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una Ventana desde Madrid

Parques y Jardines de Madrid

El Capricho (y II)



Leyenda:
En azul, lugares de interés tratados en El Capricho (I)
En rojo, lugares de interés tratados en El Capricho (y II)


Por Lourdes Morales Farfán


Parque de El Capricho, El Abejero, parte trasera con las trampillas a las colmenas

Comenzamos nuestro recorrido en el mismo punto donde nos habíamos quedado en la página El Capricho (I), el Estanque de los Cisnes. Para llegar hasta éste, en la última bifurcación del camino habíamos tomado el ramal de la izquierda; sólo es volver hacia atrás para tomar ahora el de la derecha y, tras pasar por la zona donde veremos las chimeneas de ventilación del búnker, llegaremos hasta la fachada posterior del Abejero. Se trata de un edificio construido a partir de 1794, con una estructura formada por un cuerpo central de planta ochavada1 y con un ala en cada lateral que lo une a sendos pabellones en los extremos. Las formas del edificio central, las cubiertas de éste y de las alas, y las esculturas que tenía en los nichos de la fachada principal hacen que se haya llegado a definir su estilo arquitectónico como más cercano al rococó2 que al neoclásico5. Su nombre lo toma de las colmenas existentes en su fachada posterior, a las cuales podían entrar y salir las abejas al abrir las trampillas metálicas que las cerraban.

Una vez dentro del edificio, el espacio destinado a las abejas quedaba limitado por unos cristales, a través de los cuales podían ser observadas por los posibles espectadores desde una zona lujosamente orjamentada. En su interior, ocho columnas corintias6, aún existentes, rodeaban una estatua de Venus realizada en mármol de Carrara. Lamentablemente, los materiales tanto del interior como del exterior del edificio no eran de buena calidad y en 1808 ya se afirmaba de él que sería más costosa su reparación que una nueva edificación. Aunque desprovisto de su anterior lujo, hoy podemos disfrutar al contemplar un edificio tan peculiar.


Parque de El Capricho, Rueda de Saturno

Dejamos a nuestra espalda la fachada delantera del anterior abejero y, siguiendo el camino que de ella parte, llegamos hasta el siguiente punto, consistente en una plaza de la que surgen, que como si de un eje se tratara, seis caminos iguales dispuestos en forma de radios a los que rodea en sus extremos otro camino circular.

El conjunto forma la Rueda de Saturno y en la plaza que actúa como eje se encuentra una columna de orden de Paestum9 sobre la que se levanta la estatua de "Saturno devorando a sus hijos".


Parque de El Capricho, Estanque de las Tencas

Llegados al centro de esta Rueda de Saturno , podremos ir hacia el Oeste, a la Ruina o Casa del Artillero, o hacia el Norte, al Estanque de las Tencas. Vamos a dirigirnos en primer lugar hacia este último y, para ello, sólo tenemos que fijarnos en las divisiones del terreno que forman los caminos o "radios" que surgen de la plaza o "eje" de esta "rueda" y, dejando a la izquierda los dos caminos que enmarcan aquella parte del terreno con menos árboles, que es donde se encuentra la ruina, tomar el siguiente camino hacia adelante que nos llevará hasta este estanque que, con algo más de metro y medio de profundidad y de ochocientos cincuenta metros cuadrados de superficie, es el más grande de los existentes en el parque (no confundir con la mucho mayor laguna artificial).


Parque de El Capricho, Ruína o Casa del Artillero

Volvamos atrás y dirijámonos ahora hacia la Ruina o Casa del Artillero. Recordemos que era la que tiene menos árboles entre las seis divisiones del terreno que forman los "radios" que surgen de la "rueda". Al fondo, rodeada de árboles y vegetación, se encuentra la ruina.

Esta construcción se realizó con la intención de parecer un edificio abandonado y contribuir así a darle más realismo a esta parte del jardín, de tipo paisajista10. Como podemos leer en ""El Capricho" de la Alameda de Osuna", de Carmen Añón Feliú, "La ruina contribuía a añadir el elemento "tiempo", con su peso evocador, sentimental llamada a lo efímero de las cosas, y subyacente la presencia de la muerte en contraposición a la imagen de la vida y la naturaleza".


Parque de El Capricho, Batería o fortín

Continuamos caminando en el mismo sentido con el que hemos llegado hasta la ruina y, a muy pocos metros, tenemos otro singular elemento de este jardín; es la Batería o Fortín. En el momento de su construcción, contaba con una serie de complementos, desaparecidos en la actualidad, tales como doce pequeños cañones de bronce, una garita con un soldado y su armamento, y un puente levadizo de madera. El foso de agua que lo rodeaba sí lo ha conservado; tiene una profundidad de aproximadamente medio metro y, cuando lleva mucho tiempo estancada, el agua toma en la superficie ese color verdoso y esa apariencia de solidez.


Parque de El Capricho, Ria

Si miramos hacia el fortín, dejando a la espalda de éste la ruina, y caminamos hacia nuestra izquierda, a muy escasa distancia veremos el inicio de una Ría artificial con una longitud de casi medio kilómetro y formada por sinuosas curvas que intentan dar una imagen de naturaleza pura como corresponde a este tipo de jardín (recordemos, paisajista), alejado de la rectitud de los canales típicos en otro tipo de jardines. Vamos a seguir su curso por la margen situada hacia el interior del parque e iremos describiendo los diferentes puntos de interés que vamos a ir encontrando por el camino. Pero antes de continuar, mencionemos que se trata de una ría navegable por la que, en tiempos pasados, han efectuados bucólicos11 trayectos a bordo de barcas los propietarios del parque y sus invitados.


Parque de El Capricho, Espacio circular para el Juego de la Sortija

El primer punto al que llegaremos será la llamada Zona de Juegos, que encontraremos poco después del giro, de casi 90 grados, que da la ría a la izquierda y adentrándonos un poco hacia el interior del parque. Aquí, durante los períodos de primavera y verano se montaban diferentes aparatos, como podían ser el "Juego de la Sortija" y el "Columpio", de los cuales ya existía constancia en 1798. El primero consistía en una especie de tiovivo formado por un pilar techado con cuatro barras horizontales, situadas a unos 3 metros del suelo, que giraban sobre él y de las cuales colgaban dos caballos de madera y dos cestas. El segundo era lo que su nombre nos indica, teniendo una barca de madera como balancín. Hoy, todo ello ha desaparecido y lo que ha quedado es el terreno y algunas señales en el suelo.


Parque de El Capricho, Puente de Hierro

A continuación, nos llegaremos hasta este singular Puente de Hierro que atraviesa la ría. Un puente realizado por iniciativa de Don Pedro Alcántara en 1830 y del que se suele ignorar que es el puente de hierro más antiguo de los conservados en España, siendo frecuente que tal particularidad se le atribuya al sevillano Puente de Triana, construido entre 1845 y 1852.

En la Comunidad de Madrid, el siguiente puente de hierro en antiguedad sería el de Fuentidueña de Tajo, construido entre los años 1868 y 1876.


Parque de El Capricho, Lago

Al llegar hasta el puente, ya hemos recorrido un poco más de la longitud de la ría y estaremos viendo el pequeño Lago que se nos descubre tras él, donde encontraremos varios lugares interesantes que iremos viendo al bordearlo por su parte Suroeste, dejando atrás y a la derecha el punto anterior.

Y es que la Duquesa quiso que en su propiedad también hubiera un jardín de tipo anglo-chino, tan de moda en el siglo XVIII y cuyos elementos solían comprender rías y lagos de irregulares bordes con islas en su interior.


Parque de El Capricho, Casa de Cañas

Inmediatamente, y casi colindante con el puente de hierro, tenemos un embarcadero construido entre los años 1792 y 1795 llamado la Casa de Cañas por ser éste el material de que está recubierto. Su autor, y el de varias otras construcciones del parque, es el escenógrafo12 italiano Angel María Tadey. Además de servir para guardar los barcos del recinto, contaba con un pequeño pabellón de reposo o comedor abierto hacia el agua. Tanto este último como el embarcadero están ornamentados con pinturas murales simulando una arquitectura inexistente, utilizando lo que se suele llamar en pintura "trampantojo"13. Ha sido restaurada entre los años 1999 y 2001, dado el gran estado de deterioro en que se encontraba.

Parque de El Capricho, Pabellón de Esteras

En la fotografía superior, vemos la Casa de Cañas y, detrás de ésta, el puente de hierro una vez sobrepasados y dejados atrás ambos.

Continuamos bordeando el lago hacia el Suroeste y pasamos por los restos del antiguo Pabellón de Esteras, del que ha quedado poco más que el suelo y los lugares donde encajarían los soportes o mástiles que lo levantaban, como podemos ver en la fotografía de la derecha.


Parque de El Capricho, Quiosco o embarcadero

Del siguiente punto por el que pasamos, nombrado en todas las guías del jardín que hemos consultado como Quiosco o embarcadero, apenas si ha quedado ningún rastro, exceptuando lo que sería el camino de acceso hasta él con un suelo similar al del pabellón de esteras.


Parque de El Capricho, Monumento al III Duque de Osuna

Si miramos ahora hacia el centro del lago, veremos la isla ahí situada con el Monumento al III Duque de Osuna, consistente en una cascada sobre la que se levanta un sepulcro en cuya lápida, y debajo de un medallón en bronce que representa la cabeza del Duque, leeremos: "A la memoria de D. Pedro Téllez Girón III Duque de Osuna, Virrey de Nápoles".

Don Pedro Téllez-Girón y Velasco Guzmán y Tovar (Osuna, 17 de diciembre de 1574 - Barajas, 24 de septiembre de 1624) fue virrey y capitán general de Sicilia (1610-1616) y de Nápoles (1616-1624). A pesar de ser uno de los personajes más destacados del reinado de Felipe III, prefirió los campos de batalla a la vida cómoda que le permitía su fortuna. Luchó contra los rebeldes en Flandes y contra turcos y berberiscos en el Mediterráneo, armando una flota corsaria con su propio dinero y con la que siempre venció, hundiendo o capturando a la flota otomana más barcos que los que ésta perdió en la batalla de Lepanto. Enfrentado a la República de Venecia que intentaba mantener su hegemonía, ésta se acercó al turco conspirando contra él en la corte española. La muerte de Felipe III y su oposición al nuevo valido, el Conde-Duque de Olivares, lo llevaron a la cárcel, donde murió. Su secretario y amigo Francisco de Quevedo escribió a su muerte:


Faltar pudo su patria al grande Osuna,
Pero no a su defensa sus hazañas;
Diéronle muerte y cárcel las Españas,
De quien él hizo esclava la Fortuna.
Lloraron sus envidias una a una
Con las propias naciones las extrañas;
Su tumba son de Flandes las campañas,
Y su epitafio la sangrienta Luna.
En sus exequias encendió al Vesubio
Parténope; y Trinacria al Mongibelo;
El llanto militar creció en diluvio;
Díole el mejor lugar Marte en su cielo;
La Mos, el Rhin, el Tajo y el Danubio
Murmuran con dolor su desconsuelo.


Parque de El Capricho, Montaña Rusa

Antes de terminar de bordear el lago y continuar nuestro camino por la ría, veremos una elevación del terreno a muy cercana distancia, hacia el Sudoeste. Se trata de la Montaña Rusa existente en el parque y que no debemos confundirla por su nombre con las que hay en los parques de atracciones; en este caso, encontraremos una colina artificial con dos caminos zigzagueantes que la rodean, uno de subida y otro de bajada, protegidos ambos por barandillas de madera. Contaba con una cascada y, cuando el tiempo lo permitía, se instalaba en lo más alto una tienda de campaña desde la que contemplar el lago y los alrededores.

De momento, y dado el elevado estado de deterioro en que se encuentra, está prohibido subir a ella por lo peligroso que podría resultar.


Parque de El Capricho, Casino de Baile

Seguimos adelante hasta llegar al Casino de Baile, el último punto por recorrer junto a la ría. Su situación permite que, si hubiéramos llegado hasta él en una barca a través de la ría, la primera imagen que hubiéramos visto sería la de una doble escalinata descendiendo sobre los laterales de una cueva desde la que nos observa la escultura de un fiero jabalí. Se construyó en 1815 sobre el pozo que vierte sus aguas en la ría tras el final de la Guerra de la Independencia (1808-1814) y es obra del arquitecto Antonio López Aguado (1764-1831), otra de cuyas obras es la Puerta de Toledo.

Parque de El Capricho, Jardín de flores

Se trata de una edificación de dos plantas en la que la inferior es cuadrada y la superior octogonal. En la primera, se encuentran la maquinaria y el depósito de agua, y en la segunda, dando nombre al edificio, el salón de baile. Cuenta este último con una alegre decoración de pilastras jónicas, alternándose en las paredes los huecos de las ventanas y los espejos. En el techo, una pintura neoclásica representa el Zodíaco. Si tuviéramos acceso a los inventarios del salón, echaríamos en falta una imponente lámpara central de bronce en estilo neogótico. En el exterior, cuatro relieves representando cada uno a una estación del año servían para adorno de las puertas. Tras el palacio, dentro del parque, es la segunda construcción en importancia. Al rodearlo y llegar hasta su fachada trasera, nos habremos situado en el jardín de flores que mostramos en la fotografía de la izquierda. A nuestra espalda, estaría la valla que separa el parque del lugar donde se situaban las cuadras y que hoy ocupa un camping.


Parque de El Capricho, Polvorín

Desde nuestra posición, podemos volver hacia el casino y tomar uno de los dos caminos que nos llevan hacia la plaza de toros. Hay dos, uno justo enfrente de la fachada Sur del edificio y otro situado un poco antes y que parte desde el jardín de flores. Nosotros vamos a tomar este último y, antes de llegar hasta la plaza, encontraremos un par de construcciones por el camino. La primera es la entrada al antiguo polvorín del búnker subterráneo; está situada a nuestra izquierda y parcialmente oculta entre la vegetación.


Parque de El Capricho, Casa de la Vieja

La siguiente es la Casa de la Vieja. Quizás sea el lugar más caprichosamente construido dentro de este jardín llamado, de forma muy descriptiva, "El Capricho". Recordemos que estamos en la parte del jardín tipo paisajista, por lo que este edificio debía dar una imagen de total naturalidad, de ahí la impresión de tosquedad14 que nos puede dar la fachada si la comparamos con el de las otras construcciones del recinto. Curiosamente, y a diferencia de otros jardines europeos en que, dada la pobreza de este tipo de materiales, han tenido que reconstruirse en varias ocasiones, ésta es la construcción original del siglo XVIII que, gracias al clima seco de Madrid, ha permitido su permanencia en el tiempo.

Construida entre 1792 y 1795, es una imitación de una casa de labranza de entonces de dos plantas. En la inferior, estaban el cuarto de la vieja, con los autómatas15 a tamaño natural de una mujer mayor hilando y de un muchacho acompañándola, a los que se le añadió años después otro similar representando a un labriego; el comedor, con trampantojos en las paredes simulando alimentos; el llamado "Gabinete de Musgo", donde las paredes y los asientos de las sillas estaban recubiertos de musgo; un retrete con un orinal grande y otro pequeño, todo ello dando imagen de gran pobreza. En la planta superior, en cambio, se hallaba el llamado "Gabinete Rico", adornado con pinturas neoclásicas, doce sillas con asientos de paja y un velador16. Hoy la casa está vacía, habiendo desaparecido los autómatas.


Parque de El Capricho, Estanque nuevo

Dejamos atrás la Casa de la Vieja y llegamos hasta la plaza de toros; desde aquí, volvemos a recorrer la travesía inicial que mencionamos en El Capricho (I) hasta llegar a la altura del Invernadero. Justo enfrente de él, en la margen contraria de nuestro recorrido, surge un camino hacia el Norte (hacia la parte de la ría); lo tomamos y vemos cómo se divide rápidamente, casi al inicio, en otros dos. Vamos a meternos por el de la izquierda y, tras un corto trecho, llegaremos al Estanque Nuevo que vemos en la fotografía de la derecha.

Parque de El Capricho, Plaza de Plátanos

Si hubiéramos tomado el de la derecha, sería a otra nueva bifurcación a donde llegaríamos; pues bien, en ese punto nos detenemos para, desde ahí, girar hacia nuestra izquierda y, saliéndonos del camino, ir en dirección al anterior estanque. A muy pocos metros, será la Plaza de Plátanos la que habremos encontrado. Otro lugar donde reposar unos instantes en soledad.


Parque de El Capricho, Estanque de patos

Volvamos atrás, al punto donde nos detuvimos para salir hacia la Plaza de Plátanos. Y aquí, en el mismo sentido que llevábamos antes de detenernos, entramos en el desvío de la derecha para llegar hasta donde este se separa en otros dos recorridos, de los cuales tomamos el de la izquierda (hacia la ría). Es al Estanque de los Patos a donde nos dirigimos ahora. Construido antes de 1804, es otra más de las agradables sorpresas que tenemos con todo aquello que encontramos paseando por El Capricho.


Parque de El Capricho, Ermita

Después de llegar hasta el Estanque de Patos, son tres los posibles caminos que podemos seguir; tomamos el situado más a la izquierda; el de más a la derecha será el que nos lleve por el puente. Ya estamos terminando nuestro recorrido por el recinto y hemos dejado para el último lugar otra de sus curiosidades. La Ermita es una más de las construcciones levantadas con la intención de parecer ruinosa desde el mismo momento de su terminación.

De planta rectangular y única, en su interior se dividía en dos habitaciones, contando con trampantojos y musgo artificial. Tal como la vemos en la fotografía, a su derecha, hay una tumba en forma de una pequeña pirámide donde existía un epitafio que rezaba:

Aquí yace Fray Arsenio.
Residió en esta comarca 26 años
en esta ermita de la Alameda de Osuna
que le fue donada en caridad por sus méritos
dedicándose constantemente a la oración
y a las más sublimes prácticas pidadosas
Murió en 4 de Junio de 1802
en brazos de su amigo Eusebio
quien le ha sucedido en su género de vida
y aspira a sucederle en us virtudes.

A la muerte de Eusebio, lo sustituyó un maniquí de madera.


Terminamos aquí nuestra visita al jardín de "El Capricho", obra de una mujer extremadamente culta y poderosa en su época. En estas dos páginas, hemos querido recorrerlo construyendo otro trayecto más entre tantos posibles. Pero si de verdad queremos disfrutar de él, nuestro consejo es que no sigamos ningún itinerario para poder conocer cada uno de sus recovecos. Dejémonos atrapar por sus caminos, su vegetación, sus caprichos... Así, cuando nos demos cuenta, estaremos paseando o sentados tranquilamente gozando de la tranquilidad y de la belleza que él nos brinda.

.
* * *

Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑

Más El Capricho


Capricho (I)



GLOSARIO

- 1 Ochavado: Dicho de una figura, de ocho ángulos iguales y ocho lados iguales cuatro a cuatro y alternados.
- 2 Rococó: Se dice del estilo barroco3 que predominó en Francia en tiempo de Luis XV (1710-1774).
- 3 Barroco: Se dice de un estilo de ornamentación caracterizado por la profusión de adornos en forma de espiral o caracol situados en los capiteles4 y otros ornamentos en que predomina la línea curva, y que se desarrolló, principalmente, en los siglos XVII y XVIII.
- 4 Capitel: Parte superior de la columna y de la pilastra, que las corona con forma y ornamentación distintas, según el estilo de arquitectura a que corresponde.
- 5 Neoclásico: Dicho de un arte o de un estilo modernos: Que tratan de imitar los usados antiguamente en Grecia o en Roma.
- 6 Columna Corintia: Su capitel está adornado con hojas de acanto y caulículos7.
- 7 Caulículo: Cada uno de los vástagos que nacen del interior de las hojas que adornan el capitel corintio, y van a enroscarse en los ángulos y medios del ábaco8.
- 8 Ábaco: Parte superior en forma de tablero que corona el capitel.
- 9 Paestum: Ruinas de una ciudad greco-romana en la región italiana de Campania. Abandonada en el siglo XI, sus restos permanecieron ocultos por la vegetación hasta que, en 1752, el rey Carlos VII de Nápoles (futuro Carlos III de España) ordenó construir una carretera que, al atravesar sus ruinas, las sacó a la luz descubriéndose en ellas un órden dórico diferente a los conocidos y que fue muy imitado en el siglo XVIII.
- 10 Jardín paisajista: Tipo de jardín inglés caracterizado por abrirse e integrarse en el paisaje, mezclándose las arboledas con las praderas. Se podría decir de él que es un jardín abierto, sin muros, con un diseño más propio de pintores que de arquitectos.
- 11 Bucólico: Que evoca de modo idealizado el campo o la vida en el campo.
- 12 Escenografía: Arte de proyectar o realizar decoraciones escénicas.
- 13 Trampantojo: Ilusión, trampa con que se engaña la vista haciendo ver lo que no es. Jugando con las luces, las sombras y la perspectiva se consigue simular más claridad si pintamos una ventana abierta al exterior, o mejorar la apariencia de una habitación al pintar objetos inexistentes como estanterías, muebles, etc.
- 14 Tosco: Grosero, sin pulimento ni labor.
- 15 Autómata: Instrumento o aparato que encierra dentro de sí el mecanismo que le imprime determinados movimientos. Máquina que imita la figura y los movimientos de un ser animado.
- 16 Velador: Mesita de un solo pie, redonda por lo común.

DATOS DE INTERES

HORARIOS DE APERTURA/VISITA:
Del 1 de Octubre al 31 de Marzo, los sábados, domingos y festivos de 9:00 a 18:30. Del 1 de Abril al 30 de Septiembre los sábados, domingos y festivos de 9:00 a 21:00. Fuera del horario habitual se puede visitar en grupo, contactando previamente con el departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid.

COMUNICACIONES:
Metro: El Capricho (L5).
Bus: 101, 105, 151

BIBLIOGRAFÍA Y ENLACES EXTERNOS:
- Carmen Añón Feliú: "El Capricho" de la Alameda de Osuna, Serie PARQUES Y JARDINES DE MADRID, Ediciones DOCE CALLES, ISBN: 84-89471-19-3 D.L.: M.52.770-2001
- Madrid, Web Oficial de Turismo
- DRAE

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