Miércoles, 21 de abril de 2021
Introducción
En esta página, visitaremos el municipio madrileño de Valverde de Alcalá, el cual, con sus 498 habitantes1 y sus 13,56 km2 de superficie, se halla situado a unos 41 km de la capital del país, a una altitud de 715 metros. Limita, al Norte, con Villalbilla; al Este, con Corpa y Nuevo Baztán; al Sur, con Pozuelo del Rey; y al Oeste, con Torres de la Alameda.
Su término municipal cuenta con un único núcleo de población, Valverde de Alcalá, y en su relieve, destacan el páramo2 de la Alcarria3 de Alcalá, con los valles de sus cursos fluviales –el arroyo Pantueña, de curso permanente, y sus afluentes, los arroyos estacionales del Valle y de Valdemolinos–, con las laderas que enlazan ambos relieves. Aunque entre sus alturas destacan los cerros del Norte que separan este municipio del de Villalbilla, no es aquí donde se encuentran las mayores, por encima de los 840 metros, sino en su extremo Sudeste.
Por este municipio, pasan, cruzándose junto al núcleo de población, la carretera secundaria M-204, que trascurre de Alcalá de Henares a Perales de Tajuña, y la local M-225, que une la M-206 con la CM-2004, en la provincia de Guadalajara.
Además, por su término, pasan las vías pecuarias de las coladas de Cabezuelo, Corpa, Valverde y de Valverde a Villalbilla.
Según podemos leer en la página 584 del Tomo XVII de la obra “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Este)”, publicado en el año 2009, Valverde tenía entonces 2,9 hectáreas (ha) dedicadas a árboles frutales, concretamente almendros, y 745 ha de cultivos de secano, entre los que destacan las 106,2 ha de olivares.
Resumen histórico ▲
Sobre los orígenes de Valverde de Alcalá, y conforme a la documentación que hemos consultado, de momento, se desconoce cuándo se fundó y quién fue su fundador. Al parecer, según se ha venido repitiendo desde antiguo, Valverde fue fundada por los habitantes de la localidad de Quejo tras una epidemia de peste, posiblemente la del siglo XIV que asoló Europa, que casi acaba con todos sus habitantes y que provocó la despoblación de este lugar. Este despoblado, también mencionado –según la fuente a consultar– como Quexo, Alquexo o Cuejo, estaría situado cerca del lugar llamado Fuente Quejo, a unos 3 km al Sur del actual Valverde, en el municipio de Pozuelo del Rey. En cuanto a los orígenes del nombre de Quejo, alguna fuente lo sitúa en la síncopa4 de la palabra quejigo5, árbol del cual crecen algunos tipos en el lugar.
No obstante, hay otras opiniones sobre su fundación. Así, el historiador Juan Ortega Rubio6 (Puebla de Mula, Murcia, 1845 – Madrid, 1921), afirma “[...] que Valverde de Alcalá –según la tradición– fue fundado por los hijos de Mahoma, quienes la llamaron Valle-verde, por las muchas plantas que cubrían el suelo”, como podemos leer en la página 85 del tomo II de su obra “Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia”, de 1921.
Antes de continuar con la historia de Valverde, debemos mencionar que en el municipio se han localizado diversos lugares que muestran el haber estado poblados durante la prehistoria. La mayoría de los objetos hallados son de Edad del Bronce, siendo muy escasos los de datación anterior a la época calcolítica.
Sin descartar la posible población del municipio durante las épocas romana o visigoda, no es hasta la reconquista cristiana de la zona cuando aparece la primera mención escrita de Alquexo. Así, tras la toma el 3 de mayo de 1118 de la fortaleza árabe de Alcalá por parte de Bernardo de Sedirac, arzobispo de Toledo, el territorio dependiente de ésta se incorpora al reino de Castilla, donde reinaba entonces Alfonso VI “el Bravo”. En 1126, su nieto, Alfonso VII “el Emperador”, dona esta comarca, en calidad de señorío7 prelaticio8, al arzobispado de Toledo. Y en 1135, con el fin de un mejor gobierno y una mayor repoblación del lugar, el arzobispo Raimundo promulga el Fuero10 Viejo, también llamado Fuero de Alcalá, un código legislativo que, a partir de entonces, regirá todos los aspectos administrativos, judiciales, mercantiles, penales y políticos de sus habitantes. Por él, se crea la Comunidad de Villa y Tierra de Alcalá, apareciendo relacionada Alquexo como una de las diversas localidades que forman este alfoz11.
En 1190, Alquexo junto a otras dieciocho aldeas del alfoz de Alcalá, son cedidas al concejo de Segovia, una cesión que no duraría mucho, al lograr el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada su anulación en el año 1214. Igualmente, se debe a este prelado la modificación de su fuero en 1223, por la que, a partir de entonces, serían los vecinos quienes elegirían a sus alcaldes y jurados.
En el siglo XIV, Europa se ve devastada por la peste negra y es entonces cuando se cree que, debido a ésta, los vecinos de Alquexo abandonan esta población y se trasladan hasta un nuevo emplazamiento, situado en un valle protegido de los vientos del Norte y cercano a la vega del río, el actual Valverde de Alcalá.
Posteriormente, durante la Baja Edad Media12 (siglos XIV y XV), las poblaciones que forman la tierra de Alcalá se agrupan, para una mejor administración, en cinco cuartos13, formando parte Valverde –junto a Anchuelo, Carmama de Esteruelas, Los Hueros y Torrejón de Ardoz– del Cuarto de Villalbilla.
En el siglo XVI, tenemos el Censo de los Millones, de 1528, en el que Valverde de Alcalá es nombrada como Balverde, forma parte de la Mesa Arzobispal14 de Toledo (MAT) y tiene 43 vecinos15 pecheros16.
En 1577, se publican las Relaciones Topográficas de Felipe II18, en donde Valverde aparece como una villa del reino de Toledo perteneciente al señorío del arzobispo de Toledo, dentro de la comarca de Alcalá de Henares, y dependiente del corregimiento19 y gobernación de la villa de Alcalá. En 1564, el rey Felipe II había concedido el privilegio de villa, por el que pasó a estar exenta de la jurisdicción de Alcalá, dependiendo jurisdiccionalmente de la chancillería23 de Valladolid, a la que se acude en apelación para los asuntos civiles y criminales.
Valverde aparece en esta obra como un pueblo con dos alcaldes ordinarios24 y un teniente gobernador nombrados por el arzobispo de Toledo y que tenía una población de sesenta vecinos. En la localidad, se levantaban la Iglesia Parroquial de Santo Tomé, la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles y cincuenta y seis casas construidas con tierra, madera tosca, yeso y tejas.
Sobre la ermita, hay que ampliar que, según aparece en las propias Relaciones, hay en ella dos frailes dominicos que obtienen [...] doscientos ducados26 en pan de renta y frutos que cogen en viñas y olivas que tienen”, por lo que ya hay una pequeña explotación agrícola alrededor de la finca.
El concejo de Valverde era dueño entonces de una dehesa27 boyal28, de un molino de aceite, de ciento cuarenta pies29 de olivas y doscientas fanegas30 de tierra, “[...] y estas tierras el dicho concejo tiene empeñadas para hacerse villa y de lo que goza le rentan sus propios en cada año”.
Disponía también de una sola fuente de agua potable, la cual era escasa y salobre, y de un arroyo, que no debía de tener mucha corriente ya que, para la molienda, los vecinos tenían de acudir hasta un molino en el río Tajuña, distante “dos leguas37 y media”.
Según estas Relaciones, los habitantes de Valverde son pobres, se dedican a la labranza y “[...] viven de los frutos que coxen y no cogen hartos para vivir y sustentarse”. La producción agrícola del pueblo se compone de aceitunas, cáñamo, trigo y uvas, expresando que “[...] se suelen coger de los diezmos38 cuatrocientas fanegas de pan por mitad trigo y cebada e treinta mil maravedis39 en dineros y que tienen falta de vino porque se coxe poco y se proveen de los lugares comarcanos”. Sobre la ganadería, se señala que ésta pasta en una dehesa boyal, propiedad del concejo de la villa, en la que “[...] se criaron en cada un año trescientas crías de ganado ovejuno [...]”. En cuanto a la leña, la dehesa proporcionaba al pueblo toda la que necesitaba.
Finalizamos el siglo XVI con los datos proporcionados por el Censo de la Corona de Castilla, de 1591. En él, el pueblo, que aparece con el nombre de Valverde, continúa formando parte de la MAT y cuenta con una población de 54 vecinos, de los que 53 son pecheros y uno, clérigo.
Del siglo XVII, al igual que en la mayoría de las poblaciones madrileñas que vamos tratando, no es mucha la información de que disponemos. Sí se sabe de la construcción, junto al camino de Pozuelo, de la desaparecida Ermita de San Roque. Recordemos que fue éste un siglo en el que España padeció varias epidemias de peste, como la acontecida entre los años 1591 y 1614, que, por su gran mortalidad, tuvo a muchas poblaciones cercanas a desaparecer. Además de ello, las exiguas cosechas de algunos años, con la subsiguiente subalimentación, y los diversos enfrentamientos bélicos sostenidos por el Imperio Español en Europa causaron el empobrecimiento del país y una elevada despoblación.
Comenzamos el siglo XVIII, un siglo en el que hay mucha más información disponible en forma de censos y catastros, con el Censo de Campoflorido40, de 1712. En él, Valverde de Alcalá aparece como Manchete y Valberde, forma parte de la provincia de Toledo y tiene una población de nueve vecinos, un 82,35% menos que en el Censo de 1591. Hay que tener en cuenta que, para entonces, además de las epidemias, épocas de hambre y conflictos del siglo XVII, se libra la Guerra de Sucesión al trono español de 1701 a 1713 entre los partidarios del que resultaría el bando ganador, el rey Felipe V, legítimo heredero designado por Carlos II, y el bando austracista, del archiduque Carlos. En la página 591 del Tomo XVII de “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Este)”, ya mencionada antes, se cita una relación conservada en el Archivo Histórico Municipal de Alcalá en la que aparecen los dieciséis varones de entre 17 y 58 años que en Valverde son aptos para el servicio de las armas, un listado realizado en 1706 siguiendo órdenes de S.M. Felipe V.
Es interesante señalar aquí cómo a principios del siglo XVIII, entre 1709 y 1713, surge al Este de Valverde la nueva localidad de Nuevo Baztán, un complejo industrial que, debido a la orientación de su producción –La Corte, el Ejército o la propia Madrid capital– y al eje de comunicaciones escogido –a través de Pozuelo del Rey–, no tuvo gran importancia para Valverde.
Nuestra siguiente obra de consulta es el Catastro del Marqués de la Ensenada41, realizado entre 1749 y 1756. En él, Valverde de Alcalá, nombrada como Valverde, es una villa enajenada de la Corona, de la Intendencia de Toledo y perteneciente al Conde de Oñate. De esta pertenencia, podemos leer en el Catastro: “a quien anualmente contribuye con un regalo que importa 100 rs. y se paga anualmente de los bienes del común, no percibe otros derechos por razón de señorío, y sólo tiene la regalía de elegir los oficios de justicia en las personas que la villa propone cada año”. Al parecer –según podemos leer en la nota 56, de la página 605 de la misma obra anterior–, al no poder hacer frente Valverde a los costes que la Corona le imponía como villa eximida –a la que accedió, como ya vimos antes, en 1564–, ésta la vendió, pocos años después, al Conde de Oñate.
Plano de Valverde de Alcalá de 1870 (POBL281019_1870_VALVERDE_DE_ALCALA CC-BY 4.0 ign.es).
La villa tenía entonces una población de 21 vecinos, repartidos entre 17 pecheros, un jornalero y tres pobres de solemnidad, que totalizaban 80 habitantes. Éstos se dividían en 22 vecinos de 16 a 60 años de edad, uno de más de 60, 16 hijos menores de 18, cinco sirvientes de “todas clases y edades”, 31 mujeres y niñas de toda “clase y condición”, una viuda, uno del clero secular, dos frailes y un sirviente laico de la iglesia.
Para entonces, Valverde contaba con una parroquia, una ermita, veintitrés viviendas y dos molinos. De éstos, uno era de aceite y el otro, de harina, siendo, en ocasiones, el producto de este último insuficiente, al depender para su funcionamiento del caudal del arroyo. Además, en el pueblo existían una taberna, una tienda, tres colmenas y un horno de cal.
Vemos ahora el Censo del Conde de Aranda42, de 1768, en el que Valverde aparece con el nombre de Balberde y tiene una población de 102 habitantes (52 varones y 50 hembras). La parroquia es la de Santo Tomás Apóstol y hay en el pueblo una granja propiedad del Colegio Santo Tomás de Aquino, de la ciudad de Alcalá. Esta granja dispone, entre otro personal, de tres religiosos, un criado, siete mozos de labor y dos pastores ya incluidos en las cifras de población.
En 1784, el Cardenal Francisco de Lorenzana, de la archidiócesis de Toledo, mandó realizar las conocidas Descripciones de Lorenzana44. En ellas, tenemos Valverde como una villa que continuaba formando parte del señorío del Conde de Oñate y que estaba poblada por veintisiete vecinos, de los que la mitad son labradores y el resto, jornaleros. En el pueblo, sigue existiendo la Iglesia Parroquial de Santo Tomás Apóstol, la Ermita de San Roque y la Casa de los Ángeles, propiedad del Colegio de Santo Tomás de Alcalá, contando esta última, además, con bastantes tierras, así como con olivos y viñas.
En Valverde, según estas Descripciones, se cultiva trigo, avena, cebada y almortas45, tiene algunos olivos y viñas, y se obtiene cal la mayor parte del año, llevándose ésta hasta Madrid.
Plano de Valverde de Alcalá de 1870 (POBL281020_1870_VALVERDE_DE_ALCALA CC-BY 4.0 ign.es).
En el siguiente censo que tratamos, el de Floridablanca, realizado entre 1786 y 1787, Valverde de Alcalá, nombrada aquí como Valverde, aparece como una villa de señorío secular, dotada de alcalde ordinario y que forma parte de la intendencia de Toledo y del corregimiento de Alcalá. Su población entonces es de 127 habitantes, de los que 66 son varones y 61, mujeres. Por ocupaciones, el pueblo cuenta entonces con un cura, un teniente cura, un fraile, un escribano, 22 labradores, seis jornaleros, un artesano y cuatro criados.
Llegamos al siglo XIX, un siglo en el que España vería destruido el territorio peninsular durante la Guerra de Independencia (1808-1814), librada frente al invasor francés; perdería prácticamente todo su imperio colonial tras la independencia de la América Continental Española, a principios de siglo, y la Guerra Hispano-Estadounidense, de 1898; padecería tres guerras carlistas, las de 1833-1840, 1846-1849 y 1872-1876; tendría numerosos enfrentamientos armados entre liberales y absolutistas; y soportaría varios cambios de dinastías reinantes y de régimen, con la caída de la dinastía Borbón en favor de la Casa de Saboya, con Amadeo I (1868-1873), y la vuelta de la Casa de Borbón, con Alfonso XII, en 1874, tras una inestable I República (1873-1874), a cuyo frente, y en tan corto espacio de tiempo, se sucederían hasta cinco presidentes.
Una vez esquematizado el siglo, comencemos señalando que, tras la reorganización territorial de 1801, Valverde pasó a formar parte de la intendencia de Madrid. El primer censo que usaremos en este siglo será el Recuento de Antonio Regàs, llevado a cabo entre 1824 y 1825, en el que este pueblo aparece con una población de 24 vecinos y ya perteneciente a Madrid.
En el “Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal” (1827), que Sebastián Miñano46 elaboró entre 1826 y 1829, Valverde es descrita como una villa secular de 38 vecinos y 166 habitantes, que tiene alcalde ordinario y pertenece a la provincia de Madrid, al partido de Alcalá y al arzobispado de Toledo. Cuenta con parroquia y un pósito48. Su agricultura produce granos, cáñamo, aceite y vinos, mientras que la ganadería cría ganado lanar.
Con la desaparición definitiva de los señoríos en 1832 y la reorganización territorial de 1833, Valverde deja de formar parte del señorío del Conde de Oñate y queda definitivamente integrada en la provincia de Madrid.
Así, en el “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar”, realizado entre 1846 y 1850 por Pascual Madoz, Valverde aparece como una villa con ayuntamiento de la provincia y audiencia territorial de Madrid, del partido judicial de Alcalá de Henares, de la capitanía general de Castilla la Nueva y de la diócesis de Toledo. Su población es de 33 vecinos y 497 personas, y cuenta con la Iglesia Parroquial de Santo Tomás, una casa de ayuntamiento “arruinada”, una escuela de primeras letras para ambos sexos, 35 casas “inferiores”, una fuente de agua salobre y dos fuentes para el uso de los vecinos. Madoz también cita la existencia del caserío de los Ángeles, de una ermita y de “los cimientos de un convento de templarios” (sic). Sobre las ruinas de un convento, que no sea el existente en la Casa de los Ángeles, sólo tenemos la información de Madoz, que da una procedencia templaria, y de Ortega Rubio, que diferencia entre las ruinas de la Casa de los Ángeles y las de un convento, sin mencionar este último nada sobre un posible origen templario.
Restos de la vivienda de uno de los doce lotes en que se parceló la colonia agrícola de Valverde. Ésta, por su localización, creemos que es la del lote 2.
La agricultura del pueblo produce trigo, patatas, avena, cebada, centeno, aceite y vino. Además, hay en el término dos montes en los que crecen robles, jara y tomillo, y otro más pequeño situado entre ambos que produce 60 carros de leña para la Casa de los Ángeles; dos dehesas de pastos llamadas Valdecarneros y el “Cuarto Bajo”, y un prado que en otros tiempos fue una huerta.
La ganadería conserva ganado vacuno y mular, y en el término, hay caza de conejos, liebres y perdices, además de otras aves. La industria se limita a un molino harinero y a la obtención de cal, y el comercio, a las tiendas de artículos de primera necesidad.
En este siglo, se producen diversas desamortizaciones49, como la de Mendizábal, en 1836, o la de Madoz, en 1855, por las que se expropian y se ponen en venta los bienes de la Iglesia, con la primera, y del común, con la segunda. Así, las 194 ha de la dehesa del Cuarto Bajo son expropiadas al concejo y puestas en venta. Dado el tamaño de los lotes de terreno puestos en venta, sus precios no eran asumibles para gran parte de la población, y uno de los objetivos de las desamortizaciones, como era el crear una nueva clase media de propietarios agrícolas, no pudo conseguirse, por lo que con estas expropiaciones lo que se hizo fue aumentar las posesiones de los que ya, de por sí, eran grandes terratenientes.
Continuamos con la “Crónica de la Provincia de Madrid”, de 1865, del historiador Cayetano Rosell y López50, donde sólo apunta la población del pueblo, siendo ésta de 204 habitantes.
Terminamos el siglo XIX con la “Guía de Madrid y su provincia”, realizada entre 1888 y 1889 por Andrés Marín Pérez51. Para él, Valverde la fundaron los árabes, quienes dieron el nombre de Valle-verde por la frondosidad de su vegetación. Contabiliza una población en 1887 de 70 vecinos y 310 habitantes que viven en 70 casas de construcción “rústica”, y señala la existencia de la Iglesia Parroquial de Santo Tomás Apóstol y de “otra particular instalada en una antiquísima casa de labor perteneciente en siglos pasados al convento de Santo Tomás de Alcalá”, por lo que vemos que la Casa de los Ángeles ha dejado de pertenecer a la Orden de los Dominicos, suponemos que tras la desamortización de Mendizábal.
Igualmente, leemos que tiene una escuela incompleta52 para ambos sexos con 20 niños y 16 niñas, de la que Marín no opina demasiado bien, y no por su “distinguido profesor”, sino por las condiciones del local donde se imparten las clases.
De la sanidad del pueblo se encarga un médico –contratado junto con la vecina población de Corpa, al no poder asumir su coste en solitario– por 300 pesetas al año pagadas por el Ayuntamiento. Una cifra a la que hay que añadir las igualas53, de 6 a 20 pesetas, que paga cada vecino, según su posición económica y el número de miembros de su familia. Carece de farmacia, acudiendo a por los medicamentos a las de Alcalá. Un veterinario se encarga de la inspección de la carne y de atender a los animales por una igualas de una fanega de trigo por cabeza de ganado mayor54 y de media por menor55.
El Ayuntamiento está formado por seis concejales, dispone de una Casa Consistorial “pobremente construida” y sin nada que destacar en ella, y cuenta con un secretario, un alguacil y un guarda de campo que cobran, respectivamente, 500, 75 y 181 pesetas. La justicia está representada en el pueblo por un juez y un fiscal municipales ,a los que auxilian un secretario y un alguacil.
El municipio se extiende, según Marín Pérez, por 1.355 hectáreas (ha), 78 áreas (a) y 12 m2, en las que el terreno labrado ocupa 1.332 ha, 22 a y 11 m2. Éste se divide en 842 ha, 3 a y 43 m2 de cereales; 170 ha, 85 a y 72 m2 de vid; 25 ha, 52 a y 53 m2 de olivos; y 293 ha, 80 a y 43 m2 de los montes Cuarto Bajo y Valdecarneros, en los que crecen robles, tomillo y mata baja. El resto del término se completa con las 23 ha, 56 a y 1 m2 que suman las eras56, las fuentes y los eriales59.
La ganadería suma cinco cabezas de asnal, cuatro de caballar, 70 de mular y 29 de vacuno dedicadas a labores del campo y 1.200 de lanar para reproducción.
La industria se limita a obtención de pan, aceite y vino, y a la elaboración de la abundante cal de sus canteras. El comercio consiste en la exportación de granos, vino, aceite y cal, y en la importación de tejidos y de los elementos que se necesiten en el pueblo.
La población de Valverde desde 1842 a 1900, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), aumentó en un 41,62%. Así, en 1842, tenía 197 habitantes de derecho60 y 33 hogares; en 1857, 204 habitantes de hecho y 44 hogares; en 1860, 204 de hecho y 46 hogares; en 1877, 206 de hecho, 207 de derecho y 58 hogares; en 1887, 259, 252 y 73, respectivamente; en 1897, 275, 283 y 72, en el mismo orden; y, en 1900, 261 de hecho, 279 de derecho y 66 hogares.
Llegamos al siglo XX y lo comenzamos con las cifras de población del INE de los años 1910 y 1920, correspondiendo 239 habitantes de hecho, 257 de derecho y 56 hogares, al primer año, y 202, 219 y 55, respectivamente, al segundo. Igualmente, debemos aludir a la instalación en el pueblo entre los años 1916 y 1917 de las colonias de Cerrillo Verde y Valdecarneros. De ellas, trataremos en su correspondiente artículo, pero sí mencionaremos aquí cómo su llegada trastocó la estructura del pueblo, al quedar parte de su población, la que se instaló en las colonias, separada del núcleo urbano, dadas las distancias existentes entre ambos lugares.
En 1921, se publica la “Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia”, de Juan Ortega Rubio. En dicha obra, Valverde ya aparece ya como Valverde de Alcalá, un cambio de nombre llevado a cabo el 2 de julio de 1916. En ese día, más de 500 pueblos españoles cambiaron su denominación con el objeto de terminar con las duplicidades de nombres que hasta entonces habían existido. El autor cifra su población en 239 habitantes de hecho y 257 de derecho –es decir, los datos de 1910 que acabamos de ver– y menciona la existencia de la Iglesia Parroquial de Santo Tomás Apóstol, de la Casa Consistorial, de la escuela unitaria para ambos sexos de primera enseñanza, de las ruinas de la Casa de los Ángeles y de las ruinas de un convento. Aquí, se vuelve a mencionar las ruinas de un convento como algo diferenciado de la Casa de la Alegría.
En cuanto a la agricultura, Ortega sólo escribe que en el pueblo están las tierras de pan llevar –éstas son las de cultivo de cereales– y los montes de roble Cuarto Bajo y Valdecarneros. De la ganadería, se limita a decir que es muy poca, al igual que afirma que “apenas hay alguna caza en el término”.
En 1930, la población de Valverde asciende hasta los 239 habitantes de hecho, 241 de derecho y 55 hogares, una cifra que aumenta a los 329, 334 y 70, respectivamente, de 1940. Entre medias de ambas cifras, se encuentra la Guerra Civil Española, librada entre 1936 y 1939. Este conflicto, al parecer, no afectó en demasía al pueblo y regresaron vivos todos los jóvenes de esta localidad que en él combatieron.
En 1950, la población aumentó hasta los 346 habitantes de hecho, 357 de derecho y 72 hogares.
En el “Diccionario Geográfico de España”, publicado entre los años 1956 y 1961, Valverde de Alcalá es nombrado como un municipio y villa de Madrid, del partido judicial de Alcalá de Henares. En este diccionario, se contabiliza una población de 357 habitantes, de los que 301 viven en la cabeza del pueblo; 73 viviendas, de las que 72 son en compacto61 y 13 edificios destinados a otros usos, todos ellos en compacto. La colonia aparece aquí con 56 habitantes y 11 viviendas, todas ellas en diseminado62. En el pueblo, hay médico, veterinario y párroco. Tiene una escuela, la fuente principal del pueblo es la de la Oliva y desde 1940, se han construido un grupo escolar y una vivienda para el maestro.
Pasemos ahora a la información económica de la villa volcada en este diccionario. La agricultura cuenta con cuatro hectáreas de regadío regadas con aguas del arroyo y de varios pozos, y en las que se cultivan patatas, maíz y melones. De secano, hay 321 ha de trigo, 120 a de cebada, 90 a de avena, 20 ha de garbanzos y 10 a de almortas. Las tierras se siembran por el sistema de año y vez, alternándose los productos según los acuerdos a los que llegan los agricultores. Además, hay 20 ha de olivar y 2 ha de viñedos.
La cabaña ganadera se compone de 80 cabezas de ganado mular, dos de caballar, ocho de asnal, cien de cerda, 1.100 de lanar, 70 de cabrío y 1.000 gallinas. Además, se explotan varias canteras de yeso, mientras que la industria se reduce a una herrería.
Conforme a la “Guía de la provincia de Madrid”, que Antonio Cantó Téllez publicó en 1958. Valverde tiene 69 edificios y 357 habitantes. Sobre su Iglesia Parroquial de Santo Tomás Apóstol, Cantó Téllez la define como “carente de interés”; habla de la existencia del Caserío de los Ángeles, que lo ubica “donde estuvo el antiguo convento de Santo Tomás, convertido hoy en granja de labor”.
Aunque en esta obra Téllez menciona la existencia de la colonia de Valdecarneros, es más o menos por esta época cuando ésta sería abandonada por sus habitantes debido a la dureza de la vida en ella y a que, a pesar de su lejanía del pueblo, aún continuaba dependiendo de él para asuntos como el comercio o la educación. Además, las once viviendas de los colonos estaban muy alejadas entre sí, por lo que tampoco se había terminado de formar una comunidad.
En 1960, la población comenzó a disminuir hasta los 332 habitantes de hecho, 320 de derecho y 89 hogares; en 1970, continuó el descenso con 278, 285 y 71, respectivamente; y en 1981, con 198, 201 y 57, en el mismo orden. Hay que recordar la masiva emigración del campo a la ciudad que, en busca de unas mejores condiciones de vida, hubo en España durante las décadas de los años 50, 60 y 70.
En 1991, comienza a ascender hasta los 220 habitantes de hecho, 225 de derecho y 75 hogares; en 2001, continúa con 320 habitantes de derecho (en adelante, ya sólo se contabilizan a éstos) y 130 viviendas; en 2011, 439 y 175, respectivamente; y en 2020, 498 habitantes.
A principios del siglo XXI, el llamado “mal de las vacas locas” afectó en gran medida a Valverde de Alcalá, con la instalación en su territorio de una planta para el tratamiento de Materiales Específicos de Riesgo (M.E.R.). Es éste el único crematorio de la región madrileña en el que se queman los despojos de animales procedentes de los mataderos, lo que ha ocasionado protestas de los vecinos de Valverde y de Torres de la Alameda por los molestos olores que se crean, en especial en verano.
En 2018, conforme a los datos del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, Valverde de Alcalá tenía un Producto Interior Bruto Municipal per cápita de 12.102€, inferior al de la zona, de 19.114€, y al de la Comunidad, de 34.917€. Este PIB corresponde, en un 50,94%, al sector de la Minería, industria y energía; en un 16,55%, al de los servicios de distribución y hostelería; en un 11,09%, al de los servicios a empresas y financieros; en un 6,20%, a la agricultura y ganadería; en un 1,32%, a la construcción; y en un 13,93%, a otros. En cuanto al Indicador de Renta Disponible Bruta Municipal per cápita, éste fue, en 2018, de 15.067,05€, superior al de la zona, de 14.203,78€, e inferior al de la Comunidad, de 19.772,64€.
No nos demoremos más y comencemos ya nuestro recorrido por las calles y los alrededores de Valverde de Alcalá.
Monumentos y puntos de interés ▲
El punto de inicio de nuestro paseo por Valverde de Alcalá empieza en la Calle de la Iglesia, donde conoceremos la Iglesia Parroquial de Santo Tomás Apóstol, situada en una ladera que se eleva dentro del núcleo urbano.
Las primeras menciones documentales que se tienen del templo se hallan en las Relaciones Topográficas de Felipe II, dejándonos, pues, constancia de su existencia ya en el siglo XVI. En ellas, se apunta que “Al cuarenta y ocho capítulo satisfaciendo dixeron que en esta villa hay una iglesia parroquial cuya advocación es de Santo Tome (sic)”, a lo que se añade que “Al capítulo cincuenta satisfaciendo dixeron que en la iglesia parroquial de esta villa hay un beneficio curado y este vale de renta doscientos ducados y está cargado de pensión sobre él la mitad, los cuales lleva el que antes tenía el dicho curado que se llama Pedro de Maluenda, y la otra mitad lleva el cura que reside”.
Sin embargo, la iglesia fue profundamente reformada posteriormente. De hecho, en el Tomo XVII de la colección “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid”, dedicado al Este de la región, se menciona que el templo pudo ser “incluso demolido para construir el que subsiste, cuyas trazas pertenecen al siglo XVII, como atestiguan las noticias sobre este proceso”. También es importante apuntar aquí lo que en la citada obra señalan sobre que “A pesar la obligatoriedad a partir del Concilio de Trento en 1563, en la Diócesis de Alcalá de Henares no se conservan muchos libros de fábrica que permitan reconstruir la historia de sus templos en profundidad” y que “Los que custodia el Archivo Parroquial de Valverde pertenecen a los años 1622-1651, 1702-1740 y 1776-1886 (que corresponde con el 5º libro), y se encuentran en un estado deficiente”. Teniendo esto en cuenta, en el libro más antiguo se ha hallado una serie de anotaciones que hacen referencia a numerosos oficios de albañilería, por lo que se podría deducir que en la década de 1630 se estaban llevando a cabo trabajos con los que finalizar la construcción de la iglesia. Asimismo, se ha conservado un asiento de 1632 en el que, según citan en el libro antes apuntado, se menciona una “diligencia sobre el pleito para que se acabara la obra de la iglesia” y, además, se “manda: (...) cubrir el cuerpo de la iglesia y mercar63 teja y así mismo de contribuir (...) sean obligados todos los vecinos de ella todo el yeso necesario (...) y allanarlo el suelo de la Iglesia y acarrear la teja necesaria desde donde se comprase”. Del año siguiente es la anotación en la que se hace referencia al pago de “asentar el retablo en el Altar Mayor” y al “traslado del Santísimo Sacramento a la Iglesia”.
También hay datos que nos indicarían que, desde época temprana, la Capilla Mayor sufriría graves desperfectos. Por ejemplo, entre 1644 y 1648, hay noticias que informan sobre la aparente ruina de dicha capilla, solicitándose que se pida un informe a Toledo sobre ello; esto se prolongaría hasta comienzos de la siguiente década, en la que se habla del “reparo de la Iglesia de la quiebra y tiene en la Capilla Mayor porque está amenazando ruina”. A lo largo de la siguiente centuria, el estado del templo iría aún a peor, haciéndose necesario trasladar el Santísimo, además de otras imágenes, a la Ermita de San Roque; esta ermita, de la que no se ha conservado ningún resto en la actualidad, aparece mencionada en las Descripciones del Cardenal Lorenzana y, más adelante, habla de ella Pascual Madoz, si bien no se la describe; sí se sabe que estaba situada junto al camino de Pozuelo del Rey, en lo alto de una loma, y que en ella se celebró el culto hasta 1716, año en que las imágenes antes mencionadas volvieron a Santo Tomás. Las obras de adecuación en la iglesia correrían a cargo del maestro Cristóbal de los Ríos, siendo terminadas cuando se pintó el pedestal del Altar Mayor, así como unos jaspes en el Altar de Nuestra Señora.
El Catastro del Marqués de la Ensenada nos cuenta, en referencia al sostenimiento económico de la iglesia, que “[...] A la pregunta quince dijeron que (...) el diezmo se parte entre los interesados siguientes, iglesia parroquial de esta villa, tercias reales que pertenecen al Exmo. Sr. Duque de Sesa, dignidad arzobispal de Toledo, Arcediano de Guadalajara, canónigos de Toledo, obrero de la santa iglesia de esta ciudad y cura de esta parroquial”. Dos décadas más tarde, será datada la barbacana64 que rodea exteriormente el templo, hecha de cal y canto, y cuyas obras quedaron anotadas en 1779 en el quinto libro de fábrica, en el anexo tercero, donde se dice que “también es data 2.489 reales65 y 32 maravedíes (...) a Manuel Villamiel, maestro de obras por toda la barbacana de cal y canto que se ha hecho alrededor de la parte de fuera de la iglesia”.
Las siguientes noticias que nos llegan acerca del templo son de principios del siglo XIX. Así, en 1800, se habla del “Altar Mayor donde se hace el cielo raso en las tribunas y se sientan las vidrieras. Hacer la mesa del Altar Mayor y embaldosar el presbiterio66”. En 1803, se refleja el pago que se haría al maestro Batista Casoni por la realización de unas vidrieras, no se tienen datos de cuáles; también en este año, “hallándose la espadaña de la torre amenazando ruina (...) procedió a disponer la construcción de una nueva con su capitel como se hizo por Juan de la Cruz Cajo alarife67 de la Villa de Pozuelo del Rey habiendo contribuido para ella y de los caudales propios de la fábrica”. En esta misma visita, queda anotado en las Providencias el mandato de “que se reconozca el arco toral68 de la Capilla Mayor quebrantado en la clave69 y su crucero70 que mira al mediodía71 con bastante quiebra al parecer tanto que por su parte exterior se advierte estar desplomado el edificio más de pie y medio...”; la solución a este problema se halló construyendo unos contrafuertes, uno de los cuales podemos aún contemplar hoy día en la fachada Norte de la iglesia.
Nos encontramos, pues, ante una iglesia de planta rectangular con unas medidas de unos 21,3 metros de largo por 9,9 de ancho, y unos 7 de alto en la cornisa. Cuenta con una sola nave, estando ésta orientada con la cabecera al Este, mientras que a los pies se instala el coro de madera, sustentado por un pie derecho72 central y dotado de una balconada igualmente de madera. En el lateral Sur de la nave, comunicada con ésta por medio del presbiterio, se encuentra la sacristía, una pequeña estancia con basamento de sillería73 y cuerpo alto de mampostería77 revocada79 en la que se abren dos ventanas enrejadas que se asoman a la parte trasera del templo. Contando con ella, la planta total del edificio sumaría unos 239 m2.
En cuanto a fábrica, tenemos un edificio de muros de mampostería revocados con cal que se alzan sobre un basamento inclinado de sillería en la fachada Norte. Como decíamos antes, a la altura del arranque del presbiterio, se halla un contrafuerte, igualmente, de sillería, material también presente reforzando las esquinas del templo. En esta fachada, se abren dos vanos80 adintelados81 de distinto tamaño con forma de arco abocinado83 hacia el interior; de ellos, el más pequeño proporciona luz al coro, mientras que el mayor ilumina la nave.
Cerca de los pies, se abre la portada de acceso, un arco de medio punto85 de trazas sencillas realizado con dovelas86 de piedra que se cierra con una puerta de madera carente de ornamentación. A su izquierda, en alto, hay un relieve de piedra que representa a Santo Tomás junto a Cristo; tal y como podemos leer en el ya citado Tomo XVII de la colección “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid”, “El relieve ocupa esta posición desde que durante los años ochenta se construyera una pequeña cubierta volada de teja a tres aguas87 apoyada sobre jabalcones88 para proteger la entrada”.
Por lo que respecta al resto de paramentos, destaca el de la fachada Sur, lugar en el que se construyó la sacristía, cuyo volumen podemos ver adosado al muro, contando con una cubierta independiente de la nave, pero siguiendo la misma orientación y la misma pendiente que el resto de la iglesia. Un alero de teja rodea todo el edificio. Asimismo, se tiene constancia de la existencia antaño de un pequeño recinto trapezoidal junto a la cabecera en el cual se llevaban a cabo los enterramientos; en el año 1888, Andrés Marín Pérez lo describe en su “Guía de Madrid” como un “antiguo cementerio” en el que “se da sepultura a todas clases de finados”.
En el muro Oeste, se alza adosada la torre de la iglesia, de planta cuadrada y no muy grandes dimensiones. Como la nave, es de mampostería de piedra revestida, con sillares de caliza en las esquinas. Se compone de tres cuerpos diferentes en altura y separados entre sí por molduras de piedra, alcanzando un total de 15 metros desde la base hasta la cornisa. En el último cuerpo, cubierto con un tejado a cuatro aguas que sustituye el chapitel90 de pizarra con que contaba y que databa de 1803, se halla el campanario, con un arco de medio punto abierto en cada uno de sus frentes, los cuales acogen una campana cada uno. El cuerpo inferior, al que se accede desde el sotacoro91, fue el lugar que acogió el osario92 de la iglesia hasta los años 60 del pasado siglo XX; posteriormente, se abrió en la torre una pequeña ventana para iluminar dicho espacio, colocándose en él la pila bautismal, traída del Convento de los Ángeles, que veremos más adelante, y cuyo pie, de piedra labrada, data del siglo XVI. En el interior de la torre, una escalera adosada perimetralmente asciende hasta el campanario.
A finales del año 1975, el párroco de Valverde de Alcalá comunica a la Junta Nacional de Reconstrucción de Templos (JNRT) los problemas que sufría la iglesia. Más adelante, remitirá una carta en la que habla sobre un “desplome o apanzamiento del muro maestro de la parte Este de la iglesia, así como un gran desconchado y abandono del enfoscado93 del mismo muro, que da lugar a infiltraciones de humedad en el interior de la iglesia; lo que contribuye a hacerla inhóspita, y cuyo arreglo y apuntalamiento del muro maestro (...) asciende según presupuesto a la cantidad de 143.401 pts.”. En enero de 1976, el alcalde, Alfredo Rodríguez Machicado, hacía hincapié en la necesidad de un “arreglo urgente en su pared maestra, que se encuentra gravemente deteriorada, así como el enfoscado de esta que da lugar a filtraciones de humedad”.
Será el arquitecto Ángel Rovira Fernández quien, en ese año, firme el presupuesto para el arreglo de la fachada posterior. El proyecto contemplaba el enfoscado de los paramentos exteriores de la sacristía, los de la fachada Este y del campanario, y la realización de un machón95 de hormigón para la sujeción en la fachada Este. En el mes de junio de 1977, la JNRT aprobaría la ayuda de 100.000 pesetas y un mes más tarde, ésta sería ratificada por orden ministerial, tras una certificación previa de las obras.
En 2002, la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, en colaboración con el Obispado de Alcalá de Henares, presenta un proyecto para ejecutar unas obras de emergencia con las que restaurar la torre, en avanzado estado de deterioro. En esta ocasión, el expediente técnico fue redactado por José Luis González Sánchez. Durante estos trabajos, se recuperaría también la veleta y la cruz, se cerraría la estructura de cubierta mediante una malla metálica, y se limpiarían y revocarían los paramentos.
El interior del templo se halla tan transformado que es complicado diferenciar los elementos originales de los pertenecientes a otros períodos de construcción. Así, tal y como apuntan en el Tomo XVII de la colección “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid”, “Las obras emprendidas durante finales de los años setenta del siglo XX para ocultar humedades y corregir imperfecciones han dado como resultado un espacio altamente desvirtuado”. De este modo, el muro del fondo del presbiterio es de ladrillo visto, siendo sus esquinas achaflanadas96; originalmente, este espacio lo cubrió una bóveda de media naranja y, según recogen los libros de fábrica, quedaba separado de la nave por medio de un arco toral que sería derribado, por lo que ambas zonas quedarían integradas y separadas, únicamente, por unos peldaños. En la cubierta, se ha conservado en buen estado la estructura de cerchas98 de madera de par99 y puente101, pero el falso techo de escayola lo recubre en la actualidad. En cuanto a los muros de la nave, éstos se hallan trasdosados102 con fábrica de ladrillo hasta una altura de unos 4 metros, desde donde ya tienen su espesor original. En los muros laterales, se abren, a media altura, unas hornacinas recercadas de ladrillo que acogen algunas de las imágenes con que cuenta el templo.
Del Retablo Mayor que se realizó tras acabar la Guerra Civil Española no ha llegado nada a nuestros días y, hoy, el presbiterio queda presidido por un crucifijo de madera del siglo XVII. En el lado del Evangelio104, se ha conservado un pequeño altorrelieve de madera del siglo XVI en el que se representa el Santo Entierro, con las imágenes de Jesucristo, la Virgen, San Juan y María Magdalena; éste formaba parte del antiguo retablo dorado del siglo XVII que ocupaba el Altar Mayor. En la sacristía, se guarda una talla del siglo XVI llamada Juanisona, al parecer, perteneciente también a dicho retablo. En el lado de la Epístola, hay una imagen del siglo XIV de Nuestra Señora de los Ángeles con el Niño, talla que originalmente se hallaba en la ermita de la casa de labor de los dominicos y que fue restaurada en el año 2005.
En 2007, se trabajó en la adecuación del entorno, momento en que se eliminó la pequeña dependencia de ladrillo que había adosada al muro Este y se creó un espacio dotado de bancos para el descanso de los vecinos y paseantes.
La Iglesia Parroquial de Santo Tomás Apóstol cuenta con una protección integral que queda recogida en el Catálogo de Bienes Protegidos del Ayuntamiento, del año 1994.
Localización: Calle de la Iglesia, s/n. 28812 Valverde de Alcalá.
Encaminamos nuestros pasos hacia la Plaza Mayor, lugar en el que se halla el edificio del Ayuntamiento. Se trata de una construcción de dos plantas provista de una balconada en el piso alto y cubierta a tres aguas, con una especie de torrecilla en el centro, en la que se inserta, en la parte delantera, un reloj, y en la trasera, una campana. En el año 1982, la casa consistorial fue rehabilitada por la Comunidad de Madrid, siguiendo un proyecto redactado por el Servicio de Arquitectura de la Diputación Provincial de Madrid.
El edificio original estaba compuesto por dos casas adosadas de dos plantas cada una, teniendo ambas unas medidas de 12 por 6 metros. Inicialmente, el proyecto planteaba un uso mixto para el inmueble, en el que la planta baja sería destinada a cámara agraria y centro de salud, éste con un acceso independiente, mientras que en el piso alto se instalarían las dependencias municipales.
Localización: Plaza Mayor, 1. 28812 Valverde de Alcalá.
En medio de la Plaza Mayor, se erige una Fuente que, según el Tomo XVII de la obra “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Este)”, ocupa el centro de la plaza desde el año 1931.
Se trata de una fuente compuesta por un pilón cuadrilobulado de piedra caliza que se eleva sobre un par de escalones de piedra granítica, mismo material del borde de la pila y del pedestal de sección cuadrada que se sitúa en el centro de ésta; sobre él, se erige una alta estructura metálica que tiene una doble función: en su parte baja, se disponen los cuatro surtidores de bronce de los que emana el agua, mientras que en la alta, queda coronada por cuatro farolas que alumbran la plaza.
Localización: Plaza Mayor, 1. 28812 Valverde de Alcalá.
Al contrario de lo que ocurre en otras poblaciones de la región, Valverde apenas ha conservado en su casco urbano grandes viviendas rurales con dependencias agropecuarias asociadas. La motivación podemos hallarla en la creación entre 1916 y 1917 de las colonias de Cerrillo Verde y Valdecarneros (que veremos más adelante), es decir, alejadas del núcleo principal, por lo que gran parte de la población que se dedicaba a los trabajos agropecuarios se trasladaron a ellas.
Es por ello que una casa como la Vivienda rural de la Calle Anchuelo, 27-29 puede considerarse una excepción, al ser de las pocas construcciones de esta tipología que han sobrevivido en el pueblo.
Se trata de un edificio de una sola planta, cuyos muros de tapial105 encalados se alzan sobre un basamento de piedra que, en la actualidad, queda tapado por la pintura. Los huecos, como vemos en la fotografía que acompaña estas líneas, son escasos y de pequeño tamaño, llamando entre ellos la atención el gran portón de madera que da paso a las dependencias anejas al inmueble destinado como vivienda. La cubierta, a dos aguas y bajo la que hay una gran cámara, es de teja volada, quedando el alero sostenido por medio de modillones106 de madera.
Localización: Calle Anchuelo, 27-29. 28812 Valverde de Alcalá.
A mediados del siglo XX, los habitantes que hasta ese momento habían vivido en las colonias regresan paulatinamente al núcleo de Valverde, lo cual veremos con más detenimiento en el artículo dedicado a ellas. Esto conllevará que sus instalaciones queden prácticamente desmanteladas, trasladándose sus materiales al pueblo con el fin de reedificar las casas que, desde ese instante, se convertirían en sus viviendas.
Comienza, por tanto, un proceso de reconversión interna del núcleo urbano que, si bien no afectó intensamente su morfología, sí que trajo consigo una serie de novedades en lo que a la arquitectura propia del lugar se refiere.
De este modo, en algunos de estos nuevos edificios se notará la preferencia por las tipologías constructivas más urbanas, o académicas, en detrimento de los tipos rurales. Es el caso de la Vivienda urbana de la Calle Anchuelo, 10. Construida en el año 1954, tal y como aparece escrito en una inscripción sobre la puerta principal, sus muros son de mampostería, con sillarejo107 reforzando las esquinas. Cuenta con dos plantas más una cámara bajo la cubierta a dos aguas. Los huecos se hallan recercados y revocados, al igual que el remate de la fachada principal, en el que se abre un pequeño vano. Son, además, más numerosos y cuidados en su simetría que los de las viviendas rurales; así, aquí, presentan rejería los de la planta baja y los pequeños superiores, siendo un balcón individual y uno doble lo que podemos ver en el piso alto, en la fachada principal.
Otro ejemplo lo tenemos en la Vivienda urbana de la Calle San Roque, 20, una gran casa en la que se pueden apreciar los detalles más modernos, en comparación con las viviendas rurales de otros pueblos.
Localización: Calle Anchuelo, 10 y Calle San Roque, 20. 28812 Valverde de Alcalá.
Cerca de la Calle Anchuelo y a escasos metros de la Plaza Mayor, se emplaza la Plaza Puerta del Sol, nombre que recibe porque, debido a su orientación hacia el Sur, queda ampliamente expuesta a los rayos solares.
Hay aquí una vivienda conocida con el nombre de Casa de Rodríguez de Hita. Como podemos leer en el Tomo XVII de la obra “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Este)”, “Aunque no se censaba maestro (y por tanto, no existía educación reglada en el municipio), en 1722 nacía en Valverde de Alcalá el eminente músico Antonio Rodríguez de Hita, hijo de un maestro de niños de Corpa”.
En la misma obra, se nos hace una breve reseña de su vida. Antonio Rodríguez de Hita nació en Valverde de Alcalá el 18 de enero de 1722, hijo de Marcos Rodríguez del Mercado, procedente del Sur de Palencia, y de Francisca de Hita López, nacida en Valverde. En Alcalá de Henares, estudiaría con Francisco Moratilla, alcanzando el grado de maestro de capilla en el año 1738 y ejerciendo este puesto desde 1744 en la Catedral de Palencia, lugar en el que sería ordenado sacerdote tres años después. A partir de 1756, desarrollaría esta misma labor en el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid, donde compondría un profuso catálogo de música religiosa. Considerado como el principal renovador de la zarzuela en la segunda mitad del siglo XVIII, se convertiría en uno de los teóricos más avanzados de su tiempo, llegando a reivindicar la creación de una Academia de la Música que promoviera la enseñanza musical, al estilo, por ejemplo, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, o de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, en Valencia. Rodríguez de Hita fallecería el 21 de febrero de 1787 en Madrid.
Nos hallamos, pues, ante una casa de dos plantas, con muros de ladrillo y sillares en las esquinas y en los recercados de los huecos, y cubierta a dos aguas de perfil escalonado en los laterales. Los vanos de la fachada principal guardan una gran simetría: abajo, dos ventanas laterales, cerradas con rejería de forja, flanquean la puerta de entrada, que se halla elevada sobre el nivel del suelo, un desnivel que se salva por medio de una doble escalera; y arriba, otras dos ventanas, provistas, en este caso, de una pequeña baranda, flanquean otra que presenta un balcón.
Localización: Plaza Puerta del Sol, 3. 28812 Valverde de Alcalá.
Vistos ya los lugares de interés que podemos encontrar en el núcleo urbano del pueblo, es el momento de que emprendamos camino hacia las afueras. Así, nuestra primera parada la tendremos en el antiguo Convento de Nuestra Señora de los Ángeles, situado en una pequeña elevación de terreno en la falda del cerro de San Roque.
A lo largo del siglo XVI, Alcalá de Henares contó con hasta tres fundaciones dominicas: por un lado, el Convento de la Madre de Dios, fundado por doña Juana de Mendoza en el año 1562; por otro lado, el Convento de Santa Catalina de Siena; y en tercer lugar, el Colegio de los Dominicos de Santo Tomás de Aquino, fundado en 1529 por don Carlos de Mendoza, de la casa de los Condes de Castro y deán108 de la Iglesia Primada de Toledo. Este colegio universitario, que en un principio estuvo situado en unas casas propiedad del deán, fue posteriormente trasladado a otro edificio en la Calle de los Colegios, cuya construcción comenzaría en 1604, por lo que, durante los años en que duraron las obras, los frailes tuvieron que repartirse entre las distintas haciendas que tenían los dominicos de Alcalá de Henares. En total, entre las donaciones y las dotes de las monjas, se contabilizaban hasta 83 tierras de distinto tamaño repartidas en varios pueblos de toda la comarca. El ya mencionado Tomo XVII de la colección “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid”, dedicado al Este de la región, cita a Sor María del Mar Castro al decir que “En su libro sobre el monasterio de Santa Catalina (1598-1998) [...] defiende la hipótesis de que una de estas localizaciones debió de ser “seguramente en la finca de los Ángeles””.
El primer rector del colegio sería Fray Diego de Mendoza, fraile dominico y hermano del fundador, y ya en el acto de fundación, se le agregaría, para el sustento de los colegiales, el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de Valverde de Alcalá, además de todas las tierras, las rentas y las heredades de éste, algo que aparece citado y descrito en fuentes como “Annales Complutenses” (capítulo 3 del Libro 5) o la cuarta parte de la historia general de Santo Domingo, de Fray Juan López. Este último apunta que “Para su mantenimiento (del Colegio de Santo Tomás) se aplicó y anejó la hacienda y casa del monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, convento antiguo de la orden, que estaba a legua y media de Alcalá, en el término de la villa de Valverde. Diose al colegio para que con esta hacienda comenzase a tener algunos colegiales”, a lo que añade que “tenía este convento de Nuestra Señora de los Ángeles de antigüedad de fundación más de trescientos años, como consta de una Bula109 que está en el despacho de dicho colegio, firmada y sellada de dieciocho obispos, su data en Roma año de mil trescientos, por el mes de enero en el que el Arzobispo de Toledo, asistente en dicha Curia con los demás obispos, conceden alguna indulgencia a los que visitaren aquel convento y ayudaren en su fábrica con sus limosnas. Llamábase de Nuestra Señora de Valdetorres y agora de Nuestra Señora de los Ángeles. Apareció la Santa Imagen debajo de una encina que aún agora persevera en el mismo sitio. Es la Iglesia muy frecuentada de toda aquella tierra por los muchos milagros que a intercesión de la Virgen reciben los fieles”.
También se menciona este cenobio en las Relaciones Topográficas de Felipe II, indicando que “en el término de esta villa hay una ermita que se llama Nuestra Señora de los Ángeles, cuya administración tienen frailes dominicos, en la cual ermita ha sido Nuestro Señor servido que se han hecho muchos milagros notables y hay en ella ciertas reliquias que se dicen ser de santos, pero no se sabe de qué santos, y los milagros que ha hecho son sanar coxos y quebrados y de esto se tiene noticia”. Además esto, continúa diciendo que “en el término e juridición de esta villa hay una ermita cuya advocación es Santa María de los Ángeles y hay en ella residentes dos frailes de la orden de Santo Domingo, y tienen de renta comúnmente doscientos ducados en pan de renta y frutos que cogen en viñas y olivas que tienen”. Y es que este conjunto conventual contaba con diferentes dependencias agropecuarias, como eran un molino de aceite y otro de grano –ubicado éste junto al arroyo Pantueña–, un almacén de notables dimensiones, una cueva en la que elaborar vino y un horno.
Las Descripciones del Cardenal Lorenzana también recogen datos sobre este antiguo convento, al decir que “a distancia de dos tiros de bala de la villa hay una casa con bastante hacienda de tierras, viñas, olivos y dos alamedas que disfruta y posee el Colegio de Santo Tomás de Alcalá (...) Y es llamada dicha casa de Los Ángeles por haber en ella una imagen de nuestra señora con el título de los Ángeles sentada en una silla de madera. Se dice que se apareció a un pastor en el campo, en medio de un tronco de encina y no se sabe por qué motivo está en la casa. Se celebra su festividad el día del Dulce Nombre de María, por el septiembre: sale en una carroza, toda llena de niños con diferentes achaques y, aunque muchos han sanado, los más han sido los que estaban quebrados, teniendo por señal de haber recobrado la salud el dormirse en la procesión”.
A lo largo de los siglos, a la falta se recursos económicos, se unieron los frecuentes pleitos que tenían las comunidades religiosas de los conventos de Alcalá con los vecinos. Uno de estos pleitos nos da, en la actualidad, una idea del peso económico que tenía el Convento de los Ángeles en la vida dominica alrededor de 1735-36, al decir que “Lo único que cobraban bien nuestras pobres antepasadas, y sin necesidad de andar en pleitos, eran las 43 tierras que tenían arrendadas a nuestros Padres Dominicos en la villa de Valverde, y por las que les daban 27 fanegas y media de trigo al año, con obligación de traérselo limpio y colocarlo en los trojes110”.
En el Catastro del Marqués de la Ensenada, la producción del convento es descrita de la siguiente manera: “A la pregunta diecisiete dijeron que hay en este término un molino harinero que muele con una piedra y agua de un arroyo arrespresada, es propio del colegio de santo Thomás de Alcalá, y por faltarle muchas veces el agua sólo producirá anualmente doscientos reales. A la pregunta dieciocho dijeron que no hay en este término ningún esquileo111, y sólo se hallan en él doscientos carneros y primales113 propios del referido colegio de santo Thomás que sirven para su consumo y el ganado de la obligación del abasto de carnes. Las tierras del colegio de santo Tomás de Alcalá adeudan los diezmos siguientes, once fanegas de trigo que importan ciento y noventa y ocho reales, catorce fanegas de cebada que valen ciento y veinte y seis reales, una fanega de avena que valen cuarenta y ocho reales, treinta arrobas114 de vino que valen ciento y ochenta reales, cinco arrobas de aceites que valen noventa y cinco reales, lana, corderos y queso de los ganados de dicho colegio, y del de la obligación de carne, que pastan en el coto de abasto arrendando a maravedís, importa unos años con otros cien reales, las primicias pertenecientes a el curato115 importan anualmente cinco fanegas de trigo que valen noventa reales, cinco fanegas de cebada que importan cuarenta y cinco reales, tres fanegas de avena que valen diez y ocho reales”.
Más adelante, el Censo de Floridablanca cita el convento como granja de los Ángeles, diciendo que su población la componen un profeso116, un lego118 y nueve criados, todos ellos varones.
La ubicación en la que se encuentra el conjunto, bastante aislada del núcleo del pueblo, ha hecho que el convento haya servido, además, como refugio para religiosos. Ejemplo de ello fue lo ocurrido durante la Guerra de la Independencia, cuando, en el invierno de 1808, las tropas del ejército francés ocuparon Alcalá; en ese momento, muchas familias tuvieron que abandonar sus casas, teniendo que hacer lo mismo los frailes del colegio, refugiándose en su mayoría en la finca de los Ángeles. Sin embargo, pronto verían que el sitio no era tan seguro como pensaron, por lo que, poco después, se verían obligados a dispersarse por distintos pueblos de La Mancha. Así, volviendo al relato de Sor María del Mar Castro, doce hermanas del Convento de Santa Catalina, con la compañía del Provincial, se trasladarían el 2 de diciembre al convento de Valverde.
Como ya ocurriera con tantas y tantas instituciones religiosas, y como ya pasara con el Convento de la Madre de Dios y el Colegio de Santo Tomás de Aquino, en 1836, el Convento de los Ángeles sufrió igualmente la desamortización. Los fondos documentales que poseía fueron a parar, primero, al convento de las dominicas y, después, en 1921, al de los dominicos de Atocha, matriz de la orden que sería completamente destruido durante la Guerra Civil Española. Dos años después de su desamortización, en 1838, la finca de los Ángeles sería adquirida por don Domingo Saracho, pagando por ella 930.000 reales, siendo vendida más adelante por 970.000 reales a los antepasados de quienes eran sus propietarios a comienzos del siglo XXI.
Durante la Guerra Civil, el antiguo convento fue utilizado por una división republicana de carros de combate como acuartelamiento; acabado el conflicto, volvería a ser usado como finca de recreo. En el Tomo XVII de la obra “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Este)”, editado en el año 2009, se menciona que en ese momento “se trata de una propiedad privada, y a pesar de los numerosos intentos de convertirlo en aprovechamiento lucrativo por parte de diferentes inversores, su destino principal continúa siendo el de finca de recreo, si bien los productos y aperos de labranza que en él se almacenan rememoran el aire de cuanto usos le han precedido”.
Conocida su historia, pasemos ahora a saber algunos datos sobre sus características arquitectónicas, unas características que le vienen dadas debido a su doble utilización: por un lado, como lugar religioso, y por otro lado, como establecimiento agropecuario tanto de producción como de suministro. Esto ha conllevado que el conjunto esté formado por distintas edificaciones encadenadas entre sí, cada una con sus propias trazas.
El núcleo del caserío está compuesto por las dependencias conventuales, las cuales quedan organizadas conforme a un eje con orientación Norte-Sur. Así, se definen dos patios de trabajo: uno, al Este, y otro, al Oeste, quedando entre ellos un desnivel de aproximadamente unos tres metros. Estos patios se cierran al Norte por medio de diferentes estancias anejas, cuyas crujías119 discurren paralelas al muro que circunscribe las posesiones conventuales. Las que delimitan el patio Oeste son de mampostería y cubierta de madera y, a principios de este siglo XXI, se hallaban en muy mal estado de conservación, debido, por una parte, al abandono de sus funciones, y por otra, al incendio que sufrió décadas antes; aquí, se hallaban un horno de pan, un molino de aceite y unos establos para el ganado. En cuanto al patio Este, cuenta en su lado Norte, perpendicular al resto, con una construcción de mediados del siglo XX, de planta rectangular y cuya función era la de almacenar el grano que provenía de la era contigua.
Entre estas construcciones y la capilla, se encuentran las dependencias conventuales, repartidas en dos edificios de ladrillo y piedra, con dos crujías paralelas cada uno, y cuya orientación es, como dijimos antes, la de Norte-Sur. La más cercana al extremo Norte acogía, en el piso alto, el refectorio120, de planta rectangular. Según apuntan en el Tomo XVII de la obra “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Este)”, “La mitad de los tirantes121 de la estructura de madera que forman su cubierta fueron desmontados para la construcción de otras dependencias y debido a la inestabilidad estructural que esta desafortunada operación introdujo aparecieron numerosas fisuras”, un problema que trató de resolverse colocando “en 1918, según queda grabado, un pilar de fábrica centrado en uno de los extremos de la nave”. En la planta baja, hay otra nave, con unos 200 m2 y unos 5 metros de altura, en la que destacan dos pilares exentos hechos con sillares de piedra caliza que sustentan el forjado de vigas de madera entabladas, las cuales han sido reforzadas en algunas partes con viguetas de hormigón; aquí, se envasaba el vino, que era prensado en una habitación superior, desde la cual caía por la gravedad; después, el caldo era conservado en una cueva de unos 40 metros de longitud, cegada en uno de los extremos y que se extendía bajo tierra hasta comunicar esta sala con la era, que era donde se encontraba el otro acceso. La fachada Este se sostiene sobre cuatro arcos de medio punto de sillería caliza, componiendo así un soportal cubierto con el que se protegían las labores de carga y descarga.
Entre la cilla122 y el templo del monasterio, el cual se ubica al Sur del complejo, hay un pasillo interior que atraviesa las dependencias conventuales con una orientación también Norte-Sur. Ocupan un volumen de tres alturas, de planta rectangular y más estrecho que el volumen cercano. A ambos lados de este pasillo, se encontraban las celdas123 y las dependencias de servicio, si bien hoy distan de parecerse a como eran originalmente, debido a las numerosas reformas que han sufrido. Desde aquí, se podría bajar a los establos, en contacto con la bodega, o subir al palomar que, compartimentado, hay en el espacio bajo la cubierta. En cuanto a la fachada, en ella, se abren pequeños vanos de tamaño y disposición irregulares, habiéndose abierto, unos, y cegado, otros, conforme a las necesidades de los dueños.
La capilla, con una orientación tradicional Este-Oeste, cierra el conjunto por su flanco Sur, lateral en el que se puede contemplar una fachada completamente sobria, sin ningún elemento ornamental ni iconográfico. Está compuesta por un paramento de sillarejo sin apenas ventanas, pero con una portada con forma de arco de medio punto realizada con dovelas de piedra, la cual corona una hornacina de pequeño tamaño y a la que remata una cornisa. En el ángulo Sureste, la fábrica es de aparejo124 de ladrillo con cajas de mampostería, abriéndose en el muro algunas ventanas enrejadas.
Dentro, la iglesia guarda también una gran sencillez y sigue las características propias de la arquitectura madrileña del siglo XVII. Nos encontraremos con una nave dividida en cuatro tramos por medio de pilastras arquitrabadas. Los dos primeros tramos estaban cubiertos por unas bóvedas de arista125 que acabaron por derruirse por completo, quedando al descubierto la cubierta, hecha con tirantes de par e hilera126. A mediados del siglo XX, se levantó a los pies una dependencia en la que guardar los aperos127 de labranza, algo que se ha conservado en la actualidad. El tercer tramo es el que forma el crucero, el cual, aunque no se refleja en la planta, sí se hace presente gracias a la cúpula sobre pechinas128 con que cuenta, si bien es rebajada129 y queda resguardada bajo el tejado, por lo que no se manifiesta al exterior. Es en este tercer tramo donde se abre la puerta que comunica el templo con el resto del convento. Finalmente, en el cuarto y último tramo se halla el presbiterio, al que cubre una bóveda de medio cañón130 y tras el cual se sitúan la sacristía y el camarín131; este espacio ha sido desfigurado por completo a causa de una construcción que se levantó para servir de garaje. El retablo original del templo corrió la misma fatídica suerte que el resto de su mobiliario, acabando todo ello desaparecido, según se dice, pues no hay documentación sobre ello, debido a que lo adquirió un general francés en el año 1811 con el fin de extraer el pan132 de oro que tenía; actualmente, lo que sí se han conservado han sido las pinturas que flanqueaban dicho retablo.
Sin embargo, si nos atenemos a la información que podemos extraer de la web del Ayuntamiento de Valverde de Alcalá, en ella, se afirma que estamos ante “un templo de una sola nave dividida en cinco tramos cubiertos por bóveda de lunetos133, un tramo cuadrado que hace las veces de crucero y un séptimo tramo donde se ubica el presbiterio”.
El suelo de la nave está compuesto por grandes piezas de piedra caliza que se ha conservado en muy buen estado. No así la nave en sí, que en la primera década de este siglo sufría la presencia de importantes grietas en los paramentos y en las claves de los arcos. En el ya mencinoado Tomo XVII de la colección “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid”, dedicado al Este de la región, sugieren que “Es probable que, debido a la esbeltez de la nave y la ausencia de contrafuertes u otros elementos que pudieran contrarrestar la componente horizontal de los esfuerzos producidos por la cubierta y las bóvedas, los muros laterales hayan sufrido algún desplome, lo que habría provocado el hundimiento de las bóvedas; al reforzarse la estructura con el pilar que se eleva entre los dos primeros tramos de la nave, la estructura se habría estabilizado y con ella las grietas que se manifiestan en las claves de los arcos fajones134 y en los paramentos recientemente encalados”.
En cuanto a la iconografía, podemos destacar los siguientes motivos pictóricos: en la clave de la cúpula, hay un medallón en el que se representa a Cristo, mientras que en las pechinas, se observan las imágenes de los santos dominicos, ataviados con los hábitos blancos y negros típicos de la orden, creyendo algunos expertos que podría tratarse de Santo Domingo de Guzmán, San Alberto Magno, San Pedro Mártir y Santo Tomás de Aquino.
En el presbiterio, hay un pequeño arco que hoy está cegado y que nos muestra dónde estuvo situado el antiguo transparente135 que acogía la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles. También aquí, podremos ver, ocultos por una puerta, dos tramos de escalera: uno de ellos baja hasta lo que fue la primitiva sacristía del templo, mientras que el otro sube al camarín de la Virgen, una sala rectangular de reducido tamaño cubierta por una cúpula sobre pechinas profusamente ornamentada con pinturas murales.
Estas pinturas se adaptan a la estructura del camarín. Así, en los lunetos, se puede ver una encina, una vidriera fingida, un paisaje con una torre al fondo y un jarrón con lirios; en los medallones de las pechinas, hay representados un pozo, el sol, la luna y una fuente; y en la clave de la cúpula, presidiendo todo lo demás, luce una cruz dominica. Todo ello queda enmarcado por figuras geométricas, vegetales y arquitectónicas.
Según el Catálogo de Bienes Protegidos del Ayuntamiento de Valverde de Alcalá, del año 1994, las distintas edificaciones que componen el antiguo Convento de Nuestra Señora de los Ángeles tienen diferentes grados de protección. Así, el conjunto conventual como tal goza de una protección ambiental de primer grado, lo que obliga a conservar la disposición de los edificios que lo componen y su estructura de conjunto; el ala conventual principal tiene una protección estructural; y, finalmente, la iglesia cuenta con una protección integral.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.41411, -3.30558). 28812 Valverde de Alcalá.
Desde donde nos encontramos, podemos tomar el camino que nos llevará al área donde se instalaron las colonias, las cuales veremos más adelante, y, a medio kilómetro, encontraremos la Fuente de la Oliva.
Cita Madoz que Valverde cuenta con “dos fuentes que usan los vecinos y que se hallan en el término”. Una de ellas debía de ser ésta de la Oliva, nombre que recibe por el lugar en el que se ubica, junto a un gran olivar.
Durante siglos, sirvió para abastecer al Convento de Nuestra Señora de los Ángeles. Más adelante, sería el municipio en su totalidad el que se surtiría de su agua potable, la cual discurría por su propio cauce hasta que el 14 de enero de 1981, el Ayuntamiento adquiere el manantial, construyéndose entonces un pequeño depósito de ladrillo para recoger el agua y gestionarlo adecuadamente. Tras la llegada del agua canalizada a Valverde, la de esta fuente dejó de usarse para el consumo y hoy, su curso corre de manera libre hasta desembocar en el arroyo Pantueña.
En la actualidad, la Fuente de la Oliva es una estructura de granito que data de 2015, tal y como podemos leer en la inscripción que hay sobre el único surtidor con que cuenta. Éste vierte el agua a un gran pilón rectangular. El lugar en el que se encuentra se ha transformado en un área recreativa y de descanso, con mesas y bancos de piedra, hasta el que se desplazan los vecinos de Valverde para celebrar algunas de sus fiestas.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.40891, -3.30285). 28812 Valverde de Alcalá.
Al Sur del pueblo, cruzando el arroyo Pantueña, al lado del puente de hormigón de la M-204 que, igualmente, atraviesa este curso fluvial, tenemos el Puente de la Vega, construido en piedra, según se cree por su factura, a principios del siglo XX. Este puente, también llamado por algunos autores como Puente de Zulema, se sustenta sobre cinco arcos rebajados de piedra caliza y tiene unas medidas aproximadas de 20,50 metros de longitud y 6,5 de ancho.
Dada su actual situación, en caminos ocasionales, y sin nada que lo resalte del paisaje circundante, podemos pasar por él sin que nos demos cuenta lo destacado de su factura.
El Puente de la Vega, o de Zulema, está incluido en el Catálogo de Bienes Protegidos del Ayuntamiento de Valverde de Alcalá con el grado de protección individualizada integral.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.41422, -3.29539). 28812 Valverde de Alcalá.
En el municipio de Valverde, gracias a la abundancia de yeso mezclado con arcillas y margas136, se ha estado extrayendo este material desde hace siglos. No obstante, dado que en las Relaciones de Lorenzana, al igual que en las obras de Madoz y de Marín Pérez, lo que se menciona es la obtención de cal, parece como si ésta hubiera tenido mucha más importancia que aquél. Y, a pesar de quedar en el pueblo topónimos como Calera Quemada, Calera de la Muela o Calera Serrano, no quedan restos de éstas y sí de los hornos de yeso, siendo los más importantes los restos de las yeserías situadas en la margen derecha del arroyo Pantueña, o, si preferimos decirlo así, al Norte de la carretera M-225.
Comenzamos, pues, nuestro recorrido por lo que queda de la que fue la Yesería de los Tarrollas, la única de éstas tres situada al Oeste del pueblo. Esta yesería fue propiedad de una familia catalana residente en Madrid que, aproximadamente en los años 50 del pasado siglo XX, llegó a un acuerdo con el propietario de la finca, don Balvino Díaz Casanova –o Balbino, según la fuente a consultar–, para explotar la cantera en ella existente. Sin embargo, esta empresa no tuvo éxito por salir un yeso muy sucio y un par de años después, cerró, habiendo dejado de funcionar para mediados de los años 50.
Para la obtención del yeso, la Yesería de los Tarrollas había situado todos los elementos que intervenían en el proceso en una disposición vertical que facilitaba el pase por gravedad desde un punto al siguiente. Así, por encima de todo el conjunto, había quedado la cantera, desde la que se obtenía el mineral mediante barrenos. Por debajo, estaban los hornos –cinco cilindros dispuestos alrededor de un sexto, que actuaba como depósito–, de 4,20 metros de profundidad y 3,40 de diámetro, hasta los que se llevaba dicho mineral. Una vez que el yeso estaba cocido, éste pasaba al cilindro central para, desde allí, y a través de un portillo situado al Sur, ser transportado en una cinta hasta la casa de molienda. En este edificio, de dos plantas rectangulares y de unos 50 m2 de superficie, estaba la maquinaria de moler en el piso superior, mientras que en el inferior, se situaban las tolvas137 con las que se llenaban los sacos de yeso.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.41874, -3.31084). 28812 Valverde de Alcalá.
La Yesería de Juan Gómez, igualmente arruinada, será la siguiente que trataremos. Ésta se encuentra al Este del pueblo, a unos 400 metros lineales del extremo Este del cementerio, y su disposición era del mismo tipo que la de los Tarrollas, esto es: cantera, hornos y casa de molienda. Debajo de las canteras, y por encima de los hornos, hay una pequeña construcción de ladrillo que podría haber albergado el polvorín de la explotación. La yesería disponía de tres hornos de 4 metros de profundidad y 3 de anchura, de los que uno se ha derrumbado. La casa de molienda, rectangular y algo mayor de 50 m2, tenía los muros construidos en piedra caliza, ladrillo y yeso.
La Yesería de Juan Gómez comenzó a funcionar antes de la Guerra Civil Española e, igual que la de los Tarrollas, terminó su producción a mediados de los años 50 del pasado siglo XX.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.41603, -3.28969). 28812 Valverde de Alcalá.
La tercera y última Yesería, de la que no hemos encontrado nombre, está situada a unos 225 metros lineales al Este de la de Juan Gómez. Cuenta también con tres hornos, de 2,75 metros de diámetro, 4 de profundidad y con una separación entre sí de 1,70 metros. Por debajo de ellos, quedan restos de tejas y ladrillos que podrían indicar la situación de su casa de molienda.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.41587, -3.28693). 28812 Valverde de Alcalá.
En un cruce de caminos situado en el área donde se establecieron las colonias, hallaremos un pequeño manantial que recibe el nombre de Fuente “Pedro López”. Una placa colocada por encima del único surtidor con que cuenta nos da a conocer que data del año 1915 y que fue restaurada cien años después, en 2015, por Juan Ruiz.
Se trata de una sencillísima estructura de mampostería de la que sobresale un caño que vierte el agua a una pileta de piedra más o menos cuadrada.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.39752, -3.28477). 28812 Valverde de Alcalá.
Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑
A principios del siglo XX, la industrialización no había logrado aún el suficiente desarrollo como para emplear a la abundante mano de obra procedente del campo que, víctima de la crisis que la producción agraria experimentó a finales del XIX y principios del XX, se había trasladado hasta los lugares fabriles en busca de ocupación. Para solventar esta situación, durante el primer tercio del siglo XX, existieron dos líneas de pensamiento. Una proponía la creación de nuevas zonas de regadío con una mayor parcelación, en la creencia de que cuantas más parcelas, más producción habría. La otra línea, propuesta por la Junta Central de Colonización y Reforma Interior (JCCRI), creada en 1907, planteaba la creación de pequeños asentamientos con el objetivo de luchar contra la despoblación del medio rural. Un segundo objetivo, al que se daba una mayor importancia que al de la propia producción, era lograr la estabilidad social en aquellos lugares donde había una mayor pobreza. Se intentaba con ello establecer un nuevo tipo de institución sustentado por la familia, la propiedad y la cooperación. Debido a ello, los lotes eran indivisibles y la cooperativa era un organismo intermedio que ayudaba a los colonos en las labores de compra y venta, de ahorro y crédito, de seguro y de mayor nivel cultural.
Sin embargo, la JCCRI fue abolida tempranamente, durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, creándose en su lugar la Dirección General de Acción Social Agraria (DGASA). En el momento de su supresión, sólo se había programado la creación de treinta colonias y terminado dieciocho, lo que tampoco indica un desarrollo exitoso.
Surge así, entre los años 1916 y 1917, la Colonia de Valverde, descrita en el Tomo XVII de la obra “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Este)” como “un caso excepcional” por las siguiente razones:
- Legalizaba la ya existente ocupación de los terrenos de propios138.
- Se evitaba la emigración de las familias más desfavorecidas.
- Esta colonia sería un ensayo –de costes reducidos, al estar cerca de Madrid– de la nueva Ley de Colonización y Repoblación Interior.
- Su instalación afectó al 53% de la población de Valverde, cuando lo normal, en otros pueblos, es que sólo afectase al 3% de los habitantes.
Para su ubicación, se escogieron los cerros de Valdecarneros y de Cerrillo Verde, al Sur del municipio, una extensión de terreno de 268 ha que inicialmente se pensó como adecuada. Sin embargo, como se descubrió, era éste un terreno de piedra caliza recubierta por “unos palmos” de tierra de cultivo, con poca agua, poco nitrógeno y ácido fosfórico, y mucha cal y potasio.
Del proyecto, se encargó el ingeniero Pedro de Ávila y Zurbarán, para lo cual parceló la tierra en doce lotes, de 18 a 24 ha cada uno, siguiendo, en ocasiones, aunque no siempre, los accidentes del terreno. Así, en vez de darle a cada agricultor una parcela de tamaño y características similares, lo que se hizo fue establecer las mayores parcelas en los terrenos de más difícil labor.
Bajo la idea de que cada familia debía tener una parcela y cada parcela una vivienda –para una sola familia–, en 1916 se comenzaron a construir las doce viviendas. Con ellas, se quiso, además, mejorar los hábitos de higiene y moral, para lo cual se separó con tabiques y cielos rasos la zona agrícola de la zona familiar y se compartimentó esta última mediante habitaciones que proporcionaban una mayor intimidad. Igualmente, se diseñaron para que todos sus cuartos, cuatro o más, dispusieran de la luz solar.
Las viviendas, con unas modestas dimensiones de 36 a 50 m2, eran de una sola planta y desván, o granero, bajo la cubierta, tenían los muros construidos de mampostería a base de piedra caliza, cal y arena, y recercados de ladrillo en los vanos. Cada una de ellas se componía de vestíbulo, cocina-salón, cuatro habitaciones y aseo. Contaban, asimismo, con un corral, en la parte trasera del edificio, al que daban las otras dependencias agropecuarias formadas por cuadra, cochiquera, gallinero, cobertizo para el carro y cuarto de aperos. En cuanto al agua potable, ésta se extraía de pozos, aunque éstos no estaban individualizados por lote, sino que cada tres parcelas disponían de uno.
En 1917, al terminarse de construir las viviendas, se llevó a cabo la selección de las familias que iban a ser sus colonos, para lo cual se dio preferencia a aquéllas que eran numerosas. Los lotes se asignaban para toda la vida, sin que se pudieran vender, ceder, dividir o unir a otro. El día 3 de octubre de dicho año, se instalaron los colonos, recibiendo, además, cada uno de ellos, aperos de cultivo, una mula, una cabra lechera y 1.500 pesetas con las que vivir hasta que pudieran hacerlo de su producción. Posteriormente, las cabras serían sustituidas por ovejas.
Entre las condiciones que debían seguir los colonos, una era la obligatoriedad de dedicar un mínimo de 12 ha –aproximadamente el 50% de la propiedad– a tierra de cultivo, dándose por ello preferencia a la vid. De este modo, cada vecino recibió entre diez y once mil cepas, y dos tinajas en las que almacenar la producción de vino.
Las vides se simultanearon, al menos, al principio, con 4 ha dedicadas a plantar trigo, avena y almorta. Posteriormente, una vez que la vid estuviese arraigada, sólo se podrían cultivar estos productos en las tierras que impidiesen el de la vid. El resto de la parcela se aprovechó con pastos y arbolado. Así, para 1920, ya había plantadas más de 40.000 cepas, y en 1923, ya eran 70.000. En cuanto a las variedades de uvas, éstas eran tinto común, blanco malvar y blanca Jaén. Sin embargo, la plaga de filoxera139 acabó en 1933 con estas cepas y hubo que plantar nuevos tipos americanos de mayor resistencia, a razón de 500 cepas por parcela.
Dado que una de las funciones de las colonias era la de servir de laboratorio de ensayos, en ésta se instaló, en 1922, una estación de termopluviosidad con la que medir trimestralmente la meteorología. Además, se probaron nuevos cultivos de trigo, cebada y algarrobas.
Además de estas doce casas, hubo otro edificio en la colonia, el único de dos alturas, llamado Casa Comunal. Construido como un elemento de unificación para los colonos, contaba con sala de juntas, almacén de comestibles, una tienda, habitaciones para técnicos y administrativos, y vivienda para el Guarda de Colonias, quien también hacía de tendero. Asimismo, este edificio disponía en su parte trasera de corral y de otras dependencias alrededor de éste, entre ellas, un almacén de semillas.
La Casa Comunal era, igualmente, utilizada a veces para celebraciones en las que también participaban, en ocasiones, algunos vecinos del pueblo. En 1941, la tienda cedió su local a una capilla con el fin de evitar que los colonos tuviesen que desplazarse hasta el núcleo de población.
En 1934, el estado dejó de actuar en la colonia –supervisión del trabajo y reparto de beneficios según la cosecha– y repartió los títulos de propiedad entre los colonos. Veinte años después, a mediados de los años 50, éstos las abandonaron y volvieron al pueblo, construyendo algunos de ellos su nueva vivienda con las piedras de la antigua casa de la colonia.
Localización: Lote 1, Coordenadas de Google Maps (40.39129, -3.30379); Lote 2, Coordenadas de Google Maps (40.39194, -3.30073); Lote 3, Coordenadas de Google Maps (40.39538, -3.30085); Lote 4, Coordenadas de Google Maps (40.39206, -3.29822); Lote 6, Coordenadas de Google Maps (40.39333, -3.29007); Lote 7, Coordenadas de Google Maps (40.39578, -3.29312); Lote 8, Coordenadas de Google Maps (40.39488, -3.28681); Lote 9, Coordenadas de Google Maps (40.3997, -3.28754); Lote 11, Coordenadas de Google Maps (40.3994, -3.28466). 28812 Valverde de Alcalá.
- 1 Habitante: Según el Padrón Municipal del 1 de enero de 2020. ↑
- 2 Páramo: Terreno yermo, raso y desabrigado. // Lugar frío y desamparado. ↑
- 3 Alcarria: Terreno alto y, por lo común, raso y de poca hierba. ↑
- 4 Síncopa: Supresión de algún sonido dentro de un vocablo, como en “debrías” por deberías. ↑
- 5 Quejigo: Árbol de la familia de las fagáceas, de unos 20 m de altura, con tronco grueso y copa recogida, hojas grandes, duras, algo coriáceas, dentadas, lampiñas y verdes por el haz, garzas y algo vellosas por el envés; flores muy pequeñas, y por fruto bellotas parecidas a las del roble. // Roble que todavía no ha alcanzado su desarrollo regular. ↑
- 6 Juan Ortega Rubio: Historiador español nacido en Puebla de Mula (Murcia) en 1845 y fallecido en Madrid en 1921. Fue catedrático de historia en la Universidad Complutense de Madrid y publicó, entre otras obras, “Los pueblos de la provincia de Valladolid”, en 1895, e “Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia”, en 1921. ↑
- 7 Señorío: Territorio perteneciente al señor. ↑
- 8 Prelaticio: Propio del prelado9. ↑
- 9 Prelado: Superior de un convento o comunidad eclesiástica. // Superior eclesiástico constituido en una de las dignidades de la Iglesia, como el abad, el obispo, el arzobispo, etc. ↑
- 10 Fuero: En España, norma o código históricos dados a un territorio determinado. // Compilación de leyes. // Cada uno de los privilegios y exenciones que se conceden a una comunidad, a una provincia, a una ciudad o a una persona. ↑
- 11 Alfoz: Conjunto de diferentes pueblos que dependen de otro principal y están sujetos a una misma ordenación. ↑
- 12 Baja Edad Media: Período que abarca los últimos siglos de la Edad Media. Algunos autores la sitúan entre los siglos XIV y XV, mientras que otros la extienden entre los siglos XI y XV. ↑
- 13 Cuarto: División territorial que comprendía cierto número de pueblos asociados para la administración de bienes comunes. ↑
- 14 Mesa Arzobispal: Cúmulo de las rentas de las iglesias, prelados y dignidades, o de las órdenes militares. ↑
- 15 Vecino/habitante: Como vecino se contabiliza únicamente al cabeza de familia y cada uno de ellos equivale, aproximadamente, a 4 o 5 habitantes. ↑
- 16 Pechero: Pechero: Obligado a pagar o contribuir con pecho17. ↑
- 17 Pecho: Tributo que se pagaba al rey, al señor territorial o a cualquier otra autoridad. ↑
- 18 Relaciones Topográficas de Felipe II: Las “Relaciones Topográficas de los Pueblos de España” (o “Relaciones histórico-geográficas de los pueblos de España”, según otros autores), realizadas por orden de Felipe II, fue una obra estadística con la que el rey pretendía dar una descripción lo más detalladamente posible de todas y cada una de las poblaciones que existían en los reinos bajo su mandato. Está formada por un total de siete tomos (seis para pueblos y ciudades, y uno monográfico para Toledo) y su original se encuentra en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Su estructura es la de un cuestionario concreto con interrogantes (o capítulos, como se llama en la obra) que tratan sobre diferentes aspectos (demográficos, sociológicos, estratégicos, geográficos y económicos) de las localidades. Estas preguntas debían ser respondidas por una delegación de hombres viejos, sabios o letrados, dando tanta información de cada municipio como fuera posible. ↑
- 19 Corregimiento: Territorio bajo la jurisdicción de un corregidor20. ↑
- 20 Corregidor: Magistrado que en su territorio ejercía la jurisdicción real con mero21 y mixto imperio22, y conocía de las causas contenciosas y gubernativas, y del castigo de los delitos. // Alcalde que libremente nombraba el rey en algunas poblaciones importantes para presidir el ayuntamiento y ejercer varias funciones gubernativas. ↑
- 21 Mero imperio: Potestad que residía en el soberano y, por delegación, en ciertos señores o magistrados, para imponer, previo proceso, penas a los delincuentes. ↑
- 22 Mixto imperio: Facultad que residía en el soberano y, por delegación, en algunos señores o jueces para decidir las causas civiles y ejecutar las sentencias. ↑
- 23 Chancillería: En la corona de Castilla, cada uno de los dos altos tribunales radicados en Valladolid y Granada. ↑
- 24 Alcalde ordinario: Vecino de un pueblo que ejercía en él jurisdicción ordinaria25. ↑
- 25 Jurisdicción ordinaria: Jurisdicción que procedía del fuero común, en contraposición a la privilegiada. ↑
- 26 Ducado: Moneda de oro que se usó en España hasta fines del siglo XVI, de valor variable. ↑
- 27 Dehesa: Tierra generalmente acotada y arbolada, por lo común destinada a pastos. ↑
- 28 Boyal: Perteneciente o relativo al ganado vacuno. Aplicado comúnmente a las dehesas o prados comunales donde el vecindario de un pueblo suelta o apacienta sus ganados, aunque estos no sean vacunos. ↑
- 29 Pie: Medida de longitud usada en muchos países, aunque con varia dimensión. ↑
- 30 Fanega: Medida de capacidad para áridos31 que, según el marco de Castilla, tiene 12 celemines32 y equivale a 55,5 litros, pero es muy variable según las diversas regiones de España. // Medida agraria que, según el marco de Castilla, contiene 576 estadales34 cuadrados y equivale a 64,596 áreas36, pero varía según las regiones. ↑
- 31 Árido: Granos, legumbres y otros frutos secos a que se aplican medidas de capacidad. ↑
- 32 Celemín: Medida de capacidad para áridos, que tiene 4 cuartillos33 y equivale en Castilla a 4,625 litros aproximadamente. ↑
- 33 Cuartillo: Medida de capacidad para áridos, cuarta parte de un celemín, equivalente a 1156 ml aproximadamente. ↑
- 34 Estadal cuadrado: Medida superficial o agraria que tiene 16 varas35 cuadradas y equivale a 11,226 m2. ↑
- 35 Vara: Medida de longitud que se usaba en distintas regiones de España con valores diferentes, que oscilaban entre 768 y 912 mm. ↑
- 36 Área: Unidad de superficie equivalente a 100 metros cuadrados. ↑
- 37 Legua: Medida itineraria, variable según los países o regiones, definida por el camino que regularmente se anda en una hora, y que en el antiguo sistema español equivale a 5572,7 metros. ↑
- 38 Diezmo: Tributo del diez por ciento que sobre el valor de ciertas mercancías recibía el rey. // Contribución que pagaban los fieles a la Iglesia, consistente en la décima parte de sus frutos. ↑
- 39 Maravedí: Moneda antigua española, efectiva unas veces y otras imaginaria, que tuvo diferentes valores y calificativos. ↑
- 40 Censo de Campoflorido: Censo realizado en 1712, siguiendo las órdenes del Real Consejero de Hacienda, con el fin de distribuir de forma más justa las cargas asociadas a la Guerra de Sucesión y que constituyó el primer censo de toda España, excepto País Vasco y Navarra. En 1717, tras la orden dada por el Marqués de Campoflorido de concentrarlo en la Secretaría de Hacienda, bajo su mando, tomó su nombre de Censo de Campoflorido. ↑
- 41 Catastro del Marqués de la Ensenada: Con el nombre de Catastro del Marqués de la Ensenada se conoce un censo de la población y de la riqueza de Castilla (con excepción de las provincias vascas, que no pagaban impuestos) realizado con fines fiscales, entre los años 1749 y 1756, por el ministro de Fernando VI don Zenón de Semovilla y Bengoechea, Marqués de la Ensenada. ↑
- 42 Censo del Conde de Aranda: El Censo del Conde de Aranda, presidente del Consejo de Castilla, fue encargado entre los años 1768 y 1769 a los obispos que, para ello, recibieron las instrucciones de que, a través de los párrocos de sus respectivas diócesis, recogieran una serie de datos de éstas en un formulario. Así, los datos requeridos eran las circunstancias personales de todos los habitantes adscritos a las diferentes diócesis: edad (hasta 7, 16, 25, 40, 50 y mayores de 50), sexo y estado civil; además, se debía aportar información complementaria sobre el número de exentos en función de su condición: Hidalguía, Real Servicio, Real Hacienda, Cruzada e Inquisición; finalmente, se enumeraban los eclesiásticos y los sirvientes de Iglesia y de Hospitales. Como resultado general se obtuvo la cifra de 9,3 millones de habitantes, si bien se considera que el Censo de Floridablanca43 (posterior al del Conde de Aranda) es más fiable. Sin embargo, es importante destacar que el Censo del Conde de Aranda es considerado el primer censo, debido a que abarca todo el territorio nacional, además de que, por vez primera, se cuentan personas, no vecinos, a pesar de que omiten los de las tierras de Órdenes Militares; asimismo, y también por primera vez, la población es clasificada por sexo y edad. ↑
- 43 Censo de Floridablanca: Censo realizado por el ministro de Carlos III José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca, entre 1786 y 1787, y al que se considera el primer censo de población española realizado con técnicas modernas. En él, se obtuvo información sobre la estructura poblacional conforme a sexo, edad y estado civil, y una ordenación económica de todas las localidades de España. ↑
- 44 Descripciones del Cardenal Lorenzana: Cuestionario que constaba de catorce preguntas y que tomaba su nombre del que fuera su promotor, el Cardenal Francisco Antonio de Lorenzana y Butrón (León, 22 de septiembre de 1722 - Roma, 17 de abril de 1804), que las mandó realizar en 1784 para de recabar información de todo tipo sobre la archidiócesis. Dichas preguntas debían ser contestadas por los vicarios, jueces eclesiásticos y curas párrocos del arzobispado. ↑
- 45 Almorta: Planta anual de la familia de las papilionáceas, que florece por junio y es indígena de España, con tallo herbáceo y ramoso, hojas lanceoladas con pedúnculo y zarcillo, flores de color morado y blancas, fruto en legumbre con cuatro simientes de forma de muela, y cuya ingestión produce, a veces, latirismo. ↑
- 46 Sebastián Miñano: Sebastián Miñano y Bedoya (Becerril de Campos, Palencia, 1779 - Bayona, Fracia, 1845) fue, además de escritor, periodista y político, un geógrafo e historiador español, autor del "Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal", una colección de 11 volúmenes publicada entre 1826 y 1829 y que está considerada como la más destacada obra de su tipo hasta la publicación del Diccionario de Madoz47. ↑
- 47 Diccionario de Pascual Madoz: El “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar” es una obra publicada entre los años 1846 y 1850 por Pascual Madoz. Según confiesa el autor, su realización le llevó más de quince años y contó para ello con la labor de veinte corresponsales y más de mil colaboradores. Este Diccionario está formado por 16 volúmenes en los que se describen todas las poblaciones de España, incluyendo en algunos casos su historia. ↑
- 48 Pósito: Institución de carácter municipal y de muy antiguo origen, dedicada a hacer acopio de cereales, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores y vecinos durante los meses de escasez. // Edificio destinado a guardar el grano del pósito. ↑
- 49 Desamortización: Desamortizar: Poner en estado de venta los bienes de manos muertas, mediante disposiciones legales. Por medio de varias desamortizaciones, se pusieron a la venta terrenos y otras propiedades de las llamadas “manos muertas” (la Iglesia y las órdenes eclesiásticas), quienes mediante donaciones y testamentos habían llegado a tener una extensión de terreno sólo inferior a las del rey y la aristocracia. Por estas expropiaciones y ventas la Iglesia no recibió nada a cambio. La Desamortización del ministro Mendizábal, llevada a cabo en 1836, fue una de las mayores y obtuvo unos resultados muy alejados de lo que se deseaba: la creación de una clase media en España. Sin embargo, sí fue de gran importancia en la historia de España, al expropiar gran parte de las posesiones eclesiásticas sin recibir la Iglesia, como decimos, nada a cambio. Desgraciadamente, las comisiones municipales encargadas de gestionar los trámites modificaron los lotes de terreno en venta, agrupándolos en grandes partidas que alcanzaban unos precios sólo asumibles por la nobleza y la burguesía adinerada. ↑
- 50 Cayetano Rosell y López: Bibliógrafo, dramaturgo, editor, historiador y traductor español nacido en Aravaca (Madrid) en 1817 y fallecido en Madrid en 1833. Oficial archivero de la Biblioteca Nacional en 1844 y miembro de la Real Academia de la Historia en 1856, que entre muchas otras obras, de ellas algunas comedias y zarzuelas, además de traducciones, escribió en 1865 la “Crónica de la provincia de Madrid”. ↑
- 51 Andrés Marín Pérez: Bibliotecario de la Diputación provincial de Madrid y autor, entre otras, de la “Guía de Madrid”, una obra Geográfica-Histórico-Estadística de la provincia de Madrid publicada en los años 1888-1889. ↑
- 52 Escuela incompleta: Escuelas incompletas son aquellas que no tienen la etapa de Educación Primaria completa, estando los alumnos agrupados bien por ciclo o bien por varios distintos cursos. ↑
- 53 Iguala: Convenio entre médico y cliente por el que aquel presta a este sus servicios mediante una cantidad fija anual en metálico o en especie. ↑
- 54 Ganado de ganado mayor o cabeza mayor: El buey, el caballo o la mula respecto del carnero o la cabra. ↑
- 55 Cabeza menor: El carnero o la cabra respecto del buey, el caballo o la mula. ↑
- 56 Era: Espacio de tierra limpia y firme, algunas veces empedrado, donde se trillan57 las mieses58. // Cuadro pequeño de tierra destinado al cultivo de flores u hortalizas. ↑
- 57 Trillar: Quebrantar la mies tendida en la era, y separar el grano de la paja. ↑
- 58 Mies: Cereal de cuya semilla se hace el pan. ↑
- 59 Erial: Dicho de una tierra o de un campo: Sin cultivar ni labrar. ↑
- 60 De hecho y de derecho: Distinción jurídico-administrativa entre los habitantes que están empadronados en un población determinada (de derecho) y los que en el momento de contabilizar un censo se encuentran en la misma, estén empadronadas allí o no (de hecho). ↑
- 61 En compacto: Edificios situados dentro del núcleo de población. ↑
- 62 En diseminado: Edificios situados fuera del núcleo de población. ↑
- 63 Mercar: Adquirir algo por dinero, comprar. ↑
- 64 Barbacana: Muro bajo con que se suelen rodear las plazuelas que algunas iglesias tienen alrededor de ellas o delante de alguna de sus puertas. ↑
- 65 Real: Moneda con diverso valor y factura según épocas y lugares. ↑
- 66 Presbiterio: Área del altar mayor hasta el pie de las gradas por donde se sube a él, que regularmente suele estar cercada con una reja o barandilla. ↑
- 67 Alarife: Arquitecto o maestro de obras. // Albañil. ↑
- 68 Arco toral: Cada uno de los cuatro en que estriba la media naranja de un edificio. ↑
- 69 Clave: Piedra central y más elevada con que se cierra el arco o la bóveda. ↑
- 70 Crucero: Espacio en que se cruzan la nave mayor de una iglesia y la que la atraviesa. ↑
- 71 Mediodía: Sur. ↑
- 72 Pie derecho: Madero que en los edificios se pone verticalmente para que cargue sobre él algo. ↑
- 73 Sillería: Fábrica hecha de sillares74 asentados unos sobre otros y en hileras. ↑
- 74 Sillar: Piedra labrada, por lo común en forma de paralelepípedo75 rectángulo, que forma parte de un muro de sillería. ↑
- 75 Paralelepípedo: Sólido limitado por seis paralelogramos76, cuyas caras opuestas son iguales y paralelas. ↑
- 76 Paralelogramo: Cuadrilátero cuyos lados opuestos son paralelos entre sí. ↑
- 77 Mampostería: Obra hecha con mampuestos78 colocados y ajustados unos con otros sin sujeción a determinado orden de hiladas o tamaños. ↑
- 78 Mampuesto: Piedra sin labrar que se puede colocar en obra con la mano. ↑
- 79 Revocar: Enlucir o pintar de nuevo por la parte que está al exterior las paredes de un edificio, y, por extensión, enlucir cualquier paramento. ↑
- 80 Vano: En una estructura de construcción, distancia libre entre dos soportes y, en un puente, espacio libre entre dos pilas o entre dos estribos consecutivos. ↑
- 81 Dintel: Pieza horizontal superior de puertas, ventanas y otros huecos, apoyada en sus extremos sobre las jambas82 y destinada a soportar cargas. ↑
- 82 Jamba: Cada una de las dos piezas que, dispuestas verticalmente en los dos lados de una puerta o ventana, sostienen el dintel o el arco de ella. ↑
- 83 Arco abocinado: Arco que tiene más luz84 en un paramento que en el opuesto. ↑
- 84 Luz: Dimensión horizontal interior de un vano o de una habitación. // Distancia horizontal entre los apoyos de un arco, viga, etc. ↑
- 85 Arco de medio punto: Arco que consta de una semicircunferencia. ↑
- 86 Dovela: Piedra labrada en forma de cuña, para formar arcos o bóvedas, el borde del suelo del alfarje, etc. ↑
- 87 Agua: Vertiente de un tejado. ↑
- 88 Jabalcón: Pieza de madera u otro material ensamblada en una vertical para apear89 otra horizontal o inclinada. ↑
- 89 Apear: Sostener provisionalmente con armazones, maderos o fábricas el todo o parte de algún edificio, construcción o terreno. ↑
- 90 Chapitel: Remate de una torre, generalmente en forma piramidal o cónica. ↑
- 91 Sotacoro: Lugar bajo el coro. ↑
- 92 Osario: En las iglesias o en los cementerios, lugar destinado para reunir los huesos que se sacan de las sepulturas a fin de volver a enterrar en ellas. ↑
- 93 Enfoscar: Guarnecer con mortero94 un muro. ↑
- 94 Mortero: Conglomerado o masa constituida por arena, conglomerante y agua, que puede contener además algún aditivo. ↑
- 95 Machón: Pilar de fábrica. ↑
- 96 Achaflanar: Dar a una esquina forma de chaflán97. ↑
- 97 Chaflán: Plano largo y estrecho que, en lugar de esquina, une dos paramentos o superficies planas que forman ángulo. ↑
- 98 Cercha: Armadura que sostiene la cubierta de un edificio. ↑
- 99 Par: Cada uno de los dos maderos que en un cuchillo100 de armadura tienen la inclinación del tejado. ↑
- 100 Cuchillo: Conjunto de piezas de madera o hierro que, colocado verticalmente sobre apoyos, sostiene la cubierta de un edificio o el piso de un puente o una cimbra. ↑
- 101 Puente: Cada uno de los maderos que se colocan horizontalmente entre otros dos, verticales o inclinados, o entre un madero y una pared. ↑
- 102 Trasdosar: Recubrir de material el trasdós103. ↑
- 103 Trasdós: Cara exterior o superior de un muro, arco, bóveda o cúpula. ↑
- 104 Lado del Evangelio y lado de la Epístola: En una Iglesia, se llama lado del Evangelio al situado en la parte izquierda desde el punto de vista de los fieles, mirando éstos hacia el altar, mientras que el de la Epístola es el de la parte derecha. Toman este nombre de los lados del presbiterio desde donde se lee el Evangelio y la Epístola durante la misa. ↑
- 105 Tapial: Pared o trozo de pared que se hace con tierra amasada. ↑
- 106 Modillón: Miembro voladizo sobre el que se asienta una cornisa o alero, o los extremos de un dintel. ↑
- 107 Sillarejo: Piedra de dimensiones menores a las del sillar, con una labra menos cuidada y cuyas dimensiones no llegan al espesor del muro. ↑
- 108 Deán: Canónigo que preside el cabildo de la catedral. ↑
- 109 Bula: Documento pontificio relativo a materia de fe o de interés general, concesión de gracias o privilegios o asuntos judiciales o administrativos, expedido por la Cancillería Apostólica y autorizado por el sello de su nombre u otro parecido estampado con tinta roja. ↑
- 110 Troj: Espacio limitado por tabiques, para guardar frutos y especialmente cereales. ↑
- 111 Esquileo: Casa donde se esquila112 el ganado lanar. ↑
- 112 Esquilar: Cortar el pelo o lana de los ganados y otros animales. ↑
- 113 Primal: Dicho de una res ovejuna o cabría: Que tiene más de un año y no llega a dos. ↑
- 114 Arroba: Medida de líquidos que varía de peso según las zonas geográficas y los mismos líquidos. ↑
- 115 Curato: Cargo espiritual del cura de almas. // Parroquia: Territorio que está bajo la jurisdicción espiritual del cura de almas. ↑
- 116 Profeso: Dicho de un religioso: Que ha profesado117. ↑
- 117 Profesar: Ingresar en una orden religiosa. ↑
- 118 Lego: Que no tiene órdenes clericales. // En los conventos de religiosos, el que siendo profeso no tiene opción a las sagradas órdenes. ↑
- 119 Crujía: Tránsito largo de algunos edificios que da acceso a las piezas que hay a los lados. // Espacio comprendido entre dos muros de carga. ↑
- 120 Refectorio: En las comunidades y en algunos colegios, habitación destinada para juntarse a comer. ↑
- 121 Tirante: Pieza de madera o barra de hierro colocada horizontalmente en la armadura de un tejado o entre dos muros para evitar un desplome. ↑
- 122 Cilla: Casa o cámara donde se recogían los granos. ↑
- 123 Celda: Aposento destinado al religioso o religiosa en su convento. ↑
- 124 Aparejo: Forma y modo de disponer, tallar y enlazar los materiales de una construcción. ↑
- 125 Bóveda de arista o bóveda de aljibe: Bóveda cuyos dos cañones semicilíndricos se cortan el uno al otro. ↑
- 126 Hilera o parhilera: Madero de la parte superior de una cubierta sobre el que descansan los pares de la armadura. ↑
- 127 Apero: Conjunto de instrumentos y demás cosas necesarias para la labranza. ↑
- 128 Pechina: Cada uno de los cuatro triángulos curvilíneos que forman el anillo de la cúpula con los arcos torales sobre los que estriba. ↑
- 129 Arco rebajado: Arco cuya altura es menor que la mitad de su luz. ↑
- 130 Bóveda de medio cañón: Bóveda de superficie generalmente semicilíndrica que cubre el espacio comprendido entre dos muros paralelos. ↑
- 131 Camarín: En un templo, capilla pequeña, generalmente exenta, donde se rinde culto a una imagen muy venerada. ↑
- 132 Pan (de oro): Hoja muy fina, de oro, plata u otros metales, que sirve para dorar o platear. ↑
- 133 Luneto: Bovedilla en forma de media luna abierta en la bóveda principal para dar luz a esta. ↑
- 134 Fajón: Arco de refuerzo de una bóveda. ↑
- 135 Transparente: Ventana de cristales que ilumina y adorna el fondo de un altar. ↑
- 136 Marga: Roca más o menos dura, de color gris, compuesta principalmente de carbonato de calcio y arcilla en proporciones casi iguales, y que se emplea como abono de los terrenos en que escasea la cal o la arcilla. ↑
- 137 Tolva: Recipiente o depósito abierto por abajo, generalmente en forma de tronco de pirámide o de cono invertidos, que se utiliza para dosificar el paso de algo como granos, monedas, bolas, abonos, líquidos, etc. ↑
- 138 Bienes propios o de propios: Bienes de un municipio o entidad local menor no afectos al uso común de los vecinos sino a producir rentas patrimoniales. ↑
- 139 Filoxera: Insecto hemíptero, oriundo de América del Norte, parecido al pulgón, de color amarillento, de menos de medio milímetro de largo, que ataca primero las hojas y después los filamentos de las raíces de las vides, y se multiplica con tal rapidez, que en poco tiempo aniquila los viñedos de una comarca. ↑
LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:
AUTOBUS:
INTERURBANOS:
- Línea 232: Alcalá de Henares - Torres de la Alameda.
- Línea 260: Alcalá de Henares - Ambite - Orusco.
CARRETERAS:
Desde Madrid:
- Por la A-2.
- Por la R-3.
TREN:
METRO:
METRO LIGERO/TRAVÍA:
Los datos de comunicaciones se han tomado, en abril de 2021, de la web del Consorcio de Transportes de Madrid y de Google Maps.
BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- VV.AA.: “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid. Tomo XVII. Zona Este”; Edita: Dirección General de Vivienda y Rehabilitación. Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Fundación Caja Madrid y Fundación Arquitectura COAM; ISBN: 978-84-451-3211-1; Depósito Legal: M-22.754-2009.
- Agustín Izquierdo (dirección editorial): “Tierras de Alcalá. El valle del Henares (I)”; Colección “Biblioteca Madrileña de Bolsillo / Pueblos y ciudades”; Servicio de Publicaciones de la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad de Madrid; ISBN: 84-451-2101-4; Depósito Legal: M-46.621-2001.
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- La Población de la Actual Provincia de Madrid en el Censo de Floridablanca (1786) (Archivo .pdf)
- Recuento de Antonio Regás. 1824-1825 (Archivo .xls)
- INE: Instituto Nacional de Estadística - Alteraciones de los municipios en los Censos de Población desde 1842.
- INE: Instituto Nacional de Estadística - Madrid: Población por municipios y sexo.
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- Centro Nacional de Información Geográfica - Centro de Descargas
- Web oficial del Ayuntamiento de Valverde de Alcalá
- Plan General de Ordenación Urbana. Catálogo de Bienes Protegidos
- "El día en que más de 500 pueblos de España cambiaron de nombre por decreto", 27/05/2019, diario ABC
- VV.AA.: Yeserías y caleras de Valverde de Alcalá (Madrid); De re metallica ( Madrid )
revista de la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero; Año 2005; Número 5 (Diciembre)
- DRAE