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una Ventana desde Madrid

Parques y Jardines de Madrid

El Capricho (I)




Leyenda:
En azul, lugares de interés tratados en El Capricho (I)
En rojo, lugares de interés tratados en El Capricho (y II)


Por Lourdes Morales Farfán


Parque de El Capricho, Entrada al Parque

El parque de El Capricho, situado en el distrito de Barajas y con una extensión de 14 hectáreas, es el único jardín del romanticismo que se conserva en Madrid. Su construcción se la debemos a los deseos de la duquesa de Osuna por tener una villa de recreo donde alejarse de la Corte y reposar de los deberes y compromisos inherentes a su posición. Doña María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel, considerada una de las mujeres más inteligentes de la época, era mecenas de artistas, toreros e intelectuales. Su marido, don Pedro Alcántara, IX Duque de Osuna, era un enamorado de la literatura y de la música, siendo miembro de la Real Academia de la Lengua Española y disponiendo de una orquesta particular.

La construcción de este jardín, considerado uno de los más bellos parques de la capital española, se desarrolló entre 1787 y 1839. El nivel y la calidad de su construcción podemos imaginarla sabiendo que en ella estuvieron implicados diferentes jardineros de las casas reales española y francesa como Jean Baptiste Mulot, quien venía de trabajar en Versalles.

Son tres tipos de jardines diferentes los que veremos en El Capricho. El parterre1 o jardín francés, con su característica uniformidad en los setos y árboles, está situado delante de la fachada posterior del Palacio. El giardino italiano, con su combinación de setos y árboles creciendo de tal modo que nos protege del sol en verano y aprovecha su calor en invierno, lo tenemos al Sur del Palacio, en un espacio no visitable situado en la parte más antigua de los jardines, en un nivel de menor altura del terreno. El jardín paisajista inglés es el que abarca una mayor extensión de terreno al estar presente en todo el resto del parque; en él, la vegetación crece de una forma más pura, menos artificiosa, invitándonos mientras lo recorremos a perdernos por sus diferentes caminos.

Durante la Guerra de la Independencia, el recinto sufrirá graves daños al utilizarlo el general francés Agustín Belliard como campamento de sus tropas. Tras retirarse los franceses, se repuebla de árboles y se construyen nuevos edificios.

Localización: Paseo de la Alameda de Osuna. 28042 Madrid.


Parque de El Capricho, Plaza de Toros

Ha recibido diferentes reconocimientos durante el pasado siglo XX. En 1934, se le declara Jardín Histórico; en 1943, Jardín Artístico; y en 1985, Bien de Interés Cultural. En 2001, después de su recuperación tras décadas de abandono, obtuvo el diploma Europa Nostra.

Con el fin de cuidar la limpieza y la conservación del parque, la afluencia de público está limitada a unas 1000 personas por día, no permitiéndose la entrada de alimentos, bebidas, animales o bicicletas.

Una vez traspasados los tornos de entrada, comenzaremos nuestro recorrido por este bello rincón madrileño, siendo la primera parada la plaza donde estaba la antigua Plaza de Toros. Al otro lado de ella, vemos la que sería la antigua puerta de entrada trasera a los jardines.


Parque de El Capricho, Puerta de Entrada

Entramos por esta antigua Portada Trasera y seguimos, en línea recta, el camino que en ella se inicia y que nos llevará hasta la Plaza de los Emperadores, que podemos considerar uno de los puntos de referencia del jardín.

Durante este recorrido y hasta llegar a dicha plaza, encontraremos a nuestra derecha los siguientes puntos de interés del parque: Parterre de los Duelistas, el antiguo invernadero, una fuente renacentista y un puente por el que cruzaremos un arroyo.


El primer sitio que inmediatamente veremos a nuestra derecha es el Parterre de los Duelistas, también llamado Plaza de los Cipreses. En su centro y rodeadas de estos árboles, tenemos dos columnas de mármol, las cuales sostienen cada una de ellas un busto que representa un duelista de espaldas inmediatamente antes de comenzar el lance de honor. La distancia que las separa es la misma de un duelo real: cuarenta pasos.

Parque de El Capricho, Parque de El Capricho, Parterre de Los Duelistas

La leyenda sostiene, aunque de forma errónea, que es una referencia al duelo real que existió entre el infante Don Enrique de Borbón, primo hermano de la reina Isabel II y hermano del marido de ésta, y Don Antonio Felipe de Orleans, Duque de Montpensier, quinto hijo de Luis Felipe I, rey de Francia. En principio, el motivo de dicho desafío fue un escrito publicado por Don Enrique de Borbón en el diario 'La Época', donde se declaraba enemigo suyo y le prodigaba repetidos insultos. No debemos dejar de contemplar las fechas en las que se produjo dicho duelo: se trataba del año 1870; hacía dos años que el trono de España estaba vacante tras el derrocamiento de Isabel II, aún no se había decidido un sucesor y el Duque de Montpensier, casado con la hermana menor de Isabel II, era un serio aspirante a él. El enfrentamiento se realizó a pistola y el duque mató al infante, acabando así con sus posibilidades de obtener el trono español ya que nunca sería aceptado en él quien había matado a un miembro de la familia real española.

Parque de El Capricho, Invernadero

El duelo se llevó a cabo en la dehesas de los Carabancheles, en las Ventas de Alcorcón, y no coinciden las fechas del monumento y del duelo por lo que, aunque la leyenda continúe, ésta no es real.

Continuamos nuestro paseo en el mismo sentido anterior y no tardaremos en divisar, tras el Parterre de los Duelistas, un edificio rectangular de dos pisos: se trata del Invernadero, construido en 1795. Tras él, en una zona no visitable, dentro de una estructura de hierro y cristal, está el espacio de plantación. Aquí, si prestamos un poco de atención, veremos que el camino que separa a los Duelistas del Invernadero transcurre paralelo al que veníamos siguiendo desde la portada trasera. Podemos seguir por cualquiera de ellos ya que ambos terminan en la misma plaza a la que nos dirigimos.


Parque de El Capricho, Fuente

A continuación, entre los dos caminos gemelos mencionados antes, vemos esta fuente construida en estilo renacentista y de mármol blanco.

Se instaló a finales del siglo XIX en este lugar, desconociéndose su anterior procedencia.


Parque de El Capricho, Puente sobre el arroyo

Dejamos atrás la anterior fuente y ya sólo nos queda atravesar el arroyo que nos separa de la Plaza de los Emperadores por uno de los dos puentes con barandilla de hierro en los que desembocan cada uno de los dos caminos paralelos mencionados anteriormente.


Parque de El Capricho, Plaza de los Emperadores

La ovalada Plaza de los Emperadores toma su nombre de los doce bustos de césares romanos que se instalaron en ella en 1815. Estas estatuas ya son mencionadas en una carta de 1689 dirigida a su propietario, el Duque de Gandía, en donde se alaba la calidad del trabajo con la que están realizadas y se recomienda asegurar su valor por el riesgo de guerras. Fue entonces cuando los bustos llegaron a Gandía, ciudad en la que permanecieron cien años hasta que la Condesa-Duquesa de Benavente, también Duquesa de Gandía, se enteró de su existencia, disponiendo primero que trasladasen una de dichas estatuas y posteriormente todas las demás.


Parque de El Capricho, Exedra

En la Plaza de los Emperadores existe desde finales del siglo XVIII una exedra2 con un pequeño templete en su centro en el que cuatro columnas jónicas3 sostenían una semicúpula, actualmente desaparecida, decorada con adornos florales y conchas. Aunque en un principio fue diseñada como fuente y se llamó Fuente de las Columnas, parece ser que nunca funcionó como tal. Al morir la Duquesa de Osuna en 1834, se empieza a modificar el monumento, instalándose cuatro años después de su muerte, bajo el templete y sobre una base de mármol rosa, un busto suyo realizado en bronce por José Tomás.

La exedra soportará bastante bien el transcurrir del tiempo y el paso de los diferentes propietarios por el jardín, conservándose en muy buenas condiciones hasta 1945. Este año vuelve a cambiar de propietario el parque y es entonces cuando el abandono, el vandalismo y hasta la caída de un árbol tras una tormenta provocan graves daños en el monumento. Al adquirirlo el Ayuntamiento en 1974, ya habían desaparecido algunas esculturas y había sufrido diferentes daños que ya no serían reparados en 1987, cuando es restaurada por la Escuela Taller Alameda de Osuna.


Parque de El Capricho, Parterre

Dejamos atrás la Plaza de los Emperadores y tomamos el ancho camino central que nos llevará hasta otro lugar emblemático del parque, el Palacio, al que desde aquí podemos ya divisar al final del recorrido. Este trayecto central se cree que no existió hasta las reformas realizadas en el jardín entre 1834 y 1844 por el nieto de la Duquesa, don Pedro de Alcántara. El Parterre, en cambio, es más moderno ya que en su lugar, y según atestiguan antiguas fotografías de 1856, era una rosaleda la que bordeaba este paseo.

El Parterre existente en la actualidad procede de la restauración realizada entre 1943 y 1952 por Javier de Winthuysen, jardinero y pintor de Sevilla nacido en 1875 y muerto en 1956. El organismo que promovió esta restauración fue el Patronato de Jardines Artísticos de la Dirección General de Bellas Artes y, posteriormente, tras adquirir la propiedad el Ayuntamiento de Madrid, realizó algún otro cambio en esta parte del terreno, como fue el plantar cipreses y ponerle bordillos al camino.


Parque de El Capricho, Estanques del Parterre

Casi al final del Parterre y antes de llegar a la Fuente de los Delfines, pasaremos por los Estanques del Parterre; eéstos son dos y están situados a ambos lados del camino.

Aquí podemos optar por desviarnos en nuestro camino inicial y, desde la zona de los estanques, dirigirnos hacia nuestra derecha según miramos a Palacio (Sur-Suroeste), donde encontraremos el Laberinto.


Parque de El Capricho, Laberinto

El Laberinto se encuentra a una altura inferior del terreno, junto al Jardín Bajo del que hablaremos más adelante.

Aunque del Laberinto no se sabe nada antes del siglo XIX, se cree que también es otra obra de tiempos de la Duquesa. Fue reconstruido varias veces antes de que en los años 40 del siglo XX lo destrozara el aterrizaje forzoso de un avión de Iberia procedente del cercano aeropuerto de Barajas. Tras este suceso se abandonó, convirtiéndose en un espacio de almacenaje hasta que aparecieron los planos originales del Laberinto, momento entonces en que comenzó su restauración. En ella, se volvieron a instalar en su plaza central unos bancos y se plantó en su centro un árbol de Júpiter, destacando su color rosa al florecer en primavera entre la verde vegetación de la que está rodeado.

Ocupa una superficie de 6.030 metros cuadrados y los caminos más cortos para llegar hasta su centro o salir de él miden 370 y 319 metros respectivamente.


Parque de El Capricho, Jardín Bajo o de las Ranas

Situado al Este-Nordeste, se encuentra el Jardín Bajo, también llamado Jardín de las Ranas por la fuente de su plaza central. Es el rincón más antiguo del recinto, quizás del siglo XVI, y en la escritura de compra, por la que los duques adquieren la propiedad al Conde de Priego, ya se hace mención a él y a una fuente existente en su centro.

Este jardín privado se podría considerar como el jardín secreto de una villa italiana (giardino segreto). Aquel al que, apartándonos del camino principal o más conocido, vayamos a un encuentro que deseamos que permanezca oculto o recogernos a reflexionar mientras la misma vegetación nos protege de miradas indiscretas. En cuanto a su fuente, la taza6 es más antigua y posiblemente es la original, a diferencia de las ranas que la decoran, añadidas posteriormente por la Duquesa. Construidas en bronce, permanecieron allí al menos hasta mediados del siglo XIX; posteriormente, se trasladaron a la fuente principal del Parterre, donde las veremos a continuación.


Parque de El Capricho, Fuente de los Delfines

Si volvemos atrás, hacia el Parterre, y desde allí tomamos el ancho camino que conduce a Palacio, pasaremos por la Fuente de los Delfines, construida en el siglo XVIII y coronada en la actualidad con varias ranas de la anteriormente nombrada Fuente de las Ranas. Toma su nombre de los cuatro delfines adosados a ella.

Detrás de la fuente y como podemos ver en la fotografía, tenemos el Palacio. Éste fue construido en el siglo XVIII en el mismo sitio donde anteriormente estaba la casa comprada en 1783 y ya en una tasación de 1789 se hace una descripción de él. En su primera modificación, entre 1784 y 1788, el arquitecto Machuca Vargas le añade dos torres y, posteriormente, en una prolongación de dichas reformas, otro arquitecto, Mateo Medina, levantará los dos torreones del Duque y de la Duquesa. Durante la ocupación francesa, el edificio sufrirá graves daños, llegando las buhardillas a estar en tal estado de deterioro que amenazaban con su hundimiento.

Parque de El Capricho, Palacio, fachada posterior

Tras la contienda, el edificio es restaurado y reformado por la Duquesa y, tras la muerte de ésta, por sus herederos, primero por su nieto Don Pedro de Alcántara, XI Duque de Osuna, y tras el fallecimiento de éste, por su otro nieto y hermano del primero, Don Mariano de Alcántara, XII Duque de Osuna, quien en 1882 fallece arruinado y sin herederos.

Los acreedores ponen a la venta todos sus bienes, adquiriendo la propiedad de El Capricho la familia Bauer, propietarios de la banca del mismo nombre, quienes al quebrar en 1946, ven pasar la finca a la Inmobiliaria "Alameda de Osuna". Ésta esboza diferentes proyectos hoteleros que finalmente no lleva a cabo y, tras estar la finca abandonada durante años, es el Ayuntamiento, su actual propietario, quien la compra en 1978.

Parque de El Capricho, Palacio, fachada principal

En la actualidad, al contemplar el exterior del edificio y a pesar de los remozamientos que se le hayan efectuado, es difícil poder imaginar el gran lujo que en el pasado albergó en su interior. Los muebles y las tapicerías, la decoración de las paredes, los espejos y las arañas7 de cristal, todo en él era de una calidad excepcional. En la colección de cuadros, eran numerosos los pintados por Goya, como podían ser "Vista de la Pradera de San Isidro", "La era o el verano", "Aquelarre", "La gallinita ciega", o "La cucaña", no estando aquí reflejados todas las obras del genial pintor que colgaban de sus paredes, ya que es a esta casa nobiliaria, los Osuna, a quienes más cuadros pintó, entre otros los del Duque y la Duquesa.

Aún es posible ver en el suelo del comedor la decoración original de azulejos representando la batalla de Issos8.


Parque de El Capricho, Búnker

Si rodeamos el Palacio por su fachada Norte (la situada a la izquierda, según miramos el edificio desde la Fuente de los Delfines), nos sorprenderemos al ver frente a ésta, la entrada a un Bunker. Se construyó en 1937, durante la Guerra Civil Española (1936-1939), al situarse en el parque el Cuartel General de la Defensa de Madrid. Hoy en día, y mientras recorremos el parque, podemos encontrarnos con diferentes entradas y respiraderos de la fortificación.

Si continuáramos por este camino, que es en realidad la continuación del que atraviesa el parque desde la entrada posterior y que hemos venido siguiendo mayoritariamente desde nuestra entrada al recinto, llegaríamos a la entrada principal del Palacio. Como la entrada está cerrada, deberemos dar la vuelta, salir por donde mismo hemos entrado y tomar el Paseo de la Alameda de Osuna hasta la Calle de la Rambla, donde acaba la tapia del parque. Subimos unos 150 metros por dicha calle y habremos llegado a la fachada principal del Palacio. Enfrente de éste, tenemos la Casa de Oficios.


Parque de El Capricho, Casa de Oficios

En la Casa de Oficios era donde se concentraban, alrededor de un gran patio, las cocinas, cocheras, cuadras y demás servicios propios de las necesidades del Palacio.

Con el paso de los años ha tenido diversas utilizaciones, destacando como Escuela Taller "Alameda de Osuna" y como una dependencia del Conservatorio Musical.


Parque de El Capricho, Templete de Baco

Volvamos a El Capricho y vamos a situarnos en el anterior camino que pasaba entre el Búnker y el Palacio y que terminaba en la entrada principal. Si dejamos dicha entrada a nuestra espalda y tomamos el camino situado a la derecha del que nos trajo hasta aquí, llegaremos al ovalado Templete de Baco9. Por el camino, habremos encontrado un desvío a la derecha que tomaremos a la vuelta.

Construido entre 1786 y 1789, los templetes son algo típico de los jardines paisajistas; podemos citar como antecesores, y posiblemente inspiradores de él, los Templos de Villanueva, en Aranjuez (España), o del Amor, en Versalles (Francia). Cubierto originalmente por una cúpula, como nos cuenta una descripción suya del siglo XVIII, se desconoce el momento en que ésta desapareció. Del mismo modo, en un principio, era otra divinidad, la diosa romana Venus10, quien ocupaba el lugar de Baco, apareciendo el nombre de éste por primera vez en un texto descriptivo de la construcción de principios del siglo XIX.


Parque de El Capricho, Estanque de los Cisnes

Vamos ahora a recorrer en sentido opuesto el mismo camino que nos llevó hasta el anterior Templete y tomemos el desvío que mencionábamos antes. Ahora lo encontraremos a nuestra izquierda, lo seguimos hasta que el camino nuevamente se divide en dos, dejamos el camino de la derecha para El Capricho (y II) y recorremos el de la izquierda hasta llegar a un espacio no demasiado conocido ni transitado: Estanque de los Cisnes. Aunque los cisnes que le dan nombre son normalmente inexistentes, estamos en uno de los lugares más ensoñadores del recinto. Dependiendo de la época del año en que lo visitemos y de la persona que nos acompañe, nos puede provocar muy diferentes sensaciones el simple hecho de sentarnos frente al agua y dejarnos llevar por la imaginación.


* * *

Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑

Más El Capricho


Capricho (y II)



GLOSARIO

- 1 Parterre: Jardín o parte de él con césped, flores y anchos paseos.
- 2 Exedra: Construcción descubierta, de planta semicircular, con asientos fijos en la parte interior de la curva, y respaldos también permanentes.
- 3 Orden jónico: El que tiene la columna de unos nueve módulos o diámetros de altura, el capitel, adornado con grandes volutas4, y dentículos5 en la cornisa.
- 4 Voluta: Adorno en forma de espiral o caracol, que se coloca en los capiteles de los órdenes jónico y compuesto.
- 5 Dentículo: Cada uno de los adornos con forma de paralelepípedo rectángulo que, formando fila, se colocan en la parte superior del friso del orden jónico y en algunos otros miembros arquitectónicos.
- 6 Taza: Receptáculo redondo y cóncavo donde vacían el agua las fuentes.
- 7 Araña: Especie de candelabro sin pie y con varios brazos, que se cuelga del techo o de un pescante.
- 8 Batalla de Issos: Combate ocurrido en 333 antes de Cristo, en Issos (Asia Menor), entre el ejército macedonio de Alejandro Magno y el persa de Darío III, en el que resultó derrotado este último.
- 9 Baco: Dios del vino, en Roma, llamado Dioniso en Grecia.
- 10 Venus: Nombre de la diosa romana que se identificaba con Afrodita, la diosa griega del amor.

DATOS DE INTERES

HORARIOS DE APERTURA/VISITA:
Del 1 de Octubre al 31 de Marzo, los sábados, domingos y festivos de 9:00 a 18:30. Del 1 de Abril al 30 de Septiembre los sábados, domingos y festivos de 9:00 a 21:00. Fuera del horario habitual se puede visitar en grupo, contactando previamente con el departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid.

COMUNICACIONES:
Metro: El Capricho (L5).
Bus: 101, 105, 151

BIBLIOGRAFÍA Y ENLACES EXTERNOS:
- Carmen Añón Feliú: "El Capricho" de la Alameda de Osuna, Serie PARQUES Y JARDINES DE MADRID, Ediciones DOCE CALLES, ISBN: 84-89471-19-3 D.L.: M.52.770-2001
- Madrid, Web Oficial de Turismo
- DRAE

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