Miércoles, 10 de octubre de 2018
Introducción
Contenidos
- Introducción
- Resumen histórico
- Monumentos y puntos de interés
- Fortificaciones de la Guerra Civil en Villavieja del Lozoya
- Mapa de los Monumentos y puntos de interés
Al Norte de la Comunidad de Madrid, en la Sierra Norte, a una altitud de 1.066 metros y a algo más de 80 km de la capital, se encuentra el municipio de Villavieja del Lozoya, el cual, en sus 23,80 km2, reúne una población de 267 habitantes1. Villavieja, levantado en el Valle del río Lozoya, sobre su margen izquierda, limita, al Nordeste, con Gascones, al Este, con Buitrago del Lozoya, al Sur, con Gargantilla del Lozoya, al Sudoeste, con Navarredonda y San Mamés, y al Noroeste, con la provincia de Segovia, en la vecina Comunidad de Castilla y León.
Su accidentada superficie, con una pendiente Noroeste-Sudeste más pronunciada en su mitad Norte, hace que su población se haya establecido a lo largo de su historia en su mitad Sur, en donde encontramos el núcleo de población de Villavieja del Lozoya.
El municipio, al que se accede mediante la M-634 desde Buitrago, se encuentra atravesado por diez vías pecuarias –cuatro cañadas2 y seis coladas3– y recorrido por varios cursos fluviales –como los arroyos de los Robles, de Collado del Espinar, de Buitraguillo, de Villavieja y del Río Sequillo–, entre los que destaca el Río Lozoya.
Su actual nombre, Villavieja del Lozoya, no se parece en nada al que tuvo originalmente, Zarzoso, habiendo cambiado a Villavieja cuando la localidad se convirtió en Villa, nombre éste al que se le unió el apelativo de vieja con el fin de diferenciarla de otra posterior existente en las inmediaciones. El 19 de julio de 1916, se le añadió la terminación del Lozoya, con el fin de diferenciar este término de otros de igual nombre existentes en la geografía española. En ese día, fueron más de 500 los pueblos que, merced al Real Decreto del 27 de junio de 1916, cambiaron de nombre para evitar las más que seguras confusiones al haber más de 1.000 Ayuntamientos con el mismo nombre.
Aunque, dada la falta de restos arqueológicos, se desconoce la fecha de la primera población de este lugar, sí se sabe que su fundación está relacionada con la repoblación de estas tierras realizada a partir del año 1085, tras la reconquista cristiana de Toledo, la antigua capital visigoda. No obstante, se cree que en la zona ya había una población anterior, de carácter estacional, originada por los pastos del lugar. Este hecho motivó que Buitrago, durante la ocupación árabe, adquiriera cierta importancia a fin de evitar el paso, hacia territorios islámicos, de los pastores cristianos y sus rebaños. Y es que estas tierras fueron un territorio fronterizo entre árabes y cristianos. Dada la existencia en el lugar de regueras4 construidas por los árabes y de una propiedad (relacionada en el inventario de aquellas que en 1492 los judíos dejaron en España al ser expulsados) que recibe el nombre de prado “dixe del Moro”, es posible que los árabes llegaran a ocupar esta zona.
No es hasta 1485 cuando aparece por primera vez el nombre de esta población en un documento; se trata de las “Ordenanzas de Villavieja”, en las que aparecen diversas cuestiones sobre la utilización de las regueras. Más adelante, en 1492, conforme al inventario de las propiedades de los judíos antes citado, vuelve a aparecer el nombre de la localidad en la relación de bienes de don Mosé de Cuellar, el cual tenía más de 80 propiedades, incluyendo un molino de aceña5, inusual por estas tierras en las que predomina el de rodezno6, al necesitar este último una menor corriente de agua. Si unimos a esta información el hecho de que la actual iglesia está construida sobre otra anterior, presumiblemente románica, que en un principio fue una ermita aneja8 a la iglesia de San Antolín de Buitrago, es posible deducir que el lugar tenía entonces la suficiente entidad de población que justificase la construcción de dicho templo. Es por ello que algunas fuentes establecen el período comprendido entre 1350 y 1485, con inclinación hacia principios del siglo XV, como aquel en que comenzó a haber población estable en el lugar.
Durante el siglo XVI, la población de Villavieja del Lozoya aumenta de los 45 vecinos pecheros9 (27 enteros, nueve viudas, tres menores y seis pobres) y cuatro exentos contabilizados en el Censo de Pecheros de Carlos I, realizado en 1528, a los 68 vecinos (66 pecheros, un hidalgo11 y un clérigo) reflejados en el Censo de la Corona de Castilla, de 1591. La alcabala12 que pagaba la localidad también subió durante este siglo: si durante el reinado de Carlos I (1516 a 1556) éstos eran de 33.500 maravedíes13 anuales, al final de la centuria eran ya de 59.000. Esta subida está en consonancia con el aumento poblacional, ya que el importe de la alcabala se negociaba conforme al número de habitantes.
En el siglo XVII, del que sobre Villavieja tampoco hay mucha información, se sabe que descendió el importe de la alcabala hasta los 30.000 maravedíes, señal de un deterioro económico y de una disminución en el número de habitantes, sumando éstos 24 vecinos en 1656 y 18 en 1670, lo que significa un descenso del 74% desde 1591.
Ya en el siglo XVIII, gracias a los diferentes catastros y cuestionarios, hay más información sobre Villavieja. Veamos la evolución de su población comenzando por la del Catastro del Marqués de la Ensenada14, de 1751, en el que se refleja un total de 56 vecinos, y como cada vecino equivale a entre 4 y 6 personas, el pueblo tenía entonces entre 224 y 336 habitantes. Más adelante, en 1773, el Censo del Conde de Aranda15 nos da una cifra de 284 personas y, en 1782, las Relaciones del Cardenal Lorenzana17, otra de 233. Finalmente, en el del Conde de Floridablanca, de 1786, leemos un total de 211 habitantes, entre los que hay un cura, un sacristán, dos vecinos militares, 22 labradores, nueve jornaleros y 15 criados.
El casco urbano de esta población no se formó creciendo alrededor de la iglesia, como solía ser habitual en las pequeñas poblaciones, sino que sus vecinos, debido a sus intereses agrícolas y ganaderos, prefirieron instalarse al Norte de la primitiva ermita, encontrándose hoy el templo ya integrado dentro del núcleo urbano, debido al crecimiento del mismo. Conforme a Ensenada, además de la iglesia, Villavieja contaba entonces con 56 casas (de las cuales cuatro estaban arruinadas), una Casa del Concejo18, en la cual se celebraban las reuniones del cuarto de Braojos, al que pertenecía Villavieja, y una taberna, también del Concejo y de la que se encargaban por turnos los vecinos.
Otras construcciones eran una fragua, situada al Norte, conforme al emplazamiento del potro; un molino al Noroeste, sobre el arroyo de los Robles, en Los Molinos; y un lavadero de lanas al Este, sobre el río Buitraguillo, en El Redondo, cerca de Buitrago, y que funcionó hasta el siglo XIX. Destaca también la existencia de un tejedor encargado de manipular la lana y el lino producidos por la ganadería y la agricultura de pueblo, al menos hasta que el segundo de ellos, uno de los principales cultivos, fue erradicado en favor de la patata. Y es que la economía de Villavieja continuaba dependiendo en su mayor parte de la ganadería, ya que sólo la cuarta parte de su superficie se consideraba apta para el cultivo.
El pueblo contaba también entonces con un cura, un sacristán, un cirujano de oficio, un fiel de fechos19, un arriero20 y un maestro alarife21. Una profesión esta última que causa sorpresa en un pequeño pueblo como éste, en el que las viviendas solía construirlas el propietario, por lo que su presencia puede indicar la existencia de obras de mayor importancia, normalmente en la iglesia.
El siglo XIX se manifiesta bruscamente en Villanueva con la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), momento en que la población –debido a su cercanía a Somosierra, lugar en el que se dio la batalla de igual nombre y en la que el ejército patrio fue derrotado por los invasores franceses– debió de sufrir represalias similares a las de otros pueblos de la Sierra Norte, arrasados por el ejército galo.
En 1827, Sebastián Miñano22, en su “Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal”, nos dice que Villavieja, perteneciente aún a la provincia de Guadalajara, tiene una población de 100 vecinos (448 habitantes) y que su producción agrícola se basa en los cultivos de legumbres, trigo de riego y lino; la ganadera, en su cabaña de ganado de cerda, cabrío, lanar y vacuno; y su industria, en las fábricas de lienzos.
En 1833, con la nueva reordenación territorial de España, Villavieja se separa de la provincia de Guadalajara para integrarse en la de Madrid y, en 1834, pasa a formar parte del partido judicial de Torrelaguna. En 1837, con la desaparición definitiva de los 24, Villavieja experimenta los cambios administrativos, económicos y sociales derivados de dejar de formar parte del Señorío de Buitrago, perteneciente al ducado del Infantado. Es en estas fechas cuando se llevan a cabo varias desamortizaciones25, entre las que destacan las de Mendizábal (1836-1837) y la de Madoz (1855). Por ellas, el pueblo vio cómo distintas propiedades religiosas, del Ayuntamiento y de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago eran vendidas en pública subasta y otorgadas a compradores foráneos, que las arrendaron a los vecinos del pueblo a cambio de unas rentas superiores a las que pagaban anteriormente. Con el paso de los años, muchas de estas propiedades fueron adquiridas por vecinos de la población.
Entre 1846 y 1850, se publica el “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar”, de Pascual Madoz. En él, leemos que la localidad tiene un total de 62 vecinos, que totalizan 370 almas (aunque normalmente los datos de Madoz y de Miñano suelen discrepar bastante, quizá debido a distintas formas de contabilizar, sí es cierto que en estas fechas se desencadenaron en España las I y II Guerras Carlistas (1833-1840) y (1846-1849), respectivamente, y hubo una epidemia de cólera). Los principales edificios del pueblo son la iglesia parroquial, la Casa Consistorial y la escuela de primeras letras, común para ambos sexos. Además, éste cuenta con varias fuentes, una plaza, 76 casas de mala construcción y un cementerio situado adecuadamente. Dispone el municipio de una dehesa26 de 400 fanegas27 con fresnos y prados en los que crece un excelente heno, un monte de roble bajo utilizado para carbón, y caza de liebres y perdices en su territorio. Su economía se basa en la producción de centeno, lino, patatas y legumbres, así como de leña y pastos; en una ganadería formada por cabezas de vacuno y lanar; y en una industria reducida a la de un molino harinero.
La población del lugar sigue disminuyendo y en 1865, según la “Crónica de la Provincia de Madrid”, de Cayetano Rosell y López33, ésta es ahora de 346 personas. La “Guía de Madrid y su provincia”, de Marín Pérez34, publicada entre 1888 y 1889, nos da nuevos datos de Villavieja. Leemos en ellos cómo tenía entonces 85 vecinos y 352 almas, lo que es un ligero aumento sobre las cifras anteriores, a pesar de librarse la III Guerra Carlista entre 1872 y 1876, con lo que éste podía haber sido aún mayor. Las viviendas se han incrementado igualmente hasta un total de 80, pero no así su calidad, ya que Marín también nos vuelve a decir que son de “pobre construcción”. Sus principales edificios continúan siendo la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Concepción, la cual se encuentra en regular estado entonces; el Ayuntamiento, con el Juzgado Municipal instalado en su interior; una escuela para ambos sexos, con 40 alumnos; y el cementerio, en el exterior del pueblo.
En cuanto a los motores económicos de entonces, este autor nos dice que las tierras, normalmente pedregosas y de mala calidad, de Villavieja totalizan un total de 2.361 ha., 12 a. y 56 m2. De éstas, las dedicadas a regadío, gracias a las aguas del Lozoya y el Villavieja, suman 186 ha., 14 a. y 16 m2, con cultivos de legumbres, frutas y productos de huerta; las de secano, que suman 1.092 ha., 54 a. y 19 m2, producen cereales; los prados totalizan 190 ha., 12 a. y 72 m2, mientras que la extensión de los montes es de 419 ha., 60 a. y 10 m2. De su ganadería, nos relata que se compone de diez cabezas de ganado caballar, cinco de asnal, 160 de vacuno, 50 de cabrío y 1.500 de lanar. La industria no ha mejorado mucho y sigue siendo muy reducida, limitándose al molino harinero, las carnes en conserva, la elaboración de embutidos y pan, y la cría de ganado vacuno y lanar. Su comercio se compone de la exportación de ganados viejos, lana y harinas, y de la importación de aceite, vino, telas y los demás productos que se necesiten.
Villavieja del Lozoya comienza el siglo XX con una población de 347 habitantes de hecho y 345 de derecho35; esta ligera disminución con respecto a los datos de Marín Pérez desaparece en los censos de 1910, con 353 y 363, respectivamente; de 1920, con 369 y 381; de 1930, con 466 y 464; y de 1940, en donde, a pesar de la Guerra Civil Española (1936-1939) o quizás por los desplazados que ésta ocasionó, suman 529 y 480.
En 1921, Juan Ortega Rubio36, en el Tomo II de su “Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia”, nos ofrece nuevos datos sobre Villavieja, en los que define como regulares la iglesia, el ayuntamiento y la escuela de primaria para ambos sexos. De su clima, opina que éste es frío, pero bastante sano, disfrutando la población de unas excelentes aguas. Sus cultivos de regadío producen legumbres, frutas y hortalizas, mientras que del de secano se obtiene centeno y varios otros cereales. La ganadería se compone de ganado lanar y vacuno, teniendo su territorio caza de liebre y perdices.
En 1950 hay un aumento de la población de derecho, con 501 almas, a la par que desciende la de hecho hasta los 489 habitantes. Desde entonces, y a lo largo de todo lo que queda del siglo XX, la población no hace sino disminuir, con unas cifras de 376 y 415 en 1960, de 285 y 313 en 1970, de 161 y 167 en 1981, y 157 y 158 en 1991. Recordemos la emigración masiva del campo a la ciudad que se dio en España a partir de los años 50 y, especialmente, durante las décadas de los 60 y 70. Una situación que, quizás, se vio agravada en Villavieja por el fin de la reforestación realizada entonces forestal y de las obras del pantano de Riosequillo.
Nueva información sobre la década de los años 50 en Villavieja la obtenemos del “Diccionario Geográfico de España”, publicado entre los años 1956 y 1961. Por él, sabemos que el agua de beber, proveniente de manantiales, llegaba hasta las casas. En la parte más pedregosa del término, propiedad del Estado, por lo que está sin cultivar, aunque se permiten los pastos, crecen fresnos, pinos y robles, y cuenta con jabalíes, lobos y zorros, así como caza menor. Los cultivos de regadío son 16 ha. de patatas y 5 de judías, mientras que los de secano se componen de 70 ha. de centeno, 26 de trigo y 10 de cebada. La cabaña ganadera la formaban dos cabezas de mular, 270 de vacuno, 60 de asnal, 115 de cerda, 400 de lanar, seis de cabrío y 207 gallinas. También hay pesca de trucha en la parte alta de los arroyos. Los comercios, talleres e industrias de la localidad son una tienda de comestibles, dos tabernas, un taller dedicado a la construcción de carros y una tahona.
En Villavieja, hay 122 viviendas y 215 edificios destinados a otros usos, mientras que desde la década de los años 40 se han levantado en ella, entre otras construcciones, un nuevo Ayuntamiento, dos fuentes y una escuela con separación para niños y niñas, además de reconstruirse la iglesia. La población cuenta con médico y párroco, dividiéndose las profesiones y oficios de la población entre 68 labradores y ganaderos, 72 jornaleros, tres comerciantes y seis funcionarios.
Desde finales del siglo XX, se han ido sucediendo las construcciones de viviendas de segunda residencia en el pueblo, lo que ha supuesto un gran aumento estacional de la población, en la que ésta se incrementa desde las 185 hasta las 1.300 personas, según se refleja en la página 1.170 del Tomo IV de la obra “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid”, dedicado a la zona Norte de la región.
En el siglo XXI, la población de Villavieja ha experimentado un importante aumento porcentual, sumando 188 habitantes en el año 2001, 275 en el 2011 y bajando hasta los 267 en 2017, una disminución quizás motivada por la situación de crisis económica que vivió el país desde 2008.
En 2016, el PIB per cápita de Villavieja era, según el Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, de 14.074€, inferior tanto al de la zona, de 17.000€, como al de la Comunidad, de 32.210€. Por sectores, éste corresponde en un 33,79% a los servicios a empresas y financieros; un 10,03%, a servicios de distribución y hostelería; un 8,61%, a la construcción; un 2,87%, a la minería, industria y energía; un 41,97%, a otros servicios; y sólo un 2,71%, a la agricultura y ganadería, siendo este último dato un buen reflejo de los cambios experimentados por el pueblo, al ver así reducida la importancia de los que anteriormente fueron sus motores económicos. En 2015, el Indicador de Renta Disponible Bruta per cápita, de 13.161,37€, también es inferior al zonal y comunitario, siendo éstos de 14.754,91€ y 18.443,52€, respectivamente.
Comencemos, sin demorarnos más, con nuestro recorrido por esta localidad de la Sierra Norte de Madrid.
Monumentos y puntos de interés
El primer lugar de interés que veremos será la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción, de planta románica y cabecera absidal, pero de construcción moderna, al haberse levantado sobre otra de origen medieval. Durante la Guerra Civil, su cubierta sufrió una serie de daños que hicieron que tuviera que ser reconstruida, tal y como consta en un escrito custodiado en el Ayuntamiento y fechado el 28 de agosto de 1939; en este documento, el entonces alcalde de Villavieja, don Aniceto Carretero Ramírez, comunica a la autoridad militar que “hay grandes destrozos en el tejado de la iglesia y en la casa de la Sra. Maestra” y pide que se le autorice para “proceder a la recogida de materiales lo que prestaría una gran ayuda a un pueblo que en estos momentos se encuentra en una situación angustiosa”. Los materiales referidos por el alcalde eran procedentes de las instalaciones militares ubicadas en las proximidades y que ya no tenían función alguna. Así, la techumbre fue rehecha con vigas vistas de madera, siendo el ábside decorado con un fresco de grandes dimensiones en el que está representada la escena de la Última Cena; en el pórtico, en la fachada del lado del Evangelio37, podemos ver una serie de arcos de medio punto39; además, el templo carece de torre, la cual ha sido sustituida por una espadaña de pequeño tamaño. También se eliminó la “tercia”, un cuarto situado en la parte trasera, en el cual se guardaban los diezmos40 que la iglesia recaudaba de los vecinos.
Más adelante, en los años 60, se volvieron a llevar a cabo modificaciones en el edificio, momento en que desaparecería el arco que separaba el altar de la nave y la espadaña que había sobre la cabecera, que quedó como la vemos ahora.
En el interior, consta de una única nave, con grupo de ladrillo enlucido41, la cual se cierra con un pequeño ábside semicircular en el que se abren dos estrechos vanos42 de medio punto. El coro, en alto, está a los pies de la iglesia.
La zona en la que está enclavada la iglesia es la que se ha conocido como “El Cementerio” ya que, al igual que en muchas zonas rurales de España, éste solía estar al lado de los templos. No se sabe cuándo se produjo el traslado del camposanto al sitio en el que se halla hoy día, pero sí que en el año 1879 se encontraba ya en las afueras del pueblo, dato que se conoce gracias a una nota manuscrita del plano de Villavieja hecho por el Instituto Geográfico y Estadístico (precedente del actual Instituto Geográfico Nacional).
Desde tiempo antiguo, la parroquia de Villavieja del Lozoya, entonces una ermita, estuvo ligada a la de San Antolín de Buitrago, hoy desaparecida y antaño situada extramuros, en la zona conocida como El Andarrío; este nombre procedía de la expresión “allende el río”, señalando así la parte que se unía a Buitrago por medio del puente viejo sobre el río Lozoya.
Como curiosidad, cabe mencionar que, en la plaza que se abre frente al pórtico, hay un ancla, cuya presencia nos sorprende dado que Villavieja poco tiene que ver con el mar. Al parecer, ésta fue enviada por el padre del párroco don Joaquín Peris, marino de profesión y que la hizo llegar al pueblo al relacionarla con la llamada “ancla de Salvación”, de simbología cristiana.
La Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción cuenta con una protección estructural, al estar incluida en el Catálogo de Bienes a proteger de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Villavieja.
Localización: Calle de la Iglesia, 8. 28739 Villavieja del Lozoya.
En el año 1878, se plantea el proyecto para que Villavieja disponga de un centro escolar. Este planeamiento arquitectónico, obra de José Asensio, se ha conservado hasta nuestros días, por lo que podemos saber que la idea era la de crear un edificio de dos plantas, con el aula para niños y niñas en el piso bajo, mientras que la vivienda del maestro estaría instalada en la planta alta. Sin embargo, este proyecto no llegó a llevarse a cabo.
Tiempo después, ya en el año 1931, volvió a plantearse la necesidad de que el pueblo tuviera unas escuelas adecuadas, momento en que el alcalde, Faustino Durán Sanz, hizo una petición al entonces ministro de Educación, Marcelino Domingo. Un duplicado mecanografiado de ésta se custodia en el archivo del Ayuntamiento de Villavieja, donde se indica que, “existiendo en este momento una sola escuela mixta con asistencia diaria de noventa chicos”, se acepta la financiación que ha ofrecido el ministerio con el fin de hacer un edificio nuevo, objetivo para el cual el Consistorio “estaría dispuesto [...] a facilitar solar y provisión de piedra y jornales en cantidad necesaria”. Pero una vez más, pasaron los años sin que su construcción se hiciera realidad.
Fue en la década de los 40 cuando, finalmente, se levantara, al Sur de la población, el inmueble que se destinaría a Escuelas y que en la actualidad se ha convertido en un centro polivalente. Realizado en mampostería43, guarda muchas similitudes estéticas con otros centros escolares hechos en otros pueblos de la sierra madrileña. Está formado por tres cuerpos, uno principal, en el centro, y dos exteriores (casas para el maestro y la maestra) perpendiculares al anterior, disponiendo el primero de dos alturas (una destinada a los niños y otra a las niñas), a diferencia de los segundos, que sólo constan de una y semisótano. Parte de los muros exteriores están enlucidos, quedando las esquinas reforzadas por sillería45 colocada en cremallera, mientras que la cubierta es a cuatro aguas50 con teja cerámica. Los dos espacios de unión entre los cuerpos laterales y el central se cubren con tejados a dos aguas y, en ellos, se encuentran las dos entradas al edificio, formadas por arcos de medio punto enlucidos y sostenidos por jambas51 de piedra, que suponemos eran los antiguos accesos a las secciones masculina y femenina de la escuela.
En la fachada principal del cuerpo central, se abren cinco ejes de vanos, dotado cada uno de ellos con dos ventanas, una, en la planta superior, y otra, en la inferior, excepto en el centro, donde el espacio superior se encuentra ocupado por un gran mural de cerámica dedicado a la enseñanza (creado y realizado por el ceramista Pedro González, hijo del pueblo) y el inferior constituye un vano ciego de menor tamaño que los otros, todos ellos gemelos y con recercados de piedra.
Los niños que acudieron a estas escuelas lo hicieron desde los seis a los catorce años, pero en las últimas décadas los cambios han sido grandes: la población infantil ha disminuido en Villavieja y, además, la educación se ha reestructurado y, con ella, los centros escolares. Esto ha conllevado que las escuelas de la localidad se clausuraran y que desde 1977 los colegios se hayan concentrado en Buitrago.
Tras años cerrado y prácticamente abandonado, el edificio fue restaurado manteniendo su estructura, pero adaptándolo a las necesidades del momento. El proyecto de remodelación está fechado en 1988, siendo su autor el arquitecto Joaquín Lascuraín Sánchez. Como ya hemos mencionado, actualmente ocupa el inmueble un Centro Polivalente que cuenta con una Casita de Niños53, un Centro de Mayores, una biblioteca, un salón de actividades variadas y una vivienda que se alquila para que, con ese dinero, se sufraguen los gastos de estos nuevos servicios.
Las antiguas escuelas están incluidas, con protección estructural, dentro del Catálogo de Bienes a proteger de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Villavieja del Lozoya.
Localización: Calle del Pino, 30. 28739 Villavieja del Lozoya.
Junto al edificio de las antiguas escuelas, podemos ver una Fuente que, por su estructura, es muy posible que date de mediados del siglo XX, ya que es muy similar a las que, tras la finalización de la Guerra Civil, fueron construidas por la Dirección General de Regiones Devastadas en otras poblaciones madrileñas.
La fuente está formada por un pilar central realizado de sillarejo54 y rematado por una estructura plana y escalonada del mismo material. La parte inferior, la compone una especie de banco corrido, también de granito, que se dispone en tres de sus laterales; en el cuarto, hay una pila pequeña con un surtidor.
El Lavadero de Villavieja se construyó a mediados del siglo XX y se restauró en el año 2009, utilizándose en la actualidad como lugar de exposiciones. El edificio, de una sola planta rectangular y tejado a cuatro aguas, se construyó de ladrillo con revestimiento de piedra. En su interior, se encuentra un pilón de notable tamaño, al que llega el agua de la reguera madre y en cuyo contorno se extiende una sucesión de piedras inclinadas, con el fin de ayudar al lavado de la ropa. Antes de este edificio, existía sobre la misma reguera un pilón natural con losas de piedra en el que se lavaban la ropa y los utensilios de cocina, se limpiaban los nabos y se refrescaba la leche. Para el lavado de ropa, se utilizaba un jabón casero hecho con aceite usado y sebo, debiendo ponerse la ropa blanca al sol, una vez enjabonada, con el fin de que ésta recuperase su propio color, una actividad ésta conocida como “sacar el ojo”.
El lavadero, normalmente, ha sido en todos los pueblos un lugar de reunión para las mujeres, en la que éstas, al igual que los hombres en la fragua, comentaban sobre los aconteceres diarios del pueblo, lo que hoy se llamaría un “intercambio de información”.
El lavadero está también incluido, con protección estructural, en el Catálogo de Bienes a proteger de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Villavieja del Lozoya.
Localización: Confluencia de las calles de la Reguera y del Barco. 28739 Villavieja del Lozoya.
La Fragua ocupaba normalmente un edificio cuyo aspecto exterior era similar al de cualquier otra casa de la sierra y que tenía su interior adaptado para su función de forja. Sus elementos principales eran, entre otros, la lumbre, varios fuelles de gran tamaño, una bigornia55 dispuesta sobre un rulo alto de madera, la pila de templar56, el tornillo de banco57 y la piedra de afilar. Aquí, el herrero desarrollaba su trabajo a cambio del cobro de una iguala60, frecuentemente en especie, de cada vecino, siendo él quien se fabricaba su propio carbón, usualmente de brezo.
Esta fragua, propiedad del Concejo, estaba situada originalmente en el terreno donde se levantaron la antiguas escuelas, utilizadas hoy (septiembre de 2018) como centro polivalente. En ella, se fabricaban las herraduras de las caballerías y los callos62 de las vacas, se afilaban las herramientas de hierro y, al ser también un pueblo de labradores, se arreglaban en ella los azadones, clavos bellotes63, hachas y podones65. En la actualidad, existe también en su interior un pequeño museo etnográfico66 con diferentes elementos propios de lo que era antes la vida en un pueblo de la sierra.
Como nos cuenta Carmen Requejo en su obra “Villavieja del Lozoya en el recuerdo”, la fragua era también un lugar de reunión social al que acudían los hombres cuando las lluvias impedían acudir a trabajar al campo; una costumbre que no debió de ser única de Villavieja, a tenor de las diferentes versiones del refrán “día de agua, taberna o fragua”.
La Fragua de Villavieja es otro de los bienes incluidos, con protección integral en este caso, en el Catálogo de Bienes a proteger de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal del municipio.
Localización: Calle del Barco, 29. 28739 Villavieja del Lozoya.
Existen en el pueblo una serie de casas que se enmarcan en una tipología rural y que están localizadas, principalmente, en la zona Este del núcleo urbano, ocupando solares tanto en esquina, como entre medianeras67.
Tienen una planta rectangular y cuentan con una sola altura. Dentro, suelen tener el horno, por lo que no se aprecian volúmenes externos, como puede ocurrir con otras casas de este tipo localizadas en otros pueblos de la región, quedando a la vista tan sólo la chimenea, que sobresale por la cubierta. Tal es el caso de la Vivienda rural semiexenta de la Calle del Carmen, con vuelta a Calle del Pez, que podemos ver en la fotografía que acompaña estas líneas.
Asimismo, los muros son de piedra sin tratar, mientras que las esquinas se refuerzan con piedras algo más elaboradas con una disposición de cremallera. La fachada principal, en el lado más corto del edificio, no guarda ninguna simetría. Lo que sí podemos ver es que predominan los muros sobre los vanos, siendo de madera los dinteles y las jambas de éstos, y contando con rejas las ventanas.
Cuando la casa está entre medianeras, el tejado suele ser a dos aguas, mientras que los edificios en esquina lo tienen de tres vertientes; la estructura de éste es de madera cubierta con teja árabe, por lo general con un voladizo de entre 20 y 30 centímetros, que apoya sobre una viga transversal o alero de teja.
Localización: Calle del Barco c/v Calle del Pez. 28739 Villavieja del Lozoya.
La Corte del Verraco, también conocida como cortijo, es como se llamaba el lugar en el que se guardaba al cerdo semental encargado de cubrir a las gorrinas del lugar y así asegurarse la existencia de lechones en el próximo año. Se trata de una construcción de piedra y cubierta de teja que, al igual que el cerdo, era de propiedad comunal68; de hecho, el Concejo, en el siglo XVIII, tenía una cantidad designada, por un importe de 80 reales, para pagar al encargado del cuidado de este animal; un gasto que desaparecería con el tiempo, al asumir dicha tarea los vecinos de forma rotatoria. Su alimentación corría a cargo de cada vecino, conforme al número de cerdas que tuviera, para lo cual, se pasaba una medida por cada casa: el celemín69.
Cada día, la persona, mujeres y niños por lo general, que se encargaba de los cerdos llamaba a los cerdos a la “porca” con el toque de un cuerno, marcando así el lugar en el que estarían en esa jornada.
El Potro de Herrar es un elemento que un buen número de pueblos de la Sierra Norte aún conserva como señal de la gran importancia que los animales de labor tenían para su economía. Situado normalmente cerca de las cuadras donde se guardaba el ganado y utilizado para herrar vacas o bueyes, en Villavieja el potro tenía carácter comunal y, como aquí vemos, ha mantenido afortunadamente un gran número de sus diversos elementos.
Su estructura se compone de seis monolitos de granito anclados al suelo formando dos filas paralelas. Éstas, se unían mediante un yugo de madera, al que se ataba la cabeza del animal, y unos travesaños de idéntico material, a los que también se le sujetaba con unos correones72 de cuero, ayudándose en esta labor con las varas metálicas superiores. El animal, así sujeto e inmovilizado, era elevado mediante un sistema similar al de una polea, con el fin de poder herrarlo, para lo cual se le doblaba la pata sobre un pequeño tocón73 de madera. Junto al potro existía un yunque que se usaba para enderezar los clavos o arreglar el callo.
El Potro de Herrar disfruta de una protección integral, conforme al Catálogo de Bienes a proteger de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Villavieja del Lozoya.
En la fotografía adjunta, mostramos la Casa tradicional de la Plaza Mayor, 10. Se trata de un ejemplar de vivienda urbano-rural que, por su situación, como podemos leer en el Tomo IV de la colección “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid”, podría ser una construcción posterior de la Casa Consistorial, existente en el pueblo desde antes de 1751.
Estamos ante un edificio de un solo cuerpo, planta cuadrangular y tejado a cuatro aguas de tejas cerámicas que presenta un pequeño voladizo colocado sobre alero. Su construcción es de mampostería de piedra reforzada con sillería, dispuesta ésta en forma de cremallera en las esquinas y en las jambas de los huecos, soportando estas últimas dinteles en forma de arcos rebajados74.
Esta casa tradicional cuenta con una protección de tipo estructural en el Catálogo de Bienes a proteger de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal.
Otro ejemplar de vivienda urbano-rural es la Vivienda de la Plaza Mayor, 5, situada frente a la anterior casa tradicional y colindante con el nuevo Ayuntamiento. Este edificio, de finales del siglo XIX, es igualmente de dos plantas, tiene los muros enlucidos y las esquinas reforzadas por sillería dispuesta en cremallera y presenta una cubierta formada por un tejado a dos aguas con alero.
Su fachada principal presenta una clara diferenciación de las dos alturas mediante una cornisa de ladrillo visto que se repite sobre la superior, separando ésta del alero de la cubierta. El eje izquierdo, según se mira la fachada, consta de dos ventanas, diferenciadas claramente por su recercado de piedra, en la inferior, y de ladrillo, en la superior. Una diferencia esta última que se repite en el eje derecho, formado por un balcón con barandilla de herrería y la entrada al edificio.
Hasta los años 90 del pasado siglo XX, el Ayuntamiento de Villavieja se encontraba situado frente a las antiguas escuelas. En la actualidad, tiene su sede en un moderno edificio de planta rectangular, dos alturas y tejado a dos aguas, construido de acero y piedra del lugar, según las trazas del arquitecto municipal don Mariano Ortiz Sánchez. La zona de despachos y oficinas se encuentra situada en la planta superior, mientras que en la inferior se dispuso un gran salón de actos, con el fin de realizar en su interior los plenos y las reuniones vecinales, a la par que servir como cine, sala de conciertos, teatro o comedor.
En su fachada principal, destacan la piedra que la recubre, los diferentes y asimétricos vanos, la amplia entrada de acero corten, el balcón de honor y el escudo de la localidad, situado sobre un gran vano de luz.
Arcos mudéjares76.
Cuenta Villavieja del Lozoya con dos Arcos mudéjares que se hallan integrados en el edificio de la “Hospedería El Arco”, procedentes de un edificio anterior que estaba ubicado en la parte más alta del pueblo. Se trata de dos arcos de herradura77, hechos de ladrillo colocado a soga80 y tizón81, a uno de los cuales se une parte de un muro de tapial82 con zócalo de sillarejo.
El alfiz83 que los enmarca se compone, igualmente, de ladrillos de unos 42 centímetros, recortados antes de ser cocidos y que tienen forma de “dientes de sierra”.0>
El arco que se puede ver en el restaurante está completo. Tiene una luz de un metro y un vano de 2,25 metros de altura. Por su parte, los restos que hay en la entrada a la hospedería son los de las jambas de esa estructura, la cual tendría el doble de tamaño que el anterior, con unos 2 metros de luz y unos 4,5 de alto.
Las caras decoradas daban al Sur, la del arco del acceso, y al Norte, la del arco del restaurante, lo cual nos indica que pertenecían a un edificio compuesto por dos naves perpendiculares, siendo el arco del acceso la vía de comunicación con el exterior. Su planta sería en “L” y estaría construido en torno a los siglos XIII o XIV, según las características vistas. Esto, unido al lugar en el que se hallan, nos hace prever que se podía tratar de un edificio representativo de carácter civil. También existe la hipótesis de que pudo ser una casa de campo de Mosé de Cuellar, vecino judío de Buitrago en el siglo XV.
Sobre estos restos bajomedievales, se construyeron posteriormente y ya en época contemporánea algunas casas de tipo popular. Cuando éstas quedaron arruinadas y fueron derribadas, se descubrió este patrimonio arquitectónico, por lo que fueron adquiridas por el Ayuntamiento y, a comienzos de los años 90, en colaboración con la Comunidad de Madrid por los estudios arqueológicos que ésta llevó a cabo, se convirtieron en la actual hospedería, siguiendo un proyecto creado y dirigido por el arquitecto municipal Mariano Ortiz Sánchez.
Estos arcos mudéjares están protegidos de manera integral en el Catálogo de Bienes a proteger de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Villavieja del Lozoya.
Localización: Calle del Arco, 6. 28739 Villavieja del Lozoya.
La Espadaña de la Trinidad es lo que queda de la Ermita de la Trinidad, un templo medieval (su datación puede situarse entre los siglos XIII y XVI) de gran devoción en su momento, en la que se oficiaba misa los domingos de cuaresma y hasta la que en tiempos de sequía acudían en procesión los vecinos de las localidades vecinas.
Esta torre, de unos veinte metros de altura y construida con piedra sin debastar86 y argamasa87 a base de cal y arena, presenta tres vanos rematados por arcos de medio punto en su muro: uno inferior, de entrada al desaparecido templo, y dos superiores, para alojar las campanas. A pocos metros, permanecen aún los restos de la que fue casa del Ermitaño. Sobre ella, suelen anidar las cigüeñas, existiendo una importante colonia de estas aves en una cercana fresneda89.
La Espadaña de la Trinidad dispone de protección integral en el Catálogo de Bienes a proteger de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de la localidad.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.99846, -3.65505). 28739 Villavieja del Lozoya.
El Puente de Cal y Canto, o de Calicanto, nombre que hace alusión a los principales elementos que lo forman (sillares de piedra y mortero) fue construido en el siglo XVI, en particular en el año 1579, por el Concejo de Buitrago, en sustitución del de madera que había entonces. Este puente, por el que se cruza el arroyo de la Trinidad, o de los Robles, formaba parte de un camino por el que se llegaba hasta Segovia, Valladolid y Pedraza, además de hasta la Ermita de Santísima Trinidad, la cual despertaba una gran devoción en aquella época, o el lavadero de lanas del Duque del Infantado. Su construcción, con la intención de mejorar el abundante tráfico de personas y ganado, ocasionó un pleito con los otros 32 pueblos que formaban el Señorío de Buitrago, al negarse éstos a pagar los costes de la obra, basándose para ello en que se había decidido su realización sin antes consultarles.
El puente, de un solo arco de medio punto y construido, como decimos, con sillares de piedra, conserva aún las lajas90 de piedra que formaban el pavimento original. Tiene una longitud de aproximadamente 8 metros y una anchura de paso de unos 2,5 metros. En el año 2013, durante una restauración dirigida por el arquitecto José Juste Baeza, se llevó a cabo una excavación arqueológica en la que aparecieron el pavimento de canto rodado91 original y un desagüe, procediéndose a completar el primero y a recuperar la propia función del segundo.
El Puente de Cal y Canto se encuentra en el límite entre Villavieja y Buitrago, y forma parte, con protección integral, del Catálogo de Bienes a proteger de ambas localidades, motivo éste por el que hemos decidido ponerlo en las páginas de los dos municipios.
Localización: Coordenadas de Google Maps (40.99777, -3.65121). 28739 Villavieja del Lozoya. 28739 Villavieja del Lozoya.
En el límite Este de Villavieja del Lozoya con Gascones, entre los PK92 84,230 y 85,264, se encuentra el Túnel Nº15 Sola Mojada, de la línea del Ferrocarril Directo Madrid-Burgos. Tiene una longitud de 1.035 metros y su boca Norte da al Viaducto del Buitraguillo, este último dentro ya del municipio de Gascones.
La construcción de este túnel, que hasta los años 50 del pasado siglo XX era el primero en aparecer viniendo desde Madrid, fue una modificación del proyecto original por el que se sustituyeron los dos túneles a medio construir de La Solana y de Navamojada.
Localización: Coordenadas de Google Maps (41.0287, -3.68372). 28739 Villavieja del Lozoya.
Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑
Durante la Guerra Civil Española, tras los despliegues y batallas iniciales, el municipio de Villavieja del Lozoya quedó dentro de la segunda línea defensiva del Ejército Republicano. En esta situación, la Compañía de Zapadores, de la 26 Brigada Mixta, de la 1ª División del Ejército Republicano, construyó fortines, nidos de ametralladora, puesto de mando, observatorio y refugios a lo largo de todo este sector. Actualmente, es posible observar en este municipio los dos nidos de ametralladora nombrados en el libro "Los Restos de la Defensa. Fortificaciones de la Guerra Civil en el Frente de Madrid. Ejército Republicano", de Ricardo Castellano, como Dos Ríos y Túnel, situados ambos frente a las posiciones del Ejército Nacional en Los Cerrillos.
Las dos posiciones se construyeron de hormigón armado y son del mismo tipo, de planta cuadrangular con el lateral frontal curvo y dos troneras93 abiertas en él. La nombrada como Túnel se encuentra en peor estado, con parte del revestimiento externo perdido, quizás por el uso de mayor cantidad de cascajo96 y menor de cemento de la requerida, además del hecho de que sus troneras pudieron ser picadas con la intención de extraer el material férreo con el que se armó el hormigón, un hecho no inusual en la España de la posguerra. Desde ella, se podía batir la boca Oeste del Túnel Nº15 Sola Mojada, de la línea de ferrocarril, entonces aún inconclusa, Madrid-Burgos directo y que ya hemos visto en este reportaje.
Localización: Coordenadas de Google Maps (41.01815, -3.69625). 28739 Villavieja del Lozoya.
La posición Dos Ríos, levantada al Este de la misma línea de ferrocarril anterior, se encuentra comunicada con dicha vía férrea mediante una trinchera excavada desde el lateral trasero de este nido de ametralladoras. En él, se repite el deterioro de las troneras, además del de su interior, ya observado en el anterior túnel, quizás por idénticos motivos de búsqueda de hierro.
Localización: Coordenadas de Google Maps (41.01383, -3.69408). 28739 Villavieja del Lozoya.
- 1 Censo de habitantes: Según el padrón municipal del 1 de enero de 2016 publicado por el INE.↑
- 2 Cañada: Vía para el ganado trashumante de hasta 75 metros de anchura.↑
- 3 Colada: Vía para el ganado trashumante de menor anchura que las cañadas, los cordeles (de hasta 37,5 m de anchura) y las veredaas (de hasta 20 m de anchura).↑
- 4 Reguera: Canal que se hace en la tierra a fin de conducir el agua para el riego.↑
- 5 Aceña: Molino harinero de agua situado en el cauce de un río.↑
- 6 Rodezno: Rueda dentada que engrana con la que está unida a la muela de la tahona7.↑
- 7 Tahona: Molino de harina cuya rueda se mueve con caballería. // Panadería↑
- 8 Anejo: Iglesia parroquial de un lugar, por lo común pequeño, sujeta a la de otro pueblo en donde reside el párroco.↑
- 9 Pechero: Obligado a pagar o contribuir con pecho10.↑
- 10 Pecho: Tributo que se pagaba al rey, al señor territorial o a cualquier otra autoridad.↑
- 11 Hidalgo: Persona que por linaje pertenecía al estamento inferior de la nobleza.↑
- 12 Alcabala: Tributo del tanto por ciento del precio que pagaba al fisco el vendedor en el contrato de compraventa y ambos contratantes en el de permuta.↑
- 13 Maravedí: Moneda antigua española, efectiva unas veces y otras imaginaria, que tuvo diferentes valores y calificativos.↑
- 14 Catastro del Marqués de la Ensenada: Con el nombre de Catastro del Marqués de la Ensenada se conoce un censo de la población y de la riqueza de Castilla (con excepción de las provincias vascas, que no pagaban impuestos) realizado con fines fiscales, entre los años 1749 y 1756, por el ministro de Fernando VI don Zenón de Semovilla y Bengoechea, Marqués de la Ensenada.↑
- 15 Censo del Conde de Aranda: El Censo del Conde de Aranda, presidente del Consejo de Castilla, fue encargado entre los años 1768 y 1769 a los obispos que, para ello, recibieron las instrucciones de que, a través de los párrocos de sus respectivas diócesis, recogieran una serie de datos de éstas en un formulario. Así, los datos requeridos eran las circunstancias personales de todos los habitantes adscritos a las diferentes diócesis: edad (hasta 7, 16, 25, 40, 50 y mayores de 50), sexo y estado civil; además, se debía aportar información complementaria sobre el número de exentos en función de su condición: Hidalguía, Real Servicio, Real Hacienda, Cruzada e Inquisición; finalmente, se enumeraban los eclesiásticos y los sirvientes de Iglesia y de Hospitales. Como resultado general se obtuvo la cifra de 9,3 millones de habitantes, si bien se considera que el Censo de Floridablanca16 (posterior al del Conde de Aranda) es más fiable. Sin embargo, es importante destacar que el Censo del Conde de Aranda es considerado el primer censo, debido a que abarca todo el territorio nacional, además de que, por vez primera, se cuentan personas, no vecinos, a pesar de que omiten los de las tierras de Órdenes Militares; asimismo, y también por primera vez, la población es clasificada por sexo y edad.↑
- 16 Censo de Floridablanca: Censo realizado por el ministro de Carlos III José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca, entre 1786 y 1787, y al que se considera el primer censo de población española realizado con técnicas modernas. En él, se obtuvo información sobre la estructura poblacional conforme a sexo, edad y estado civil, y una ordenación económica de todas las localidades de España.↑
- 17 Relaciones del Cardenal Lorenzana: Cuestionario que constaba de catorce preguntas y que tomaba su nombre del que fuera su promotor, el Cardenal Francisco Antonio de Lorenzana y Butrón (León, 22 de septiembre de 1722 - Roma, 17 de abril de 1804), que las mandó realizar en 1784 para de recabar información de todo tipo sobre la archidiócesis. Dichas preguntas debían ser contestadas por los vicarios, jueces eclesiásticos y curas párrocos del arzobispado.↑
- 18 Concejo: Ayuntamiento.↑
- 19 Fiel de fechos: Sujeto habilitado para ejercer funciones de escribano en los pueblos en que no lo había.↑
- 20 Arriero: Persona que trajina con bestias de carga.↑
- 21 Alarife: Arquitecto o maestro de obras. // Albañil.↑
- 22 Sebastián Miñano: Sebastián Miñano y Bedoya (Becerril de Campos, Palencia, 1779 - Bayona, Fracia, 1845) fue, además de escritor, periodista y político, un geógrafo e historiador español, autor del "Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal", una colección de 11 volúmenes publicada entre 1826 y 1829 y que está considerada como la más destacada obra de su tipo hasta la publicación del Diccionario de Madoz23.↑
- 23 Diccionario de Madoz: El “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar” es una obra publicada entre los años 1846 y 1850 por Pascual Madoz. Según confiesa el autor, su realización le llevó más de quince años y contó para ello con la labor de veinte corresponsales y más de mil colaboradores. Este Diccionario está formado por 16 volúmenes en los que se describen todas las poblaciones de España, incluyendo en algunos casos su historia.↑
- 24 Señorío: Territorio perteneciente al señor. // Dignidad de señor.↑
- 25 Desamortización: Desamortizar: Poner en estado de venta los bienes de manos muertas, mediante disposiciones legales. Por medio de varias desamortizaciones, se pusieron a la venta terrenos y otras propiedades de las llamadas “manos muertas” (la Iglesia y las órdenes eclesiásticas), quienes mediante donaciones y testamentos habían llegado a tener una extensión de terreno sólo inferior a las del rey y la aristocracia. Por estas expropiaciones y ventas la Iglesia no recibió nada a cambio. La Desamortización del ministro Mendizábal, llevada a cabo en 1836, fue una de las mayores y obtuvo unos resultados muy alejados de lo que se deseaba: la creación de una clase media en España. Sin embargo, sí fue de gran importancia en la historia de España, al expropiar gran parte de las posesiones eclesiásticas sin recibir la Iglesia, como decimos, nada a cambio. Desgraciadamente, las comisiones municipales encargadas de gestionar los trámites modificaron los lotes de terreno en venta, agrupándolos en grandes partidas que alcanzaban unos precios sólo asumibles por la nobleza y la burguesía adinerada.↑
- 26 Dehesa: Tierra generalmente acotada y arbolada, por lo común destinada a pastos.↑
- 27 Fanega (de tierra): Medida agraria que, según el marco28 de Castilla, contiene 576 estadales cuadrados29 y equivale a 64,596 áreas32, pero varía según las regiones.↑
- 28 Marco: Patrón o tipo por el cual debían regularse o contrastarse las pesas y medidas.↑
- 29 Estadal cuadrado: Medida superficial o agraria que tiene 16 varas cuadradas30 y equivale a 11,226 m2.↑
- 30 Vara cuadrada: Cuadrado que tiene de lado una vara31.↑
- 31 Vara: Medida de longitud que se usaba en distintas regiones de España con valores diferentes, que oscilaban entre 768 y 912 mm.↑
- 32 Área: Unidad de superficie equivalente a 100 metros cuadrados.↑
- 33 Cayetano Rosell y López: Bibliógrafo, dramaturgo, editor, historiador y traductor español nacido en Aravaca (Madrid) en 1817 y fallecido en Madrid en 1833. Oficial archivero de la Biblioteca Nacional en 1844 y miembro de la Real Academia de la Historia en 1856, que entre muchas otras obras, de ellas algunas comedias y zarzuelas, además de traducciones, escribió en 1865 la “Crónica de la provincia de Madrid”.↑
- 34 Andrés Marín Pérez: Bibliotecario de la Diputación provincial de Madrid y autor, entre otras, de la “Guía de Madrid”, una obra Geográfica-Histórico-Estadística de la provincia de Madrid publicada en los años 1888-1889.↑
- 35 De hecho y de derecho: Que, además de existir o proceder, existe o procede legítimamente.↑
- 36 Juan Ortega Rubio: Historiador español nacido en Puebla de Mula (Murcia) en 1845 y fallecido en Madrid en 1921. Fue catedrático de historia en la Universidad Complutense de Madrid y publicó, entre otras obras, “Los pueblos de la provincia de Valladolid”, en 1895, e “Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia”, en 1921.↑
- 37 Lado del Evangelio y lado de la Epístola: En una Iglesia, se llama lado del Evangelio al situado en la parte izquierda desde el punto de vista de los fieles, mirando estos hacia el altar, mientras que el de la Epístola es el de la parte derecha. Toman este nombre de los lados del presbiterio38 desde donde se lee el Evangelio y la Epístola durante la misa.↑
- 38 Presbiterio: Área del altar mayor hasta el pie de las gradas por donde se sube a él, que regularmente suele estar cercada con una reja o barandilla.↑
- 39 Arco de medio punto: Arco que consta de una semicircunferencia.↑
- 40 Diezmo: Tributo del diez por ciento que sobre el valor de ciertas mercancías recibía el rey. // Contribución que pagaban los fieles a la Iglesia, consistente en la décima parte de sus frutos.↑
- 41 Enlucido: Poner una capa de yeso o mezcla a las paredes, techos o fachadas de los edificios.↑
- 42 Vano: En una estructura de construcción, distancia libre entre dos soportes y, en un puente, espacio libre entre dos pilas o entre dos estribos consecutivos.↑
- 43 Mampostería: Obra hecha con mampuestos44 colocados y ajustados unos con otros sin sujeción a determinado orden de hiladas o tamaños.↑
- 44 Mampuesto: Piedra sin labrar que se puede colocar en obra con la mano.↑
- 45 Sillería: Fábrica hecha de sillares46 asentados unos sobre otros y en hileras.↑
- 46 Sillar: Piedra labrada, por lo común en forma de paralelepípedo47 rectángulo, que forma parte de un muro de sillería.↑
- 47 Paralelepípedo: Sólido limitado por seis paralelogramos48, cuyas caras opuestas son iguales y paralelas.↑
- 48 Paralelogramo: Cuadrilátero49 cuyos lados opuestos son paralelos entre sí.↑
- 49 Cuadrilátero: Dicho de un polígono: Que tiene cuatro ángulos y cuatro lados.↑
- 50 Agua: Vertiente de un tejado.↑
- 51 Jamba: Cada una de las dos piezas que, dispuestas verticalmente en los dos lados de una puerta o ventana, sostienen el dintel52 o el arco de ella.↑
- 52 Dintel: Pieza horizontal superior de puertas, ventanas y otros huecos, apoyada en sus extremos sobre las jambas y destinada a soportar cargas.↑
- 53 Casita de niños: Las Casas de Niños son centros educativos públicos, que acogen a niños y niñas del Primer Ciclo de Educación Infantil , preferentemente de 1 a 3 años. Los niños se distribuyen en grupos teniendo en cuenta sus edades. Pueden realizarse diversos agrupamientos, utilizando criterios educativos para su organización. El horario general es el comprendido entre las 09:00 y las 13:00 horas. También pueden ofrecer ampliación de horario y servicio de comedor.↑
- 54 Sillarejo: Piedra de dimensiones menores a las del sillar, con una labra menos cuidada y cuyas dimensiones no llegan al espesor del muro.↑
- 55 Bigornia: Yunque con dos puntas opuestas.↑
- 56 Templar: Enfriar bruscamente en agua o aceite un material calentado por encima de determinada temperatura, con el fin de mejorar algunas de sus propiedades.↑
- 57 Tornillo de banco: Utensilio usado en carpintería, cerrajería, etc., que se compone de una parte fijada en el banco58 y otra que se mueve mediante un tornillo59, entre las que sujeta, apretándola, la pieza que se trabaja.↑
- 58 Banco: Madero grueso escuadrado que se coloca horizontalmente sobre cuatro pies y sirve de mesa para labores de carpinteros y otros artesanos.↑
- 59 Tornillo: Instrumento con que se mantienen sujetas las piezas que se están trabajando, por medio de dos topes, uno fijo y otro móvil.↑
- 60 Iguala: Composición, ajuste o pacto en los tratos. // Estipendio61 o cosa que se da en virtud de una iguala.↑
- 61 Estipendio: Paga o remuneración que se da a alguien por algún servicio.↑
- 62 Callo: Cada uno de los dos extremos de la herradura. // Cada una de las chapas, a modo de herraduras, con que se refuerzan las pezuñas de las vacas o de los bueyes domésticos.↑
- 63 Clavo bellote: Clavo de unos 20 cm de largo y 1 de grueso, y con la cabeza parecida al cascabillo64 de la bellota.↑
- 64 Cascabillo: Cúpula de la bellota.↑
- 65 Podón: Podadera grande y fuerte usada para podar y rozar. // Herramienta para podar, con mango a modo de martillo y una boca en forma de hacha y la otra en forma de cuchillo.↑
- 66 Etnografía: Estudio descriptivo de las costumbres y tradiciones de los pueblos.↑
- 67 Medianera: Dicho de una pared, y por extensión, de un elemento divisorio: Común a dos casas, construcciones o fincas contiguas.↑
- 68 Comunal: Común. // Dicho de una cosa: Que, no siendo privativamente de nadie, pertenece o se extiende a varios.↑
- 69 Celemín: Porción de grano, semillas u otra cosa semejante que llena exactamente la medida del celemín. // Medida de capacidad para áridos70, que tiene 4 cuartillos71 y equivale en Castilla a 4,625 litros aproximadamente.↑
- 70 Árido: Granos, legumbres y otros frutos secos a que se aplican medidas de capacidad.↑
- 71 Cuartillo: Medida de capacidad para áridos, cuarta parte de un celemín, equivalente a 1156 mililitros aproximadamente.↑
- 72 Correón: Correas anchas y gruesas.↑
- 73 Tocón: Parte del tronco de un árbol que queda unida a la raíz cuando lo cortan por el pie.↑
- 74 Arco rebajado: Arco cuya altura es menor que la mitad de su luz75.↑
- 75 Luz: Distancia horizontal entre los apoyos de un arco, viga, etc.↑
- 76 Mudéjar: Dicho de un estilo arquitectónico: Que floreció en España desde el siglo XIII hasta el XVI, caracterizado por la conservación de elementos del arte cristiano y el empleo de la ornamentación árabe.↑
- 77 Arco de herradura: Arco que tiene más de media circunferencia y cuyos arranques vuelan78 tanto como la imposta79.↑
- 78 Volar: Sobresalir fuera del paramento de un edificio.↑
- 79 Imposta: Hilada de sillares algo voladiza, a veces con moldura, sobre la cual va sentado un arco.↑
- 80 A soga: Dicho de construir: Con la dimensión más larga del ladrillo o piedra en la misma dirección del largo del paramento.↑
- 81 A tizón: Dicho de construir: Con la dimensión más larga del ladrillo o piedra colocada perpendicularmente al paramento.↑
- 82 Tapial: Pared o trozo de pared que se hace con tierra amasada.↑
- 83 Alfiz: Recuadro del arco árabe, que envuelve las albanegas84 y arranca bien desde las impostas, bien desde el suelo.↑
- 84 Albanega: Espacio triangular comprendido entre la rosca85 de un arco y el alfiz.↑
- 85 Rosca: Faja de material que, sola o con otras concéntricas, forma un arco o bóveda.↑
- 86 Desbastar: Quitar las partes más bastas a algo que se haya de labrar.↑
- 87 Argamasa: Mortero88 hecho de cal, arena y agua, que se emplea en las obras de albañilería.↑
- 88 Mortero: Conglomerado o masa constituida por arena, conglomerante y agua, que puede contener además algún aditivo.↑
- 89 Fresneda: Sitio o lugar de muchos fresnos.↑
- 90 Laja: Lancha. // Piedra más bien grande, naturalmente lisa, plana y de poco grueso.↑
- 91 Canto rodado: Canto pelado. // Piedra alisada y redondeada a fuerza de rodar impulsada por las aguas.↑
- 92 PK: Poste Kilométrico.↑
- 93 Tronera: Abertura en el costado de un buque, en el parapeto de una muralla o en el espaldón94 de una batería95, para disparar con seguridad y acierto los cañones.↑
- 94 Espaldón: Valla artificial, de altura y cuerpo correspondientes, para resistir y detener el impulso de un tiro o rechazo.↑
- 95 Batería: Obra de fortificación destinada a contener algún número de piezas de artillería reunidas y a cubierto.↑
- 96 Cascajo: Conjunto de piedras menudas o de fragmentos de piedra y de otras cosas que se quiebran.↑
LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:
AUTOBUS:
INTERURBANOS:
- Línea 191: Madrid (Plaza de Castilla) - Buitrago del Lozoya.
- Línea 191A: Buitrago del Lozoya - Braojos de la Sierra.
- Línea 195: Madrid (Plaza de Castilla) - Braojos de la Sierra.
- Línea 195A: Circular Buitrago del Lozoya - Gargantilla del Lozoya (por Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias).
- Línea 195B: Circular Buitrago del Lozoya - Gargantilla del Lozoya.
CARRETERAS:
Desde Madrid:
- Por la A-1 > Salida 76 > M-634.
TREN:
METRO:
METRO LIGERO/TRAVÍA:
Los datos de comunicaciones se han tomado, en octubre de 2018, web del Consorcio de Transportes de Madrid y de Google Maps.
BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- VV.AA.: “Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid (zona Norte). Tomo IV”; Edita: Dirección General de Arquitectura y Vivienda, Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Fundación Caja Madrid y Fundación del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid; ISBN: 84-451-0743-7; Depósito Legal: M-47209-1999.
- VV.AA.: “Del Valle del Lozoya al embalse del Vellón”; Colección “Biblioteca Madrileña de Bolsillo / Pueblos y ciudades”; Servicio de Publicaciones de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid; ISBN: 84-451-2290-8; Depósito Legal: M-50.674-2004.
- Sebastián de Miñano: "Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal. Tomo X."; Imprenta de Pierart-Peralta, Plazuelo del Cordón, N.1, Madrid; 1828.
- Pascual Madoz: "Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Tomo XVI."; Imprenta Calle de Jesús y María, Núm. 28, Madrid; 1850.
- Cayetano Rosell y López: “Crónica de la Provincia de Madrid.”; Editores Ronchi-Vitturi-Grillo. Madrid; 1865. Reedición de la Comunidad de Madrid de 1983.
- Andrés Marín Pérez: “Guía de Madrid y su provincia. Tomo II.”; Escuela tipográfica del Hospicio. Calle de Fuencarral, 84, Madrid; 1888.
- Juan Ortega Rubio: "Historia de Madrid y de los Pueblos de su Provincia. Tomo II."; Imprenta Municipal, Madrid; 1921.
- VV.AA.: "Diccionario Geográfico de España". Prensa Gráfica, Madrid; 1956-1961.
- Ricardo Castellano: "Los Restos de la Defensa. Fortificaciones de la Guerra Civil en el Frente de Madrid. Ejército Republicano"; Edita: Almena Editores; ISBN: 978-84-96170-67-4; Depósito Legal: M-10539-2007.
- Plan General de Ordenación Urbana. Catálogo de Bienes Protegidos
- Censo de Pecheros de Carlos I, 1528 (Archivo .xls).
- Censo de la Corona de Castilla, 1591 (Archivo .xls).
- Censo de Campoflorido, 1712 (Archivo .xls).
- Censo del Marqués de la Ensenada, 1752 (Archivo .xls).
- La Población de la Actual Provincia de Madrid en el Censo de Floridablanca (1786) (Archivo .pdf).
- Web oficial del Ayuntamiento de Villavieja del Lozoya
- DRAE