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una Ventana desde Madrid

Parques y Jardines de Madrid

Quinta de la Fuente del Berro

Por Lourdes Morales Farfán

Miércoles, 30 de octubre de 2013


Quinta de la Fuente del Berro, Núcleo del parque junto al Monumento a Bécquer

El Parque de la Fuente del Berro, propiedad del Ayuntamiento de Madrid y situado al Este de la ciudad, tiene sus orígenes en la primera mitad del siglo XVII, cuando Don Bernardino Fernández de Velasco1 (1609-1652) compra varias tierras a diversos propietarios para formar la que sería conocida entonces con diversos nombres como Quinta de Miraflores, Quinta de Frías, o Huerta del Condestable. Al Norte, limitaba con una hacienda que se extendía entre el Camino Real de Alcalá y el arroyo Abroñigal2; al Este, con dicho arroyo; y al Sur y al Oeste, con otras varias propiedades. La finca quedó conformada por una vivienda dentro de una extensión de terreno dotada de árboles frutales, jardines, huerta y viña, así como un palomar, estanques para las pesca y cuatro fuentes con que alimentar de agua a toda la propiedad. En el exterior de ésta, había, además, una arboleda sin cercar, al hallarse localizada en una zona de tierras destinadas al pasto común.

En 1630, el rey Felipe IV adquiere la hacienda por un precio de 32.000 ducados, utilizándola, en 1640, para darles alojamiento primero, y donársela después, a los monjes castellanos expulsados del Monasterio de Montserrat tras el levantamiento independentista de Cataluña. Consecuencia de dicha situación fue la actual e inacabada Iglesia de Santa María la Real de Montserrat. En el exterior de dicha finca y formando parte de ella, existía la llamada Fuente del Berro, célebre ya entonces por la calidad de su agua, utilizada para el riego de la quinta, el suministro público y el de la propia Casa Real.

En 1703, la Adelantada3 de Costa Rica, Doña María Trimiño Vázquez de Coronado, compra la finca, debiendo hacer grandes obras de reparación en ella a causa del estado que presentaba. Al morir esta propietaria, deja la hacienda como donación a la Obra Pía del Convento de Padres Mercedarios Calzados, dedicada al rescate de cautivos. La anterior Orden religiosa conservaría su propiedad hasta el año 1800, en que pasa a ser propiedad, tras una venta judicial, de Don Martín Estenoz, miembro del correo del Gabinete Real. Aunque la finca fue legada a perpetuidad a la antes mencionada Obra Pía, el Real Decreto de 19 de septiembre de 1798 hizo posible su venta al ordenar que fueran puestas a la venta todas las posesiones en manos de obras pías, patronatos de legos e instituciones similares. Unos treinta años más tarde, heredan la propiedad los hijos de Don Martín Estenoz, habiendo quedado de entonces una mejor señalización de sus límites Este, con el arroyo Abroñigal, y Sur, con el camino alto que comunica Madrid con Vicálvaro. Al Norte y Oeste, en cambio, son tierras de cultivo pertenecientes a varios propietarios.

Quinta de la Fuente del Berro, Escaleras de descenso hacia el Mirador del Globo

Para el año 1846, el dueño de la Quinta de la Fuente del Berro ha cambiado, siendo éste entonces Manuel Retama y Flores, quien la conservará hasta mediados de siglo, cuando comienzan a rotarse diferentes propietarios en su titularidad. En 1861, su dueño, Don Casimiro Domínguez Gil, solicita al Ayuntamiento la licencia de construcción para una casa de planta baja. Un año después, se autorizan las obras para levantar un cobertizo, una cuadra para el ganado y una tapia que separase unas huertas de su interior del camino alto a Vicálvaro. En el plano catastral de 1866, se clarifica un poco más la situación de la quinta, adoptando ésta una disposición trapezoidal en donde los límites Este y Sur eran los mismos que hemos visto anteriormente y al Norte, se señala como límite la Quinta del Espíritu Santo, quedando el del Oeste señalado por la existencia de otra heredad.

Posteriormente, cuando los jardines a la inglesa se ponen de moda, la hacienda no será ajena a esta tipología de jardines que, alejados del orden racional anterior, busca despertar en el espectador los sentimientos y la emotividad ante a la visión de lo natural. Veremos en ellos praderas ondulantes donde se mezclan los grupos de árboles junto a los espacios despejados; los senderos que recorreremos y los cursos de agua que encontraremos o navegaremos serán zigzagueantes. Y en medio de este espacio, nos sorprenderán las construcciones basadas en la arquitectura clásica, exótica, o nacionalista. Hasta entonces, el único ejemplo de jardín paisajista en Madrid era El Capricho; ahora, surgía la idea de crear otro más en la Finca del Berro, como un gran parque de recreo llamado Campos Elíseos. Sin embargo, estos planes no se llevaron a cabo y, en su lugar, se construyó otro con el mismo nombre y de carácter más austero en la zona delimitada por las calles Castelló, Hermosilla y Velazquez, y la Carretera de Aragón. Un parque que, a pesar de su gran éxito, tendría una efímera existencia, al desaparecer quince años después de su apertura con la construcción en su solar de los edificios de viviendas que formaron el actual barrio de Salamanca.

Quinta de la Fuente del Berro, Mirador del Globo

Surge a continuación, a finales de siglo, la idea de construir unos Nuevos Campos Elíseos, algo que comienza a realizarse en una ampliada Quinta del Berro y que finalizaría, después de haberse hecho diversos elementos como puentes, torre-mirador, rías, invernaderos, etc., con la expropiación de la propiedad en 1902.

A principios del siglo XX, y según un plano realizado por Núñez Granés en 1910, el terreno tiene la forma de un jardín paisajista. Y es ese trazado, con algunos cambios, el que ha conservado hasta la actualidad. La tapia de ladrillo de 4 metros de alto que la rodea la construyó entonces su propietario, el "señor Santamaría". Aunque ha perdido alguno de sus elementos de aquella época, como la ría grande, ha conservado otros, destacando la ría chica, o el estanque de patos, y la recuperación de la cascada, que había desaparecido.

En 1929, la finca ya no está aislada de la ciudad, al lado de su lateral Oeste se han construido las colonias Iturbe y Fuente del Berro, mientras que en su límite Este, el arroyo Abroñigal se ha canalizado y, en su lugar, surge el Camino del Abroñigal. Sin embargo, la zona comprendida al Norte y al Sur de la misma no sería urbanizada hasta después de los años 50. Durante la década de los 20 y la de los 30, la quinta vive momentos de lujo y brillantez de mano de sus entonces propietarios, los Van Eeghen, un matrimonio holandés de quienes en alguna de sus fiestas llegaron a estar presentes los mismos reyes.

El 31 de julio de 1941, el parque es declarado Jardín Artístico y en 1948, el Ayuntamiento compra los 79.000 metros que lo forman por 6.700.000 pesetas, comenzando unas obras de mejora que finalizarán, con su apertura al público, en el año 1954. Posteriormente, el parque ha sido modificado en diversas ocasiones hasta adquirir las características que veremos a continuación.

Localización: Calle Enrique D'Almonte, s/n. 28028 Madrid. Ver Mapa


Quinta de la Fuente del Berro, Entrada principal

Comencemos nuestro recorrido por el interior del parque, accediendo a él por su Entrada Principal, situada en la Calle Enrique D'Almonte. Tanto ésta como la tapia del parque sobre la que se abre están construidas en ladrillo, en un estilo de gran semejanza al neomudéjar.

La puerta está formada por dos torreones almenados de reducido tamaño que se estructuran en dos cuerpos: en el inferior, aparece un pequeño vano4 de arco escarzano5; y en el superior, la terraza coronada de almenas que remata a cada uno de ellos.

El parque tiene un total de seis entradas; además de ésta y la de la Calle de los Peñascales, hay otras tres que lo comunican con el Parque Sancho Dávila y una al Sur en la Calle O'Donnell.


Quinta de la Fuente del Berro, Fuente de la entrada principal

Una vez dentro del parque, lo primero que fijará nuestra atención será la fuente de la entrada principal, situada en el centro de la glorieta allí existente. El vaso6 es de forma circular y tiene en su centro un basamento7 ochavado8 que, sobresaliendo por encima de los bordes del pilón, sostiene sobre él un jarrón de piedra blanca con formas barrocas9. De este último, brotan dos chorros de agua a través de sendos mascarones13 situados sobre los lados opuestos de una línea imaginaria perpendicular a la entrada principal.

Adosadas al anterior basamento y en forma de cruz, emergen del fondo de la taza14 cuatro volutas decoradas con hojarasca. En el exterior del pilón y uniéndose a éste formando una cruz conforme a los ejes de las otras cuatro caras del interior ochavado, se extienden cuatro escaleras, de cuatro peldaños cada una, delimitadas por bordes de piedra. El inicio y el final de cada uno de estos quedan señalados por sendas bolas de igual material sobre pies de copas. El espacio existente entre cada escalera, ahora ocupado por adoquines, era antes de aspecto más calido al estar cubierto por macizos de flores.


Quinta de la Fuente del Berro, Casa del Reloj

La fuente de la entrada sirve como eje central del Jardín de la Glorieta, al que delimitan a su vez los setos de aligustre15 dispuestos a su alrededor que realzan el carácter circular de lo que constituiría el jardín de entrada al interior de la quinta.

Así, con el círculo de sus formas, se ha querido transmitir al visitante en este pequeño espacio la calma y formalidad que debe encontrarse en un lugar de recibimiento. Tanto la planta de éste como la tapia exterior y las construcciones a ella unidas se cree que proceden de las intervenciones efectuadas en el recinto a finales del siglo XIX, durante la construcción de los Nuevos Campos Elíseos.

A izquierda y derecha de la puerta de entrada (Norte y Sur, respectivamente), tenemos sendas construcciones adosadas al muro, de las que podemos destacar la situada a la derecha, donde encontramos la Casa del Reloj, que mostramos en la fotografía. Se trata del antiguo pabellón de los guardeses16 de la finca, levantado en ladrillo en estilo neomudéjar, al igual que el resto de las construcciones aquí situadas.


Quinta de la Fuente del Berro, Fachada Sur del Palacete

Desde el Jardín de la Glorieta, tomando el camino que se abre a nuestra izquierda entre la puerta de entrada y la glorieta de la fuente, podemos dirigirnos hasta la fachada Sur del antiguo Palacete de la Quinta de la Fuente del Berro, donde en la actualidad se encuentra ubicada la entrada al mismo. Para llegar hasta este edificio, también podemos coger el camino situado a la izquierda de los dos que se abren frente a la fuente (al Este), el cual nos llevará hacia el Noreste (a la izquierda). A mitad del recorrido, encontraremos un sendero a nuestra izquierda por el que nos desviaremos hasta los jardines situados frente a la fachada Este del Palacete. Se trata del mismo antiguo palacio levantado en estilo clasicista con planta en forma de U y que tras diversas modificaciones, entre ellas las llevadas a cabo a principios del siglo XX por los Señores Van Eeghuen, ha adquirido un aspecto similar al de un chalet, en detrimento de su anterior imagen palaciega.

En la actualidad, hay instalado en su interior un Centro Cultural dependiente de la Junta de Distrito del Barrio de Salamanca; anteriormente, y hasta un tiempo bien reciente, albergó el Museo del Instituto Arqueológico Municipal.

Quinta de la Fuente del Berro, Jardines y Fachada Este del Palacete

Los Jardines del Palacete, situados frente a la fachada mencionada antes, son de planta rectangular con una ligera curvatura en sus laterales de menor tamaño. Previamente, había tenido el aspecto de un jardín sevillano, habiendo conservado de entonces la diferencia de altura del antiguo parterre y las escaleras de acceso hasta él. Hoy día, su imagen es más cercana a la de una verde pradera que desciende en una suave pendiente.

Si en vez de haber tomado el anterior desvío hubiéramos seguido el camino hacia adelante, siguiendo la trayectoria Noreste, Norte (en el punto situado junto a unas escaleras de descenso a las que regresaremos más adelante) y Noroeste, habríamos bordeado el palacio y llegado hasta su fachada Norte. Aunque el acceso está vallado en la actualidad (octubre de 2013), podemos divisar desde este punto la solemne escalera clásica que salva el gran desnivel existente desde la fuente circular hasta el palacio.

Quinta de la Fuente del Berro, Jardines y Fachada Norte del Palacete

La subida termina en una terraza situada junto una gruta abierta en la fachada Norte del palacio y ornamentada en su pared frontal con un revestimiento de cerámica. Sobre ella, existe una terraza superior a la que se accede por sendos tramos de escalera situados a izquierda y derecha. Si desde esta última terraza contemplásemos el terreno descendiente, veríamos, por un lado, terrazas de formas regulares, y por otro, los balaústres17 y pequeñas pilastras sujetando jarrones que aparecen en barandillas y muros. Estas estructuras, tan distintas a las del jardín paisajista, constituyen un pequeño ejemplo del movimiento surgido entre finales del siglo XIX y principios del XX que pretendía recuperar las formas características del jardín italiano del Renacimiento18.


Quinta de la Fuente del Berro, Fuente circular

Frente a la fachada Norte del Palacete, encontramos una plaza en cuyo centro se halla la fuente circular que, antes de su separación mediante una valla, podía servir como inicio, o final, de la escalera que desciende desde dicha fachada y del jardín que atraviesa.

La taza de esta fuente es, como decimos, de forma circular y está construida en granito. En el centro, tiene un surtidor capaz de soltar un chorro de agua hasta una altura superior a la de los otros ocho que lo rodean de manera radial. Alrededor de todos estos elementos, se muestra un arriate de flores cuyos colores y la mayor o menor altura que se le permita alcanzar pueden hacer menos estática la imagen de conjunto.


Quinta de la Fuente del Berro, Entrada de la Calle de los Peñascales

Si salimos por la entrada de la Calle de los Peñascales, que se abre junto a la anterior fuente circular, llegaremos hasta la Fuente del Berro, situada en el exterior del parque al que da nombre.

Este antiguo manantial, afluente del arroyo Abroñigal, fue escogido por la calidad de sus aguas para abastecer el Palacio Real desde los tiempos en que en el país reinaba la Casa de Austria (1516-1700). Tan valorado llegó a ser su líquido elemento como para que, en 1688, la reina ordenase que toda el agua destinada a su consumo procediese de ella, nombrando un aguador y un ayudante encargados de recogerla y transportarla hasta palacio. Bajo el reinado de la Casa de Borbón, este venero19 continuó como el preferido para el consumo real, distanciándose en esto último el rey Felipe V de su antecesor Carlos II, quien había seleccionado como favoritas las aguas del cercano manantial del Abroñigal. Con el gobierno de Carlos III, la fuente se guardó bajo una construcción a la cual sólo tenían acceso los aguadores reales, conociéndose desde entonces como la Fuente del Rey. Para el consumo público y el uso de la Quinta del Berro, quedaron los caños situados en el exterior de la caseta.

Quinta de la Fuente del Berro, Fuente del Berro

El surtidor continuó abasteciendo de agua a la Casa Real y a la II República española (1931-1939) hasta que, el 22 de junio de 1932, el Consejo de Administración del Patrimonio de la República dictaminó que la fuente ya no tenía utilidad para dicho Patrimonio. Es entonces cuando se derriba la caseta que la protegía, pasando a ser de uso público sin limitaciones. Hoy en día, el agua que fluye de su caño no es la procedente del antiguo manantial, cerrado por contaminación en 1977, sino la proporcionada por el Canal de Isabel II. Aun así, si buscamos entre la vegetación, hallaremos un registro de agua en el que leeremos "Fuente del Berro" en lugar de "Canal de Isabel II" y por el cual se llega hasta el antiguo viaje20 de agua.

Las formas de la Fuente del Berro, como hoy podemos verla, proceden de la reforma llevada a cabo en la finca entre los años 1948 y 1953 tras su compra por el Ayuntamiento de Madrid. Dado su gran parecido con la Fuente de la Salud, en el Parque del Oeste, existe la posibilidad de que ambos diseños sean obra del que fuera arquitecto jefe del Departamento de Parques y Jardines, Don Manuel Herrero Palacios.

La fuente, de tipo mural y rehundida en el terreno formando una glorieta, la encontramos al final de la Calle de los Peñascales. En el muro, de forma semicircular y construido en ladrillo visto y piedra caliza de Colmenar, destaca su cuerpo central, de mayor altura y dividido en tres secciones con un tondo21 circular en cada una de ellas. En el del medio, aparece la leyenda "FUENTE DEL BERRO", y en los laterales, sendos escudos del Ayuntamiento de Madrid: a la derecha, con la figura de un dragón, y a la izquierda, con la del oso y el madroño. En cada uno de los dos cuerpos laterales, de más sencilla factura, existe un banco adosado, también construido con piedra de Colmenar.

Para descender hasta la glorieta central, hecha con piedras cuadradas de granito, existen una escalinata central de tres escalones y dos estrechas escaleras laterales, construidas las tres también de granito. En la del medio, aparecen delimitándola a cada lado unos obeliscos22 truncados, también de piedra, que dan paso a sendos espacios ajardinados, cerrándose así el frontal de la glorieta.

En el conjunto de la fuente actual, sólo existe un caño, situado en la parte baja del cuerpo central, que vierte el agua sobre un pequeño vaso de piedra caliza.


* * *
Quinta de la Fuente del Berro, Estanque para Patos

La Fuente del Berro aprovisiona con sus aguas a un grupo de fuentes y estanques, así como a una ría, una cascada y un lago, presentes todos ellos en el interior de la quinta y casi alineados, en línea recta, en dirección Oeste-Este. El recorrido por este grupo de elementos lo vamos a llamar Senda del agua y para comenzarla volveremos al interior del recinto.

Quinta de la Fuente del Berro, Estanque para Patos

Tras rebasar por la izquierda la fuente circular y bajar por las escaleras hasta la zona del estanque de patos, llegaremos al Jardín de agua, del que podemos leer en el libro "Fuente del Berro", de Ángela Souto Alcaraz, que "[...] dejamos atrás el jardín regular, la geometría, los muros, para adentrarnos en el jardín romántico". Aquí, encontraremos varios puntos de nuestra acuática senda, situándose los primeros antes del estanque, junto al muro que sirve de sostén a la terraza superior, en donde veremos dos fuentes gemelas. La que se encuentra a la derecha, con un vaso de forma semicircular bordeado en cemento, recibe el agua del único caño que tiene. La de la izquierda, a la que llega el agua procedente del rebosadero de la anterior fuente circular, tiene la forma de un pequeño pilón alargado y sus bordes están construidos con piedra de rocalla23.


Quinta de la Fuente del Berro, Estanque para Patos

El siguiente elemento por el que pasaremos será, obviamente, el Estanque para Patos, alargado, con formas irregulares y unas dimensiones aproximadas de 30 metros de largo por 12 de ancho. Los bordes que lo delimitan son de ladrillo visto y en uno de sus laterales mayores, hay una zona de terrizo24, en donde se encuentra la caseta de las aves, una construcción formada por un tejado a dos aguas que sostienen cuatro pilastrillas25 de ladrillo.

Todo el conjunto se está rodeado por una verja de hierro que desvirtúa la naturalidad que podría desprenderse de sus irregulares formas, ya que éste es un elemento más propio de un estanque decimonónico26 que de un jardín paisajista.


Quinta de la Fuente del Berro, Estanque rústico

Dejando atrás el anterior estanque de patos, existen dos pequeñas escaleras de aspecto agreste27 que bordean la bajada en forma de saltos de agua por donde ésta desciende desde la mayor altura del punto anterior hasta verterse sobre el rústico estanque, situado al final del trayecto y que mostramos en la fotografía adjunta.

Al hallarse desprovisto de piezas claramente artificiales, como el ladrillo o la verja de hierro presentes en el anterior, ofrece un aspecto más natural y cercano al estilo paisajista.


Quinta de la Fuente del Berro, Ría chica

Al continuar nuestro paseo por esta Senda del agua, el siguiente encuentro será con la ría chica, la cual, al proyectarse y cerrarse sobre sí misma en dirección Oeste-Este con una forma vagamente rectangular y muy distorsionada por lo irregular de sus trazos, convierte el terreno de su interior en una auténtica isla llena de vegetación.

A pesar de ocupar una superficie aproximada de unos 50 metros de largo por 25 de ancho, tanto la isla como el cauce del agua pueden pasar desapercibidos a causa del denso arbolado que las cubre, a lo quebrado de sus naturalistas bordes y a la ausencia de caminos que lleven hasta ellos.


Quinta de la Fuente del Berro, Cenador o glorieta-puente

Uno de los puntos de acceso a la isla, situada en el interior de la ría chica, es el enclavado en lo que podríamos llamar lateral Sur de la misma, formado por un cenador28, o glorieta-puente, descubierto y de forma circular, que nos lleva con sus formas hasta comienzos del siglo XX. En su interior y en el eje del curso del agua que lo atraviesa por debajo de sí, hay enfrentados dos bancos semicirculares con respaldar de forja.

En el otro lado de la isla, podremos cruzar la ría a través de lo que sería un paso de estilo japonés, formado por unos sillares29 de piedra que, a pesar de estar colocados en el interior del agua, no dificultan sobremanera la circulación de la misma.

Sin embargo, tanto en un paso como en el otro, veremos una malla metálica que, si bien está instalada por motivos de seguridad, rompe la visión del conjunto al insertar en él un elemento artificial y contemporáneo. Una situación claramente expresada por Ángela Souto Alcaraz en su libro "Fuente del Berro": "La adaptación a las normas de seguridad que rigen en los parques públicos, lleva muchas veces, como ocurre en este caso, a vulnerar conceptos de diseño propios de determinados componentes del jardín en épocas pasadas".


Quinta de la Fuente del Berro, Cascada

Nos aproximamos ahora hasta la cascada, uno de los puntos más fotografiados de este camino de agua. Aún habiendo perdido parte de su carácter paisajista, ha sido afortunadamente recuperada hace no demasiado tiempo tras haber permanecido seca desde los años 50 del pasado siglo XX, época en que este acuático sendero acababa en una fuente de agua potable.

En su parte superior, hay una glorieta de reducidas dimensiones con un pequeño muro que hace funciones de barandilla de protección. De él, brota el agua por una rendija horizontal para caer, a través de un doble salto de agua, en un estanque semicircular. Destaca el salto superior, que adopta una forma cóncava de la que sobresalen, adelantados, los extremos, como si se tratase de una torre derruida por la mitad de arriba a abajo. El inferior, en cambio, tiene la forma de un muro recto, por lo que dada su posición avanzada delimita tras de sí un pequeño estanque.

Para descender desde la glorieta superior hasta el estanque inferior, podemos usar dos escaleras con peldaños de rocalla y aspecto agreste situadas a izquierda y derecha de la cascada.

El material de construcción es piedra de rocalla blanca caliza y en cuanto a las dimensiones del conjunto, cada uno de los saltos tiene una altura aproximada de 4 metros, siendo las medidas de los dos vasos (el intermedio y el inferior) de 12 metros por 3 y de 12 metros por 8, respectivamente. La planta de toda esta construcción ocupa un círculo de 12 metros de diámetro.


Quinta de la Fuente del Berro, Lago

Llegamos al punto final de este acuático eje Oeste-Este iniciado en la Fuente del Berro y que, prácticamente en línea recta, nos ha ido llevando por las principales piezas de agua del parque. De todas ellas, este lago que ahora observamos es la más moderna, ya que está ubicado en la misma explanada por la que se había extendido la desaparecida Ría Grande, un lago hasta el que llegaban las aguas procedentes de la cascada y de tales dimensiones que, en su centro, había una isla con su propio embarcadero.

En esta parte es donde se encuentran los que podemos denominar como Jardines bajos, los cuales, en tiempos de la mencionada ría, tuvieron mejor aspecto. Y es que hay que tener presente que, además de todo el circuito de agua anterior, la finca tenía como límite en su lateral Este el cauce del arroyo Abroñigal , en la actualidad ocupado por la autovía M-30. Su construcción obligó a la instalación, a principios de los años 90 del pasado siglo XX, de pantallas acústicas que ayudaran a reducir la excesiva sonoridad que provocaba el enorme tráfico de esta vía de circunvalación. Por este mismo motivo, se plantó aquí un arboreto30 constituido por diversas especies vegetales frecuentes de ver en otros jardines madrileños como pueden ser, entre otras, las encinas y los pinos piñoneros, diferente vegetación y plantas aromáticas.


Quinta de la Fuente del Berro, Estanque circular

Una vez completada la que hemos llamado Senda del agua, nos trasladamos hasta la esquina Sureste del parque, una zona más densamente poblada de vegetación que la anterior del lago, en donde estuvo situado el antiguo invernadero y que se encuentra limitada por la Calle Alcalde Sainz de Baranda y la autovía M-30. Aquí, tras la reforma llevada a cabo entre los años 1948 y 1953, se instalaron dos fuentes unidas por un canal y separadas por una distancia de unos 50 metros entre sí. Algunas opiniones sostienen que, a pesar del indudable mérito de este espacio, su estilo, más cercano al que podría encontrarse en un jardín de tipo hispano-árabe, lo hace poco adecuado en el interior de un jardín paisajista como es éste.

La primera fuente que vamos a encontrar es un estanque circular de unos 40 centímetros de profundidad y 12 metros de diámetro construido en piedra caliza. El canal de comunicación entre ambas fuentes es el que vemos en primer plano de la imagen.


Quinta de la Fuente del Berro, Fuente mural con el Escudo de Madrid

Seguimos el canal, penetrando más en la verde espesura, y llegamos hasta el lateral de una glorieta, donde hallamos una fuente mural con el Escudo de Madrid que guarda un cierto parecido con la ya vista Fuente del Berro. Al fondo, queda delimitada por un muro de contención de perfil elíptico, y al frente, por un doble seno31 de forma circular. Antes de que fuera cegada, contaba con dos surtidores de agua: uno, situado en el escudo-fuente que vemos al fondo en medio del muro; y otro, en una estatua de un dios-río con un cántaro del que brotaba el agua sobre el canal de comunicación con la otra fuente. La estatua ha sido retirada y guardada en un almacén municipal y su localización en la fuente la hallamos por la base cuadrada existente al final del canal, en el punto de unión de los dos arcos. Tras ella, y a su izquierda, existía un árbol cuyas ramas bajaban hasta la anterior estatua.

El muro está construido con losas de granito y el escudo con piedra de Colmenar. Situado bajo este último, cuenta con un único vaso de pequeño tamaño, siendo sus medidas de poco más de medio metro (0,60 x 0,60 metros).


Quinta de la Fuente del Berro, Escultura abstracta I

Tras el anterior muro de contención, el espacio verde allí existente, situado ya en el límite Sur del parque, debe entenderse más como una zona de separación de la Calle Sainz de Baranda y de su intenso tráfico. Si tomamos este camino para bordear por aquí el recinto, llegaremos hasta la Casa del Reloj. Mucho antes de llegar, habremos encontrado otro de los accesos al parque y un desvío hacia un camino paralelo al que estamos siguiendo, pero situado más hacia el interior de la finca. Entrando en este último y siguiéndolo, antes de llegar a su término en la fuente de la entrada principal, veremos dos esculturas abstractas, situadas una enfrente de la otra, a izquierda y derecha del camino.

La escultura abstracta I es del escultor madrileño Fernando Gonzalo Calisalvo - Gayo - (Madrid, 1938) y está formada por una pieza de acero inoxidable sustentada sobre un pedestal recubierto de pizarra, con algunas partes, este último, ya desprendidas. La escultura tiene el aspecto de un ángulo diedro35 en el que sus dos planos se recortan y pliegan por su parte superior para terminar formando dos alas extendidas hacia el cielo.

El pedestal comienza, en su parte inferior, con una forma cuadrada sobre la que se sitúa otra que, levantándose inicialmente como un hexágono irregular, finaliza en un octógono igualmente irregular, algo motivado por el lateral central de los tres situados al Norte, al sobresalir como si de la proa de un barco se tratase.


Quinta de la Fuente del Berro, Escultura abstracta II

La escultura abstracta II, del mismo autor que la anterior y situada enfrente de aquella, es una obra de acero corten formada por un plano plegado que, tras ser cortado y separado en otros dos planos iguales, éstos vuelven a plegarse sucesivamente de manera simétrica.

En esta ocasión, el pedestal está formado por tres piedras berroqueñas en donde se apoyan los vértices de la escultura.


Quinta de la Fuente del Berro, Vista desde el mirador del Globo

Situados junto a las anteriores esculturas, veremos muy cerca, al final del camino (hacia el Noroeste), la fuente de la glorieta de entrada. Desde ella, podemos bajar por el mismo camino hacia al Noreste, del que ya hablamos al principio cuando rodeamos el palacete, y seguirlo hasta llegar a la misma zona de escaleras que habíamos dejado a nuestra derecha y por las que ahora bajaremos. Por ellas, llegaremos hasta el mirador del Globo, desde el que obtendremos una amplia vista de la zona Este del parque.

En esta zona del jardín, el núcleo, como es llamado por Ángela Souto en su libro "Fuente del Berro", ofrece un aspecto más paisajista y natural, a diferencia del existente en el jardín de la glorieta. Pruebas de ello son la existencia de un camino de curvas entre la masa de árboles, que no permite ver lo que habrá tras el siguiente recodo; las escaleras, construidas libres de elementos artificiales (exceptuando las preceptivas barandillas de seguridad) y formadas por piedras de irregulares formas y arena compactada; y, finalmente, la llegada hasta un mirador desde el que obtener la visión de una verde pradera, variada en su composición con la presencia de diferentes grupos de árboles y arbustos36.


Quinta de la Fuente del Berro, Estatua de Alexandr Pushkin

Siguiendo el camino que enmarca, por la izquierda, la anterior pradera y cogiendo la desviación por la que queda, a la derecha, un parque infantil, nos dirigiremos hacia el cenador que mostramos antes. Antes de llegar a éste, a la izquierda de la vía, tenemos la estatua de Alexandr Pushkin (Moscú, 1799 - San Petersburgo, 1837), el gran poeta ruso que, además de dramaturgo y novelista, fue considerado fundador de la moderna literatura rusa.

Recuerdo aquel instante prodigioso
en el que apareciste frente a mí,
lo mismo que una efímera visión
igual que un genio de belleza pura.
...
Y el corazón me late arrebatado
porque en él nuevamente resucitan
La inspiración y la divinidad
y la vida, y el llanto y el amor.

Poema "Para A. P. Kern", de Alexandr Pushkin.


La escultura de bronce, obra del artista ruso Oleg Komobt, fue un regalo de la ciudad de Moscú a la capital de España, a la que ésta correspondió con una Estatua de Miguel de Cervantes, réplica de la que hay situada frente al Congreso de los Diputados. Las autoridades moscovitas instalaron esta última en el Parque de la Amistad, de Moscú.


Quinta de la Fuente del Berro, Monumento a Gustavo Adolfo Bécquer

La anterior pista finaliza en otra vía más ancha que bordea la vegetación que envuelve la isla que forma la ría chica y nos lleva en una ruta Este, Norte, Noroeste hasta el Monumento a Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836 - Madrid, 1870), poeta y narrador tardorromántico y autor de las conocidas "Rimas y Leyendas". El escultor Santiago de Santiago (Ávila, 1925) fue el artista encargado de realizarlo y a su inauguración, el 8 de octubre de 1974, además del alcalde madrileño, asistió la sobrina-nieta del poeta sevillano.

El monumento está formado por un pequeño estanque de agua donde el poeta aparece sobre la alegoría de sus obras más célebres: las "Rimas" y las "Leyendas". Sobre una isla formada por bloques de granito, entre los que se incluye una guitarra, se encuentra la estatua en bronce de Bécquer. Su imagen, ataviada con ropa de época, se representa paseando con las manos a la espalda, tal y como él lo hiciera, al igual que tantos otros hombres, ante la desesperanza de un amor no correspondido.

Sobre la cara frontal del basamento, aparece la "Rima LVI", aunque con algunas variaciones de puntuación con respecto a la original del poeta:

HOY COMO AYER, MAÑANA COMO HOY.
Y SIEMPRE IGUAL:
UN CIELO GRIS, UN HORIZONTE ETERNO
Y ANDAR... ANDAR

Y sobre la posterior, la "Rima LXVI":

¿DE DONDE VENGO?... EL MÁS HORRIBLE Y ÁSPERO
DE LOS SENDEROS BUSCA;
LAS HUELLAS DE UNOS PIES ENSANGRENTADOS
SOBRE LA ROCA DURA...

A la izquierda del poeta, apoyada sobre la isla, hay sentada una joven con aspecto meditabundo y la mirada desdibujada en el infinito que representa las "Rimas".

A su derecha, otro joven, también sentado y con traje de cazador y mirada fija en la virginal dama surgida de entre las aguas, personifica las "Leyendas", en particular, la de "Los ojos Verdes".

Por último, una tarde... yo me creí juguete de un sueño...; pero no, es verdad; le he hablado ya muchas veces como te hablo a ti ahora...; una tarde encontré sentada en mi puesto, vestida con unas ropas que llegaban hasta las aguas y flotaban sobre su haz, una mujer hermosa sobre toda ponderación. Sus cabellos eran como el oro; sus pestañas brillaban como hilos de luz, y entre las pestañas volteaban inquietas unas pupilas que yo había visto..., sí, porque los ojos de aquella mujer eran los ojos que yo tenía clavados en la mente, unos ojos de un color imposible, unos ojos...

En el exterior del estanque, en un pedestal también de granito, está la leyenda "MADRID A BÉCQUER".


Quinta de la Fuente del Berro, Estatua de Enrique de Iniesta

Si continuamos circunvalando la isla en dirección Oeste, dejando atrás y a nuestra derecha el Monumento a Bécquer, llegaremos hasta la Estatua de Enrique de Iniesta (Madrid, 1906 - Mendoza, Argentina, 1969), afamado violinista y profesor de virtuosismo37 en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.

La construcción del mismo surgió tras una solicitud del hijo del artista al escultor Federico Coullaut-Valera (Madrid, 1912 - La Granja de San Ildefonso, Segovia, 1989) para realizar un busto de su padre con vistas a su posterior instalación en un parque madrileño. A continuación, ofreció su cesión al Ayuntamiento de Madrid, quedando este último limitado a pagar solamente el coste de su fundición en bronce. Tras aprobar el consistorio dicho acuerdo, el monumento se instaló aquí en mayo de 1974, inaugurándose el 9 de octubre del mismo año con la asistencia del alcalde de Madrid, la viuda del artista y el hermano de éste, el Teniente General Carlos Iniesta Cano (Madrid, 1908 - Madrid, 1990).

El monumento está formado por un basamento sobre el que se levanta un pedestal prismático, ambos en granito abujardado38, apareciendo en la cara frontis40 del último las siguientes palabras:

MADRID A
ENRIQUE INIESTA
QUE LLEVO POR EL MUNDO
TODA LA MUSICA DE ESPAÑA
MADRID 1906-1969.

En el busto, de medio cuerpo y hecho en bronce, se representa al artista vestido de frac durante una función y concentrado en tocar su instrumento.


Quinta de la Fuente del Berro, Pabellón con formas del siglo XIX Quinta de la Fuente del Berro, Quiosco situado junto a la entrada de la Calle de los Peñascales

Una vez dejada atrás la Estatua de Iniesta y algo más adelante, el camino que rodea la ría chica se cruza con el que viene directamente desde la entrada de la Calle de los Peñascales; es en ese punto donde encontramos el siguiente lugar de interés. Se trata de un pabellón con formas típicas del siglo XIX y detalles historicistas41 en su fachada. Tanto éste como el quiosco42 cubierto parcialmente de vegetación que, tras acceder al parque por la recién mencionada entrada, vemos situado a su izquierda, nos pueden valer como hitos marcadores de sendos caminos por los que llegar hasta el Jardín Alto.

Aunque en él se mantienen algunas zonas cerradas al público por concentrarse en ellas diversas dependencias de servicio, como los viveros o los depósitos de estiércol y humus43, el recorrerlo puede convertirse en un agradable paseo. En medio de su abundante vegetación y la imagen más solitaria de la zona, el circular por caminos de gran pendiente que, rodeados por una gran masa de árboles y arbustos, parecen volverse verdes y, a veces, oscuros túneles, nos hace darnos cuenta de estar visitando el espacio con la imagen más agreste y natural del parque.

Y así, paseando y perdiéndonos por sus recovecos, finalizamos el recorrido por este rincón de Madrid cargado de historia que es el Parque de la Fuente del Berro.


Lourdes Morales Farfán es Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. ↑



GLOSARIO

- 1 Don Bernardino Fernández de Velasco: Entre los títulos de este noble personaje, se contaban los de Duque de Frías, Conde de Haro, Marqués de Berlanga y Condestable de Castilla, habiendo desempañado, además, los cargos de Virrey de Aragón y Gobernador del Milanesado.
- 2 Arroyo Abroñigal: El Arroyo Abroñigal, o Arroyo de Valnegral, es un afluente del río Manzanares que se encuentra en la actualidad casi totalmente soterrado.
- 3 Adelantado: Antiguamente y en tiempos de paz, presidente o justicia mayor de reino, provincia o distrito determinados, y capitán general en tiempos de guerra.
- 4 Vano: Parte del muro o fábrica en que no hay sustentáculo o apoyo para el techo o bóveda; por ejemplo, los huecos de ventanas o puertas y los intercolumnios.
- 5 Arco escarzano: El que es menor que la semicircunferencia del mismo radio.
- 6 Vaso: Pieza cóncava de mayor o menor tamaño, capaz de contener algo.
- 7 Basamento: Soporte de una escultura, un arco, etc.
- 8 Ochavado: Dicho de una figura: De ocho ángulos iguales y ocho lados iguales cuatro a cuatro y alternados.
- 9 Barroco: Se dice de un estilo de ornamentación caracterizado por la profusión de volutas10, roleos11 y otros adornos en que predomina la línea curva, y que se desarrolló, principalmente, en los siglos XVII y XVIII.
- 10 Voluta: Adorno en forma de espiral o caracol.
- 11 Roleo: Voluta de capitel12.
- 12 Capitel: Parte superior de la columna y de la pilastra, que las corona con forma y ornamentación distintas, según el estilo de arquitectura a que corresponde.
- 13 Mascarón: Cara disforme o fantástica que se usa como adorno en ciertas obras de arquitectura.
- 14 Taza: Receptáculo redondo y cóncavo donde vacían el agua las fuentes.
- 15 Aligustre: Alheña: Arbusto de la familia de las Oleáceas, de unos dos metros de altura, ramoso, con hojas casi persistentes, opuestas, aovadas, lisas y lustrosas; flores pequeñas, blancas y olorosas, en racimos terminales, y por frutos bayas negras, redondas y del tamaño de un guisante.
- 16 Guardés: Persona encargada de custodiar o guardar una casa.
- 17 Balaústre: Cada una de las columnas pequeñas que con los barandales forman las barandillas o antepechos de balcones, azoteas, corredores y escaleras.
- 18 Renacimiento: Época que comienza a mediados del siglo XV, en que se despertó en Occidente vivo entusiasmo por el estudio de la Antigüedad clásica griega y latina.
- 19 Venero: Manantial de agua.
- 20 Viaje: Agua que por acueductos o cañerías se conduce desde un manantial o depósito, para el consumo de una población.
- 21 Tondo: Adorno circular rehundido en un paramento.
- 22 Obelisco: Pilar muy alto, de cuatro caras iguales un poco convergentes y terminado por una punta piramidal muy achatada, que sirve de adorno en lugares públicos.
- 23 Rocalla: Conjunto de piedras pequeñas desprendidas de las rocas por la acción del tiempo o del agua, o que han saltado al labrar las piedras.
- 24 Terrizo: Dicho del suelo: De tierra, sin pavimentar.
- 25 Pilastra: Columna de sección cuadrangular.
- 26 Decimonónico: Perteneciente o relativo al siglo XIX.
- 27 Agreste: Campesino o perteneciente al campo.
- 28 Cenador: Espacio, comúnmente redondo, que suele haber en los jardines, cercado y vestido de plantas trepadoras, parras o árboles.
- 29 Sillar: Cada una de las piedras labradas, por lo común en forma de paralelepípedo rectángulo, que forma parte de una construcción de sillería.
- 30 Arboreto: Plantación de árboles destinada a fines científicos, como el estudio de su desarrollo, de su acomodación al clima y al suelo, etc.
- 31 Seno: Espacio comprendido entre los trasdoses32 de arcos o bóvedas contiguas.
- 32 Trasdós: Superficie exterior convexa33 de un arco o bóveda, contrapuesta al intradós34.
- 33 Convexa: Dicho de una curva o de una superficie: Que se asemeja al exterior de una circunferencia o de una esfera.
-34 Intradós: Superficie inferior de un arco o bóveda.
- 35 Ángulo diedro: Cada una de las dos porciones del espacio limitadas por dos semiplanos que parten de una misma recta.
- 36 Arbusto: Planta perenne, de tallos leñosos y ramas desde la base, como la lila, la jara, etc.
- 37 Virtuosismo: Dominio de la técnica de un arte propio del virtuoso. // Artista que domina un instrumento musical.
- 38 Abujardado: Labrar la piedra con bujarda39.
- 39 Bujarda: Martillo de dos bocas cuadradas cubiertas de dientes, usado en cantería.
- 40 Frontis: Fachada o frontispicio de un edificio o de otra cosa.
- 41 Historicismo: Estilo arquitectónico también conocido como romanticismo y que se desarrolló durante los siglos XIX y principios del XX. Intentaba utilizar estilos arquitectónicos de épocas pasadas. Entre otros, se desarrollaron los estilos Neobarroco, Neogótico, Neogriego, o Neomudéjar.
- 42 Quiosco: Templete o pabellón en parques o jardines, generalmente abierto por todos sus lados, que entre otros usos ha servido tradicionalmente para celebrar conciertos populares.
- 43 Humus: Capa superficial del suelo, constituida por la descomposición de materiales animales y vegetales.

DATOS DE INTERES

HORARIOS DE APERTURA/VISITA:

- Entre el 1 de octubre y el 31 de marzo de 06:30 a 22:00 horas.
- Entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de 06:30 a 24:00 horas

LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:
TREN:
METRO:

- Líneas 6 en la Estación de O'Donell.

AUTOBÚS:

- Líneas 2, 56, 69, 71, 143.


Los horarios, localización y comunicaciones se han tomado, en octubre de 2013, de la información que facilita en su web oficial el Ayuntamiento de Madrid, no haciéndose "una Ventana desde Madrid (uVdM)" responsable de las posibles modificaciones de horarios y otros datos que puedan llevar a cabo en el futuro los organismos aquí citados.


BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- Ángela Souto Alcaraz: "Fuente del Berro", Serie PARQUES Y JARDINES DE MADRID, Ediciones DOCE CALLES, ISBN: 84-89471-18-5 D.L.: M.52.770-2001
- Ayuntamiento de Madrid
- monumentamadrid - Parque Fuente del Berro
- DRAE

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