Enclavada en una de las zonas de más ambiente de Madrid, especialmente para salir a tomar algo los fines de semana, encontramos la Casa-Museo Lope de Vega, vestigio del Siglo de Oro1 de aquel Madrid que se nos fue, pero al que aún es posible trasladarnos si paseamos por algunas de sus calles. Quiso el destino, además, que el edificio esté en la calle que lleva por nombre el de uno de los más famosos enemigos del dramaturgo: Cervantes.
Conocido como el Fénix de los Ingenios, Félix Lope de Vega y Carpio es toda una referencia en lo que al Siglo de Oro se refiere. Es muy difícil concentrar toda su vida y obra en unas líneas, pero trataremos de hacer aquí un pequeño resumen que nos acerque al escritor. Nació en Madrid en 1562 y estudió en la Compañía de Jesús y en la Universidad de Alcalá de Henares. En 1587, escribió unos poemas difamatorios aludiendo a Elena Osorio, hija de un empresario de teatro y de la que había sufrido un desengaño amoroso. Esto le supuso sufrir 8 años de destierro de Madrid durante los cuales vivió en Valencia, Toledo y Alba de Tormes (Salamanca). En 1610, regresa a Madrid, instalándose en esta casa hasta su muerte. Aparte de escritor, fue militar y secretario de algunos personajes ilustres, como Luis Fernández de Córdoba y de Aragón, Duque de Sessa, de quien era confidente. En cuanto a su vida personal, estuvo casado dos veces: primero, en 1588, con Isabel de Urbina, a quien identificaba con el nombre de Belisa en algunas de sus obras; después, en 1598, con Juana de Guardo. Cuando ésta muere, en 1614, Lope se ordena como sacerdote. Al margen de esto, tuvo varias amantes, entre las que se pueden destacar Micaela Luján, con la que tuvo cinco hijos, y Marta de Nevares. En 1635, el Fénix de los Ingenios fallece, siendo enterrado en la Iglesia de San Sebastián, desapareciendo sus restos más tarde.
En lo que concierne a su obra, Lope de Vega cultivó prácticamente casi todos los géneros de su época. Escribió poemas de temas épicos, mitológicos, o religiosos, así como breves rimas de diferentes métricas. En prosa, podríamos destacar "La Arcadia" y "La Dorotea", esta última en la que cuenta sus amores fallidos de juventud. Pero lo que más creó fueron piezas de teatro (él mismo decía haber escrito 1.500), de las cuales se conservan alrededor de 500, siendo sólo de 314 de las que se confirma su autoría. De ellas, podemos mencionar, entre otras, "El perro del hortelano" o "Fuenteovejuna", de la que reproducimos aquí un memorable extracto:
Salen todos
COMENDADOR: Pueblo, esperad.
TODOS: Agravios nunca esperan.
COMENDADOR: Decídmelos a mí, que iré pagando a fe de caballero esos errores.
TODOS: ¡Fuenteovejuna! ¡Viva el rey Fernando! ¡Mueran malos cristianos y traidores!
COMENDADOR: ¿No me queréis oír? Yo estoy hablando, yo soy vuestro señor.
TODOS: Nuestros señores son los reyes católicos.
COMENDADOR: Espera.
TODOS: ¡Fuenteovejuna, y Fernán Gómez muera!
Vanse y salen las mujeres armadas
LAURENCIA: Parad en este puesto de esperanzas, soldados atrevidos, no mujeres.
PASCUALA: ¿Los que mujeres son en las venganzas, en él beban su sangre, es bien que esperes?
JACINTA: Su cuerpo recojamos en las lanzas.
PASCUALA: Todas son de esos mismos pareceres.
Dentro
ESTEBAN: ¡Muere, traidor comendador!
Dentro
COMENDADOR: Ya muero. ¡Piedad, Señor, que en tu clemencia espero!
Esta Casa-Museo está ubicada en el edificio que fue la casa del escritor durante sus últimos 25 años. En el año 1751, Álvarez de Baena, historiador madrileño del siglo XVIII, consiguió localizar la vivienda e identificarla, un estudio que sirvió al cronista Ramón Mesonero Romanos para que, en 1862, documentara la historia del inmueble. Así, en su obra "El antiguo Madrid", Mesonero Romanos nos indica que el edificio ya estaba construido en el año 1587 y que, según las escrituras, Lope de Vega lo compró el 7 de septiembre de 1610. Durante todos estos siglos, el edificio ha sido utilizado como vivienda, llevándose a cabo numerosos cambios tanto en su interior como en el exterior, aunque manteniendo en esencia la estructura principal y la disposición de la casa. Será en el año 1929 cuando comience su andadura como museo. Su última dueña, Antonia García, viuda de Cabrejo, establece la Fundación Docente García Cabrejo con el fin de crear un museo, siendo la Real Academia Española quien se hizo cargo del patronato de dicha fundación, así como de la restauración de la casa.
En 1935, se declaró el inmueble como Monumento Histórico-Artístico, abriéndose al público como Casa-Museo el 30 de diciembre de ese año gracias a la labor de restauración de los arquitectos Emilio Moya y Pedro Muguruza. Las referencias que se tuvieron en cuenta a la hora de amueblar la casa, decorarla y dotarla de objetos personales del escritor fueron el inventario del testamento del propio Lope de Vega, de 1627, el legado de su hija Antonia Clara, de 1664, y la documentación histórica sobre el edificio. Además, se incluyeron otros objetos depositados por diferentes instituciones; de ellas, hay que mencionar especialmente el Convento de las Religiosas Trinitarias, la Fundación García Cabrejo, el Museo Nacional del Prado, el Museo Arqueológico Nacional y el Instituto Valencia de Don Juan. Además, el proyecto contó con la participación de intelectuales como Ramón Menéndez Pidal, Agustín González de Amezúa, o Américo Castro, entre otros. Unas décadas después, el arquitecto Fernando Chueca Goitia fue el encargado de una nueva restauración. En 1990, la Real Academia Española firmó un convenio de colaboración con la Comunidad de Madrid para rehabilitar el edificio. En la actualidad, el gobierno regional es quien se encarga de su gestión.
Una vez frente a su puerta, no debemos pasar por alto la inscripción que hay en el dintel: "D. O. M. / PARVA PROPIA MAGNA / MAGNA ALIENA PARVA", que podría traducirse como que "Lo pequeño, siendo propio, es grande / Lo grande, siendo ajeno, es pequeño" y que Calderón tradujo como "que propio albergue es mucho, aún siendo poco / y mucho albergue es poco, siendo ajeno". Entremos y recorramos sus estancias dispuestos a regresar, al menos durante una hora, al Siglo de Oro.
Localización: Calle de Cervantes, 11. 28014 Madrid.
Nada más traspasar la puerta, estaremos en el Zaguán2 donde, de frente, está la escalera que nos llevará a la primera planta. Aquí podremos esperar a ser atendidos por el personal del museo, que nos asignará un guía para que nos acompañe a lo largo de la visita, explicándonos los diferentes aspectos sociales, culturales, políticos y cotidianos de los siglos XVI y XVII.
Atravesando el Zaguán por su lado izquierdo, dejando a un lado la escalera, veremos la puerta de acceso al Jardín. Lo que entonces Lope de Vega llamaba "mi güertecillo", hoy se ha convertido en un remanso de paz que nos aleja por completo de la vida fuera de la casa. Por un momento, los visitantes olvidarán que están en la ciudad bulliciosa que es Madrid y se permitirán soñar, al lado del pozo, con las historias cotidianas que se han sucedido a lo largo de los siglos en este pequeño rincón.
Entraremos de nuevo al Zaguán y subiremos por la escalera hasta la primera planta. Nada más llegar al último peldaño, entraremos por la puerta de nuestra derecha. Estamos en el Estudio, un espacio privado donde Lope quizás escribía sus obras, se reunía con sus visitantes, o simplemente se retiraba buscando un poco de tranquilidad. Es la estancia más amplia de la casa y una de las más luminosas, debido a los grandes ventanales. De ella, cabe destacar el importante fondo bibliográfico del siglo XVII que alberga en sus estanterías, un depósito realizado por la Biblioteca Nacional, así como tres de sus manuscritos, propiedad de la Real Academia Española: "El bastardo Mudarra", "El príncipe despeñado" y "La desdichada Estefanía". Los cuadros proceden del Museo del Prado y del Convento de Trinitarias. El conjunto se completa con varias sillas, un brasero, un escritorio y diferentes objetos y mobiliario de la época que nos da una idea de cómo se desarrollaría allí la vida del escritor.
Tal y como entramos al Estudio, al fondo a la derecha hay un acceso a otra sala. Se trata del Estrado, una estancia muy característica del Siglo de Oro que tiene su origen en Oriente. En ella, quienes vivían o visitaban la casa se sentaban en los cojines con las piernas cruzadas o se recostaban en las alfombras. A partir del siglo XVI, esta estancia pasa a ser única y exclusivamente femenina. En ella, las mujeres se dedicaban a coser, rezar, leer o realizar tertulias. En el centro, presidiéndolo todo, vemos el pequeño estrado que da nombre a la sala, cubierto con una alfombra y provisto de un brasero y cojines. Completan la estancia varios bargueños3 dignos de admiración.
En un lateral, está la Alcoba, la pieza más pequeña de la casa, pero también la más íntima y la que más puede conmover al visitante, ya que es el dormitorio donde murió Lope de Vega. Desde ella, ya muy anciano, el Fénix de los Ingenios podía escuchar la misa que se daba en el cercano Oratorio, que veremos a continuación. En este cuarto, asistiremos a toda una exaltación de la austeridad, virtud que el escritor dejó patente en alguna de sus obras, desdeñando así los lujos excesivos.
Desandaremos nuestros pasos y saldremos del Estudio para ver, justo enfrente de la escalera, el Oratorio que mencionábamos antes. En esta reducida estancia, Lope empezó a celebrar la misa a diario después de ser ordenado sacerdote. El Oratorio lo preside un pequeño retablo del siglo XVII que guarda una imagen del patrón de Madrid, San Isidro, mencionado por el escritor en varias de sus obras. Además de esto, podremos ver varias tallas que representan a la Virgen, al Niño Jesús y a Cristo crucificado, así como un reclinatorio, pinturas y diversos objetos, todo ello relacionado con la vida religiosa.
Salimos del Oratorio y nos dirigiremos a las últimas salas que nos quedan por ver en esta primera planta. Comenzaremos por el Comedor. Se trata de una estancia bastante amplia y luminosa, al igual que ocurre con el Estudio, gracias a los ventanales. Está presidido por una gran mesa rodeada de sillas y amueblado con un mobiliario típicamente español. Los utensilios que vemos son de cerámica de Talavera de la Reina (Toledo) mientras que de las paredes cuelgan varios bodegones4 flamencos. En este Comedor, discurría la vida cotidiana y doméstica de Lope de Vega y su familia.
A un lado del Comedor, encontramos la Cocina, ubicada en esta sala después de la restauración del edificio. En ella, podemos ver la recreación de una cocina típica de aquella época, con una gran chimenea que servía para hacer la comida y, enfrente, unas sillas donde, quizás, se sentaría el servicio al calor del fuego. Completan la estancia diversos utensilios de cocina, como vasijas y ollas.
Por último y para acabar de ver esta primera planta, volvemos al Comedor y al otro lado tenemos el Dormitorio de las hijas de Lope de Vega, Antonia Clara y Feliciana, su heredera. En él, vemos dos camas y el ajuar propio de un dormitorio, siendo una recreación igual de austera que la que hay en la Alcoba de Lope.
A continuación pasaremos a la última planta de la casa, el piso abuhardillado, que fue habilitado para su visita entre los años 1945 y 1950. Subiremos por las escaleras y a nuestra izquierda, antes de continuar hasta el final, veremos una habitación. Se trata del Cuarto de huéspedes, también conocido como Cuarto del Capitán Contreras5, invitado habitual de Lope de Vega. Sobre la cama, veremos una capa y, sobre una silla, una espada, además de una especie de maleta en uno de los extremos de la habitación; dichos elementos nos retrotraen al siglo XVII y nos hacen imaginar que, de un momento a otro, el Capitán Contreras entrará por la puerta.
Salimos de ahí, terminamos de subir los últimos escalones y recorremos el largo pasillo que tenemos a nuestra derecha. Al final del mismo, encontraremos dos habitaciones. Una de ellas, a la derecha, es la que podría haber estado destinada al Cuarto de las criadas de la casa. Podemos observar no sólo la austeridad de la estancia, sino la ausencia prácticamente total de mobiliario, a excepción de dos camas, una pequeña mesita y un cuadro en la pared.
Finalmente, al lado, tenemos el Aposento de los hijos del escritor: Carlos Félix, nacido de su matrimonio con Juana de Guardo y que murió en 1612 de fiebres, y Lope Félix, hijo de la relación que mantuvo con Micaela de Luján y que falleció ahogado en 1634. Este cuarto está amueblado con una cama y una cuna, además de dos escritorios y varias sillas.
- 1 Siglo de Oro: Por Siglo de Oro podemos entender el período histórico que abarca entre el Renacimiento (siglo XVI) y el Barroco (siglo XVII), durante los cuales hubo un gran apogeo de la cultura española en todos sus ámbitos. En literatura, podríamos destacar a Lope de Vega, Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, o Garcilaso de la Vega, entre otros. Por otra parte, en pintura cabe mencionar a El Greco, Zurbarán, Murillo, Velázquez, o José de Ribera. ↑
- 2 Zaguán: Espacio cubierto situado dentro de una casa, que sirve de entrada a ella y está inmediato a la puerta de la calle. ↑
- 3 Bargueño: Mueble de madera con muchos cajones pequeños y gavetas, adornado con labores de talla o de taracea, en parte dorados y en parte de colores vivos, al estilo de los que se construían en Bargas (Toledo). ↑
- 4 Bodegón: Composición pictórica que presenta en primer plano alimentos o flores, junto con útiles diversos. ↑
- 5 Capitán Contreras: Alonso de Guillén Contreras (1582-1641), más conocido como Alonso de Contreras, fue un militar y corsario español. A los 14 años se alista en el Ejército de Flandes del Archiduque Alberto de Austria, pero dejaría su unidad para irse a Palermo, embarcándose con Pedro de Toledo contra los turcos. En 1601, recibe el mando de una fragata, ordenándosele vigilar las islas griegas y espiar a los turcos. En 1603 consigue el grado de alférez de infantería. Más tarde intentará hacerse un hueco en la Corte, pero no lo consigue, por lo que se convierte en ermitaño y se va a una ermita cerca de Ágreda, en el Moncayo. Sin embargo, en 1609 le sacan de allí acusándole de encabezar una rebelión morisca, acusación por la cual fue juzgado, resultando absuelto, pero al seguir perseguido decidió ir a Flandes a servir como oficial. Llegó a ser capitán de infantería y, en 1616, regresa a España decidido a ejercer su labor de capturar piratas. Fue gobernador de la ciudad de L'Aquila (Roma) y en 1630 se retiró, recibiendo el título de Caballero Comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén. Escribió algunos memoriales sobre sus servicios, algunos de los cuales están archivados en el Archivo General de Simancas. Pero si alguno de sus escritos merece la pena destacar es su autobiografía, cuyo título literal es "Vida, nacimiento, padres y crianza del capitán Alonso de Contreras, natural de Madrid Cavallero del Orden de San Juan, Comendador de una de sus encomiendas en Castilla, escrita por él mismo"; escrita en 1630, pero que no vería la luz hasta el año 1900. El manuscrito original se encuentra hoy en la Biblioteca Nacional de Madrid. Amigo personal de Lope de Vega, éste le dedico su tragicomedia "El Rey sin reino", que cierra con esta dedicatoria: ↑
HORARIOS DE APERTURA/VISITA:
- Martes a domingo de 10:00 a 15:00 horas. Cerrado los lunes, los días 1 de enero, 1 de mayo, 24, 25 y 31 de diciembre y dos festivos locales.
- VISITAS: Debido a las características de la casa la visita se realiza en grupos de un máximo de 10 personas acompañados por un guía. Las visitas comienzan cada media hora y tienen una duración aproximada de 45 minutos (última visita a las 14:00 horas). Idiomas: español, inglés y francés. Las visitas en grupo deben concertarse con antelación.
- casamuseolopedevega@madrid.org
- La entrada es gratuita.
LOCALIZACIÓN Y COMUNICACIONES:
VUELOS:
TREN:
METRO: Línea 1, parada de Antón Martín.
AUTOBÚS:
COCHE:
BIBLIOGRAFIA Y ENLACES EXTERNOS:
- Ramón Mesonero Romanos. El antiguo Madrid. Paseos histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa. Tomos I y II.
- Comunidad de Madrid, Casa Museo de Lope de Vega
- DRAE