparto, con que se asegura la silla o albarda sobre la cabalgadura, ciñéndola ya por detrás de los codillos o ya por debajo de la barriga y apretándola con una o más hebillas. ↑
- 111 Cuaternario: Período geológico que abarca desde hace dos millones de años hasta la actualidad, caracterizado por la aparición de la especie humana y la alternancia de períodos glaciales y templados. ↑
- 112 Neandertal: Dicho de un individuo: De un grupo extinto de homínidos113 que vivió en gran parte de Europa y parte de Asia durante el Paleolítico115 medio116. ↑
- 113 Homínido: Dicho de un primate: Que se caracteriza por su aspecto antropomorfo114 y por no tener cola, y a cuya familia pertenecen el hombre y otras especies como el chimpancé, el gorila y el orangután. ↑
- 114 Antropomorfo: Que tiene forma o apariencia humana. ↑
- 115 Paleolítico: Dicho de un período: Primero de la Edad de Piedra, caracterizado por el uso de piedra tallada. ↑
- 116 Paleolítico medio: Segundo de los períodos en que se divide el Paleolítico, caracterizado por el predominio de una tradición lítica117 llamada musteriense118. ↑
- 117 Lítico: Perteneciente o relativo a la piedra. ↑
- 118 Musteriense: Dicho de un estadio cultural: Correspondiente al Paleolítico medio y caracterizado especialmente por la gran evolución en las técnicas de talla. ↑
- 119 Pleistoceno: Primera época del período cuaternario que abarca desde hace 2 millones de años hasta hace 10 000 años. ↑
- 120 Pleistoceno Superior: Cuarta y última edad del Pleistoceno, que abarca desde hace 126 000 años hasta hace 10 000 años. ↑
- 121 Paleobotánica: Ciencia que se ocupa del estudio de los fósiles vegetales y de su evolución. ↑
- 122 Geomorfología: Estudio de las características propias de la corteza terrestre. ↑
- 123 Cubil: Sitio donde los animales, principalmente las fieras, se recogen para dormir. ↑
- 124 Molar: Perteneciente o relativo a la muela. ↑
- 125 Estratigrafía: Estudio de los estratos126 arqueológicos, históricos, lingüísticos, sociales, etc. // Parte de la geología que estudia la disposición y caracteres de las rocas sedimentarias127 estratificadas. ↑
- 126 Estrato: Masa mineral en forma de capa de espesor más o menos uniforme, que constituye los terrenos sedimentarios. // Cada una de las capas superpuestas en yacimientos de fósiles, restos arqueológicos, etc. ↑
- 127 Sedimento: Materia que, habiendo estado suspensa en un líquido, se posa en el fondo por su mayor gravedad. ↑
- 128 Ceja: Parte superior o cumbre del monte o sierra. ↑
- 129 Hogar: Sitio donde se hace la lumbre en las cocinas, chimeneas, hornos de fundición, etc. ↑
- 130 Cérvido: Dicho de un mamífero: Del grupo de los artiodáctilos rumiantes131 cuyos machos tienen cuernos ramificados que caen y se renuevan periódicamente; por ejemplo, el ciervo o el reno. ↑
- 131 Rumiar: Masticar por segunda vez, volviéndolo a la boca, el alimento que ya estuvo en el depósito que a este efecto tienen algunos animales. ↑
- 132 Uro: Bóvido133 salvaje muy parecido al toro, pero de mayor tamaño, que fue abundantísimo en la Europa central en el Cuaternario y se extinguió en 1627. ↑
- 133 Bóvido: Dicho de un mamífero: Del grupo de los rumiantes, carente de incisivos en la mandíbula superior y con ocho en la inferior, y con cuernos óseos no caedizos cubiertos por estuche córneo tanto en el macho como en la hembra; por ejemplo, la cabra o el toro. ↑
LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:
AUTOBUS:
INTERURBANOS:
- Línea 194: Madrid (Plaza de Castilla) - Rascafría.
- Línea 194A: Buitrago del Lozoya - Lozoyuela - Rascafría.
CARRETERAS:
Desde Madrid:
- Por la A-1 > Salida 69 (hacia M-604, en dirección Rascafría) > M-604 > Desvío hacia Pinilla del Valle.
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BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
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- Vicente Moreno Ballesteros: La desamortización de Madoz en el Partido Judicial de Torrelaguna (1855-1894); Ampliación de la Tesis Doctoral “La desamortización de Madoz en Madrid: Capital y Provincia (1855-1894), Universidad Complutense, Facultad de Geografía e Historia. Marzo 2015 (archivo .pdf).
- Plan General de Ordenación Urbana. Catálogo de Bienes Protegidos
- Web oficial del Ayuntamiento de Pinilla del Valle
- Folleto "Parque Arqueológico de El Valle de los Neandertales en Pinilla del Valle"; Texto, fotografías, ilustraciones del Equipo de Investiagación de Pinilla del Valle; ISBN: 978-84-451-3267-0; Depósito Legal: M-16431-2017.
- Diccionario Español de Ingeniería
- DRAE